28 febrero 2016

Hala Madrid... y nada más

El Atlético de Madrid no hizo nada de particular ayer. Se pareció a su versión cotidiana, y eso ya es una garantía. Griezmann marcó el gol, a su alrededor, brillaron Saúl, Filipe Luis y Augusto, pero fue, una vez más, un triunfo de Simeone. Juntas sus dos líneas de cuatro, el Atleti dejó sin metros a Isco y a James, el primero sin saber por dónde moverse, el segundo sin recordar quién era. El resto lo resolvían los rojiblancos con la presión sobre la salida de balón de los centrales o sobre Modrić. Eso bastó para desactivar a este Madrid. Para matarlo todavía es necesario menos, porque su repliegue defensivo es sencillamente un desastre.

El conjunto colchonero necesitó muy poco para llevarse los tres puntos ante un rival empequeñecido. Falto de piernas, denso en la creación, seco en recursos. Se juntó el gran trabajo del Atlético con la incapacidad del Real Madrid. El gol del francés puso aún más cuesta arriba el partido a un rival que ya estaba sufriendo de por sí para crear ocasiones sin Bale, sin Marcelo y sin Benzema, retirado en el descanso. 

Pero el problema no estaba sólo en el terreno de juego sino también en el banquillo. Poco hemos tardado en descubrir lo que la mayoría vaticinaba: Zidane no tiene, por el momento, nivel para entrenar al Real Madrid. La afición del Bernabéu está muy decepcionada con el juego mostrado. Incapaz de crear ocasiones de verdad frente al acero defensivo de Simeone. La hinchada mira con decepción el gravísimo descenso de nivel de su equipo, con una tremenda sensación de desunión entre sus jugadores, de ausencia de liderazgo, siendo (desde hace tiempo) un equipo frágil ante cualquier adversario con algo de entidad. 

Y a todo esto el entrenador ya no es un dique para el presidente, aunque se llame Zidane, cuyo trabajo queda bajo mínimos tras este derbi, superado su equipo en todos los órdenes. Y es que, entre dos equipos de similar nivel, lo habitual es que gane el que sabe a qué juega. Y eso con Simeone es sencillo, tanto como hacer un puzzle de dos piezas: orden, presión alta selectiva y esfuerzo, mucho esfuerzo por parte de todo el equipo.

Este Madrid es el resultado del 'enesimo' fracaso de Florentino Pérez. Un problema primordial de este Real Madrid es la ausencia de un proyecto. Le falta un director deportivo al que se deje trabajar. El entrenador de turno tiene que encajar dentro del campo una plantilla lujosa, pero muy mal diseñada por el presidente y José Ángel Sánchez, el director general. La plantilla está mal hecha y la planificación ha sido desastrosa. El equipo es un universo de mediapuntas jugando en posiciones indeseables para ellos. Y también es un equipo sin un sustituto razonable para Benzema o Marcelo, cuya lesión pone de manifiesto la falta de un relevo de garantías en el lateral izquierdo, eso sí, Florentino a principio de temporada firmaba del Oporto a Danilo y daba la baja a Fábio Coentrão, dejando una plantilla con tres laterales derechos y un único lateral izquierdo.

Eliminado de la Copa del Rey por un error burocrático y en la Liga a nueve puntos del líder, a falta de que el Barcelona juegue con el Sevilla, hoy, el Real Madrid es un edificio en llamas. Ayer hubo bronca en el Bernabéu: pitos, pañuelos y gritos contra el presidente mientras el Atlético sometía en el campo a los jugadores blancos. Y es que Florentino ha vuelto a caer en manos de los jugadores, como ocurrió cuando Sergio Ramos e Iker Casillas le impusieron que se 'cargara' a Mourinho. Ahora son los mismos los que acabaron con Rafa Benítez. Sin Casillas, los 'golpistas' del estado blanco son siempre Ramos y Ronaldo, dos jugadores que empiezan a convertirse en insoportablemente nefastos para este Real Madrid.

24 febrero 2016

Adidas Terrestra Silverstream (Eurocopa 2000)

Hoy viajamos al tan esperado año 2000 para recordar el primer balón que Adidas realizó en exclusiva para una Eurocopa, algo habitual a partir de entonces. Un balón con el que la Francia de Zinedine Zidane se proclamaba Campeona de Europa, por segunda vez en su historia, al vencer a Italia con un gol de oro de David Trezeguet.

En el año 2000, la fase final de la Copa de Europa de selecciones se disputaba, por primera vez en su historia, en dos países. Para la ocasión, Adidas (proveedor oficial de FIFA y UEFA) puso a disposición del máximo organismo del fútbol europeo el Terrestra Silverstream, cuyo nombre fue dedicado a los principales ríos de los Países Bajos y Bélgica, a los que debían su prosperidad ya que eran utilizados como vías en sus rutas comerciales y transporte de mercancías. Los vecinos apodaron a estas vías fluviales 'silver streams' (corrientes de plata) debido a que en su camino sus superficies brillan intensamente.

El Terrestra Silverstream seguía manteniendo el formato de un icosaedro truncado con 12 pentágonos y 20 hexágonos. Este fue el último balón cuyo diseño exterior repetía la estructura fundamental del Tango de 1978, y las estructuras triples en color azul plateado estaban diseñadas, en esta ocasión, con un 'futurista' motivo a base de pequeñas esferas tridimensionales, debido a que estábamos en el tan esperado año 2000.

La marca alemana utilizó como base el Tricolore, balón utilizado dos años antes en el Mundial de Francia. Nuevamente fue fabricado en Marruecos y el diseño corrió a cargo de los ingenieros alemanes de Adidas. Como su antecesor, se trataba de un balón realizado ergonómicamente, que incluía una capa de espuma sintáctica en los paneles. En su interior, tenía un avanzado material compacto compuesto de microburbujas estrechamente comprimidas y rellenas de gas, cerradas individualmente y muy resistentes. Gracias a esta cobertura especial y a la matriz de poliuretano, se aumentó aún más la durabilidad del balón, su recuperación energética y su capacidad de respuesta, ya que el impacto era distribuido uniformemente en la superficie de la pelota, manteniendo una alta precisión de tiro y una forma esférica regular, siendo su vuelo más exacto y fiable, y siendo más suave al toque y más fácil para controlar. Además, el nuevo esférico tenía unas características de rapidez espectaculares, en el rebote alcanzaba mayor velocidad al impacto con una trayectoria definida y predecible, además tenía mayor duración en prácticas de alta exigencia.

Igual que en anteriores modelos de la marca bávara, el Terrestra Silverstream fue utilizado en algunas competiciones oficiales como la J.League japonesa (fue utilizado en los años 2000 y 2001), la Copa del Rey en España (donde fue utilizado en la final de 2000 y en las temporadas 2000-01 y 2001-02) o en algunos torneos de la UEFA como la Champions League (fue utilizado en algunos partidos de las temporadas 2000-01 y 2001-02) o la Copa de la UEFA, donde fue utilizado en la final de 2000 y en el transcurso de las temporadas 2000-01 y 2001-02 (exceptuando la final).

Ese mismo año, para el torneo futbolístico (tanto masculino como femenino) de los Juegos Olímpicos de Sydney, la marca alemana puso a disposición de la FIFA el Gamarada, un balón que pudieron disfrutar  las jóvenes promesas del momento como Gennaro Gattuso, Andrea Pirlo, Xavi, Carles Puyol, Samuel Eto'o, Tomás Újfalusi, Milan Baroš, Landon Donovan o Ronaldinho, entre otros. Tenía las mismas especificaciones técnicas que el Terrestra Silverstream, y su diseño exterior se diferenciaba únicamente del anterior, en la inclusión de tonos rojizos y anaranjados que formaban las futuristas estructuras triples. Además, en uno de los paneles pentagonales, estaba inscrita la competición para la que era utilizado, cuya final disputaron las selecciones de Camerún y España con victoria para el conjunto africano en la tanda de penaltis. Al igual que su 'hermano mayor' este balón también fue utilizado en la J.League japonesa, donde se alternó su uso con el Terrestra Silverstream.

Adidas editó también una serie de balones que se denominó 'familia Terrestra' y entre los que destacaban el Terrestra Replique (versión 'no oficial' y más económica del balón original, y que también se fabricó en tamaño 4), Terrestra Grand Stade (en tonos negros y dorados), Terrestra Tournoi, Terrestra Classique, Terrestra Stade Central, Terrestra ms, Terrestra Club Pro, Terrestra Mini y Terrestra Orange (versión 'no oficial' en naranja y negro para uso en partidos jugados bajo malas condiciones de luminosidad).

12 febrero 2016

Renato Sanches, el nuevo 'mirlo' del Benfica

Su físico y su estilo de juego recuerdan al Clarence Seedorf de sus inicios futbolísticos. Es el jugador de moda del fútbol portugués. Inconfundible por sus vistosas trenzas, con apenas 18 años es pretendido por media Europa y ya se ha convertido en un hombre importante en el actual Benfica.

Renato Júnior Luz Sanches nació el 18 de agosto de 1997 en Lisboa (Portugal). Hijo de inmigrantes caboverdianos y criado en un modesto barrio del norte de la ciudad de la luz, comenzó a jugar en el Recreativo Águias de Musgueira para entrar en la Academia del SL Benfica cuando apenas contaba con 9 años. Allí empezó a despuntar y a subir escalones hasta llegar, la pasada temporada, al equipo juvenil de los 'Encarnados' con los que disputó la UEFA Youth League. Sus actuaciones no pasan desapercibidas para el ex jugador del Deportivo de La Coruña Hélder Cristóvão, quien lo subió al filial lisboeta, alternando la competición europea con el equipo juvenil y la LigaPro (Segunda División portuguesa), competición en la que debutó el 5 de octubre de 2014 contra el CD Feirense. En su primera temporada como profesional jugó 24 partidos, de los cuales en 11 fue titular y acumuló poco más de 1000 minutos.

En el comienzo de esta nueva temporada se mantuvo con el segundo equipo, mientras que también disputó dos de los tres partidos del Benfica en la UEFA Youth League, pero sus grandes actuaciones hacen que Rui Vitória lo suba al primer equipo con quienes comienza a entrenar para debutar en la Liga NOS el 30 de octubre, en el Estádio João Cardoso contra el CD Tondela, sustituyendo en el minuto 75 al brasileño Jonas Gonçalves. Poco a poco ha ido asentándose en el primer equipo y las exhibiciones futbolísticas que está dando partido tras partido han hecho que Rui Vitória lo haya convertido en pieza clave de su proyecto. Hasta la fecha lleva jugados 14 partidos de liga, 3 en la Taça da Liga (Copa de la Liga) y 2 en la Champions League, competición en la que debutaba el 25 de noviembre, jugando como titular los 90 minutos contra el Astana FC kazajo.

Renato Sanches es un futbolista diestro que se muestra cómodo en varios puestos del centro del campo, ya sea como centrocampista de contención, mediapunta o interior zurdo. Cubre mucho terreno de juego y es capaz de defender pero también de generar peligro puesto que se incorpora con facilidad al ataque, sorprendiendo desde la segunda línea. Tiene recorrido, criterio en el pase y un potentísimo disparo con el que hace goles como el conseguido esta temporada ante la Académica de Coimbra. Es un jugador fuerte a pesar de tener un físico menudo (1,76 metros), parecido precisamente al del 'Pitbull' Davids, lo que le confiere además una extraordinaria movilidad. Su formación en las categorías inferiores del Benfica también le ha ayudado a adquirir una férrea cultura táctica, mantiene la calma bajo presión, sabe cuándo jugar de forma simple, cuando aguantar el balón y cuando retar al oponente. Demuestra su calidad cuando tiene la posesión del balón y además posee esa rara capacidad de presionar con intensidad sin perder calidad de pase. En definitiva, estamos ante un jugador que de seguir con esta progresión, pronto se convertirá en un futbolista de primer nivel por su capacidad para jugar y hacer jugar.

Ha sido internacional con Portugal en las categorías sub-15, sub-16, sub-17 (con los que disputó el Europeo de la categoría que se jugó en Malta en 2014, cayendo en semifinales ante Inglaterra) y sub-19 (con los que ha jugado la ronda de clasificación para los europeos 2015 y 2016). Su próximo objetivo será emular a sus compañeros Nélson Semedo y Gonçalo Guedes, y convertirse en internacional absoluto y aunque su nombre ha comenzado a sonar con fuerza en los medios de comunicación de cara a la próxima Eurocopa de Francia, él tiene los pies en el suelo "sé que todavía tengo que seguir mejorando. Tengo 18 años. Con el tiempo, y con la ayuda de mis compañeros, mejoraré".

Renato Sanches empieza a ser un hombre 'vigilado' por los grandes de Europa y no solo el Real Madrid ha empezado a fijarse en él. También el Manchester United, Bayern de Múnich, Chelsea, Juventus y el Barcelona le pretenden. De ahí que ante la existencia de tantas 'novias', el club lisboeta le haya subido la cláusula de rescisión en dos ocasiones. Primero a 45 millones, ampliándole además su contrato hasta 2021, y en cuanto apareció el interés del Madrid, esa cifra ascendió hasta los 80 millones. De este modo, se ha convertido en el jugador de la liga portuguesa con el precio más alto.