31 diciembre 2013

Locos por el Mambo


Título Original: Mad about Mambo
Año: 2000
Duración: 92 min.
País: Irlanda del Norte
Director: John Forte
Guión: John Forte
Reparto: William Ash, Keri Russell, Brian Cox, Julian Littman, Daniel Caltagirone, Rosaleen Linehan, Tim Loane, Paul McClean, Jim Norton, Joe Rea, Russell Smith, Theo Fraser Steele, Maclean Stewart, Gavin O'Connor, Fred Chiverton, Alan McKee, Brendan Morrissey, Inge Dorman, Terry Byrne, Aingeal Grahan
Productora: Gramercy Pictures / Phoenix Pictures
Género: Comedia

Danny Mitchell, un estudiante de un instituto católico de Belfast Oeste sueña con ser futbolista profesional en el United... en el Belfast United. Pero antes debe de perfeccionar su coordinación y su técnica en el control del balón, y para ello se apunta a clases de danza, donde conocerá a Lucy McCloughlin, una chica protestante y de clase alta, que acaba de romper con su novio y que quiere demostrar lo que vale a su padre, y también a ella misma. Lucy vive para bailar y su única obsesión es ganar la final regional de baile latino.

Allí, Danny se marca un nuevo objetivo: conquistar a Lucy. La suerte hará que la pareja de baile de Lucy se lesione y Danny le sustituya... a partir de ahí, Lucy se convertirá en el partido más importante de su vida.

Esta cinta es la típica comedia juvenil norteamericana, aunque rodada en Belfast por el debutante John Forte, guionista habitual de Michael Winterbotton. Demasiado previsible, tiene a su favor que carece de pretensiones, aunque tiene un encanto especial, ya que es muy fácil identificarse con los personajes. Forte construye en esta cinta una perfecta descripción de los momentos de soledad por los que pasa una persona cuando se enfrenta a proyectos desconocidos sin el apoyo de su entorno. La incomprensión de los demás por nuevos proyectos, ideas arriesgadas y cómo la determinación por las metas hace a cada persona sentirse dueño de su destino.

24 diciembre 2013

DE GUANTE BLANCO: Zubizarreta

Seguidor de la tradición de porteros vascos como Arconada y, especialmente, Iríbar, del que es confeso admirador. Zubizarreta fue un portero sobrio, poco dado a los adornos estéticos, pero destacaba por su gran sentido de la colocación, su seguridad, su habilidad en el uno contra uno, el dominio del juego aéreo, y su gran carácter y personalidad. Fue uno de los líderes del FC Barcelona, y capitán del equipo durante varias temporadas. 

Andoni Zubizarreta Urreta nació el 23 de octubre de 1961 en Vitoria, municipio de la provincia vasca de Álava (España). Vivió durante su infancia y adolescencia en el pequeño municipio guipuzcoano de Aretxabaleta, donde se inició jugando en el club local, la UD Aretxabaleta, con el que debutó como futbolista senior jugando en categoría regional. En 1978 fichó por el Deportivo Alavés, que por aquel entonces militaba en la Segunda División, aunque fue integrado en su equipo filial, el Alavés Aficionados, de Tercera División. Allí comenzó a hacerse un nombre como promesa en el fútbol español, e importantes equipos de comenzaron a seguir al joven portero.

El Alavés, necesitado de dinero, llegó a un acuerdo en agosto de 1980 para venderlo al Athletic Club de Bilbao a cambio de 30 millones de pesetas (unos 180.000 euros) y un partido amistoso. Aunque el jugador seguiría cedido una temporada más en el Alavés, como recambio de Enrique Basauri, portero titular del cuadro blanquiazul. Sin embargo, en el transcurso de la temporada 1980-81 fue repescado por el Athletic, que lo incorporó al Bilbao Athletic, su equipo filial, con el que jugó siete partidos en la Segunda División B.

Integrado en la primera plantilla del Athletic de cara a la temporada 1981-82, debutó en la Primera División, de la mano de Javier Clemente, el 19 de septiembre de 1981 ante el Atlético de Madrid. Zubizarreta fue el portero titular del legendario Athletic que, con el técnico de Barakaldo en el banquillo, conquistó 2 Ligas consecutivas, en las temporadas 1982-83 y 1983-84, 1 Copa del Rey (1983-84) y 1 Supercopa de España (1984). Durante su estancia en Bilbao, destacó por su gran regularidad y de las cinco temporadas que permaneció defendiendo la portería de San Mamés solo se perdió uno de los 170 partidos de Liga, debido a que en una jornada de la temporada 1984-85 se convocó una huelga de futbolistas y todos los equipos jugaron con sus filiales, por ello es el jugador alavés que más partidos ha disputado hasta el momento con el club bilbaíno.

En 1986, fichó por el FC Barcelona, club donde conseguiría su plenitud futbolística y sus mayores éxitos profesionales. A pesar de unos inicios muy difíciles (nada más llegar, le quitó el puesto a Urruti, que era un ídolo para la afición 'culé'), acabó demostrando su valía gracias a la confianza del técnico inglés Terry Venables, y pudo desarrollar una gran temporada, la 1986-87, en la que acabó ganando el 'Trofeo Zamora', al ser el portero menos goleado de la Liga española de fútbol, con 29 goles encajados en 44 encuentros.

Los ocho años en que defendió la portería del Barcelona son considerados el período más brillante de la historia del club hasta la llegada de Guardiola al banquillo 'culé'. Allí llegaría a ser un ídolo y emblema de los aficionados barcelonistas. Fueron los años del llamado 'Dream Team' de Johan Cruyff, en los que compartió vestuario con jugadores como Amor, Bakero, Nadal, Ronald Koeman, Michael Laudrup, Stoichkov, Guardiola, Ferrer o Romário. Con el equipo 'azulgrana' jugó un total de 481 partidos (301 de Liga), consiguiendo un impresionante palmarés: 4 Ligas (1990-91, 1991-92, 1992-93 y 1993-94), 2 Copas del Rey (1987-88 y 1989-90), 2 Supercopas de España (1991 y 1992), 1 Copa de Europa (1991-92), 1 Recopa de Europa (1988-89) y 1 Supercopa de Europa (1992). Además, a título individual, consiguió el 'Trofeo Zamora' en la temporada 1986-87 y fue elegido por la IFFHS como segundo mejor portero del Año 1992, por detrás del danés Peter Schmeichel.

Salió del Barcelona tras la debacle en la final de la Champions League de 1994 ante el AC Milan, Zubizarreta fue señalado como uno de los culpables y el club decidió no renovar su contrato. Las ofertas no se hicieron esperar, pudo jugar en Francia, Inglaterra, Japón, en el Real Betis, CD Tenerife... pero firmó por el Valencia CF un contrato de 2 años. La ilusión volvía a la ciudad del Turia de la mano del presidente Paco Roig que incorpora en esa temporada a jugadores como Otero, Juan Carlos, Salenko, Mazinho, Engonga, Romero, Poyatos, Maqueda o Clotet. Al finalizar su contrato se le presentó la posibilidad de jugar en Inglaterra (una de sus mayores ilusiones), pero finalmente renovó con el equipo levantino por otros dos años. En las cuatro temporadas que jugó Zubizarreta en el Valencia hay una gran inestabilidad institucional que deriba en un constante baile de entrenadores (Parreira, Rielo, Aragonés, Valdano y Ranieri) por el banquillo de Mestalla. Es por ello que no se consiguen mayores éxitos que los subcampeonatos en la Copa del Rey (1994-95) y otro subcampeonato en la Liga (1995-96). A pesar de ello, la encuesta realizada por la revista 'Don Balón' en la temporada 1996-97, designó a Zubizarreta como el mejor portero de la liga española esa temporada. Se retiró en 1998 (tenía la opción de seguir jugando una temporada más en el Valencia) habiendo acumulado un impresionante palmarés y con el récord de haber sido el primer jugador de la historia en haber jugado más de 50.000 minutos en la Liga española. En total, Zubizarreta disputó 622 partidos en Primera División, en los que encajó 625 goles.

Internacional con España, jugó 12 partidos con la sub-18, 1 con la sub-19, 17 con la sub-21 y 1 con la selección olímpica. Su primera convocatoria con la selección absoluta se produjo en el inolvidable España-Malta, de diciembre de 1983, siendo suplente de Paco Buyo. Debutó, de la mano de Miguel Muñoz, el 23 de enero de 1985 ante Finlandia en el Rico Pérez de Alicante cuando sustituyó en la segunda parte a Luis Miguel Arconada. Jugó un total de 126 partidos con la camiseta de España, encajando 99 goles. Disputó cuatro Mundiales consecutivos (México'86, Italia'90, USA'94 y Francia'98), en los que jugó en 16 partidos, todos ellos como titular. También ha participado en tres Eurocopas, la de Francia'84, Alemania'88 e Inglaterra'96, aunque solo jugó en las dos últimas ya que Arconada jugó íntegramente el torneo en tierras francesas.

Durante su carrera, siempre se escucharon voces pidiendo el relevo en la portería de la selección. En especial en los 4 o 5 últimos años de su carrera, pero en Javier Clemente encontró a un seleccionador que no sólo atendía a sus afinidades personales, sino que hacía bandera de la parcialidad. Clemente lo mantuvo los últimos cuatro años defendiendo la portería de España ya fuera en buena forma, en baja y hasta recuperándose de una lesión. Tanta lealtad, que llegó a rozar la prevaricación, tumbó a España en el Mundial de 1998, donde Zubizarreta tuvo una tarde negra ante Nigeria, hecho que volvió al público nacional contra quien había sido uno de sus héroes en épocas pasadas. 

Tras su retirada de los terrenos de juego, ha colaborado como comentarista en diferentes medios de RTVE: en 1998 para el programa 'Tablero Deportivo' de RNE y durante las temporadas 1999-00 y 2000-01 en TVE para los partidos de la Champions League. En 2001 es nombrado director general deportivo del Athletic Club durante tres temporadas. Posteriormente trabajó para la RFEF como nexo de unión de las relaciones de los jugadores de la selección y la prensa, así como directiva y selecciones inferiores, dedicándose también a la promoción de la candidatura española para la Eurocopa de 2004. Asimismo, formó equipo, entre otros, con Juan Antonio Corbalán y Jorge Valdano en 'Make a Team', consultoría deportiva dependiente del grupo Ernest & Young. En julio de 2010, con la llegada de Sandro Rosell a la presidencia del FC Barcelona, fue nombrado director deportivo del club azulgrana, en sustitución de Txiki Begiristain.

16 diciembre 2013

ANÁLISIS EF: El Manchester City de Pellegrini

El FC Barcelona se cruzará en la primera eliminatoria directa de la Champions League 2013-14 con el 'coco' del bombo de los equipos que pasaron como segundos clasificados en la fase de grupos. Sin duda, este Manchester City construido a base del dinero árabe era el rival más difícil que podía caerle en suerte a cualquiera de los equipos españoles en esta ronda de octavos de final, así que es el duelo estelar de este primer cruce.

A lo construido por Mancini durante varios años, el chileno Manuel Pellegrini, en su primera temporada, ha añadido experiencia y consistencia. En todas sus líneas cuenta con jugadores de primer nivel, y con un fútbol directo y físico, liderado por Touré Yaya, que aprovecha al máximo el talento de Silva, Agüero y Nasri, Pellegrini ha metido miedo a sus rivales tanto en la Premier como en Europa. En sólo cinco meses ha logrado justo lo que necesitaba el equipo: hacer crecer en personalidad y consistencia a un grupo llamado al éxito desde hace años. 'El ingeniero' Pellegrini ha logrado la forma de encajar a sus mejores futbolistas en un sistema en el que el balón y el fútbol ofensivo son los grandes protagonistas. Desde el momento en el que el balón echa a rodar, el City coge la manija del juego y las ocasiones, juega con el rival, se llame como se llame. Tan solo ha perdido un partido en casa, y ha sido contra el flamante campeón de Europa, el Bayern de Múnich, que se paseó por el Etihad con alguna ayuda del portero Hart (hoy día en el banquillo). Y es que la defensa y la portería siguen siendo sus puntos más débiles. 

El belga Vincent Kompany es el líder de una zaga que en años anteriores pecó de inexperta cuando jugó en competiciones europeas. Por ello, el técnico chileno se ha llevado a Martin Demichelis, un veterano de guerra, para aportar la experiencia y la garra que el conjunto necesitaba en esa posición del campo. Además, la resurrección, aunque paso a paso de Gaël Clichy hacen que el City tenga, con Zabaleta en el lateral derecho, una defensa de garantías, eso sí, cuando juegan en casa, ya que fuera los números indican otra cosa bien distinta.

El centro del campo es la parcela más talentosa del equipo. Pellegrini ha encontrado la estabilidad necesaria para mantener a todos los 'jugones' de tres cuartos de campo para arriba totalmente protegidos. Aunque carece de un constructor de juego claro, esa estabilidad tiene nombres propios: Fernandinho y Touré Yaya. Esta pareja de centrocampistas se ha asentado en la zona de máquinas del City, y otorgan un control físico que se complementa con el talento de los Silva, Nasri, Jesús Navas o Milner. A pesar de que al brasileño le está costando adaptarse, el costa marfileño, cada día es mejor jugador. Su llegada desde segunda línea es mortal, una de las bazas más seguras que tiene el equipo de Pellegrini. Con ocho goles en liga, el centrocampista africano se ha convertido en el segundo máximo artillero del equipo. Crean y destruyen, los dos futbolistas son capaces de hacer estas dos funciones básicas a las mil maravillas. 

Ahora aparte de las transiciones rápidas dirigidas por Touré, cuenta con dos extremos desequilibrantes en las figuras de Jesús Navas y James Milner. El sevillano se ha adaptado perfectamente al fútbol inglés y rápidamente se ha convertido en uno de los fichajes del año en el Premier. Su talento y velocidad se han convertido en una de las armas del equipo de Pellegrini. Se atreve y es muy descarado, se está asociando muy bien con Agüero, y, sobretodo, con su amigo Álvaro Negredo. En los últimos partidos demostró que ha mejorado físicamente y su desequilibrio constante por la banda derecha es una de las principales armas del equipo. 

Dicen que el tiempo da la razón, y eso es lo que le está pasando a Pellegrini con Samir Nasri, uno de los grandes fracasos del Manchester City que pagó al Arsenal una barbaridad por un futbolista que nunca ha llegado a ser lo que se pensaba que iba a ser. El francés ha tenido desde el primer día la confianza de su nuevo entrenador que se ha obsesionado con hacer jugar al talentoso mediapunta, quiere que se vuelva a sentir futbolista. Tras hacer varios partidos muy malos, sobre todo fuera de casa, el galo le está dando la razón al chileno con varias actuaciones de mucho mérito en casa.

Arriba, la pareja letal la forman Álvaro Negredo y el 'Kun' Agüero, que se han entendido desde el primer día. Cuando el City muestra su mejor cara, son prácticamente imparables. El madrileño parece que lleve cinco años jugando en Inglaterra, se ha adaptado perfectamente a un fútbol que le hace mejorara a pasos agigantados. Ha vivido un mes de noviembre de ensueño. En el Etihad se asocia perfectamente con Nasri y Navas que le sirven una cuantiosa cantidad de balones. Agüero ha vuelto a dar un paso adelante en este equipo. Se ha convertido en el alma del City, el futbolista que tira del carro, que se echa el equipo a la espalda. Juega, hace jugar, marca goles y los da. Las mejores jugadas de combinación del Manchester City cuando saca su mejor cara siempre empiezan en sus botas. Entre el español y el argentino suman 32 goles en lo que llevamos de temporada, algo que les ha llevado a ser, con 47 goles en 16 partidos, el equipo más goleador de las grandes ligas europeas.

En definitiva, el conjunto del 'Tata' Martino se enfrentará, sin duda alguna, a su rival más duro hasta ahora en la UEFA Champions League. Está claro que todos los equipos a los que se han enfrentado (AC Milan, AFC Ajax y Celtic FC) los pupilos del técnico rosarino merecían el máximo respeto como equipos históricos que son, pero ninguno tenía nada que realmente hiciera sentir ese cosquilleo en el estomago que se siente cuando sabes que enfrente está un poderoso rival, uno con armas suficientes para plantarle cara a cualquiera. Un equipo del que no te puedes fiar ni un pelo.

11 diciembre 2013

Santi Mina, la nueva perla de Balaídos

Salvo honrosas excepciones, la mayoría de clubes otorga un papel principal a la cantera cuando la situación es especialmente complicada. En casos de tesituras ecónomicas muy limitadas o cuando se produce un descenso. En Vigo conocen bien esta película. Allí, los Hugo Mallo, Roberto Lago o Iago Aspas entre otros, se hicieron mayores en un contexto impregnado de presión, incertidumbre e inestabilidad. Nuestro protagonista de hoy, lo tiene todo para llegar a ser un delantero de élite. Santi Mina es la gran esperanza del celtismo para los próximos años. Toda una garantía de gol, que si sigue manteniendo esta progresión, será un jugador muy importante no sólo para el Celta, sino para el fútbol español.

Santiago Mina Lorenzo nació el 7 de diciembre de 1995 en Vigo, municipio situado en la parte occidental de la  provincia de Pontevedra (España). Celtista de cuna, ya que su padre fue un aguerrido defensa que jugó tres temporadas, a principios de los ochenta, con el Celta de Vigo entre Primera y Segunda División. Santi Mina llegó a las instalaciones de A Madroa con tan sólo once años. Jugaba en el Club Colegio Hogar en categoría Alevín, un equipo del barrio vigués de San Roque, y el coordinador de las categorías inferiores del RC Celta de Vigo, Toni Otero, enseguida se apresuró en cazarlo. Con 15 años, en su etapa de Cadete, ya fue convocado para jugar dos partidos con los Juveniles, sorprendiendo por su desparpajo. Daba igual donde jugase (en la banda derecha, izquierda o de delantero), y llamó la atención por el descaro que tenía jugando con gente hasta dos y tres años mayor que él.

La temporada pasada fue la de la consagración de Santi Mina. El delantero comenzó la temporada convirtiéndose en la estrella de la fábrica de 'A Madroa' a golpe de gol. Marcar 27 tantos en los 17 primeros partidos de Liga con el Juvenil de División de Honor, le valió dar el salto al Celta B de Pichi Lucas, entonces en Tercera División. El delantero tardó en estrenarse, pero cuando lo hizo, firmó un triplete ante el Bergantiños FC, después comenzó a coleccionar goles durante cuatro jornadas consecutivas y acabó con ocho dianas la fase regular. A continuación le llegó la hora de volver al Juvenil para jugar la Copa de Campeones, en donde la joya celeste deslumbró en el estreno ante el Real Madrid con dos goles, uno de ellos antológico. Arrancando desde el medio campo, llevándose a todos los rivales y anotando de tiro cruzado.

Su progresión no pasó desapercibida para Paco Herrera, técnico del primer equipo celtiña, que lo convocó, el 10 de octubre de 2012, para jugar un amistoso con el Celta ante el Lugo, en Balaídos. Posteriormente lo incluyó en la convocatoria del partido de la Copa del Rey en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid CF, aunque no debutó en la Liga BBVA hasta el 16 de febrero de 2013 ante el Getafe CF en el Coliseum Alfonso Pérez, donde entró en el minuto 66 como sustituto de Iago Aspas.

La llegada de Luis Enrique al banquillo de Balaídos dio una nueva vuelta a la progresión del delantero, ya que el entrenador asturiano anunció en su presentación que Mina tendría condición de jugador del primer equipo, y le ha ido dando galones y protagonismo con el paso de los partidos. En su única comparecencia en Segunda División B, en el estreno del equipo en Logroño firmó un tanto, y con el primer equipo ya ha jugado 12 partidos entre Liga y Copa del Rey, la mitad de ellos como titular, y ha marcado dos goles, ambos al Athletic Club de Bilbao. En Liga, el 16 de septiembre, puso en el nuevo San Mamés el 3-2, convirtiéndose en el goleador más joven de la historia del Celta en Primera, y el pasado sábado añadió una nueva muesca en su 'fusil' en el partido de Copa del Rey ante el conjunto bilbaíno.

La monstruosa precocidad de Santi Mina solo parece equiparable a su versatilidad, condición más sobresaliente para un jugador que combina con talento el manejo de la pelota, un físico poderoso y un don natural para el gol. Es un delantero diestro que puede actuar en varias demarcaciones. Puede jugar como delantero centro puro, pero también lo puede hacer de segundo punta o alternando posiciones en la banda, preferiblemente en la izquierda para jugar a pierna cambiada, donde aprovecha su desborde y se convierte en un quebradero de cabeza para la defensa rival. Es muy completo, tiene tranquilidad a la hora de ver puerta y un buen remate con las dos piernas, es rápido, potente y con un gran cambio de ritmo. Posee un muy buen manejo de balón en carrera, le encanta encarar, desafiar al oponente en el uno contra uno, mostrándose temible para su par cuando arranca. Posee una gran destreza para regatear en espacios cortos, y confía mucho en su fuerte y colocado disparo desde media distancia. Sabe jugar de espaldas y aguantar bien el balón, se desmarca cerca del área y es poderoso en el juego aéreo. Fuera del área no tiene un juego espectacular, pero es eficaz a la hora de resolver. Es de esos jugadores que puede estar todo el partido sin aparecer, pero como se pierda un balón en el área, él lo va a recoger.

Internacional con las categorías inferiores de España, debutó con la sub-18 en la XXXVIII Copa del Atlántico, torneo que ganaron los pupilos de Julen Lopetegui y donde Mina logró, ante Portugal, el tanto que aseguraba definitivamente el primer puesto. Esta temporada ha debutado con la sub-19 en un torneo amistoso disputado en Hungría, donde Mina marcó en el partido inaugural contra Eslovaquia, y firmó un 'hat-trick' para sellar la victoria por 4-1 ante la selección magiar.

La temporada pasada, debido a la gran presencia de ojeadores en los partidos del equipo Juvenil del Celta, la directiva celeste decidió blindar a su perla, y el 5 de enero de 2013 firmó un contrato profesional con el RC Celta de Vigo que le vincula al club hasta el año 2018. Sin duda, se trata de una nueva apuesta del conjunto gallego por la cantera, pero también es una apuesta de Mina por el Celta, ya que últimamente le habían rondado muchas 'novias' y ha decidido ser fiel al equipo de sus amores.

30 noviembre 2013

La camiseta más laureada de Francia

Francia es una de las selecciones de fútbol con más solera de Europa y del Mundo. Además, es una de las que más se caracteriza por unos colores, en concreto tres. Sobre esta base, el equipo nacional francés ha vestido casi siempre, como uniforme principal, con camiseta azul, pantalón blanco y medias rojas. El azul de la camiseta francesa no ha sufrido grandes variaciones, si bien la indumentaria que os traigo hoy llevaba algunos detalles que la hicieron pasar a la fama.

En 1984 Francia jugaba en su propio país la Eurocopa. Durante los doce años anteriores (desde 1972), la marca alemana adidas proveía de equipaciones a la Fédération Française de Football. La presencia de adidas en la camiseta francesa se caracterizaba por un pequeño detalle en las tres franjas de los hombros que casi siempre han caracterizado a la marca fundada por Adi Dassler. Estas tres franjas eran blancas pero las dos del centro (que en teoría debían ser azules, como el fondo de la camiseta) eran una azul y la otra roja formando la bandera tricolor. Pero en 1984 fue incluida una novedad. Tres finas líneas blancas bajo una roja más gruesa adornaban la camiseta azul. Sobre la franja roja aparecía el logo de adidas y el gallo, símbolo del país vecino. Ni que decir tiene que esa camiseta fue un verdadero talismán para la Francia de los Michel Platini, Jean Tigana, Joël Bats, Alain Giresse o Luis Fernández, que logró su primer título internacional tras derrotar a España.

Tras esa primera mitad de los años 80, la selección francesa vivió una verdadera crisis futbolística, a pesar de contar con jugadores de la talla de  los Jean-Pierre Papin, Éric Cantona, David Ginola, Patrice Loko, etc... No pudieron defender título europeo al no clasificarse para la Eurocopa de Alemania'88 tras terminar en el tercer lugar del grupo 3 por detrás de la URSS y la RFA. Tampoco se clasificaron para los Mundiales de Italia'90 y USA'94. Si se clasificaron para la Eurocopa de Suecia'92, aunque no fueron capaces de pasar de grupo tras empatar ante Suecia e Inglaterra y perder ante Dinamarca. 

Por eso, y con motivo de una nueva competición de alto nivel en suelo francés (el Mundial de 1998), adidas 'recuperó' el diseño de 1984, con el único cambio de la mejora obvia de los materiales (cosas de la tecnología), y del cuello y el final de las mangas en blanco con la bandera francesa. Esta casi réplica volvió a causar el efecto de su 'versión original' y como recordamos, la Francia de los Zinedine Zidane, Thierry Henry, Fabien Barthez, Lilian Thuram, Didier Deschamps y compañía ganó el primer Mundial en la historia de la selección francesa. La camiseta con los detalles en rojo y blanco en su frontal entraba en la historia y ganaba un sitio en el olimpo de las camisetas exitosas.

Después de esto, la marca teutona ha provisto a la selección gala de algunas camisetas que han intentado seguir este mismo patrón en cuanto al diseño, como las que usaron en las Eurocopas de Bélgica-Países Bajos 2000 (año en que los pupilos de Roger Lemerre se coronaron como campeones del viejo continente por segunda vez en su historia al vencer a Italia en la final disputada en Rotterdam), Portugal 2004 y Austria-Suiza 2008, además de la última elástica que vistieron 'Les Bleus' de la firma alemana: la del Mundial de Sudáfrica 2010.

29 noviembre 2013

Diamantes negros


Título Original: Diamantes negros
Año: 2013
Duración: 100 min.
País: España
Director: Miguel Alcantud
Guión: Miguel Alcantud
Reparto: Setigui Diallo, Hamidou Samaké, Guillermo Toledo, Ana Risueño, Carlos Bardem, Carlo D'Ursi, Antonio Barroso, Santiago Molero, Diakité Alassane, Raúl Tejón, Diego Álvarez
Productora: Fado Filmes / Potenza Producciones
Género: Drama

El fútbol es una potencial vía de escape para millones de jóvenes africanos. Son muchas las grandes estrellas provenientes del vecino continente que han visto como sus sueños se hacían realidad. Pero hay muchos más que no lo han conseguido. Se cree que unos 20.000 niños africanos vagan por toda Europa tras haber sido estafados por supuestos representantes cuando ya no les han sido de ninguna utilidad ( la FIFA calcula que por cada jugador que llega a profesional, hay 20 que fracasan).

Este es el caso de Amadou y Moussa, que a sus 15 años sueñan con la oportunidad de triunfar en Europa para ganar dinero y poder sacar a su familia de la pobreza. Tras ser captados en Bamako (Malí) por un falso representante futbolístico sin escrúpulos, abandonan su país y llegan a Madrid para triunfar, previo pago de las empobrecidas familias de los jóvenes. Ya en la capital, separados de sus familias, malviven en un anodino piso. Firman con un equipo y sus expectativas parecen empezar a cumplirse. Pero, poco a poco, se van dando cuenta de que ellos no son más que mercancías en un lucrativo negocio, alejado de lo que creían que, ingenuamente, era el fútbol.

Pese a su ajustado presupuesto, 'Diamantes negros' nos traslada al calor de África, a los campos de tierra roja, al ambiente musical y colorido de los pueblos. Y de allí a la fría Europa, al tedio, a la soledad y a la frustración del que vuela demasiado alto y cae en picado. Tiene una realización muy cuidada y los actores malienses transmiten esa veracidad de quien no actúa, sino que prácticamente hace de sí mismo.

Antiguo ayudante de Montxo Armendáriz, Bigas Luna o Álex de la Iglesia, el realizador cartagenero Miguel Alcantud nos trae esta cinta tremendamente realista, honesta y en ocasiones vergonzosa. Nos desvela el tráfico de menores africanos en el fútbol europeo, una cara muy distinta del llamado deporte rey. Esa misma que haría enrojecer a la de muchos seguidores.

27 noviembre 2013

Adidas Tricolore (Mundial 1998)

Hoy viajamos a finales de los 90 para recordar el balón del Mundial de Francia, en el que por primera vez participarían 32 selecciones. El Tricolore fue el primer balón multicolor y con él la selección francesa de los Zidane, Deschamps, Blanc, Desailly, Barthez y Henry se consagró a nivel internacional.

Sesenta años después de la Copa del Mundo de 1938, Francia se convertía en el tercer país (tras México e Italia) en organizar dos fases finales de la Copa del Mundo. Para la ocasión Adidas puso a disposición de la FIFA el Tricolore, cuyo nombre se inspiraba, claramente, en la bandera de la República Francesa. Cabe destacar que el nombre Tricolore ya fue utilizado por la marca alemana en una versión 'no oficial' del balón utilizado en México'70.

El diseño exterior del Tricolore repetía la estructura fundamental del Tango y seguía manteniendo el formato clásico de 32 paneles (12 pentágonos y 20 hexágonos). Para esta ocasión Adidas sustituyó su logotipo por uno más actual y moderno. Las estructuras triples de color negro clásicas se sustituían por unas de color azul y rojo, siendo éste el primer balón multicolor en la historia de los Mundiales. Su diseño incluía en su interior un gallo y los colores azul, blanco y rojo, símbolos tradicionales de 'Les Bleus'. Ademas, se utilizó un nuevo sistema de impresión, por lo que los colores eran mucho más resistentes a las fricciones y abrasiones.

El Tricolore tiene el dudoso honor de ser el primer balón de un Mundial no fabricado en Europa. Para el torneo celebrado en Francia fue producido en Marruecos, pero desde este momento empezaron a ser manufacturados en otros puntos del globo como Pakistán, Vietnam o Tailandia, por citar algunos de los más habituales. Nuevamente era un balón cosido a mano, aunque tecnológicamente era superior a su antecesor. De hecho, del Questra (1994) al Tricolore (1998) hubo un gran salto cualitativo y se pasó de un balón clásico a un moderno balón que incluía una capa de espuma sintáctica, un avanzado material compacto compuesto de microburbujas rellenas de gas, cerradas individualmente y muy resistentes. Gracias a esta cobertura especial y a la matriz de poliuretano, se aumentó aún más la durabilidad del balón, su recuperación energética y su capacidad de respuesta, ya que el impacto era distribuido uniformemente en la superficie de la pelota, manteniendo una alta precisión de tiro y una forma esférica regular, siendo su vuelo más exacto y fiable.

En cuanto a lo puramente sentimental, el Tricolore pasará a la historia como el balón con el que la selección francesa se proclamó Campeona del Mundo y con la que Zinedine Zidane se consagró a nivel Mundial. Además, ese mismo año 1998, fue también balón oficial de la Copa de Oro de la CONCACAF, celebrada en Estados Unidos y en la que México consiguió su tercer título al imponerse a los anfitriones en el Los Angeles Memorial Coliseum, con un solitario gol de Luis Hernández. Igual que algunos de sus predecesores, el Tricolore también fue utilizado en varias competiciones internacionales auspiciadas por la FIFA como las Copas Intercontinentales de 1998, 1999, 2000 y 2001, así como en muchos partidos de las competiciones oficiales de la UEFA. 

Adidas editó también una serie de balones que se denominó 'familia Tricolore' y entre los que destacaba el Tricolore Latino, un balón vulcanizado, réplica original de Adidas, que no fue vendido en tiendas y que actualmente es considerado una pieza de colección bastante rara. Otras réplicas editadas por la marca alemana fueron el Tricolore Replique (versión más barata del original), Tricolore Orange (versión 'no oficial' en naranja y negro), Tricolore Loisir, Tricolore Stadium, Tricolore Grand Stade (versión que sustituye el color azul por el negro), Tricolore+ (similar al Grand Stade que cambiaba el color negro por el rojo), Tricolore Junior 290 (en tamaño 4 y con un peso de 290 gramos), Tricolore Tournoi, Tricolore Match, Tricolore Club Pro y Tricolore Indoor (versión oficial para fútbol-sala en amarillo y negro).

22 noviembre 2013

Qué fue de... Alkorta

Nuestro protagonista de hoy es el claro ejemplo del central salido de Lezama durante los años 80 y 90. Su empuje, sus férreos marcajes, su arrojo y su valentía calaron hondo en San Mamés y lo convirtieron en ídolo. Además, en el Real Madrid formó una de las mejores parejas de centrales que se recuerdan junto a su gran amigo Fernando Hierro. Incluso varios jugadores merengues manifestaron que un trocito de la Champions lograda en 1998 era de Alkorta, gesto que halagó profundamente al honesto defensa vasco. 

Rafael Alkorta Martínez nació el 16 de septiembre de 1968 en Bilbao, capital de la provincia de Vizcaya (España). Como la mayoría de niños de su edad, comenzó jugando en el equipo de su colegio, el Félix Serrano de su ciudad natal. A los 12 años recaló en Lezama, pequeño municipio a unos 15 km. de Bilbao donde el Athletic Club tiene sus campos de entrenamiento y la escuela de fútbol. Ya desde muy joven Alkorta empezó a despuntar en las categorías inferiores del Athletic Club y a los 16 años jugó su primer partido con el Bilbao Athletic. 

Tres temporadas más estuvo en el primer filial del conjunto vizcaíno hasta que el 24 de octubre de 1987 recibió la llamada del británico Howard Kendall para debutar como titular en el lateral izquierdo ante el Real Valladolid en el Estadio Municipal José Zorrilla. Dos meses después, le llegó su estreno en San Mamés, ante el RCD Español. "Si jugabas siete u ocho partidos, ya te quedabas en el primer equipo, y yo los cumplí rápido, jugué 21. El primer año hicimos UEFA, quedamos cuartos. Teníamos un buen equipo, además de que Howard era un magnífico entrenador. El año siguiente jugamos en Europa, y era un paso más". Con la suma de partidos fue ganado relevancia en el primer equipo y poco a poco se fue afianzando en el eje central de la defensa bilbaína, a pesar del baile de entrenadores (Howard Kendall, Javier Clemente, Iñaki Sáez y Jupp Heynckes), convirtiéndose en uno de los futbolistas más prometedores de finales de la década de los ochenta.

Sus actuaciones dentro del terreno de juego pronto empezaron a llamar la atención de los equipos grandes. El Real Madrid lo incorporó a sus filas el 15 de julio de 1993 a cambio de unos 375 millones de pesetas. Su traspaso creó un gran revuelo en Bilbao y los aficionados nunca se lo perdonaron al entonces presidente José Julián Lertxundi. En Madrid, se encontró con la papeleta de tener que sustituir al brasileño Ricardo Rocha, que había cuajado dos excelentes temporadas en el Bernabéu pero que no fue renovado para dejar libre su plaza de extranjero. La afición del Real Madrid tampoco vio con buenos ojos la marcha del central carioca y vigiló con lupa el rendimiento de Alkorta. Las cosas no empezaron del todo bien aquella temporada, pero en el mes de diciembre el equipo merengue ganó la Supercopa al Barcelona de Johan Cruyff, al que derrotó (3-1) en el Bernabéu y al que arrancó un empate (1-1) en el Nou Camp. Se trataba del primer título en la carrera de Rafa Alkorta, titular incontestable en aquel equipo. La situación, no obstante, volvió a torcerse y la irregularidad lastró a un Madrid que terminó cuarto en Liga y fue eliminado prematuramente de la Copa del Rey por el CD Tenerife. Benito Floro no concluyó la temporada, siendo sustituido a falta de varias jornadas por un Vicente del Bosque que se estrenaba en los banquillos de Primera División.

Tocaba revolución en el Real Madrid. El argentino Jorge Valdano se hacía cargo del banquillo merengue y con él llegaron jugadores como Laudrup, Redondo, Quique Flores, Cañizares y Amavisca reforzaron una plantilla en la que Alkorta tenía todos los boletos para seguir siendo titular, pero una lesión y el gran estado de forma de un rejuvenecido Sanchís le apartaron de la titularidad durante la 1994-95 en la que al bilbaíno no le quedó más remedio que aceptar ser el primer recambio en el eje de la defensa. Disputó sólo nueve encuentros ligueros, pero el Madrid cantó el alirón. Era su primera Liga y el segundo título de su carrera. Las cosas no tenían visos de cambiar mucho en la temporada siguiente. Sin embargo, la trayectoria del conjunto no marchaba bien y tras media temporada marcada por la irregularidad se decidió dar un relevo en el banquillo. El veterano Arsenio Iglesias fue el técnico elegido para terminar la campaña e introdujo numerosas novedades tácticas que afectaron principalmente a la zaga del equipo. Alkorta salió beneficiado con los cambios y volvió a saborear una titularidad de la que ya no se desprendería en el resto de su carrera como jugador blanco.

La 1996-97 fue la temporada en la que las repercusiones de la Ley Bosman y las ingentes cantidades de dinero inyectadas por las televisiones propiciaron la llegada de numerosos futbolistas de relumbrón al campeonato español. Fue lo que se dio a conocer como la 'Liga de las Estrellas'. Mijatović, Šuker, Seedorf, Roberto Carlos, Illgner y posteriormente Panucci y Zé Roberto, fortalecieron una plantilla que dirigiría con mano férrea Fabio Capello. Sin embargo, a pesar de tanto fichaje, Alkorta era inamovible para el italiano. El vizcaíno se marcó una temporada redonda, fue el jugador de la plantilla madridista que más partidos jugó. 40 encuentros, todos ellos de titular, en los que no fue sustituido ni una sola vez, disputando la friolera de 3.600 minutos. Fue uno de los pilares de aquel equipo que ganó la Liga con autoridad y récord de puntos. Junto a su gran amigo Fernando Hierro formó un tándem excepcional.

Lorenzo Sanz, satisfecho con el rendimiento del jugador, ofreció la renovación al vizcaíno, algo que Alkorta agradeció. Sin embargo, cuestiones familiares y de índole personal le llevaron a tomar la decisión de regresar a casa. Así, con 29 años, Alkorta regresó de nuevo al Athletic Club de Bilbao. Esa temporada (la cual era una temporada especial debido a que el club celebraba su centenario) consiguió el subcampeonato de Liga por detrás del FC Barcelona, y Alkorta fue un baluarte en la defensa. Un hito muy celebrado ya que otorgó al conjunto vasco la posibilidad de poder acceder a la Champions League. 

La temporada siguiente, el Athletic no logró superar la fase de grupos en la Champions League. Tras esto, el equipo no terminó de funcionar y entró en declive. La temporada 1999-00 supuso el principio del fin para el equipo del centenario, acabando la liga en una desastrosa undécima posición. Según los rumores del entorno 'rojiblanco', se hablaba de problemas en el vestuario y Luis Fernández fue destituido. Las lesiones comenzaron a lastrar la continuidad de Alkorta en el equipo, aunque siempre que contaron con sus servicios dejó su hoja de servicios inmaculada, y al finalizar la temporada 2001-02, en la que sólo jugó seis partidos, decidió retirarse. "Los cuatro últimos años fueron los peores de mi carrera. Andaba mal de la espalda, no conseguía quitarme el dolor y eso provocaba que tuviera muchos problemas musculares. Fue un desastre. Me autopresioné mucho para jugar bien y demostrar a la gente que no había vuelto para retirarme. Me equivoqué en el modo en que hice las cosas".

Internacional por España, la inclusión de Alkorta en la lista de jugadores seleccionados para defender los colores del combinado nacional ha sido muy frecuente desde su juventud. No en vano llegó a ser siete veces internacional con la sub-16, tres con la sub-18 y un total de seis con la sub-21. Ha sido 54 veces internacional absoluto desde Luis Suárez lo hiciese debutar con la selección el 26 de mayo de 1990 frente a Yugoslavia. Disputó tres citas Mundialistas y una Eurocopa. En total ha jugado ocho partidos en todas sus participaciones del Mundial, siendo titular en todos (frente a Corea del Sur, Alemania, Suiza e Italia en el Mundial de USA'94 y ante Nigeria, Paraguay y Bulgaria en Francia'98), exceptuando el partido ante Bélgica del Mundial de Italia'90 en el que sustituyó a Butragueño en el minuto 80. Además, fue titular indiscutible en los cuatro encuentros que disputó España en la Eurocopa de Inglaterra'96, ante Bulgaria, Francia, Rumanía e Inglaterra.

Tras su retirada cambió el balón por los micrófonos, colabora con varios medios de comunicación como la cadena COPE en 'Tiempo de Juego' (2003-2007) y posteriormente en Canal+, donde actualmente comenta los encuentros de Real Madrid y Athletic en Canal+ Liga y es contertulio de programas como 'El Día del Fútbol'. A pesar de tener el título de entrenador no se plantea entrenar a corto plazo. En julio de 2009 rechazó una oferta para ir como segundo de Jabo Irureta si éste se sentaba, nuevamente, en el banquillo de San Mamés. En 2011 estaba, junto a sus ex compañeros Andoni Goikoetxea y Patxi Ferreira, en la candidatura de Fernando García Macua como responsables de las categorías inferiores de Lezama. Además suele jugar con los equipos de veteranos del Athletic y Real Madrid.

14 noviembre 2013

España no es 'La Roja'... es España

Cuando faltan apenas siete meses para el inicio del Mundial y, mientras un puñado de selecciones se juega esta semana su clasificación en los distintos play-offs, otras selecciones aprovechan el margen de tiempo que les da el tener los deberes hechos para ir presentando a sus aficionados las equipaciones que vestirán durante el Mundial de Brasil del próximo año.

A muchos nos ha chocado algo que ya habíamos escuchado hace tiempo, España jugará totalmente de rojo en tierras brasileñas. Y es que Adidas ha desechado el azul tradicional en el calzón español para sustituirlo por un rojo, que ya había sido usado con anterioridad contra 'Les Bleus' en el Stade de France. Pero no es el único pantalón que la marca alemana ha sustituido para la cita brasileña. Alemania, Argentina y Colombia usarán pantalón blanco en lugar del negro o azul (en el caso de la selección 'cafetera') tradicional. Y es que en los cuatro casos, esas combinaciones, que ya habían sido usadas con anterioridad en partidos puntuales, se convertirán en este Mundial en la primera equipación oficial de estas selecciones.

Pero Adidas no es la única marca que ha cambiado los uniformes de las selecciones que patrocina ya que si escarbamos un poco en nuestra memoria futbolística seguramente nos acabemos preguntando qué pasó con los pantalones blancos de Francia, Holanda y Costa de Marfil o con los verdes de Portugal, o por qué la selección de Italia es ahora más 'azzurra' que antes y Brasil usa calzón blanco en muchos partidos. Y es que, curiosamente, Nike y Puma se habían mostrado hasta ahora mucho más receptivas a la sugerencias de FIFA que Adidas, principal patrocinador de la organización.

Y es que desde la FIFA llevan tiempo 'sugiriendo' a las federaciones nacionales y a sus proveedores que adapten sus combinaciones de colores tradicionales en camiseta, pantalón y medias para evitar las interferencias visuales que en ocasiones se producen cuando se enfrentan selecciones que comparten alguna tonalidad en sus uniformes, aunque no haya esa coincidencia plena que reglamentariamente motivaría el uso de la segunda o tercera equipación. Según el máximo organismo rector del fútbol mundial, dichas interferencias "no afectan sólo a los telespectadores, sino a árbitros e incluso a los propios jugadores, acostumbrados a reaccionar a estímulos visuales originados muchas veces en la parte inferior de su campo de visión"

Lo que se intenta es que un color concreto sea identificado inmediatamente con sólo uno de los dos equipos, sin posibilidad de equívoco, y que el contraste entre unos tonos y otros facilite la labor arbitral a la hora de ver los contactos. De hecho, en los últimos tiempos la FIFA ha obligado a numerosas selecciones a combinar la camiseta titular con el segundo pantalón (o viceversa) para eliminar cualquier atisbo de confusión, por mínimo que pudiera parecer, en los partidos que organiza. De esa manera se evita la coincidencia cromática, pero se genera cierta sensación de extrañeza entre los aficionados ante el resultado estético, sensación motivada también por la costumbre de ver a su equipo vestir una combinación concreta de colores. 

Sinceramente, a mi me parece una chorrada, ya que hasta ahora las selecciones habían jugado con sus respectivos colores y nunca había pasado nada. Yo vi ganar a Maradona el Mundial de México vistiendo pantalón negro, el mismo que llevaba Matthäus con la 'Mannschaft' en Italia'90. Blancos eran los pantalones de aquella Holanda que enamoró a la Europa futbolística en 1988 y que contaba en sus filas con Van Basten, Gullit y Rijkaard. Ronaldo lució pantalón azul y medias blancas en los Mundiales que ganó en 1994 y 2002. Zidane llevaba camiseta azul, pantalón blanco y medias rojas en la Francia que se consagró campeona en 1998, y los Xavi, Iniesta, Alonso y compañía han marcado una época en esto del fútbol vestidos con camiseta roja y pantalón azul. Todos ellos, con esos 'colores rarísimos' (para la FIFA), fueron los mejores del mundo, y nunca vi a un rival quejarse por los pantalones del contrario.

Por tanto, la idea de la FIFA para evitar 'problemas cromáticos' y, que los equipos vistan siempre de un solo color, de arriba abajo, me parece una chorrada más del señor Blatter (últimamente se prodiga demasiado en su faceta cómica). Ya que jamás un árbitro confundió a ninguno de los anteriormente citados. Ni para anotar sus goles ni para reseñar sus expulsiones. Y nunca a un compañero le costó encontrarlos por el terreno de juego, porque el fútbol es un juego de espacios, y si los ocupas bien, casi no hace falta ni mirar. Y, por supuesto, no fue porque los rivales les regalaran el balón, deslumbrados por sus indumentarias revolucionarias, que reinaron en los 50, los 60, los 70, los 80 y los 90...