26 enero 2016

La camiseta 'multicolor' del Bochum

Hoy traemos a nuestra 'Pasarela Futbolística' una de las camisetas más llamativa de todas las vistas hasta ahora, si tenemos en cuenta que detrás de ella hay un equipo de fútbol alemán, y por tanto, unos diseñadores alemanes en los que suele destacar la sobriedad. Y es que la década de los 90 permitió extravagancias como esta: un arco iris que alternaba con el tradicional color azul en la camiseta del VfL Bochum.

La temporada 1996-97 acabó con el conjunto 'Die Unabsteigbaren' en la quinta posición, clasificándose (por primera vez en su historia) para jugar la Copa de la UEFA. Faber Lotto-Service, compañía local de loterías, era el patrocinador del equipo desde 1992 (y hasta 2002). Para aquella temporada se convirtió, además, en el proveedor y fabricante de las equipaciones del club sustituyendo a Reebok. Faber quería incrementar la visibilidad de su logo en las camisetas del club, pero la única forma de esquivar las restricciones de la liga alemana era 'fingir' que eran los fabricantes de la equipación del club, por lo que decidieron incorporar al diseño de las mismas el característico 'arco iris' de su logotipo. 

Faber entregó al club un diseño de camiseta cuyo resultado, a la vista está, fue un combinado de colores azul y blanco (los dos colores del club), y el arco iris del logotipo de Faber, que la convertían en una de las camisetas más raras que nunca se hayan visto sobre un campo de fútbol hasta la fecha. La equipación no pasó inadvertida en aquella época, aún siendo contemporánea de muchos 'delirados' diseños, se convirtió en un clarísimo ejemplo de que demasiado colorido en una camiseta no es buena idea y aún hoy sigue estando considerada como una de las diez camisetas más feas de la historia del fútbol.

Para las equipaciones suplentes se siguió el mismo patrón 'multicolor', tan solo cambiando la parte azul por blanco en la segunda equipación y rojo en la tercera, por lo que no se diferenciaban mucho la primera equipación de las teóricas suplentes. Incluso en un principio se presentó un pantalón que tenía una pierna con el arco iris y la otra de color azul, aunque finalmente se desechó la idea y se puso un pantalón que incluía el arco iris en la parte baja del mismo.

También el diseño de la equipación de portero que lucieron Uwe Gospodarek, Thomas Ernst, Stefan Wächter y Maik Kischko  incluía de forma notable el logo de Faber Lotto-Service, ya que tenía un gran arco iris que cruzaba la zona del pecho y la espalda, y pequeños arco iris redondos punteados por toda la manga de la camiseta y el lateral del pantalón. El diseño se presentó en tres colores (amarillo, negro y gris, y azul) y tampoco dejó indiferente a nadie a pesar de ser una equipación de portero, en ocasiones muy dadas a las estridencias.

La camiseta fue usada una temporada más pero no pasará a la historia por sus buenos resultados, sino todo lo contrario, ya que el conjunto, entonces entrenado por Klaus Toppmöller, quedó en la 12ª posición (de 18) en la Bundesliga, cayó en la segunda ronda de la Copa alemana ante el MSV Duisburg, no pasó de la primera ronda en la Copa de la Liga y también fue eliminado en tercera ronda de la Copa de la UEFA ante el AFC Ajax de los hermanos De Boer, Van der Sar, Blind, Babangida, Witschge, Oliseh o Michael Laudrup. Peor aún fue la temporada 1998-99 en la que el equipo 'Blau-Weiß' fue eliminado de la Copa en tercera ronda por el Borussia Mönchengladbach y quedó en la 17ª posición en la Bundesliga, descendiendo a la Segunda División.

20 enero 2016

DE GUANTE BLANCO: Wilfred

Cuando está a punto de cumplirse un año de su muerte, hoy vamos a recordar a Wilfred, un portero de aspecto bonachón y carácter afable que quedará para siempre en la memoria colectiva de los aficionados del Rayo Vallecano. Fueron sobre todo su cercanía física y social lo que le elevó a la categoría de leyenda en vida en una grada poco dada a venerar ídolos.

Wilfred Agbonavbare nació el 5 de octubre de 1966 en Lagos (Nigeria). Comenzó su carrera profesional en clubes de su país jugando como delantero, hasta que su hermano mayor, que era portero, le dijo un día: "¡Déjate de querer jugar de delantero! Tú triunfarás, pero tu puesto está bajo los palos". Con 16 años debutó con el New Nigeria Bank FC de Benin City, donde ganó una liga nacional (1985) y los campeonatos de 1983 y 1984 de la UFOA Cup (Campeonato de clubes de África Occidental). Posteriormente pasó por el Abiola Babes y estuvo a prueba en el Brentford FC de la Segunda División inglesa, antes de regresar a su país para fichar por el BCC Lions, con los que ganó la Copa de Nigeria de 1989.

En el verano de 1990 viajó a España para hacer pruebas en distintos equipos. Llegó un buen día y se ofreció para entrenarse con la plantilla del Rayo Vallecano, que entonces dirigía Félix Barderas 'Felines'. De no haber sido por su color de piel habría pasado desapercibido hasta para sus propios compañeros. Tras un período de prueba, sólo el técnico empezó a darse cuenta de sus cualidades y pronto recomendó a la directiva que le hicieran un contrato. Una cantidad irrisoria, y el pago del alquiler de un piso modesto en la barriada de Vallecas es lo que le ofrecieron. Bajo el amparo de Felines logró desbancar a Férez y ganarse la titularidad en la meta de Vallecas encajando 35 goles en 32 partidos y en la campaña 1991-92 formó parte del plantel que logró el ascenso a Primera División.

Debutó en la máxima categoría del fútbol español el 5 de septiembre de 1992 ante el Valencia CF en el estadio Luis Casanova. Ese año había llegado al club 'franjirrojo' Toni, el joven olímpico que llegaba con la medalla de oro colgada al cuello. Tras la expulsión del nigeriano en la segunda jornada ante el CD Logroñés, Toni le arrebató la titularidad pero sólo de forma momentánea (durante ocho partidos). Willy creyó a pies juntillas las palabras del nuevo técnico, José Antonio Camacho, cuando llegó al vestuario y aseguró que "aquí la titularidad se gana sudando la camiseta cada día", y regresó a la portería rayista hasta el final de temporada. Ante el Real Madrid cuajó la actuación de su vida. Paró lo que no está escrito, incluso permitiéndose palomitas antológicas. La afición de Vallecas coreaba su nombre mientras él brindaba la victoria al embajador de su país. Esa tarde, Willy entró en la leyenda del fútbol nigeriano porque el encuentro lo retransmitían también para su país.

La marcha de Toni al RCD Español le permitió consolidarse como guardameta titular la temporada 1993-94, en la que el Rayo terminó descendiendo a Segunda División, aunque contó con el beneplácito del público vallecano. La temporada siguiente siguió como portero titular en la categoría de plata y su equipo consiguió el ascenso al finalizar como subcampeón. A pesar de renovar su contrato tras conseguir el ascenso, la temporada 1995-96 (tercera en Primera División) resultó la más complicada para el arquero africano desde su llegada a Vallecas. Tras perderse parte del arranque de temporada por una lesión, Wilfred no consiguió ganarse la confianza del nuevo técnico Marcos Alonso, que había llegado mitad del campeonato. En la segunda vuelta Abel Resino (fichado en el mercado de invierno), relegó a Wilfred al banquillo. Sin embargo, tras el cese de Alonso y la llegada de Fernando Zambrano, el meta nigeriano pudo disputar los últimos tres encuentros ligueros (CP Mérida, Real Zaragoza y Athletic Club) y la decisiva promoción ante el RCD Mallorca, que permitió al Rayo cumplir el objetivo de la permanencia.

En el verano de 1996, tras seis temporadas y habiendo disputado 177 partidos con el conjunto de Vallecas (76 de ellos en Primera), Wilfred fichó por el Écija Balompié, equipo sevillano que acababa de ascender a la Segunda División. En el conjunto 'astigitano' no tuvo un buen comienzo ya que en la primera jornada liguera sufrió la rotura del quinto metacarpiano de su mano izquierda, no pudiendo jugar durante ocho jornadas. Permaneció una temporada en tierras andaluzas, en la que participó en 23 encuentros, pero su contrato no fue renovado al descender de nuevo a la Segunda división B. Con 31 años y al encontrarse sin equipo, regresó a su país natal, donde siguió entrenándose durante un año, hasta que la falta de ofertas le llevó a la retirada definitiva de los terrenos de juego.

Internacional por Nigeria, disputó el Mundial sub-20 de 1983, jugado en México, donde Wilfred actuó en dos partidos ante Brasil y Holanda. Debutó con la selección absoluta cuando apenas tenía 18 años, pero lo que parecía una carrera prometedora defendiendo el escudo de su país se truncó en su tercer partido con el equipo de las 'Súper Águilas'. Los nigerianos sufrieron un duro varapalo ante Togo después de que el guardameta fallara en los cinco goles de aquella dolorosa derrota (5-2), lo que le alejó de la selección de Nigeria durante diez años. Jugó un total de 15 partidos con la selección absoluta. En 1994 salió campeón de la Copa de África disputada en Túnez (interviene en 3 partidos), y ese mismo año también participó en el Mundial de Estados Unidos en 1994, donde alcanzó los octavos de final con las 'Super Águilas', aunque siempre como suplente de Peter Rufai. En 1998, a pesar de estar retirado, fue pre-convocado para disputar el Mundial de Francia, aunque finalmente no entró en la lista definitiva.

Tras su retirada, en las antípodas del estereotipo de futbolista de élite, regresó a España y fijó su residencia en Madrid. Se gastó todo el dinero que ahorró como profesional para ayudar a su mujer, que finalmente falleció al no poder superar un cáncer de mama. Willy se quedó solo, sin ahorros y con los hijos estudiando en Nigeria, por lo que se vio obligado a trabajar como mensajero y mozo de carga para sobrevivir. Ocasionalmente, fue entrenador de porteros en equipos amateurs, como el CD Coslada, allí coincidió con Mariano Martínez (que en la temporada 2014-15 era técnico del Rayo Vallecano B), quien junto a otros amigos y ex compañeros del nigeriano dio la voz de alarma sobre el grave estado de salud en el que se encontraba Wilfred, que murió a causa de un cáncer óseo el 27 de enero de 2015 en el Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, donde se encontraba ingresado. La última vez que Wilfred pisó el estadio del Rayo Vallecano fue en abril de 2011, durante las jornadas contra el racismo organizadas por las peñas rayistas, cuando saltó al césped del Estadio de Vallecas en el descanso del partido frente a la Real Sociedad para sentir el último aplauso de su afición.

16 enero 2016

La 'maldición' de Ramsey

Que todos los días muere gente es algo obvio, pero la relación entre los goles de Ramsey y la muerte de un personaje relevante se ha vuelto viral en las redes sociales. Parece no tener lógica ni sentido, pero las odiosas estadísticas son contundentes, y es que sus goles se han convertido en un mal presagio para diversas personalidades del espectáculo, la música, el deporte o la política, aunque tan solo se trate de una macabra coincidencia.

Desde 2007, año en que debutó como profesional en las filas del Cardiff City, Aaron James Ramsey ha marcado 56 goles (3 con el conjunto 'bluebird', 42 con el Arsenal, 10 con la selección galesa y 1 con la selección de Reino Unido que participó en los JJ.OO. de Londres'2012). Analizándolos uno a uno y observando la fecha en la que fueron conseguidos, se podría establecer una relación entre muchos de esos goles y la muerte posterior de un personaje importante. No todos, obviamente. Ni siquiera la mitad de ellos. Pero sí que han sido 19 las personas 'relevantes' que han fallecido horas o días después (con un margen de tres días) desde que el galés anotara.

La primera coincidencia se dio el 16 de octubre de 2009 con el fallecimiento del periodista Andrés Montes, dos días después de que Ramsey marcara su primer gol como internacional galés ante Liechtenstein. Desde entonces la lista ha ido añadiendo nombres con mayor o menor regularidad. El futbolista Antonio de Nigris, Osama Bin Laden, Steve Jobs, Muammar Al-Gaddafi, Whitney Houston, Chavela Vargas, Bebo Valdés y Jorge Rafael Videla fueron los siguientes en añadirse, algunos de ellos de manera muy seguida.

Hasta el mes de noviembre, Ramsey anotó 13 goles, siendo el boxeador Ken Norton su 'única víctima' en este periodo. Sin embargo, la maldición regresó tras marcar dos goles ante su ex equipo, el Cardiff City, el 30 de noviembre de 2013, el mismo día que falleció el actor Paul Walker (famoso por la saga 'Fast & Furious'). En 2014 cuatro goles coincidieron con otras cuatro muertes: el boxeador Rubin 'Hurricane' Carter, el ilustrador Hans Ruedi Giger, el actor Robin Williams y el actor, director y productor de cine Richard Attenborough, lo que supuso un 'respiro' en la supuesta maldición hasta abril de 2015 cuando, tras marcar ante el Burnley un 11 de abril, fallecieron dos días después dos ilustres escritores como Eduardo Galeano y Günter Grass.

Y estos eran los últimos, hasta que este recién estrenado 2016 ha devuelto a primer plano la 'supuesta maldición' con las muertes del cantante David Bowie y el actor Alan Rickman (famoso por encarnar al profesor Severus Snape en la saga de 'Harry Potter'), después de sus goles ante Sunderland y Liverpool respectivamente.

Un azar estadístico sobre el que el propio jugador llegó a pronunciarse en una entrevista con el periodista deportivo Alex Dimond en junio de 2015. "Algunas personas me han hablado sobre estas historias pero tampoco hago tantos goles. Recientemente he marcado unos cuantos tras los cuales no ha muerto nadie, gracias a Dios", explicaba el jugador durante la entrevista. Fue entonces cuando el periodista le preguntó si era capaz de dormir con ello y el jugador calificó esta sucesión de hechos como un "rumor estúpido al que no he dado ninguna importancia". Sin embargo, el periodista decidió seguir hurgando en la herida preguntándole si no consideraba que se tratase de una coincidencia divertida. "No, no lo encuentro nada divertido", respondió cortante el jugador.

Realmente es una trágica casualidad que no deja de ser eso, una casualidad, pero ahora, tras cada gol del jugador 'Gunner', las redes sociales bromean sobre la curiosa coincidencia y se preguntan quién será el siguiente famoso en morir.