Mostrando entradas con la etiqueta Dorsales míticos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Dorsales míticos. Mostrar todas las entradas

25 julio 2022

DORSALES MÍTICOS: 14 Simeone

Dueño de un fuerte temperamento que lo convirtió en líder de cada vestuario que pisó, y de una versatilidad que le permitió hacer goles, defender y organizar juego en el centro del campo, Simeone fue un talentoso y combativo jugador. Tuvo choques y enfrentamientos con gran cantidad de jugadores y su juego ayudó a que los 'rojiblancos' ganaran el doblete en la temporada 1995-96. Convertido en el mejor entrenador de la historia 'colchonera', el 'Cholo' es una leyenda del Atlético de Madrid, tanto por su historia como jugador, como por sus hazañas como entrenador.

Diego Pablo Simeone González nació el 28 de abril de 1970 en Buenos Aires (Argentina). Creció en el barrio de San Nicolás, donde desde muy pronto empezó a mostrar su obsesión por la pelota. Luchar fue la consigna que le inculcó su padre (Carlos Alberto Simeone, un futbolista aficionado e hincha de Racing), algo que propició que de niño jugara en tres equipos a la vez, el Estrella de oro de Caseros, el General Paz de Mataderos y El Fortín de Devoto, teniendo que desplazarse a veces tres veces al día por la inmensa ciudad del río de La Plata. Se formó en las divisiones inferiores del CA Vélez Sarsfield, donde su entrenador Victorio Spinetto lo apodó 'el Cholo' porque su estilo de juego le recordaba a Carmelo Simeone, ex lateral derecho de 'El Fortín' en los años 50 y 60, quien, sin parentesco alguno con Diego, recibió el mismo apodo. 

En 1987 pasó a formar parte de la primera plantilla de la 'V azulada' y Daniel Alberto Willington lo hace debutar en la Primera División argentina el 13 de septiembre de 1987 frente al Club de Gimnasia y Esgrima La Plata. El técnico de Santa Fe retrasó su posición al mediocentro, donde destacó por su entrega, disciplina táctica y funcionalidad. "El Cholo jugaba de 10 y el Turu Flores de 5 y yo los invertí. Al Cholo lo puse de 5 y 8, aparte era profesional 100%". Agresivo en defensa, era un excelente cabeceador a balón parado y pronto se destacó como un líder a pesar de su juventud. Su primer gol lo consiguió el 12 de octubre de 1987 en el estadio José Amalfitani frente al CD Español de Buenos Aires, marcando un total de 15 tantos en los 82 partidos que disputó con la camiseta del conjunto de Liniers.

En 1990, con tan solo 20 años, se marchó a Italia, para formar parte de la plantilla del Pisa SC, conjunto recién ascendido a la Serie A. A las órdenes de Mircea Lucescu, coincide con su compatriota José Antonio Chamot y con jugadores como Henrik Larsen, Maurizio Neri o Michele Padovano. A pesar de comenzar la temporada en los puestos altos de la clasificación (llegando a ser líderes en la segunda jornada), la competitividad del Calcio en aquella época hizo que el conjunto 'nerazzurro' descendiera a la Serie B. La siguiente temporada, aun siendo favoritos para el ascenso, los toscanos fueron incapaces de lograr el objetivo al quedar en sexta posición.

En 1992 la llegada de Bilardo al banquillo del Sevilla FC hace que 'el narigón' pida expresamente su fichaje. Que un campeón del mundo como Carlos Salvador Bilardo confiara en un chico tan joven, le reforzó mucho. Además, encajó a la perfección con una idea de juego que cuadraba muy bien con él y con su forma de ser, moviéndose en esa fina línea que separa lo permitido de lo prohibido. En Sevilla coincide con jugadores como Unzué, Diego, Rafa Paz, Bango, Šuker y Maradona, quien desembarcó en Nervión de manera estelar tras la sanción de 15 meses por consumo de cocaína. Su debut con el equipo andaluz se produjo el 6 de septiembre de 1992 en el Carlos Belmonte frente al Albacete Balompié. El 'Cholo' tenía una actitud y una capacidad física enormes y pronto se convierte en el pulmón del equipo ganándose el respeto de la afición con su trabajo en el campo. Sin embargo, la temporada no fue como se esperaba. El equipo finalizó séptimo quedándose a las puertas de Europa, objetivo prioritario que se habían marcado la directiva y el cuerpo técnico sevillista. En su segunda temporada con el conjunto 'hispalense' Luis Aragonés tomó el relevo en el banquillo y el 'Cholo' se consolidó en el mediocentro, triplicando sus registros goleadores (8 en Liga y 4 en la Copa del Rey). Con Luis, Simeone da un salto enorme y su juego evoluciona. El de Hortaleza le 'soltó' para que se volcase en ataque y le convirtió en un centrocampista con más prestaciones.

En 1994 recala en el  Club Atlético de Madrid. Tras una temporada sin pena ni gloria coqueteando con el descenso y con cuatro entrenadores en el banquillo, Simeone sobrevive a la renovación total de la plantilla. Aunque está a punto de marcharse, Radomir Antić aborta su salida al no conseguir la contratación de Slaviša Jokanović. Con los Molina, Solozábal, López, Caminero, Vizcaíno, Penev, Pant y Kiko, y de la mano del técnico serbio, consiguen el histórico doblete (Liga y Copa del Rey) y el argentino experimenta su mayor crecimiento como jugador. Su estilo de juego, duro e intenso, encajaba perfectamente en el esquema del nuevo 'Atleti'. La temporada 1996-97, con el equipo prácticamente inalterado, los de Antić terminarían alcanzando un quinto puesto. Tampoco pudieron reeditar título en la Copa del Rey y caerían también en los cuartos de final de la Liga de Campeones ante el AFC Ajax.

Tras triunfar con el Atlético de Madrid, el 'Cholo' volvía a Italia en el verano de 1997 para jugar en el FC Internazionale Milano, que había formado un gran equipo con Ronaldo como buque insignia y con jugadores de la talla de Zanetti, West, Djorkaeff, Winter, Zé Elias, Paulo Sousa, Zamorano, Kanu o Recoba. A pesar de ello los resultados no acompañaron a los 'nerazzurri' y el equipo solo pudo ganar la Copa de la UEFA ante la SS Lazio. Simeone sería clave dándole un gran pase de gol a Zamorano para inaugurar el marcador. Jugó una temporada más en el Inter, en una campaña irregular donde pasaron hasta cuatro entrenadores por el banquillo del Giuseppe Meazza y el equipo terminó octavo en la Serie A y semifinalista de la Coppa. Vistió la camiseta de 'Il Biscione' en 84 partidos, en los que marcó 14 goles. En el Inter dejó un gran sabor de boca y conquistó a una afición que en un principio no estaba acostumbrada al juego del argentino y que incluso llegaron a abuchearlo cuando recibía el balón. Después del tercer mes, todos lo aplaudían.

En 1999 fue traspasado a la SS Lazio de Sven-Göran Eriksson dentro de la operación que el Inter realizó para fichar a Christian Vieri. 'Le Aquile' venían de ganar la Recopa de Europa ante el gran RCD Mallorca de Héctor Cúper, y se reforzaron con jugadores como Simeone, Sensini, Verón, Simone Inzaghi o Ravanelli para formar un autentico equipazo junto a otros que ya estaban como Mancini, Almeyda, Mihajlović, Nedvěd, Nesta, Stanković, Boksić o Marcelo Salas. El 'Cholo' se convirtió en el mariscal del mediocampo junto a la 'Brujita', y llevaron a la Lazio a ganar el Scudetto (1999-00) tras disputarle el campeonato a la Juventus FC hasta la última jornada, la Coppa Italia (1999-00), y las Supercopas de Italia (2000) y de Europa (1999), pasando así a ser uno de los jugadores más queridos por la afición 'biancocelesti'. Con la camiseta 'laziale' jugó cuatro temporadas en las que marcó 18 goles en 135 partidos, que podrían haber sido muchos más si no es por la lesión de menisco y ligamento cruzado que sufrió a finales de 2001 en un partido frente al PSV en Eindhoven y que lo tuvo siete meses alejado de los terrenos de juego.

En el verano de 2003 rechazó una oferta millonaria del fútbol japonés, para regresar al Atlético de Madrid, un equipo en reconstrucción que había vuelto a Primera la temporada anterior tras pasar dos temporadas en el 'infierno' de la Segunda División. Convertido en ídolo para la afición 'rojiblanca' fue designado como capitán por Gregorio Manzano. Además de mediocentro, el técnico de Bailén lo utilizó también en varios partidos como defensa central, posición que el 'Cholo' ya había desempeñado en algunas ocasiones en su etapa en el fútbol italiano. El argentino disputó un total de 32 partidos entre Liga y Copa del Rey, 27 como titular; aunque la campaña siguiente, con César Ferrando en el banquillo, no logró tener la misma continuidad y en enero de 2005 regresó a Argentina para jugar en Racing Club, club del que se declaró hincha por herencia de su padre, y donde se retiró del fútbol profesional un año y medio después.

Internacional con Argentina, en 1989 disputó el Mundial juvenil en Arabia Saudita con la selección sub-20. Bilardo lo hizo debutar con la selección absoluta el 14 de julio de 1988 en el Sydney Football Stadium frente a Australia, en un partido amistoso de la Bicentennial Gold Cup. Dos días después, anotaría su primer gol frente a Arabia Saudita en el partido por el tercer y cuarto puesto del torneo, disputado en el Bruce Stadium de Canberra. En 1992, Simeone representó a la selección argentina sub-23 en el Torneo Preolímpico Conmebol de Paraguay. Con la 'albiceleste' ha sido internacional en 106 partidos, en los que marcó 11 goles. Ganó la Copa América de Chile'91 y Ecuador'93. Además participó en las ediciones de Uruguay'95 y Paraguay'99. Jugó los Mundiales de Estados Unidos'94, Francia'98 y Japón/Corea del Sur'2002. Fue miembro del equipo que ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta'96, donde participó como uno de los tres jugadores mayores de 23 años. En 1992 ganó la Copa Rey Fahd (primera edición de la Copa Confederaciones) y un año más tarde la Copa Artemio Franchi (disputada por las selecciones campeonas de la Copa América y la Eurocopa). 

Tras su retirada de los terrenos de juego, pasó directamente a los banquillos para dirigir al Racing Club. En la 'Academia' tuvo que hacerse cargo de un equipo que en las últimas jornadas del campeonato logró remontar una crítica situación. Sin embargo, los dirigentes del club no le dieron continuidad y abandonó el equipo. En su segunda experiencia como entrenador al frente del Club Estudiantes de La Plata, logró ganar el Torneo Apertura de 2006. El 15 de diciembre asumió el banquillo del CA River Plate con el que se proclamó campeón del Torneo Clausura de 2008. En 2009, Simeone aceptó el puesto de entrenador del CA San Lorenzo de Almagro con el que ganó el Torneo Clausura en 2010. En enero de 2011, se hizo cargo del banquillo del Calcio Catania para salvarlo del descenso. No solo consiguió el objetivo sino que los 'rossazzurri' realizaron la mejor campaña del equipo en la Serie A terminando decimoterceros, diez puntos por encima de la zona de descenso. A pesar de tener contrato una temporada más, hizo las maletas y volvió a Argentina para dirigir a Racing. En su vuelta a la 'Academia' clasificó al equipo para la Copa Sudamericana 2012, rompiendo una racha de nueve años sin disputar un torneo internacional.

El 23 de diciembre de 2011, se hizo oficial su fichaje con el Atlético de Madrid. Su primer entrenamiento en un Vicente Calderón abarrotado dejaba claro que no llegaba al club un entrenador normal, había llegado un tipo capaz de devolver la ilusión a una hinchada que días antes prefería ni salir de casa. En sus once temporadas como entrenador 'colchonero' ha impregnado de su espíritu exigente y combativo a una plantilla confeccionada a su medida y se ha convertido en el auténtico ídolo de la afición 'rojiblanca'. Con contrato en vigor hasta 2024, con el 'Atleti' ha ganado, hasta el momento, 2 Ligas (2013-14 y 2020-21), 1 Copa del Rey (2012-13) y 1 Supercopa de España (2014). A nivel internacional ha conquistado 2 Europa League (2011-12 y 2017-18) y 2 Supercopas de Europa (2012 y 2018). Además, ha recibido el premio como mejor entrenador de LaLiga en los años 2013, 2014 y 2016.

21 diciembre 2019

DORSALES MÍTICOS: 11 Klose

A pesar de contar a sus espaldas con una prolífica carrera a nivel de clubes, el hábitat natural de Miroslav Klose siempre fue la selección alemana. No en vano, es el máximo goleador de la historia de la 'Mannschaft', superando al mítico Gerd Müller. Pero para entender como un jugador por el que pocos confiaban en sus inicios, tendría un papel tan importante en la historia, hay que acudir a su propia mentalidad. Klose es un obsesivo del fútbol, un apasionado y un hombre con fuertes principios éticos y de trabajo. Repasaba sus partidos en vídeo, buscando pulir defectos, mejorar movimientos y detectar malas tomas de decisiones sobre el terreno de juego.

Miroslav Josef Klose nació el 9 de junio de 1978 en Opole (Polonia). Hijo del ex delantero germanopolaco Józef Klose, comenzó su carrera en el SG Blaubach-Diedelkopf del barrio de Kusel (República Federal de Alemania), donde sus padres tuvieron que emigrar en 1986 huyendo del régimen de la Polonia comunista, después de haber vivido en Francia siguiendo la carrera de su padre en el AJ Auxerre y FC Chalon-sur-Saône. Además, el joven 'Miro' se vio obligado a aprender un oficio, premisa indispensable impuesta por sus padres antes de dedicarse al fútbol profesionalmente. Y así lo hizo, se sacó el título de ebanista y a ello se dedicó desde los 17 años hasta los 21.

En 1998 fichó por el FC 08 Homburg-Saar, donde alternó el filial y el primer equipo de la Regionalliga (tercera división alemana). Una temporada más tarde firma con el 1.FC Kaiserslautern, donde comienza jugando con el equipo filial en la Regionalliga. En sus inicios, Klose era un delantero tosco, falto de habilidad, que suplía con mucho esfuerzo y un gran juego aéreo. Otto Rehhagel lo sube al primer equipo, debutando en la Bundesliga el 15 de abril de 2000 contra el Eintracht Frankfurt. La temporada siguiente se asentó en el primer equipo y desde ese momento, ya nada le podría parar. Gracias a su inteligencia y a su esfuerzo, fue ganando en lo táctico, en lo técnico y adquiriendo un amplio registro en el remate a puerta, consiguiendo 52 goles en 147 partidos (incluyendo 2 goles en la Copa de la UEFA 2000-01, donde el conjunto 'Die roten Teufel' alcanzó las semifinales).

En el verano de 2004, Thomas Schaaf se lo lleva al SV Werder Bremen por 5 millones de euros. En el conjunto 'Grün-Weiß' fue donde se pudo ver la mejor versión de Klose, quien, además de goles, dio muestra de sus valores, ya en su primera temporada. En un partido contra el Armenia Bielefeld falló, a propósito, un penalti, después de que el árbitro señalara la pena máxima en una caída suya dentro del área. El delantero alemán se levantó y le indicó al colegiado que el penalti no era tal pero éste no le hizo caso y se reafirmó en su decisión. Aquello le valió para ganarse el respeto de toda Alemania, así como el premio al 'Fair Play' de la Bundesliga aquella temporada. En el club 'hanseático' se convertiría en la estrella de un equipo con el que lograría ser máximo goleador de la Bundesliga en la temporada 2005-06 con 25 tantos, por delante de Dimitar Berbatov y Halil Altintop. En 2006, conseguía además, la DFL-Ligapokal (Copa de la Liga) ante el FC Bayern München y el título de Mejor Jugador alemán del año.

En 2007 fue traspasado al FC Bayern München a cambio de 11 millones de euros. Junto a él los refuerzos del club bávaro fueron Luca Toni (con quien formó dupla ofensiva), Zé Roberto, Hamit Altintop y Franck Ribéry. A pesar de sus buenas cifras de cara a gol en sus dos primeras temporadas, no llegó a aclimatarse. En las dos temporadas siguientes, las lesiones y la falta de gol, parecían anticipar el final de su carrera. Pese a todo, Klose consiguió marcar 53 goles en 149 partidos con el conjunto 'Die Roten', ganando 2 Bundesligas (2007–08 y 2009–10), 2 DFB-Pokal (2007–08 y 2009–10), 1 DFL-Ligapokal (2007) y 1 DFL-Supercup (2010). Además, en 2010, fue finalista de la Champions League, donde el conjunto de Louis van Gaal perdió ante el FC Internazionale Milano de José Mourinho.

En junio de 2011, Klose abandonó el club bávaro tras fallidos intentos de renovación. Días después, cuando ya contaba con 33 años, decidió probar en el extranjero y fichó por la SS Lazio. En su primera temporada convirtió 13 goles en la Serie A, demostrando que a pesar de la edad aún estaba para el fútbol de élite. En la temporada 2012-13 ganó la Coppa Italia a la AS Roma y esa temporada marcaba 15 tantos en liga, convirtiéndose en el primer jugador capaz de marcar 5 goles (ante el Bologna FC) en el mismo partido en la Serie A después de 27 años. Además, en 2012, se ganó el respeto de todo Nápoles, de Italia y del resto del mundo, con una acción parecida a la que había tenido años atrás en Bremen. Después de marcar un gol con la mano que ponía a su equipo por delante en el marcador, Klose se acercó y, susurrándole, admitió ante el árbitro que el gol no era legal. El colegiado rectificó y la Lazio acabaría perdiendo 0-3. Poco importaba. 'Miro' había dado un tremendo ejemplo al fútbol. Permaneció tres temporadas más en el conjunto 'Biancocelesti', marcando 63 goles en 170 partidos durante las cinco temporadas que estuvo en el Calcio.

A pesar de haber nacido en Polonia, Klose ha sido internacional con Alemania. En enero de 2001 Jerzy Engel, seleccionador polaco, viajó hasta Kaiserslautern para intentar convencer a 'Miro' de jugar con el conjunto 'Biało-czerwoni' aunque el espigado delantero declinó el ofrecimiento para poder jugar con la Alemania de Rudi Völler. Debutó con la 'Mannschaft' el 24 de marzo de 2001 ante Albania en el BayArena de Leverkusen, donde Klose marcó el 2-1 definitivo. Al año siguiente dos hat-tricks ante Israel y Austria en los amistosos previos al Mundial de 2002 fueron suficientes para hacerse con un puesto en la alineación titular durante la cita mundialista. Precisamente en el Mundial de Corea del Sur y Japón Klose alcanzó fama internacional al marcar cinco goles de cabeza, terminando como máximo goleador del campeonato junto con el brasileño Rivaldo. Además, se convirtió en el primer jugador en marcar cinco cabezazos en la fase final de un Mundial. 

Fue campeón del mundo en el Mundial de Brasil 2014, subcampeón en Corea del Sur y Japón 2002, y logró el tercer puesto en las citas mundialistas de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010. También fue subcampeón en la Eurocopa de Austria-Suiza 2008 y bronce en la de Polonia-Ucrania 2012. Un palmarés envidiable a nivel de selecciones. También participó en la Eurocopa de Portugal 2004, entrando como suplente ante Letonia y República Checa. Klose acababa de recuperarse de una lesión en la rodilla, no consiguió marcar y Alemania no pudo pasar de la fase de grupos. Pero sin duda, la mayor gesta lograda por Klose a nivel individual ha sido la de superar a Ronaldo como máximo goleador histórico de los Mundiales. Son 16 goles los marcados por el 'bombardero' alemán, siendo en dos de ellos Bota de Oro y Bota de Plata.

Tras su retirada de los terrenos de juego, ha querido seguir ligado al fútbol desde los banquillos. Por ello, llegó a un acuerdo con Joachim Löw, seleccionador alemán, para unirse (paralelamente a su formación como entrenador) al equipo técnico de la 'Mannschaft' en la fase de clasificación para el Mundial de Rusia 2018. "Leer un partido, desarrollar estrategias y tácticas, ya me apasionaba como jugador" declaraba Klose en su presentación con el equipo de Löw. Desde mayo de 2018 es el entrenador del conjunto sub-17 del FC Bayern München y es habitual verlo en partidos benéficos o de leyendas de la selección germana.

26 febrero 2018

DORSALES MÍTICOS: 10 Bergkamp

El fútbol holandés ha dado a lo largo de la historia jugadores de un talento descomunal. Son muchos los ejemplos de 'tulipanes' que han brillado con su juego por todo el planeta. Nuestro protagonista de hoy se crió con el 'fútbol total', cayó con las férreas defensas italianas y se levantó como el héroe que cambió la historia del Arsenal. Bergkamp, el jugador que no quería volar, es uno de los jugadores más talentosos que el fútbol holandés ha tenido pero esta fobia hizo que se perdiera no pocos partidos internacionales, tanto a nivel de clubes como de selecciones. La calidad que tenía en el pase, el control y la definición hacían de él un jugador de muchos quilates que lo llevaron a ser reconocido como uno de los grandes jugadores a nivel mundial, y es que no todo el mundo tiene una estatua para rendirle homenaje. Bergkamp la tiene enfrente del Emirates Stadium.

Dennis Nicolaas Maria Bergkamp nació el 10 de mayo de 1969 en Ámsterdam (Países Bajos). Su padre, electricista y aficionado al fútbol inglés, le llamó Dennis en honor al escocés Denis Law, mítico jugador del United que formó la 'Holy Trinity' junto a Bobby Charlton y George Best. Sin embargo, para cumplir con las leyes locales, le tuvo que agregar una 'n' extra al nombre. Dio sus primeros pasos en un campo de fútbol con apenas 6 años en las filas del Wilskracht SNL (actual GeuzenMiddenmeer), equipo de la escuela católica Sint-Nicolaaslyceum donde el pequeño Dennis estudiaba, y en el que permaneció hasta 1981 cuando, con once años de edad, ingresó en la escuela del AFC Ajax. Pronto se distinguió como tímido y reservado lejos del césped, pero tremendamente atrevido y descarado cuando se calzaba las botas, y así fue escalando por las divisiones inferiores del conjunto 'ajacied'.

En 1986, con diecisiete años, Johan Cruyff lo asciende al primer equipo, y lo hace debutar en la Eredivisie el 14 de diciembre de ese mismo año ante el Roda JC en el Stadion De Meer, al sustituir a Rob Witschge en el minuto 67. Su primer gol se lo marcó al HFC Haarlem el 22 de febrero de 1987. Esa temporada llegó a disputar veintitrés encuentros en los que anotó dos goles, ayudando al conjunto de Ámsterdam a conquistar la segunda posición en la tabla por detrás del PSV Eindhoven. Además, debutó en las competiciones continentales, jugando en los cuartos de final de la Recopa de Europa ante el Malmö FF sueco, trofeo que finalmente ganó el conjunto holandés al imponerse al 1. FC Lokomotive Leipzig con un gol de Van Basten. También ganó esa temporada la KNVB Beker (Copa de Holanda) tras vencer al FC Den Haag (ADO Den Haag en la actualidad) en la final disputada en el Zuiderpark Stadion. El holandés explotó en la temporada 1990-91 cuando marcó 25 goles. Durante las siete temporadas en las que defendió la camiseta del Ajax de Ámsterdam se convirtió en uno de los delanteros más codiciados de Europa, su juego no se definía tanto por el gol como por la capacidad de crearlo. No era un 'killer' del área, sino un generador de fantasías útiles. Ganó la Eredevisie (1989-90), otra KNVB Beker (1992-93), la PTT Telecom Cup de 1993 (Supercopa holandesa, ahora renombrada como Johan Cruijff Schaal) y la Copa de la UEFA (1993-94) ante el Torino FC de los Lentini, Casagrande, Martín Vázquez o Scifo. Marcó 122 goles en sus 239 partidos con el Ajax y fue el máximo goleador de la liga holandesa durante tres temporadas consecutivas (1990-91, 1991-92 y 1992-93). Además, en 1992 y 1993 fue votado como mejor jugador holandés del año. Era el futbolista del momento. El hombre de moda en Europa y, como tal, los grandes equipos del 'viejo continente' se interesaron por él.

En el verano de 1993 fichó por el FC Internazionale Milano, después de rechazar ofertas del FC Barcelona, Real Madrid CF y Juventus FC. El club italiano iba a la deriva en la Serie A, pero tenía las arcas llenas para emular a su vecino. Los 'nerazzurri' pagaron 7,1 millones de euros (una cifra altísima en aquel momento) para hacerse con los servicios de Dennis Bergkamp que llegaba al Giuseppe Meazza acompañado de Wim Jonk, centrocampista del Ajax. Bergkamp aterrizaba en un Inter caótico, inmerso en un momento de transición y sin un proyecto sólido que contaba en su filas con Walter Zenga, Nicola Berti, Ígor Shalímov, Salvatore Schillaci o Rubén Sosa, quien ejercía el rol de estrella, aunque el delantero 'tulipán' debía recoger el testigo. En Italia, el holandés se encontró un fútbol que no era para él, en aquel momento el Calcio estaba marcado por sus férreas defensas y los delanteros disfrutaban de pocos espacios para crear. Tanto la afición, como la gente del club, como el estilo de juego se volvieron en su contra, era un animal fuera de su hábitat natural. Su primera temporada en Italia fue de lo más decepcionante, el Inter se proclamó campeón de la Copa de la UEFA al vencer al SV Austria Salzburg (actual FC Red Bull Salzburg), pero acabó decimotercero en la Serie A. Una realidad deprimente que le acabó costando la cabeza al entrenador Osvaldo Bagnoli. La segunda temporada sería todavía peor, las lesiones castigaron a un Bergkamp que cada vez era más intermitente en las alineaciones de Ottavio Bianchi (tercer técnico que tenía desde su llegada al Inter) y su carácter reservado lo alejaba tanto de sus compañeros como de la grada.

La situación era insostenible y en el verano de 1995 decidió cambiar de aires. Massimo Moratti acababa de comprar el club y le prometió a Bergkamp que habría cambios para intentar retenerlo, pero ya era tarde. Bergkamp no quería seguir en Italia y fichó por el Arsenal FC, que pagó por su traspaso unos 7,5 millones de euros. El miedo de Bergkamp a volar se agravó después de una mala experiencia en el Mundial de USA'94 y en su contrato con el conjunto de Highbury introdujo una cláusula que le permitía no desplazarse en avión junto al resto de sus compañeros para disputar partidos, sobre todo fuera de Inglaterra. Así, Bergkamp solía viajar en coche durante días anticipándose al resto de la expedición del Arsenal. Los 'Gunners' se encontraban en pleno proceso de renovación y el holandés tenía la llave. El conjunto londinense venía de una época oscura en lo que a juego se refiere, cansados de escuchar el cántico "Boring, boring" en todos los campos de Inglaterra, el Arsenal, de la mano de David Dein, el vicepresidente del club, decidió cambiar, reinventarse a sí mismo y evolucionar hacia un fútbol más ofensivo, tal y como le habían prometido a Bergkamp cuando le ficharon. El holandés, junto a David Platt (quien también llegaba del fútbol italiano), era el primer paso hacia esta metamorfosis. El primer año de Bergkamp, sin ser malo, fue un poco irregular, lo que provocó que el Arsenal estuviera dispuesto a vender al jugador si le llegaba alguna oferta interesante. En esas apareció el Real Betis Balompié y los 'verdiblancos' llegaron a un principio de acuerdo con los ingleses para hacerse con el holandés por unos 300 millones de pesetas más el croata Robert Jarni. Todo parecía hecho, sin embargo, a última hora ambas partes se echaron atrás.

El segundo año estuvo marcado por la llegada de Arsène Wenger, que llegaba de la tan poco competitiva liga japonesa. El técnico francés sustituyó a Bruce Rioch y revolucionó los cimientos del fútbol inglés, fue el ideólogo de un nuevo estilo y Bergkamp era su personificación sobre el terreno de juego. Pronto se convirtió en el ídolo de la grada. Con esta nueva filosofía, los 'Gunners' conquistaron 3 Premier League (1997-98, 2001-02 y 2003-04), 4 FA Cup (1997-98, 2001-02, 2002-03 y 2004-05) y 4 Community Shield (1998, 1999, 2002 y 2004). La llegada de Marc Overmars en julio de 1997 benefició a Bergkamp, que comenzó a recibir más el balón y aumentó su promedio goleador (anotó 22 tantos en la temporada y fue elegido el mejor jugador de la Premier), algo similar a lo que ocurrió en la temporada 2001-02, esta vez con el extremo sueco Fredrik Ljungberg como asistente. Bergkamp era un caballero sobre el terreno de juego, capaz de inventar las jugadas más brillantes. Era un futbolista de momentos incomparables, por los que merecía la pena pagar la entrada. Podía pasar la mayoría del partido sin aparecer, pero cada vez que tocaba el balón destilaba elegancia y, con relativa asiduidad regalaba acciones que han pasado a la historia. Curiosamente, la temporada 2003-04 fue la de su consagración definitiva. En el ocaso de su carrera formó parte de uno de los mejores equipos de la historia de la Premier League: 'el Arsenal de los Invencibles'. Los 'Gunners' ganaron la liga y lo hicieron sin perder ningún partido. Estuvo rodeado por otros jugadores de primer nivel como Sol Campbell, Robert Pires, Thierry Henry, Patrick Vieira o Fredrik Ljungberg, con los que se mezcló a la perfección. Con Henry formó una pareja demoledora, se entendían solo con mirarse y la visión de juego del holandés se conjugaba de manera letal con la habilidad del delantero de Les Ulis. Aquel Arsenal es un legado imborrable. Dos temporadas después, Bergkamp colgó las botas tras 11 temporadas en las que marcó 120 goles y dio 124 asistencias en 423 partidos con la camiseta del Arsenal, convirtiéndose en un ídolo que todavía hoy es recordado en el norte de Londres.

Internacional por Holanda, en 1989 jugó dos partidos con la selección sub-21. Rinus Michels lo hace debutar con la selección absoluta el 26 de septiembre de 1990, al sustituir a Frank de Boer en un encuentro amistoso ante Italia en el Stadio Della Favorita de Palermo. Anotó su primer gol el 21 de noviembre de ese mismo año ante Grecia, en un partido de clasificación para la Eurocopa de 1992. Disputó los Mundiales de USA'94 (disputó cinco encuentros y anotó tres goles a Marruecos, Irlanda y Brasil, selección que los eliminó en los cuartos de final) y Francia'98 (Bergkamp anotó tres tantos, incluyendo un recordado gol a Argentina en el último minuto del encuentro por los cuartos de final. En las semifinales fueron eliminados por Brasil en la tanda de penaltis y posteriormente quedaron cuartos al caer ante la Croacia de los Šuker, Prosinečki, Boban, Jarni... en la final de consolación). Participó, además, en las Eurocopas de Suecia'92 (cayeron en la tanda de penaltis en las semifinales ante Dinamarca y Bergkamp fue elegido en el once ideal del torneo, ganando además, la Bota de Oro junto a Brolin, Larsen y Riedle), Inglaterra'96 (disputó los cuatro encuentros que jugó el combinado de Guus Hiddink en los que marcó un gol ante Suiza. Holanda cayó en los cuartos de final, donde perdió ante Francia en la tanda de penaltis) y en la edición del año 2000, disputada en Bélgica y Holanda (cayeron en la tanda de penaltis en las semifinales ante Italia), torneo tras el que se retiró tras marcar 37 tantos en 79 encuentros con la camiseta 'oranje'.

A pesar de su decisión de no entrenar en un primer momento, en 2008 comenzó el curso para obtener el título de entrenador y estuvo aprendiendo junto a Marco Van Basten, cuando el ex delantero del Milan era entrenador del Ajax. Tras ser asistente de Neeskens en la sub-21 holandesa, en la temporada 2008-09 regresó al Ajax para hacerse cargo del equipo juvenil. Tras el nombramiento de Frank de Boer como entrenador del primer equipo en diciembre de 2010, se convirtió en su asistente en el banquillo del conjunto 'ajacied'. Sin embargo, con la llegada de Peter Bosz como nuevo entrenador, su labor se alejó del banquillo del primer equipo y el papel de Bergkamp se centró más en el entrenamiento de campo y en ayudar a los jugadores juveniles a llegar al primer equipo. En el verano de 2017 se convirtió en asistente de Marcel Keizer pero tras un mal comienzo de la temporada ambos abandonaron la disciplina del club el pasado mes de diciembre. Además, suele jugar con el equipo de veteranos del Ajax y de la selección holandesa.

20 abril 2017

DORSALES MÍTICOS: 8 Schuster

Con un Madrid-Barça a la vuelta de la esquina, hoy volvemos al fútbol europeo de los años 80 y 90 para recordar a uno de los centrocampistas más polémicos de la época. Con dos 'Balones de Bronce', ganados en 1981 y 1985, nuestro protagonista de hoy causó sensación en los 'tres grandes' de la liga española. Bernd Schuster dirigía desde el mediocentro el juego de su equipo, organizaba, mandaba y ordenaba. Sus señas de identidad eran, sin duda, los precisos pases en largo y su inolvidable golpeo de balón. Era el tipo de jugador capaz de iniciar la jugada por delante de los centrales y acabarla tras llegar al área y batir al portero rival con su maravilloso disparo. 

Bernhard Schuster nació el 22 de diciembre de 1959 en Augsburg, ciudad del Estado libre de Baviera (Alemania). Comenzó jugando en las calles del barrio de Hammerschmiede, hasta que en 1971, con 11 años, entra a formar parte del SV Hammerschmiede Augsburg. Comenzó jugando como líbero, dando salida al balón ya fuese con pases cortos o largos, cualidad en la que sobresalía, o iniciando él mismo la acción. Sin embargo, las intenciones de su entrenador eran distintas. Al poco tiempo le ubicó en el centro del campo y en ese puesto se consagró. Cinco años después, con 16 años, ficha por el FC Augsburg, en el que estuvo dos temporadas, proclamándose campeón juvenil de Baviera.

Con 18 años, el FC Bayern München desestima su fichaje por considerarlo demasiado caro. El Borussia VfL Mönchengladbach y el 1.FC Köln se interesan por el joven centrocampista. Hannes Weisweiller, entrenador del conjunto 'Die Geißböcke', lo descubrió en un partido de la selección juvenil y lo ficha para el 1.FC Köln en 1978. De la mano de Weisweiler, Schuster inicia una carrera meteórica que en pocos meses le llevará a ser titular indiscutible de un equipo en el que coincide con Toni Schumacher, Dieter Müller, Rainer Bonhof o un jovencísimo Pierre Littbarski. Ese mismo año el equipo llega a las semifinales de la Copa de Europa, donde cayeron ante el Nottingham Forest de Brian Clough, después de eliminar al Íþróttabandalag Akraness, Lokomotiv Sofia y Glasgow Rangers. Un año más tarde el equipo llega a la final de la DFB-Pokal (Copa de Alemania), perdiendo ante el Fortuna Düsseldorf de Otto Rehhagel.

En septiembre de 1980, tras jugar las cinco primeras jornadas de la Bundesliga, es traspasado al FC Barcelona, que por aquel entonces dirigía Helenio Herrera. La contratación de Schuster levantó bastante polvareda en la plantilla 'culé', ya que el club debía prescindir de Krankl o Simonsen para que el germano ocupara una de las dos plazas reservadas para jugadores extranjeros. El Barça decidió dar la baja al delantero austríaco y, tras ser presentado con la camiseta 'azulgrana', Schuster debutaba en la liga española frente al Hércules CF, el 2 de noviembre en el estadio José Rico Pérez de Alicante. En su primera temporada conquistó la Copa del Rey frente al Sporting de Gijón. En 1981 sufrió una grave lesión por una dura entrada de Andoni Goicoechea, defensa del Athletic de Bilbao. Aun así, el equipo conquistaba la Recopa de Europa ante el Standard de Liège de los Michel Preud'homme, Eric Gerets o Arie Haan. Volvió al máximo nivel entre 1982 y 1984 y, junto a Maradona, formó  una dupla de extranjeros de ensueño, aunque solo consiguieron ganar 1 Copa del Rey (1982-83), 1 Supercopa de España (1983) y la primera edición de la Copa de la Liga, disputada en 1983.

Posteriormente, ya sin el astro argentino, se vio la mejor versión de Schuster. Con Terry Venables en el banquillo 'azulgrana', el mediocentro alemán mandaba, dirigía, tiraba los penaltis y las faltas, y alentaba a sus compañeros cuando las cosas no iban del todo bien. En esa época conquistó 1 Liga (1984-85), 1 Copa de la Liga (1986) y fue finalista de la Copa de Europa en la temporada 1985-86 ante el Steaua Bucuresti. Su sustitución en el minuto 85 de aquella final propició un monumental cabreo del jugador alemán, que abandonó el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán en taxi rumbo al hotel de concentración cuando el partido todavía estaba en la prórroga. El haber sido sustituido en la final fue sólo la gota que colmó el vaso para que Schuster estallara y reaccionara de esa forma, pues el conflicto entre el germano y la Junta Directiva se remite a comienzos de aquella temporada 1985-86, donde había protestado públicamente por las primas ofrecidas a los jugadores. Tras aquel episodio, su relación con José Luis Núñez, presidente del Barcelona, se fue deteriorando e incluso pasó la temporada 1986-87 en blanco. A pesar de todo, ganó la Copa del Rey (1987-88) en su última temporada como 'azulgrana' y dejó un magnífico recuerdo entre la afición barcelonista.

En aquel momento le surgen varias ofertas, tanto de España como de otros países europeos. Ramón Mendoza, presidente del Real Madrid CF, decidió ficharle para formar el mejor mediocampo de España junto a Míchel, Martín Vázquez y Gordillo. Bernd decidió cambiar Barcelona por Madrid a razón de 130 millones de pesetas por temporada, rechazando una oferta más suculenta de Italia. Tras ser presentado y realizar la pretemporada a las órdenes de Leo Beenhakker, su entrada triunfal con la camiseta madridista fue en el Camp Nou, dando la vuelta de honor al estadio con la Supercopa de España ganada por el Real Madrid a su ex equipo. En el conjunto 'merengue' coincidió con la generación dorada de la 'Quinta del Buitre' y Schuster no tardó en adueñarse del centro del campo 'blanco', gracias a su gran desplazamiento en largo y su capacidad para llegar desde la segunda línea y arrasar con todo a su paso. Con su seguridad y precisión, su juego fue excepcional en numerosos encuentros y fue uno de los artífices de aquel equipo que marcó 107 goles en la temporada 1989-90 con Toshack en el banquillo. En las dos temporadas que estuvo en el Real Madrid, Schuster ganó 2 Ligas (1988-89 y 1989-90), 1 Copa del Rey (1988-89) y 2 Supercopas de España (la mencionada ante el Barcelona y la de 1989, adjudicada automáticamente al Real Madrid tras vencer Liga y Copa la temporada anterior). Aquel equipo es uno de los mejores de la historia del club de Chamartín, pero se le resistió la que era su gran obsesión: la Copa de Europa. El revolucionario AC Milan de Arrigo Sacchi, se cruzó con el Real Madrid en las dos temporadas en las que Schuster permaneció en la 'casa blanca', siendo especialmente dolorosa la eliminación en las semifinales de la temporada 1988-89 con empate a un gol en el Bernabéu y un doloroso 5-0 en San Siro. Todo transcurría placenteramente hasta que en mayo de 1990 se negó a viajar a una gira por América. Adujo dolores en la espalda para regresar a Alemania y seguir un tratamiento. Sin embargo, fue a la gira forzado y, tras mostrarse en desacuerdo con la postura adoptada por el entrenador y el presidente, se le rescindió el contrato.

Tras varios meses planteándose su futuro, el 9 de octubre de 1990 era presentado como nuevo jugador del Club Atlético de Madrid. En el conjunto 'rojiblanco' compartió centro del campo con Donato y Vizcaíno, y formaría un dueto de ensueño con Paulo Futre. En su primera temporada su guardamenta, Abel Resino, consiguió el récord de imbatibilidad y un año después, el equipo lucha por la liga con Barcelona y Real Madrid, con un fútbol de contraataque. Bernd permaneció tres temporadas en el conjunto del Manzanares, en las que dejó su impronta de ser un perfecto centrocampista organizador y todo un virtuoso en el lanzamiento de faltas. Además, consigue dos Copas del Rey (1990-91 y 1991-92), la primera ante el RCD Mallorca y la segunda ganando la final ante el Real Madrid en el Estadio Santiago Bernabéu con un extraordinario gol suyo de falta en el minuto 7.

En el verano de 1993 decide hacer las maletas y volver a Alemania. Schuster ficha por el TSV Bayer 04 Leverkusen, equipo que le otorga la posibilidad de regresar a una Bundesliga más decadente que antaño. En el club de la 'Aspirina' coincidiría con los Paulo Sérgio, Ulf Kirsten, Andreas Thom o Rudi Völler. En su primera temporada, el Bayer consiguió un meritorio tercer lugar en la Bundesliga, sin embargo caían ante el SL Benfica en los cuartos de final de la Recopa de Europa. En la temporada 1994-95, el AC Parma terminaba con el sueño europeo del conjunto 'Die Werkself', al caer eliminados en las semifinales de la Copa de la UEFA. La siguiente temporada fue la peor de las tres en las que Schuster permaneció en la disciplina del Bayer, lastrado por las lesiones, apenas participó en 8 partidos de la Bundesliga y el equipo acabó en una decepcionante decimocuarta posición, salvándose matemáticamente del descenso en la última jornada.

Tras varios meses entrenando con el SBV Vitesse holandés y una minigira de prueba en China con los San José Clash de la recién creada Major League Soccer de los Estados unidos, decide acabar su carrera en el fútbol mexicano fichando por el Club Universidad Nacional en 1997. Su aportación no fue trascendental, Schuster no acaba de encontrar la forma y, poniendo como pretexto un dolor de muelas (detrás había una oferta para entrenar al SC Fortuna Köln), abandona a los 'Pumas de la UNAM' en mitad de la temporada después de 9 partidos en territorio azteca.

Internacional con la República Federal de Alemania, jugó con las selecciones sub-18 y sub-21. Debutó con la selección absoluta el 22 de mayo de 1979 ante la República de Irlanda en el Lansdowne Road Stadium de Dublín. Jugó la Eurocopa de Italia'80, en la que los alemanes se proclamaron campeones del torneo. Sus actuaciones en este campeonato le ayudaron a ganar el 'Balón de Plata', como segundo mejor jugador por detrás de Karl-Heinz Rummenigge. Jugó un total de 21 partidos con la camiseta de la Alemania Occidental. No pudo jugar el Mundial de España'82 al estar lesionado de gravedad, y un año más tarde, con sólo 24 años renunció a jugar con la 'Mannschaft' después de negarse (por el nacimiento de su primer hijo) a ir convocado a un partido amistoso ante Albania. La presión mediática y las malas relaciones con la Deutscher Fußball-Bund, el seleccionador Jupp Derwall y varios compañeros de selección, incluyendo a Uli Stielike y Paul Breitner, hacen el resto. El hecho de no haber jugado un Mundial en 19 años de carrera supone, según el propio Schuster, "una gran mancha en mi carrera deportiva".

Tras su retirada de los terrenos de juego, ese mismo año se sacó el carnet de entrenador y, al igual que en su carrera como jugador, el alemán comienza su andadura como técnico en Colonia (SC Fortuna Köln y 1.FC Köln), aunque muy pronto vuelve a España para dirigir al Xerez CD. Después de un breve paso por el FK Shakhtar Donetsk volvió a la liga española para ocupar el banquillo del Levante UD, conjunto con el que descendió de categoría. Las dos siguientes campañas entrenó al Getafe CF, logrando la mejor clasificación de la historia del club 'azulón' y el pase a la final de la Copa del Rey de 2007. Sus buenos resultados le abrieron las puertas del Real Madrid. Llegó al club 'blanco' como sustituto de Capello y, en su primera temporada, logró el título liguero. Durante su segunda temporada el equipo tuvo peores resultados en Liga, Copa y Liga de Campeones, ganando únicamente la Supercopa de España. En junio de 2011, Schuster emprende una nueva aventura en Turquía al hacerse cargo del Besiktas JK. Tras dos años alejado de los banquillos, el 14 de junio de 2013 es presentado como técnico del Málaga CF, pero el listón dejado por Pellegrini y el traspaso de jugadores clave como Isco, Joaquín o Toulalan, hacen que el conjunto 'blanquiazul' no pase de la undécima posición. El pasado año su nombre sonó como candidato al banquillo de la selección griega. Es un gran aficionado al golf y al hockey-hielo, deportes que práctica cuando tiene oportunidad. Además, ha colaborado como comentarista en distintos medios, tanto españoles como alemanes. Le hemos podido ver comentando los partidos de la Europa League en el canal alemán RAN y de la Bundesliga en Liga Total, canal de  Deutsche Telekom. También colabora con el programa Radioestadio de Onda Cero.

18 junio 2014

DORSALES MÍTICOS: 9 Osgood

Nuestro protagonista de hoy, fue el jugador bandera de aquel Chelsea de finales de los 60 y principios de los 70. Fue icono de una generación y se convirtió en todo un fenómeno social. Su leyenda, la de un deportista a medias, pues su presencia, sus largas patillas y su personalidad hicieron estragos entre las chicas y la noche londinense. Peter Osgood viajó incesantemente de la alfombra verde de Stamford Bridge hasta las alfombras rojas que cubrieron el asfalto de King's Road. Pues en aquel césped y en aquella calle latió el corazón de un 'Rey' que arrasó la noche londinense a golpe de glamour, codeándose con personajes como George Harrison, Paul McCartney, Mick Jagger, Richard Attenborough o Steve Mc Queen.

Peter Leslie Osgood nació el 20 de febrero de 1947 en Windsor, pequeña y próspera ciudad del condado de Berkshire (Inglaterra). Ingresó en la categoría junior del Chelsea FC para debutar con la camiseta del club de Fulham Road en un partido de la League Cup, un 16 de diciembre de 1964, frente al Workington AFC. Su debut no pudo ser más esperanzador puesto que los dos goles llevaron la firma de aquel espigado delantero de apenas diecisiete años. Se convirtió en un jugador clave en las alineaciones del equipo reserva, anotando 30 goles en 20 partidos. Tras una excelente temporada y una gran gira veraniega en la cual marcó 12 goles en 8 partidos, el entrenador Tommy Docherty lo ascendió a la primera plantilla.

Osgood encadenó una racha de doce tantos en ocho partidos y adornó su carrera de goles y aplausos. Especialmente intensa y destacable la estelar actuación que protagonizó en un histórico partido de la Copa de Ferias (posteriormente Copa de la UEFA) ante la AS Roma, recordado como 'La batalla de Stamford Bridge'. La leyenda de Osgood acababa de dar sus primeros pasos, aquellos que le llevaron a firmar un auténtico golazo tras una carrera de sesenta metros ante el Burnley FC, en una acción, que aunque no definía su estilo de juego, le catapultó definitivamente al estrellato y le consolidó en el primer equipo. Poco a poco y a base de goles se fue convirtiendo en la estrella del equipo. En 1966 se quedó fuera de la lista para el Mundial, un duro revés en la carrera de Osgood, que vivió otra situación muy delicada aquel año, cuando el 6 de octubre fue víctima de una durísima entrada del defensa del Blackpool FC, Emlyn Hughes, y que puso en serio peligro su carrera. Afortunadamente se sobrepuso a tiempo para volver a hacer historia con la camiseta azul del Chelsea, firmando unos registros goleadores realmente envidiables.

El fantasma de las lesiones regresó a su carrera, por lo que inteligentemente, y por recomendación de Dave Sexton, retrasó su posición, demostrando en su nueva demarcación toda su grandeza. 'Ossie' se destapó entonces como un llegador letal, que logró mantener sus excelentes y habituales registros goleadores. Aquellos que solo pueden ser calificados como sobresalientes, puesto que firmó 148 goles en 369 partidos como jugador 'blue'. Fue figura clave en la consecución de la FA Cup de la temporada 1969-70, marcando en todos los partidos de la competición incluyendo en auténtico golazo en la final contra el 'archienemigo' de la época, el Leeds United FC. Un tremendo cabezazo en plancha en el replay dio a los 'blues' la tan ansiada Copa que tres años antes habían perdido ante el Tottenham Hotspur FC.

Ganar la FA Cup hizo que el Chelsea se clasificara para jugar la Recopa de Europa en la temporada 1970-71. Las victorias ante el Aris Thessaloniki FC y ante el PFC CSKA Sofia lo llevaron a los cuartos de final, donde lograron derrotar al Club Brugge KV en una dramática remontada. Teniendo una desventaja de 2-0 después del partido de ida, Osgood sacó la casta por el equipo y logró empatar el marcador global a sólo 9 minutos del tiempo completo en el partido de vuelta. Al final los 'blues' se impusieron por 4-0 en el tiempo extra. En semifinales se enfrentaron al Manchester City FC, llegando a la final contra el Real Madrid CF de los Benito, Zoco, Pirri, Amancio, Gento... En el primer partido ambos equipos empataron a un tanto, pero un raro gol de Dempsey y un disparo por parte de Osgood en el partido de desempate (jugado sólo dos días después) fueron suficientes para sellar la victoria del Chelsea por 2-1 y el honor de haber ganado su primera competición europea.

A pesar de ser muy querido por la afición, su fama de playboy (destacó su 'affair' con la famosa actriz Rachel Welch) le tildó en ocasiones de ser muy poco profesional y por ello, en marzo de 1974, el entrenador Dave Sexton, con quien tuvo varios 'encontronazos' decidió venderlo al Southampton FC por 250.000 libras, todo un dineral para la época. Con 'The Saints' vivió el descenso a la Second Division en su primera temporada, aunque ganaría nuevamente la FA Cup en la temporada 1975-76 al vencer (1-0) al Manchester United FC. Un año después fue cedido al Norwich City FC, con los que apenas jugó tres partidos, para volver al Sur de Inglaterra al finalizar la temporada.

A principios de 1978 hizo las maletas y se fue a la emergente North American Soccer League de los Estados Unidos donde jugó para los Philadelphia Fury, equipo que contó en sus filas con los también ingleses Alan Ball y Colin Waldron, o los irlandeses Johnny Giles, Pierce O'Leary y John Dempsey. El paso de Osgood por la NASL fue más que decepcionante y tan solo anotó un gol en 22 encuentros por lo que decidió hacer, nuevamente, las maletas para regresar a Londres.

Cuatro años después de su salida, volvía a Stamford Bridge para salvar a un Chelsea en bancarrota y al borde del descenso. En su regreso volvía a anotar para poner su equipo delante, aunque aquella tarde el Chelsea perdería (7-2) ante el Middlesbrough FC. El regreso de Osgood cambió muy poco la suerte del club, el equipo quedó último y descendió con sólo 5 victorias y 27 derrotas, convirtiéndose en una de las épocas más oscuras del Chelsea. Osgood jugó un solo partido en la Second Division, ya que no contaba mucho para el nuevo entrenador Geoff Hurst, por lo que puso punto y final a su carrera en diciembre de 1979.

Internacional con Inglaterra, debutó de la mano de Alf Ramsey, el 25 de febrero de 1970, en un encuentro amistoso ante la selección de Bélgica que finalizó con marcador de 3-1 a favor de los ingleses. Ramsey pensó en él para el Mundial de Inglaterra'66, incluyéndolo en una pre-selección, aunque finalmente lo dejó fuera en beneficio de estrellas más consolidadas. Si jugó dos partidos (saliendo como reserva) en el Mundial de México'70 ante las selecciones de Rumanía y Checoslovaquia. Con los 'pross' jugó tan solo en cuatro ocasiones, sin haber marcado un solo gol.

Tras su retirada, comenzó a trabajar dando charlas y conferencias, y a hacer de comentarista deportivo en televisión. También mantenía vínculos corporativos con el Chelsea, y una página web en la que comentaba los partidos de su club de siempre. Genio y figura, Osgood jamás escondió la realidad que vivía fuera de los terrenos de juego: "Mi vida me encanta. Conduzco un coche de carreras, apuesto lo que me da la gana, tengo todas las chicas guapas que quiero y me bebo una botella de vodka al día. Encima, me pagan por jugar al fútbol, y la gente me quiere. ¿Qué más puedo pedir?". Aquel endiablado estilo de vida le cobró factura con el paso de los años, dicen que envejeció prematuramente y que perdió todo el glamour que le había llevado a convertirse en leyenda dentro y fuera de los terrenos de juego. 'Ossie' falleció, víctima de un ataque al corazón, el 1 de marzo de 2006. Sus cenizas fueron enterradas, en una ceremonia a la que asistieron más de 2.000 seguidores 'blues', bajo el césped de Stamford Bridge, bajo el área del Shed End. Una buena prueba de lo que Osgood significó para el club de Fulham Road. Cuatro años después de su muerte, el 2 de octubre de 2010, el club descubría una estatua en su honor a las puertas del estadio, junto al West Stand. Osgood quedaba para siempre como un testigo perenne de los éxitos del club.