Del Mundial de Italia en 1990 nos quedaron unos cuantos nombres grabados en la memoria. Fue un enorme escaparate para que los equipos de media Europa reforzaran sus plantillas. Hoy os traigo a una de las revelaciones del torneo, que gracias a su juego pudo dar el salto al calcio. Tomáš Skuhravý, el checoslovaco cabeceador que se convirtiera en 'Bota de Plata' de aquel campeonato, e integrara el once ideal mundialista.
Tomáš Skuhravý nació el 7 de septiembre de 1965 en Český Brod, en la región de Přerov nad Labem (República Checa), localidad situada a unos 35 km al este de Praga. Comenzó jugando al fútbol a los 6 años en el TJ Sokol Přerov nad Labem, en donde permaneció hasta los 15 años. En 1980 se incorpora a las categorías inferiores del AC Sparta Praha, club con el que debutó como profesional dos años más tarde. En 1984 y tras 4 goles en 29 partidos es traspasado al TJ Rudá Hvězda Cheb (actual FC Union Cheb) donde totalizó 17 goles en 58 encuentros hasta 1986, año en que retorna al Sparta. En su segunda etapa con el conjunto capitalino de la por entonces Checoslovaquia explotó: 55 goles en 113 partidos. Haciendo valer sus 192 cm de altura, hizo del remate de cabeza su arma letal. Con el Sparta ganó cinco ligas (83-84, 86-87, 87-88, 88-89 y 89-90) y tres Copas en 1984, 1988 y 1989.
Tras disputar el Mundial de Italia'90 con Checoslovaquia (en el que se convirtió en uno de los jugadores revelación marcando cinco goles) firmó por el Genoa CFC, al que había dado su palabra casi al inicio del Mundial, aunque después recibió numerosas ofertas mucho más importantes "Pero yo di mi palabra al Génova, y la cumpliré". En el equipo italiano jugó seis temporadas (cinco de ellas en la Serie A) convirtiendo 59 goles en 164 partidos. Una de las campañas más recordadas es la primera, cuando el equipo genovés terminó clasificado en la cuarta posición, ganándole a todos los grandes incluido su máximo rival, la Sampdoria de Vialli y Mancini, ganadora del Scudetto; y la posterior, cuando alcanzó las semifinales de la Copa UEFA y fue eliminado por el Ajax. De más está decir que muy pronto se convirtió en ídolo de la afición del Luigi Ferraris, junto al genovés Stefano Eranio, el lateral izquierdo brasileño Branco, y con su compañero en la punta de ataque, el uruguayo Carlos Aguilera.
Tras cinco exitosos años en la 'squadra rossoblù' de la región costera de Liguria, en 1995 ficha por el Sporting Clube de Portugal, donde estuvo un año en el que apenas jugó 4 partidos debido a las lesiones que ya empezaban a marcar el punto final de su carrera. Un año más tarde vuelve al fútbol checo para incorporarse al FK Viktoria Žižkov de la ciudad de Praga, club en el que se retiraría en 1997, al finalizar la temporada.
Debutó con la selección de Checoslovaquia en 1985, con la que jugó 43 partidos y marcó 14 goles. En el Mundial de Italia'90 comienza a despuntar en el panorama internacional, Checoslovaquia llega hasta los cuartos de final, en donde cae ante Alemania, y Skuhravý se convierte en una de las revelaciones. Ganó la 'Bota de Plata', siendo superado, únicamente, por Salvatore Schillaci, delantero de Italia. Sus cinco goles en el campeonato los hizo en tan sólo dos partidos. Un doblete ante Estados Unidos y un hat-trick ante Costa Rica. Tras el Mundial, sólo marcó 4 goles más con su selección en 16 partidos.
En 1994, tras el cambio político que provoca la escisión de la antigua Checoslovaquia, comienza a jugar con la selección de la República Checa, marcando 3 goles en 6 partidos.
En la actualidad reside en Italia, cerca de Génova, donde tiene un restaurante. Además, ha realizado tareas como colaborador técnico del Genoa, es comentarista en el canal italiano Sky Sport y dirige un equipo de juveniles.
Tomáš Skuhravý nació el 7 de septiembre de 1965 en Český Brod, en la región de Přerov nad Labem (República Checa), localidad situada a unos 35 km al este de Praga. Comenzó jugando al fútbol a los 6 años en el TJ Sokol Přerov nad Labem, en donde permaneció hasta los 15 años. En 1980 se incorpora a las categorías inferiores del AC Sparta Praha, club con el que debutó como profesional dos años más tarde. En 1984 y tras 4 goles en 29 partidos es traspasado al TJ Rudá Hvězda Cheb (actual FC Union Cheb) donde totalizó 17 goles en 58 encuentros hasta 1986, año en que retorna al Sparta. En su segunda etapa con el conjunto capitalino de la por entonces Checoslovaquia explotó: 55 goles en 113 partidos. Haciendo valer sus 192 cm de altura, hizo del remate de cabeza su arma letal. Con el Sparta ganó cinco ligas (83-84, 86-87, 87-88, 88-89 y 89-90) y tres Copas en 1984, 1988 y 1989.
Tras disputar el Mundial de Italia'90 con Checoslovaquia (en el que se convirtió en uno de los jugadores revelación marcando cinco goles) firmó por el Genoa CFC, al que había dado su palabra casi al inicio del Mundial, aunque después recibió numerosas ofertas mucho más importantes "Pero yo di mi palabra al Génova, y la cumpliré". En el equipo italiano jugó seis temporadas (cinco de ellas en la Serie A) convirtiendo 59 goles en 164 partidos. Una de las campañas más recordadas es la primera, cuando el equipo genovés terminó clasificado en la cuarta posición, ganándole a todos los grandes incluido su máximo rival, la Sampdoria de Vialli y Mancini, ganadora del Scudetto; y la posterior, cuando alcanzó las semifinales de la Copa UEFA y fue eliminado por el Ajax. De más está decir que muy pronto se convirtió en ídolo de la afición del Luigi Ferraris, junto al genovés Stefano Eranio, el lateral izquierdo brasileño Branco, y con su compañero en la punta de ataque, el uruguayo Carlos Aguilera.
Tras cinco exitosos años en la 'squadra rossoblù' de la región costera de Liguria, en 1995 ficha por el Sporting Clube de Portugal, donde estuvo un año en el que apenas jugó 4 partidos debido a las lesiones que ya empezaban a marcar el punto final de su carrera. Un año más tarde vuelve al fútbol checo para incorporarse al FK Viktoria Žižkov de la ciudad de Praga, club en el que se retiraría en 1997, al finalizar la temporada.
Debutó con la selección de Checoslovaquia en 1985, con la que jugó 43 partidos y marcó 14 goles. En el Mundial de Italia'90 comienza a despuntar en el panorama internacional, Checoslovaquia llega hasta los cuartos de final, en donde cae ante Alemania, y Skuhravý se convierte en una de las revelaciones. Ganó la 'Bota de Plata', siendo superado, únicamente, por Salvatore Schillaci, delantero de Italia. Sus cinco goles en el campeonato los hizo en tan sólo dos partidos. Un doblete ante Estados Unidos y un hat-trick ante Costa Rica. Tras el Mundial, sólo marcó 4 goles más con su selección en 16 partidos.
En 1994, tras el cambio político que provoca la escisión de la antigua Checoslovaquia, comienza a jugar con la selección de la República Checa, marcando 3 goles en 6 partidos.
En la actualidad reside en Italia, cerca de Génova, donde tiene un restaurante. Además, ha realizado tareas como colaborador técnico del Genoa, es comentarista en el canal italiano Sky Sport y dirige un equipo de juveniles.
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