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03 julio 2021

Qué fue de... Diego

Fue una de las melenas más carismáticas del fútbol español y toda una leyenda en el Sevilla. Disputó cerca de 450 partidos en primera división a base de coraje, sobriedad y eficacia. Adornos, los menos. Fue uno de esos defensas clásicos de los que ya quedan pocos. Es uno de los jugadores que más partidos ha jugado en la liga española con 449 participaciones y casi 40.000 minutos acumulados.

Diego Rodríguez Fernández nació el 20 de abril 1960 en La Orotava, provincia de Santa Cruz de Tenerife, en las Islas Canarias (España). Comenzó su carrera en las categorías inferiores del CD Vera del barrio del Puerto de la Cruz, en el norte de la isla de Tenerife. En 1977, con tan solo 17 años, es captado por los ojeadores del CD Tenerife, club con el que da el salto al futbol profesional donde ya da muestras de su implacabilidad como lateral derecho. Debutó con el primer equipo en la temporada 1978-79, cuando jugó dos partidos. Por entonces, el cuadro 'chicharrero' militaba en Segunda B, categoría en la que iría haciendo un sitio durante las tres campañas siguientes. Reconvertido en central, brilló con luz propia en la última de ellas, la 1981-82, en la que fue prácticamente intocable en el once, con 39 actuaciones, y logró un total de seis tantos.

La permanente crisis deportiva y social que a comienzos de los 80 vivía el conjunto 'blanquiazul' hace que fueran varios equipos los que se interesaron por él decantándose por el Real Betis Balompié, conjunto al que fue traspasado en el verano de 1982. Allí debuta en Primera División y juega la Copa de la UEFA, donde el conjunto 'verdiblanco' cae en primera ronda ante el SL Benfica de Sven-Göran Eriksson. Durante seis temporadas se convierte en el líder de la zaga bética, Diego destacaba como un marcador férreo dotado de unas condiciones físicas espectaculares. Junto a los Esnaola, Gordillo, Cardeñosa, Rincón o Calderón, el conjunto de Heliópolis consigue clasificarse para jugar, nuevamente, la Copa de la UEFA en la temporada 1984-85 y ser subcampeón de la Copa de la Liga en la temporada 1985-86, tras caer en la final, a doble partido, contra el FC Barcelona.

En 1988 protagonizó un sonado cambio de aires, al fichar por el Sevilla FC, eterno rival del equipo 'verdiblanco'. "Yo estaba en conversaciones con el Betis para renovar y reconozco que mi agente había hablado con Valencia y Atlético de Madrid. El Sevilla me quería, pero yo no iba a dar ese paso por respeto a la afición bética. Los dirigentes del Betis me citaron para charlar y los noté algo alegres, quizás por lo que habían bebido. Uno de ellos me vaciló y me dijo que no era capaz de firmar por el Sevilla. Al otro día lo hice". El Sevilla, presidido por Luis Cuervas, iniciaba un ambicioso proyecto, con Xabier Azkargorta en el banquillo sevillista y con fichajes de la talla del propio Diego, el portero internacional ruso Rinat Dasaev, que estaba considerado como uno de los mejores porteros del mundo, o el delantero austríaco Anton Polster.

En el conjunto de Nervión, Diego se convierte en uno de los jugadores más carismáticos de la plantilla, además del líder de la defensa 'hispalense' durante ocho temporadas, en las que junto a Prieto, Martagón y Jiménez forma una temible y mítica defensa. En la temporada 1989-90, con Vicente Cantatore en el banquillo, el club consiguió una nueva participación en la Copa de la UEFA. En la temporada 1992-93, tras varios meses de negociaciones, llegó desde el SSC Napoli Diego Armando Maradona, pagando el club 7,5 millones de dólares por su traspaso. Sólo la llegada del astro argentino hace que ceda el brazalete. Sin embargo, el paso por Sevilla de Maradona fue poco feliz, siendo despedido del club, entre otras cosas, por lesiones y problemas con Bilardo. En las temporadas siguientes estuvo como entrenador Luis Aragonés, en una de las cuales el equipo se volvió a clasificar para la Copa de la UEFA (1994-95). Con ello, Diego se aseguró que su última campaña como sevillista la disputase en Europa. Este hecho le permitió tener más presencia en las alineaciones, con un total de 35 partidos, aunque las cosas no fueron ni mucho menos fáciles. La pretemporada estuvo marcada por un descenso administrativo a Segunda B que, al final, no se llevó a cabo, pero que dejó muy tocado el proyecto sevillista, que acabó peleando, por la permanencia.

En 1996, la profunda renovación que se da en la plantilla sevillista, hace que la directiva no le ofrezca la renovación de su contrato pero sí para formar parte del cuerpo técnico, con José Antonio Camacho en el banquillo. Diego, ya con 36 años, se encontraba en plena forma y quería continuar jugando y, aunque se pensó seriamente la oferta sevillista, finalmente decidió marcharse al Albacete Balompié, tras el interés mostrado por el conjunto manchego para que formara parte de su plantilla en la Segunda División. En su primera temporada en tierras manchegas, tiró de experiencia y jerarquía, jugando 34 partidos y marcando dos goles (a SD Eibar y CD Toledo). Con estas credenciales, se ganó la renovación y en su segunda temporada coincide con otros ex sevillistas como Antonio Gómez o Zigor Aranalde. Pero tras una temporada complicada para el club, en la que pasan hasta cuatro entrenadores por el banquillo del Carlos Belmonte, al final de temporada, y con 38 años, se compromete con el Dos Hermanas CF (entonces en la Tercera División). Allí, a las órdenes de un jovencísimo Lucas Alcaraz, acumuló 33 actuaciones y dos dianas que sirvieron, en parte, para certificar el ascenso 'nazareno' a la Segunda B. Este hecho le animó para seguir en activo durante las tres siguientes temporadas, en las que acumuló la nada despreciable cifra de 91 encuentros hasta que se retira en 2002, con 42 años.

Internacional por España, jugó con las selecciones sub-20, sub-21 y sub-23. Con los sub-21 debutó el 24 de febrero de 1982 en el Heliodoro Rodríguez López en el encuentro de ida de los cuartos de final del Europeo de 1982 ante la potente Alemania Federal. "Aquella experiencia fue inolvidable porque pude debutar con la sub-21 en casa delante de toda mi familia y hacerlo con éxito". Curiosamente otro 24 de febrero pero de 1988, Miguel Muñoz lo hace debutar con la selección absoluta en un amistoso contra Checoslovaquia disputado en el estadio de La Rosaleda en Málaga. Diego jugó 45 minutos al sustituir en el descanso, a Julio Alberto. Ese sería su único partido como internacional ya que aunque posteriormente fue incluido por el seleccionador madrileño en la lista definitiva para jugar la Eurocopa de 1988 que se disputó en la República Federal Alemana, no llegó a jugar ningún minuto al tener por delante de él a los Tomás, Andrinua, Sanchís, Camacho o Víctor.

Siendo todavía jugador en activo del Dos Hermanas, la directiva del CF Ciudad de Murcia, de la Segunda División B, le ofreció su banquillo (formando tándem con Yeyo) para la recta final de la campaña 2001-02. Este hecho provocó su retirada de los terrenos de juego y su inminente salto al banquillo del Sánchez Cánovas. Posteriormente se vinculó al Xerez CD como Secretario Técnico, y regresaría a Nervión para trabajar en su cantera, incorporándose como técnico al Sevilla 'C', al que dirigió en la temporada 2008-09, en la que, incluso, dio el salto al Sevilla Atlético, al que no pudo salvar del descenso a Segunda B. Pese a ello, continuó al frente del equipo en la 2009-10, cuando los malos resultados hicieron que Ramón Tejada lo sustituyese al término de la jornada 25. Desde 2014 dirige, junto a Antonio Álvarez, Futbalia, una escuela para jóvenes promesas del balompié.

17 julio 2018

Qué fue de... Jarni

Jugador versátil donde los haya, Robert Jarni se adaptaba muy bien a las posiciones de extremo y lateral izquierdo. Técnico, fuerte y explosivo, se le recuerda por su potente disparo y por saber colgarla al área de una manera prodigiosa. Un jugador inteligente y de calidad que dejó buenos registros goleadores en España.

Robert Jarni nació el 26 de octubre de 1968 en Čakovec (antigua República Federal Socialista de Yugoslavia y actual Croacia). Comenzó su carrera como extremo zurdo en el equipo de su ciudad natal, el NK Čakovec, y en 1985 fue traspasado al HNK Hajduk Split después de brillar con el conjunto 'Crveni' en un torneo en Split. En el equipo filial, con Sergije Krešić como entrenador, comienza a destacar y un año después, en febrero de 1986, debuta con el primer equipo del conjunto 'Bili', entonces en la Primera División yugoslava. Allí coincide con jugadores como Igor Štimac, Alen Bokšić, Slaven Bilić o Aljoša Asanović, donde bajo las órdenes de Josip Skoblar llega a participar en 128 partidos en los que anotó diecisiete tantos, conquistando la Kup marsala Tita (copa yugoslava entonces conocida como Copa del Mariscal Tito) de las temporadas 1986-87 y 1990-91.

Como ocurrió con muchos otros jugadores de su generación, tras el estallido de las guerras balcánicas, dio el salto al Calcio italiano para fichar por el AS Bari. Allí coincide con su compatriota Zvonimir Boban pero al finalizar la temporada los 'Galletti' descienden a la Serie B y Jarni ficha por el Torino FC (donde coincide con Enzo Francescoli) y, una temporada más tarde, por la Juventus FC. En el conjunto 'bianconero', dirigido por Marcello Lippi, coincide con jugadores de la talla de Angelo Peruzzi, Paulo Sousa, Antonio Conte, Gianluca Vialli, Roberto Baggio, Fabrizio Ravanelli, Didier Deschamps, Vladimir Jugović o un jovencísimo Alessandro Del Piero. Con la 'Vecchia Signora' juega 30 partidos en la temporada 1994-95 (15 de ellos en liga) y gana el Scudetto, la Coppa Italia y alcanza la final de la Copa de la UEFA, donde caen ante el Parma AC de Nevio Scala.

En el verano de 1995, con 26 años, fue contratado por el Real Betis Balompié para cubrir la baja de Rafael Gordillo quien se había marchado al Écija Balompié para poner fin a su carrera. El conjunto 'verdiblanco' conseguía hacerse con el croata a cambio de 580 millones de pesetas, aunque desde Italia mantuvieron siempre que el Betis desembolsó realmente dos millones de dólares (240 millones de pesetas). Jarni no dudó en aceptar el reto de llegar a un equipo que a pesar de haber ascendido en la temporada anterior había conseguido acabar tercero en la clasificación consiguiendo así la plaza en la UEFA. Su debut se produjo el 9 de septiembre de 1995, en la segunda jornada de Liga, contra al Real Zaragoza. Con 19 goles en tres temporadas, se convirtió en todo un ídolo en el Benito Villamarín formando una sociedad casi perfecta junto a Alfonso y el nigeriano Finidi. En su tercera y última temporada, a las órdenes de Luis Aragonés, jugó 37 partidos, aunque empezaron a ser del dominio público sus desencuentros con la dirección del club. Tal fue su rendimiento que llamó la atención del Real Madrid que hizo una oferta a la entidad 'verdiblanca' que fue rechazada por el entonces presidente Manuel Ruiz de Lopera. 

En el verano de 1998, el mandatario bético le rebajó la cláusula de rescisión de 1000 millones a 700 y lo vendió al Coventry City FC. Y aunque acudió a la localidad inglesa y se sometió al pertinente reconocimiento médico, cuatro días más tarde, y ante la sorpresa general, fichaba por el Real Madrid CF. En el club 'blanco' jugó 36 partidos (27 en liga) y marcó tres goles pero no consiguió llegar al nivel que mostró en el Betis. En el Madrid coincide con la generación de los Illgner, Panucci, Roberto Carlos, Hierro, Seedorf, Redondo, Raúl, Mijatović o su compatriota Davor Šuker, que venían de ganar la séptima Copa de Europa a la Juventus en el Amsterdam Arena. La marcha de Guus Hiddink y la llegada de Toshack al banquillo del Santiago Bernabéu le perjudicó ya que el técnico galés lo quitó de su posición natural, haciéndolo jugar de central abierto a la banda en una linea de 3 con dos carrileros por delante. El croata, que había firmado por tres temporadas, sólo jugó una en la que ganó la Copa Intercontinental al CR Vasco da Gama.

Después de su fugaz paso por el cuadro madrileño se marchó a la UD Las Palmas que por aquel entonces militaba en Segunda División y que entrenaba Sergije Krešić, quien fuera su entrenador en el juvenil del Hajduk Split. Con el cuadro insular consigue el ascenso a la Primera División en su primera temporada, jugando 17 partidos (todos como titular) y marcando cuatro goles. La siguiente temporada marca dos tantos en 27 partidos y el equipo termina el campeonato liguero en mitad de la tabla. En la temporada 2001-02 llega al banquillo grancanario Fernando Vázquez, quien no cuenta con el croata, por lo que Jarni hace las maletas y se va a jugar a la Superliga griega con el Panathinaikos FC. No contó demasiado para el técnico uruguayo Sergio Markarián, llegó iniciada la temporada y jugó tan sólo 5 partidos con el conjunto de 'el trébol', por lo que al finalizar la temporada anunció su retirada con 33 años debido a la ausencia de ofertas serias (sólo un par de propuestas de Francia aunque sin concretar nada). Pero este no fue su fin como deportista, volvió a Split donde jugó en el MNK Split, equipo de fútbol-sala con el que fue subcampeón de la UEFA, llegando a jugar 2 partidos con la selección croata de futsal.

Jarni ha sido internacional por Yugoslavia. Con la selección sub-20 ganó el Mundial de la categoría disputado en Chile en 1987, un equipo en el que también estaban jugadores como Pavličić, Mijatović, Boban, Prosinečki o Šuker. En 1990 participa en el Europeo sub-21, en el que la selección yugoslava pierde en la final, a doble partido, ante la Unión Soviética. Sus participaciones con las selecciones inferiores le valen para que Ivica Osim lo incluya en la convocatoria final del Mundial de Italia'90, donde juega la segunda parte ante Colombia en el segundo encuentro del grupo D. Además jugó otros dos partidos con la selección absoluta valederos para la clasificación de la Eurocopa de Suecia'92.

En 1992, tras el desmembramiento de la antigua Yugoslavia, Jarni se convirtió en uno de los referentes de la nueva selección de Croacia. Participó en la Eurocopa de Inglaterra'96, donde cayeron en cuartos de final ante Alemania, a la postre campeones del torneo. Jugó también el Mundial de Francia'98, donde la excelente actuación del combinado croata les valió el tercer puesto por detrás de Francia y Brasil. También participó en el Mundial de Corea del Sur y Japón de 2002. Con la selección croata disputó un total de 81 partidos, marcando su único gol como internacional croata a Alemania en los cuartos de final del Mundial de 1998.

Tras su retirada de los terrenos de juego, ha creado su propia marca de ropa deportiva (se llama Jarni, como él) y es comentarista en una cadena de televisión croata. Inició su carrera en los banquillos, primero como segundo de Sergije Krešić en el CD Numancia, y en la temporada de 2007-08 entrenó al Hajduk Split. En 2010 se hizo cargo del banquillo del NK Istra 1961 y posteriormente entrenó al equipo juvenil del Hajduk Split, FK Sarajevo de la Premijer Liga de Bosnia-Herzegovina, Pécsi MFC de Hungría y el Puskás Ferenc Akadémia FC al que entrenó durante la temporada 2015-16. Desde el pasado año es el seleccionador sub-19 de Croacia. Además, en 2012 fue embajador de la fase final de la Eurocopa de fútbol-sala celebrada en Croacia.

29 junio 2017

Qué fue de... Weah

George Weah fue claro protagonista de una gran época para equipos como el Paris Saint-Germain o el Milan. Destacó por su endiablada velocidad, su gran potencia y enorme zancada, por su impecable pierna derecha y su capacidad rematadora, rasgos que le valieron el sobrenombre de la 'Pantera Negra'. En 1995 entró en la historia del 'Balón de Oro', siendo el primer jugador africano en ganarlo.

George Tawlon Manneh Oppong Ousman Weah nació el 1 de octubre de 1966 en Clara Town, un suburbio desfavorecido de Bushrod Island a las afueras de Monrovia (República de Liberia). Criado por su abuela, comenzó a jugar al fútbol en el Young Survivors Clartown con 15 años. Tres años después fichaba por el Bongrange Company, equipo en el que está una temporada. En 1985 ficha por el Mighty Barolle SA, debutando a nivel nacional. Con los 'Red Boys' completó una magnífica temporada (ganando Liga y Copa) a pesar de su juventud. Su buena actuación le llevó una año después al equipo más grande de Liberia, el Union of Invincible Eleven MSA. Un nuevo título de Liga y 24 goles en 23 partidos fueron su tarjeta de presentación con los 'Yellow Boys', pero Liberia comenzaba a quedarse pequeña para un futbolista con tanto talento y gol. En 1987, con motivo del 50 aniversario de la Liberia Football Association, las autoridades de la LFA invitaron a varios equipos africanos a participar en un torneo. La intervención de Weah en el torneo sorprendió a los técnicos del Tonnerre Kalara Club de Yaoundé, que deciden llevarlo con ellos al fútbol camerunés.

Sus buenas actuaciones llamaron la atención del francés Claude Le Roy, entonces seleccionador camerunés, quien le puso en contacto con Arsène Wenger, entrenador del AS Monaco. El técnico alsaciano quedó impresionado y le contrató para la temporada 1988-89 por 12.000 libras, cuando el liberiano tenía 22 años. Para que se acostumbrara a la competición de élite, Wenger le diseñó un plan específico de entrenamiento y, el 17 de agosto de 1988, Weah debutaba contra el AJ Auxerre en el Stade Louis II. Y a pesar de que no fue titular indiscutible en su primer año, formó una prolífica dupla de ataque con Glenn Hoddle. Weah comenzaba a destacar por ser un rematador veloz, potente y eficaz. En las cuatro temporadas que permaneció en las filas del conjunto 'Rouge et Blanc' ganó la Coupe de France en la temporada 1990-91 ante el Olympique de Marseille. Tuvo una buena media de goles, especialmente en su última temporada, la 1991-1992, donde hizo 18 goles, tantos que llevaron al equipo monegasco hasta la final de la Recopa de esa temporada, que acabó en manos del Werder Bremen de Otto Rehhagel. 

Días después de disputar la final continental, confirmó su fichaje por el Paris Saint-Germain FC para la temporada 1992-93. Su etapa en París coincidió con una de las mejores épocas deportivas del PSG, un equipo que buscaba (como ahora) mandar en Francia y en Europa y que se estaba reforzando con jugadores como Bernard Lama, David Ginola, el brillante Raí o el propio Weah. Entre 1992 y 1995 anotó para el PSG un total de 55 goles en 138 partidos oficiales y ganó una Ligue 1 (1993-94), 2 Coupes de France (1992-93 y 1994-95) y una Coupe de la Ligue (1995), sin embargo, el PSG no pudo alcanzar su sueño europeo. En la temporada 1992-93 fue el máximo goleador del equipo y llegaron hasta las semifinales de la Copa de la UEFA, donde caían ante la Juventus. Un año después, caían, otra vez en semifinales, frente al Arsenal en la Recopa de Europa. En la temporada 1994-95 se produjo la irrupción definitiva de Weah en el panorama internacional. Con siete tantos, se convertía en el máximo goleador de la Champions League, donde los parisinos vencieron en cuartos de final al FC Barcelona con un gol del delantero africano, pero eran eliminados en las semifinales por el AC Milan.

En junio de 1995, el AC Milan lo firmaba como sustituto de Van Basten, retirado prematuramente por las continuas lesiones en su tobillo derecho. El 27 de agosto debutaba en la Serie A frente al Calcio Padova con un gol a los seis minutos y una asistencia para el capitán Franco Baresi. En su primera temporada con el conjunto 'rossonero', Fabio Capello jugaba con dos delanteros y tuvo que alternar su posición con Roberto Baggio y Marco Simone. Aun así, el liberiano cumplió las expectativas con 11 goles en 26 partidos, siendo máximo goleador del equipo, que auparon a los suyos a ganar el Scudetto. A finales de 1995 recibió cuatro premios internacionales. El más importante fue el 'Balón de Oro' (otorgado por la revista francesa France Football), el primero conseguido por un futbolista africano, exceptuando a Eusebio (nacido en Mozambique y nacionalizado portugués). Además fue galardonado con el 'FIFA World Player', y fue elegido como 'Jugador del año en África' por la Confederación Africana de Fútbol. También la revista francesa Onze Mondial le otorgó el 'Once d'Or' al mejor jugador de Europa. Un año después quedaba en segunda posición en la votación del 'FIFA World Player', por detrás de Ronaldo. Su rendimiento en San Siro fue espectacular, aunque nunca fue un delantero de grandes cifras goleadoras. Durante cuatro temporadas se mantuvo como el delantero de referencia del Milan. Aunque las campañas 1996-97 y 1997-98 se saldaron con decepcionantes posiciones fuera de competiciones europeas, volvió a ser el máximo artillero de los 'rossoneri'. No obstante, en la temporada 1998-99 consiguió su segundo Scudetto, formando pareja de ataque con el alemán Oliver Bierhoff.

En 1999, ya con 33 años, perdió la titulardad por la llegada del ucraniano Andriy Shevchenko. En enero de 2000 fue cedido al Chelsea FC de la Premier League, donde podría disfrutar de más minutos. Jugó 15 partidos con los 'Blues', marcando 5 goles (3 en liga y 2 en copa) e incluso fue titular en la final de la FA Cup, que los londinenses ganaron al Aston Villa. Terminada la temporada y finalizada su relación con el Milan, Weah, actuando de agente libre, se marchó al Manchester City FC, un club recién ascendido a la Premier League que buscaba su sitio entre los grandes de las islas. Allí solo estuvo tres meses en los que jugó 9 partidos con los 'Citizens'. Sus desavenencias con el técnico Joe Royle provocaron que fuese traspasado al Olympique de Marseille, con el que disputó 20 partidos, marcando 5 goles. Números que no evitaron que 'Les Phocéens' finalizasen en decimoquinta posición, sólo tres puntos por encima de los puestos de descenso. Tras sus últimos fracasos, el delantero africano apuró sus últimos años de fútbol en el Al-Jazira SCC de los Emiratos Árabes Unidos, con dos temporadas a gran nivel en las que alcanzó los 15 goles y en el que permaneció hasta su retirada en agosto de 2003.

Internacional por Liberia, debutó con las 'Lone Stars' el 26 de julio de 1986 ante Guinea en el SKD Stadium de Monrovia, estadio en el que marcó su primer gol como internacional el 30 de enero de 1987 frente a Nigeria. Jugó con la selección con normalidad hasta el estallido de la guerra civil liberiana en 1989. En ese tiempo la actividad de la selección se vio alterada por el conflicto y por las sanciones internacionales. Regresó en 1994 y contribuyó a que el país se clasificase para la Copa de África de Sudáfrica'96, en la que no superaron la fase de grupos. También disputó la edición de 2002 en Mali, en la que tampoco superaron la fase de grupos. Jugó un total de 60 partidos en los que marcó 22 goles. Nunca pudo disputar una fase final de un Mundial, pero intentó que Liberia estuviese presente en tres ocasiones. La primera vez fue en la clasificación para el Mundial de Italia'90, donde superaron la primera ronda y terminaron segundos en la fase de grupos, por detrás de Egipto. Para la clasificación de Francia'98 también pasaron a la fase de grupos, pero se vieron superados por el nivel de Túnez. Tiempo después, ya con 34 años, echó el resto para la fase del Mundial de Japón y Corea del Sur de 2002 no solo como jugador, sino también como capitán, patrocinador y asistente del seleccionador Philippe Redon. Finalmente, se quedaron a las puertas, en segunda posición a un solo punto de Nigeria. 

Tras la aventura en Oriente Medio, Weah se retiró en 2003 para dar un giro radical a su vida. Se fue a vivir a los Estados unidos, donde había mandado a su familia con el estallido de la Primera Guerra Civil de Liberia. Allí comenzó a forjar su posterior carrera política. Estudió Administración de Empresas y Criminología, al mismo tiempo que veía como sus hijos formaban parte de las categorías inferiores de la selección estadounidense. También ha ejercido una destacada labor humanitaria en favor de Liberia, que estuvo azotado por dos guerras civiles. Ya en sus años en activo asumió el control del Junior Professionals FC, club-escuela de fútbol para niños con escasos recursos o provenientes de familias desestructuradas en Monrovia. El único requisito para formar parte era no dejar el colegio. También ha colaborado con Unicef desde 1994, cuando dio publicidad a las campañas de vacunación en su país, y es Embajador de Buena Voluntad desde 2004. Al finalizar la Segunda Guerra Civil en 2005, anunció su intención de presentarse como candidato a la presidencia y creó un partido político, el CDC (Congreso para el Cambio Democrático). Ese mismo año se presentó a los comicios, perdiendo ante Ellen Johnson-Sirleaf, actual mandataria de Liberia. En 2011 se presentó a la Vicepresidencia del país bajo la candidatura de Winston Tubman, pero también perdió frente a Sirleaf, cuyo mandato termina en 2017 sin posibilidad de presentarse a la reelección. En el mes de abril de 2016 anunció su candidatura a las elecciones presidenciales previstas para 2017.

03 marzo 2017

Qué fue de... Futre

Nuestro protagonista de hoy fue un jugador atípico. A pesar de fumar desde temprana edad, de sus varias y graves lesiones, y de ser uno de los jugadores más polémicos del mundo del fútbol, Paulo Futre fue, es y será uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol portugués y mundial.

Paulo Jorge dos Santos Futre nació el 28 de febrero de 1966 en Montijo, pequeña ciudad perteneciente al distrito de Setúbal en la región de Lisboa (Portugal). Comenzó su carrera en el CD Montijo de su ciudad natal. Con apenas nueve años jugó un torneo organizado por el Sporting Clube de Portugal con una ficha falsa, ya que solo podían inscribirse niños entre los 10 y 13 años. Su equipo llegó a la final, que se disputaba en el viejo Estádio José Alvalade y Futre comenzó a llamar la atención de los técnicos del conjunto 'verde e branco', club con el que firmó, después de rechazar una primera oferta por ser demasiado joven. Iba a entrenar todos los días en barco hasta Lisboa y cada vez presta menos atención a sus estudios, hasta que los deja y comienza a trabajar con su padre. A los quince años, que firma su primer contrato profesional con el los 'Leões' y con 17 años debuta con el primer equipo frente a la Portuguesa, haciéndolo de modo oficial frente al FC Penafiel el 27 de agosto de 1983.

Al comienzo de la temporada 1983-84, John Benjamin Toshack, entonces entrenador del Sporting, le comunica que no cuenta con él. Fue entonces cuando apareció el FC Porto ofreciéndole un gran contrato. En el Estádio das Antas, antiguo estadio de los 'Dragões', el jugador portugués se consagró como uno de los mejores futbolistas del momento formando triplete atacante con el argelino Rabah Madjer y con Jaime Magalhães. Bajo las órdenes de Artur Jorge el conjunto 'azul e branco' ganó 2 Ligas (1984-85 y 1985-86), 2 Supercopas de Portugal (1984 y 1986) y una Copa de Europa (1986-87) ante el FC Bayern München de los Pfaff, Matthäus, Hoeneß, Brehme o Michael Rummenigge. Además Futre fue nombrado mejor jugador portugués en dos ocasiones (1986 y 1987) y quedó segundo en el Balón de Oro de 1987 por detrás del holandés Ruud Gullit.

En el verano de 1987, Futre se había convertido en el objetivo de los grandes clubes europeos, el Inter de Milán pujó muy fuerte por el portugués, y al parecer todo estaba hecho para su fichaje... hasta que apareció en escena el empresario Jesús Gil, quien lo utiliza como baza electoral para hacerse con la presidencia del Atlético de Madrid, convirtiéndose en el segundo fichaje más caro de la historia en aquella época (el primero fue el de Maradona por el Barcelona por más de cuatro millones de euros). Su debut en la Primera división española fue el 30 de agosto de 1987 ante el CD Logroñés. Después de un inicio casi soñado con Menotti en el banquillo, con triunfos en el Camp Nou y en el Bernabéu, pronto llegó la marejada, los terceros o cuartos puestos que no valían para nada, Gil buscando un micrófono para poner en duda la entrega de sus jugadores y advertir al entrenador de turno de que espabilara (once entrenadores pasaron por el banquillo 'rojiblanco' en las cinco temporadas y media que estuvo el delantero portugués en el Atleti).

Futre se convirtió en la estrella del equipo destacando por su velocidad, como un rayo furioso que se pegaba el balón al pie y empezaba a tirar diagonales regateando a todo el que se pusiera a su paso. Sus pases ayudaron a Baltazar y a Manolo a ganar los trofeos Pichichi de 1988-89 y 1991-92 respectivamente. Formidable fue la temporada 1990-91, con Tomislav Ivić en el banquillo 'rojiblanco', que dejó un título de Copa contra el RCD Mallorca, el primero que ganaba Futre desde que llegara al Calderón. La temporada siguiente, en la vuelta de Luis Aragonés al banquillo 'colchonero', fue culminada con un nuevo título de Copa del Rey, esta vez ganada al Real Madrid en el Santiago Bernabéu.

En 1993 el Atleti pasaba por graves problemas económicos por lo que vender a su estrella era la gran oportunidad que tenían para poder sobrevivir. Era el primer año que funcionaba el mercado de invierno y los extranjeros sólo podían volver a su país. No pudo ir al fútbol italiano y tan sólo podía volver a Portugal. Sporting y Porto hicieron ofertas por el delantero pero el SL Benfica llegó con 600 millones de las antiguas pesetas, un dinero con el que se pudo salvar la situación del Atleti. Con el conjunto 'encarnado' tan sólo juega cuatro meses en los que consigue la Copa de Portugal. Su gran final de temporada despertó el interés de Bernard Tapie, presidente del Olympique de Marsella, que acababa de ganar la Liga de Campeones. Pese a que ya arrastraba problemas en su rodilla derecha, pasó los exámenes médicos y se convirtió en jugador de 'Les Phocéens' pero con un Marc Bourrier, entonces entrenador marsellés, que no contaba mucho con él y con el club galo inmerso en casos de corrupción y amaño de partidos (por lo que fueron descendidos a la Segunda División y sancionados sin poder jugar competiciones internacionales) Futre comenzó a buscar nuevamente equipo después de jugar 8 partidos con el equipo francés.

Estuvo a punto de fichar por el Real Madrid, de hecho rechazó firmar con el contrato en la mesa. Así en junio de 1994 decidió cambiar de aires e irse a Italia para jugar en la Serie A con la AC Reggiana, un equipo sin más aspiración que la de no bajar a la Serie B. En su debut con el club 'Granata' tuvo la lesión más grave de su carrera y estuvo más de diez meses de baja, por lo que no volvió a jugar hasta abril de 1995. El equipo de Reggio Emilia descendió a la Serie B, aún así, el portugués cuajó un gran final de temporada, marcando 4 goles en 12 partidos por lo que, una vez finalizada la temporada, fichó por el AC Milan después de varias reuniones con la Sampdoria de Sven-Göran Eriksson. Futre se convierte en el primer jugador luso en vestir la maglia 'rossonera', pero seis semanas después de firmar con el conjunto de Fabio Capello, tuvo que volver a ser operado y, con apenas 29 años, muchos hablaban de una posible retirada, pero el delantero portugués se recuperó a tiempo para jugar un único partido oficial con el conjunto lombardo y ganar el Scudetto de la temporada 1995–96.

En la temporada 1996-97 se marcha a la Premier League para jugar con el West Ham United FC. En su contrato con los 'Hammers' incluyó una cláusula por la que tenía que jugar con el diez a la espalda. Pero llegó el primer partido de liga, contra el Arsenal en el antiguo Highbury, y en su camiseta lucía el dorsal 16, con lo que el portugués se negó a jugar. Y no volvió a hacerlo hasta resolver el problema y vestir el '10', jugando grandes partidos en el fútbol inglés, aunque su nivel, tras varias operaciones, bajó considerablemente, por lo que a los 30 años, decide colgar las botas. Entonces fue nombrado embajador del Atlético de Madrid, aunque solía vestirse de corto para entrenar con el conjunto 'rojiblanco'. Maravilló a Radomir Antić, y el técnico serbio le pidió volver a jugar y formar parte de la plantilla. "Un día Antić me dijo que faltaba uno para jugar un partidillo, sal tú. Salí y me acuerdo que hice dos goles. Tenía 31 años y había tenido bastantes problemas en la rodilla, pero Antić me vio bien para jugar. Entre él y Jesús Gil me convencieron, y así fue como volví a sentirme futbolista". Esa temporada Futre apenas jugó diez partidos de liga, todos como suplente, un total de 172 minutos. Eso sí, le dio tiempo a montar un amago de motín antes del partido de vuelta ante el Aston Villa en la Copa de la UEFA, pelearse con el entrenador y acabar apartado del equipo ante la imposibilidad de marcharse a la Associação Portuguesa de Desportos, un modestísimo equipo brasileño. En 1998, Carles Rexach lo convence para jugar una temporada en el Yokohama Flügels de la J.League japonesa. Allí coincide con el ruso Igor Lediakhov, ex del Sporting de Gijón y con el internacional brasileño César Sampaio. Con el conjunto de la prefectura de Kanagawa jugó un total de 16 partidos (13 en liga y 3 en la J.League Cup), marcando 3 goles, tras los cuales decidió poner punto y final a su carrera como futbolista.

Internacional con Portugal, jugó con la selecciones inferiores hasta que Fernando Cabrita lo hace debutar con la selección absoluta el 27 de abril de 1983 ante Finlandia en un partido clasificatorio para la Eurocopa de Francia'84. Con apenas 17 años se convertía en el jugador más joven en debutar con la camiseta de las 'quinas'. Jugó un total de 41 partidos con el combinado luso en los que marcó seis goles. Participó en el Mundial de México'86 donde jugó los tres partidos del Grupo F ante Inglaterra, Polonia y Marruecos. Tras la 'Rebelión de Saltillo', sucedida durante el Mundial mexicano varios jugadores fueron expulsados del combinado luso y Futre estuvo un año y medio sin ir a la selección por solidaridad con sus compañeros. 

De los terrenos de juego pasó a los despachos con la misma velocidad que solía jugar, primero como agente, y en el año 2000 como Director Deportivo del Atlético de Madrid en los tiempos de la intervención judicial. Aguantó tres años, sacó al equipo del infierno de la Segunda División y, por supuesto, acabó peleándose de nuevo con los Gil. En 2011, Futre se unió a la candidatura de Dias Ferreira a la presidencia del Sporting de Portugal en el papel de Director Deportivo, pero tan sólo alcanzaron un 16,54% de los votos. El 5 de febrero de 2012, Futre cumplió un sueño que llevaba persiguiendo 24 años: poder ver un partido en el fondo sur del Vicente Calderón. Ahora su vida está en Portugal. Allí tiene un programa de televisión (A Noite do Futrebol en TVI 24) y escribe para el periódico Record, también colabora con el diario deportivo Marca, donde comenta las hazañas de su Atleti.

05 marzo 2016

Qué fue de... Francescoli

Nuestro protagonista de hoy fue uno de los símbolos de la selección uruguaya de los años 80 y 90. Ídolo en Sudamerica, aunque no muy nombrado en Europa, no era un delantero cualquiera, era un diez que llegó a conquistar al mismísimo Zidane. Lo mismo finalizaba que armaba las jugadas. Manejaba las dos piernas, tenía un gran salto y exhibía un repertorio técnico amplísimo que lucía con elegancia.

Enzo Francescoli Uriarte nació el 12 de noviembre de 1961 en Montevideo (Uruguay). Comenzó a jugar en las calles del barrio de Capurro y a los 6 años ya jugaba en el Club Cadys Real Junior. También integraba el equipo del colegio San Francisco de Sales. El pequeño Enzo necesitaba crecer en su carrera futbolística, así fue como decidió irse a probar a Peñarol (club de sus amores) y al River Plate de Montevideo. En ambos clubes lo rechazaron por tener un físico demasiado frágil, por lo que siguió jugando con el conjunto salesiano. Tras un partido frente a Montevideo Wanderers FC fue fichado por el club 'Vagabundo' cuando no había cumplido los 15 años. Allí comienza a despuntar en el equipo juvenil. Incluso el equipo comenzaba a jugar con diez en campo cuando él, debido a sus estudios, se retrasaba unos minutos. "A Enzo lo poníamos en cualquier puesto y respondía: de cinco, de ocho, de nueve. Nosotros necesitábamos cambiarlo de posición porque éramos un equipo chico y no había suficientes jugadores. La diferencia con el resto se notaba enseguida", señalaban sus entrenadores.

Debutó con el primer equipo el 9 de marzo de 1980 ante Defensor Sporting y, en su primer año, consigue el subcampeonato de liga. Así empezaba la historia. Destacaba por su habilidad pero también sobresalía por su gran profesionalidad en los entrenamientos, tras los cuales se quedaba practicando tiros de falta y perfeccionando su juego. No tardó mucho en convertirse en la estrella del conjunto 'blanquinegro' y ocupar las portadas de los diarios deportivos. Clasificó al equipo para la Copa Libertadores de 1983, y entonces ya se rumoreaba que River Plate (el de Buenos Aires) lo estaba siguiendo, e incluso que el Milan italiano barajaba su nombre como futuro fichaje.

Finalmente fue el CA River Plate el que se hizo con su fichaje. El conjunto de Nuñez necesitaba nuevas estrellas ya que muchas de sus figuras habían salido hacia Europa. Tras unas durísimas negociaciones, el 21 de abril de 1983 Francescoli se convertía en nuevo jugador 'franjirrojo' tras pagar 310.000 dólares por el jugador uruguayo, cifra espectacular para la época. Tres días después debutaba en el Monumental frente a Huracán, los hinchas querían ver a su nuevo 'salvador', mal que le pesara al joven Enzo que por entonces contaba 21 años. Los comienzos en Argentina fueron difíciles y le costó adaptarse a la nueva situación (nuevo club, nuevo país, estar lejos de su familia y amigos) por su carácter retraído. Fueron momentos muy duros, no alcanzaba el nivel esperado, era criticado por el público y su rendimiento no agradaba al técnico José Varaka, problemas que se vieron acentuados por dos lesiones sufridas ante Vélez Sarsfield y Nueva Chicago.

Entre 1984 y 1986, Francescoli vivió una etapa memorable en River, en donde se convirtió en ídolo de la hinchada 'millonaria'. Ganó, por primera vez, el título de máximo goleador con 24 tantos en el Campeonato Metropolitano de 1984, año en que también ganó el premio al mejor Futbolista sudamericano, que concedía el diario venezolano El Mundo. En 1985 formó una dupla formidable con Claudio Alberto Morresi y recibe el Olimpia de Plata, premio que se entregaba al mejor jugador argentino del año sin importar si juega en la Primera División de Argentina o en el extranjero, o al mejor futbolista de otra nacionalidad que juegue en la liga local. En 1986 jugó los minutos más brillantes de su carrera dejando ese imborrable recuerdo a toda la afición 'millonaria'. El 8 de febrero, el uruguayo vivió una de sus jornadas más memorables. River se enfrentaba en un amistoso a la selección de Polonia, el partido estaba empatado a cuatro, cuando el 'Principe' bajo la pelota con el pecho en el área polaca, y con una  formidable chilena convirtió el gol del triunfo, desatando la locura en el estadio... era el mejor gol de su carrera. Además, ese mismo año, River ganaba el Campeonato de Primera División y Enzo quedaba al frente de la tabla de goleadores con 25 tantos, repitiendo así el título de 1984.

En el mes de junio de aquel año, en la cúspide de la popularidad, era traspasado al Racing Matra de París a cambio de 4 millones de dólares. La decisión no era fácil, pero la oportunidad futbolística y económica de triunfar en Europa ayudaron, y Enzo se marchaba al fútbol francés, en donde debía demostrar todo su talento. El empresario francés Jean-Luc Lagardère había desembolsando 30 millones de dólares para formar un equipo de estrellas. Contrató otras figuras como Luis Fernández, Alain Ben Mabrouk, Pierre Littbarski o el también uruguayo Rubén Paz. Pese a esto, la campaña del equipo fue un fracaso y la convocatoria del club parisino era bastante pobre, apenas 7.000 personas lo seguían en el Parc des Princes. El equipo terminó pelando por no descender a segunda división y a Enzo no le salían bien las cosas. A finales de 1987 recuperó parte de su nivel, y fue elegido como mejor jugador extranjero en Francia, pero tan solo unos meses después, los caprichos del presidente le impidieron cumplir su verdadero desafío profesional, jugar en la Juventus italiana.

En el verano de 1989, ficha por el Olympique de Marseille, pasando a jugar en un club más popular y con mucha más tradición futbolística que el conjunto parisino. Allí coincide con jugadores de la talla de Chris Waddle, Didier Deschamps, Jean Tigana, Carlos Mozer o Jean-Pierre Papin. La gran cantidad de público que seguía al equipo le devolvió a Enzo el ánimo y el nivel futbolístico y ese mismo año ganaban la liga francesa en una campaña en la que el uruguayo marcaba 11 goles. Además, se quedaron a tan solo un paso de llegar a la final de la Copa de Europa, pero cayeron en semifinales ante el SL Benfica de Sven-Göran Eriksson.

Del fútbol galo pasó a la Serie A fichando, en 1990, por el Cagliari Calcio, un club que si bien no luchaba por el Scudetto, le permitiría mostrar toda su calidad. Comenzó a ser considerado como ídolo en el conjunto sardo, el equipo se salvó del descenso y un año más tarde se clasificaban para la Copa de la UEFA, algo inédito en la historia de la escuadra 'rossoblu'. En la temporada 1993-94, ya con 32 años, ficha por el Torino FC. En el conjunto 'granata' coincide con sus compatriotas Marcelo Saralegui y el 'Pato' Aguilera. Con la cabeza puesta en su regreso al fútbol sudamericano, esta temporada le sirvió para dejar una buena imagen en Europa. Si bien no fue lo esperado, Enzo cerraba un ciclo aceptable, con un comienzo pobre, pero con una recuperación brillante.

Pero el 'Príncipe' había decidido volver a casa y, a mediados de 1994, se concretaba su pase a River. En su segunda etapa en el equipo 'franjirrojo', dominó el torneo argentino con cuatro títulos en tres años y levantó la deseada Copa Libertadores en un equipo donde empezaban a despuntar el 'Burrito' Ortega o Hernán Crespo, entre otros. River ganó el Apertura'96 (título que Francescoli creía que sería el último de su carrera), después se dio el lujo de llevarse el Clausura y Apertura de 1997, y la Supercopa Sudamericana del mismo año. En 1998, a los 36 años, anunciaba su retirada de los terrenos de juego. Desde ese momento los dirigentes de River intentaron convencerlo para que continuara al menos otra temporada. Pero los aficionados sabían que Francescoli cumpliría su palabra. "En el fútbol pasé los 18 años más felices de mi vida. Todo lo que yo soñaba era jugar algún día con Peñarol en el estadio Centenario. Ahora me llevo. mucho más de lo que podía imaginar".

Internacional por Uruguay, jugó con la selección sub-20 con la que ganó el Campeonato Sudamericano de 1981, disputado en Ecuador. También participó en el Mundial de la categoría, jugado ese mismo año en Australia. Omar Borrás lo hace debutar con la selección absoluta el 17 de febrero de 1982 ante Yugoslavia en la Nehru Cup (torneo disputado en Calcuta), anotando un gol en su debut. Disputó un total de 73 partidos, marcando 17 goles con el conjunto charrúa. Participó en los Mundiales de México'86 e Italia'90, aunque sus mayores éxitos llegaron en la Copa América, torneo que ganó, por primera vez, en 1983 (año en que el torneo no tuvo sede fija). Entró en el equipo por la lesión de Fernando Morena, su ídolo de la infancia y Francescoli fue clave en la final a doble partido frente a Brasil. Su segundo título llegó en 1987, en donde la selección uruguaya dirigida por Roberto Fleitas, obtuvo nuevamente la Copa América, esta vez disputada en Argentina. Enzo fue expulsado en la final pero festejó igualmente un título con sabor a revancha, por la eliminación de Uruguay a manos de la 'albiceleste' un año antes en los octavos de final del Mundial. 

Participó también en la edición de Brasil'89, donde el conjunto uruguayo, dirigido por Tabárez, cayó en la final frente a la selección brasileña. En 1991 llegaba Luis Cubilla al banquillo charrúa, quien enfrentado con Francescoli desde su paso por River, no lo convocó para las ediciones de Chile'91, Ecuador'93, ni tampoco para las eliminatorias de clasificación del Mundial de USA'94. Pero la historia cambiaría en 1995, con Francescoli convocado y como capitán, la selección 'celeste' consigue ganar la Copa América disputada en Uruguay. El conjunto de Héctor Núñez derrotó a Brasil en la tanda de penaltis y Francescoli ganaba, por tercera vez, el trofeo más importante del continente.

Un año después de su retirada, se despidió de la hinchada de River ante Peñarol con 60.000 espectadores en las gradas del Monumental. En 1998 fundó en Miami, junto a Paco Casal y Nelson Gutiérrez, Gol TV, canal que compró los derechos de las ligas europeas en exclusiva para Estados Unidos y está tasado en unos 300 millones de dólares. En 2010 apadrinó, junto a Zidane, el programa 'Cracks' del canal español cuatro, un reality show dedicado a buscar por todo el mundo jugadores mayores de 16 años para convertirlos en profesionales. No es difícil verlo en algunos partidos-homenaje, como el de 'Burrito' Ortega, donde a pesar de contar con 50 años, demostró un altísimo nivel convirtiendo cuatro goles, uno desde casi la mitad del campo y otro de chilena. Desde 2015 ejerce como director deportivo de River Plate.

23 junio 2014

Qué fue de... Dahlin

Volvemos a la década de los 90 para ver a nuestro protagonista de hoy, uno de esos jugadores que siempre tuvo un mejor rendimiento en la selección de su país que en los clubes en los que militó durante su carrera. Fue una de las grandes estrellas del Mundial del 94 y solo las lesiones y su irregularidad acortaron su carrera.

Martin Nathaniel Dahlin nació el 16 de abril de 1968 en Uddevalla, pequeña localidad costera situada en la provincia de Västra Götaland (Suecia). De padre venezolano y madre sueca (de ahí su característico color de piel), ambos decidieron ponerle el nombre de Martin en referencia a Martin Luther King. Por motivos profesionales su familia se trasladó a la ciudad de Lund, al sur del país, y fue allí, en el Lunds Bollklubb, donde comenzó a dar sus primeros pasos en el fútbol amateur.

En el club 'amarillo y blanco' fue ascendiendo rápidamente, llamando la atención de los ojeadores del Malmö FF, equipo con el que firmó su primer contrato profesional en 1986. Un año después, el técnico inglés Roy Hodgson lo sube al primer equipo 'Himmelsblått' y en 1988 (su primera temporada en la Allsvenskan) fue la estrella goleadora del equipo con 17 tantos en 21 partidos. Allí permaneció cuatro temporadas, ganando dos títulos ligueros (1988 y 1989) y una Svenska Cupen (1988–89).

Sus grandes temporadas en la liga sueca le valieron el traspaso a la Bundesliga para jugar en el Borussia VfL Mönchengladbach. El técnico austriaco Bernd Krauss deposita su confianza en él, y pronto se gana un nombre en el fútbol germano a base de goles. En 1993 es galardonado con el 'Guldbollen', Balón de Oro al mejor jugador sueco del año.Y en la temporada 1994-95 gana la DFB-Pokal (Copa de Alemania) junto a jugadores como Uwe Kamps, Patrik Andersson, Thomas Kastenmaier, Heiko Herrlich, Bachirou Salou o el gran, pero muy díscolo, Stefan Effenberg.

En el año 96, tras vencer su contrato con el Gladbach entró en negociaciones con la Juventus italiana. El conjunto alemán reclamó el pago de un traspaso, basándose en una cláusula del contrato de Dahlin que permitía una ampliación automática de doce meses. "Estaba bastante seguro de que aceptarían, por lo que rechacé algunas ofertas de otros clubes, como el Bayern de Múnich, la Fiorentina, y otros equipos europeos". Finalmente es fichado por la AS Roma de Carlos Bianchi pero, a pesar de coincidir con su compañero en la selección Jonas Thern, su dificultad para adaptarse al calcio hizo que apenas dispusiera de oportunidades, y a mitad de temporada es cedido al Borussia Mönchengladbach.

Al año siguiente fichó por el Blackburn Rovers FC, donde tras seis meses sufrió una grave lesión en la espalda durante un entrenamiento que lo apartó de los terrenos de juego durante toda la temporada, y que generó un contencioso judicial entre su equipo y Avon Insurance, la aseguradora. Aunque en un principio se dió un veredicto inicial a favor del club, en 2005 el Tribunal de Apelación dio marcha atrás, por lo que el 12 de abril de 2006, el Tribunal Supremo dictaminó en favor de la compañía de seguros, decretando que el jugador probablemente tenía una condición preexistente. De Inglaterra se marchó cedido a Alemania para jugar en las filas del Hamburger SV (donde apenas jugó 8 partidos de liga) y poner punto y final a su carrera deportiva al finalizar la temporada. "Me di cuenta de que no podía seguir jugando, tenía 30 años cuando me retiré, pero estoy muy agradecido de haber podido vivir todas las experiencias que me tocaron".

Internacional por Suecia, debutó el 17 de abril de 1991 en un partido amistoso ante Grecia en el Estádio Olímpico de Atenas, convirtiéndose en el segundo jugador 'de color' que jugaba con la selección sueca (Jean-Paul Vonderburg debutó en un amistoso previo a Italia'90). Jugó un total de 60 partidos, marcando 29 goles. Participó en la Eurocopa de Suecia'92 y en el Mundial de USA'94, donde los pupilos de Tommy Svensson quedaron en tercer lugar, al ganar a Bulgaria (4-0) en la final de consolación. Dahlin realizó un gran campeonato marcando 4 goles (uno a Camerún, dos a Rusia, y otro más a Arabia Saudita), uno menos que su compañero en el ataque 'Blågult' Kennet Andersson. 

Tras su retirada se convirtió en agente deportivo junto a su compañero y amigo Roger Ljung (ambos jugaron juntos en el Lunds BK y en el Malmö FF). Comenzó a trabajar en la Roger Ljung Promotion AB y posteriormente formó su propia agencia (MD Management) donde representa a jugadores como Ola Toivonen, Guillermo Molins, Marcus Rosenberg, Jonas Olsson o Behrang Safari. Además tiene una firma de ropa que lleva su nombre. Por otra parte, también aparece esporádicamente como comentarista de fútbol. Dahlin trabajó para la cadena sueca TV4 durante el Mundial de Corea del Sur y Japón de 2002.