26 agosto 2014

Ødegaard, un talento precoz

Cuando se habla de talentos prematuros hay que hacerlo con delicadeza, siempre teniendo en cuenta, que tanto en el fútbol como en la vida, todo es relativo. Pero nuestro protagonista de hoy ya ha entrado en la historia futbolística de Noruega, siendo el jugador más joven en debutar en la primera división del país nórdico. Y no sólo eso, si no que está a las puertas de convertirse en el jugador más precoz de la historia en debutar con una selección absoluta.

Martin Ødegaard nació el 17 de diciembre de 1998 en Drammen, en la región de Buskerud (Noruega). el fútbol le viene de cuna ya que es hijo del ex futbolista noruego Hans Erik Ødegaard. Martin se ha formado integramente en el Stromsgodset IF, club de su ciudad natal, un equipo que en los últimos tiempos se ha distinguido por apostar firmemente por su cantera, sacando a varios jugadores muy interesantes, ofreciendo un gran rendimiento, lo que ha permitido al club dar un gran salto de calidad en los últimos años, pasando a luchar por el campeonato noruego en la Tippeligaen.

Ødegaard progresa de manera brillante por los escalafones inferiores del club 'Godset' hasta llegar, con 14 años, al segundo equipo y pasar a entrenar regularmente con el primer equipo. Semejante precocidad llama la atención de algunos grandes conjuntos europeos como el FC Bayern München o el Manchester City FC, con los cuales entrena. Pese a convencer y encandilar a los técnicos, el entorno de Martin declinó (de manera acertada) las ofertas por fichar a su hijo, ya que creen que Martin "aún debe permanecer junto a su entorno social y familiar para acabar de formarse". En enero de 2014, se acordó que el joven jugador se uniría oficialmente al primer equipo del Strømsgodset, pero no se firmó ningún contrato. Como parte del acuerdo, él entrenaría durante dos noches por semana con el Lørenskog IF, equipo de la 2. Divisjon (tercer escalafón del fútbol noruego), y del cual su padre era uno de los entrenadores.

Ronny Deila (actual entrenador del Celtic FC) lo hace debutar con el primer equipo el 13 de abril de 2014 frente al Aalesunds FK en el Marienlyst Stadion, destrozando todos los records de precocidad para debutar en la Tippeligaen. El 5 de mayo firmó su primer contrato profesional, que le une al conjunto 'Godset' hasta finales de 2015. Tan solo unos días después,  el 16 de mayo, marcaba su primer tanto en partido oficial. Fue contra el Sarpsborg 08 FF, batiendo también el récord del anotador más jovende la competición.

Ødegaard es un jugador zurdo cerrado, de juego muy alegre y vistoso, es la anítesis del arquetipo de futbolista nórdico, no muy alto, nada fuerte físicamente y con un estilo de juego eminentemente técnico y basado en la habilidad. Su posición ideal seria pegado a la izquierda en una línea de tres mediapuntas, aunque por su calidad podría jugar perfectamente por el centro. Su juego desprende ese aroma de naturalidad y elegancia en las acciones de los futbolistas especiales. Sin tener una velocidad endiablada, sabe desbordar sin basarse en lo físico, marca los tiempos y elige el momento adecuado para iniciar un regate, se desenvuelve estupendamente en espacios reducidos y rebasa al rival mediante técnica y anticipación. Sus compañeros lo buscan constantemente, porque es un jugador capaz de resolverte cualquier jugada por muy enquistada que esta esté. Su último pase es legendario, es capaz de poner el balón al pie del compañero, aunque a este lo rodee una maraña de jugadores rivales. Siempre juega con la cabeza levantada, lo que le permite ver siempre al compañero mejor colocado. Es muy asociativo, y busca constantemente las paredes con los compañeros. Posee un disparo a puerta nada desdeñable, es bueno desde cualquier distancia. Muy colocado y seco, suele chutar buscando los palos. Defensivamente es sacrificado y constante, aunque no se trate de un 'perro de presa', cuando su equipo defiende se sitúa y vigila al rival que pasa por su zona, pero parece no tener automatizados algunos movimientos defensivos, tales como permutas o desdoblamientos. No hay que olvidar que solo tiene 15 años, ni siquiera está en edad de juvenil, y verlo ejecutar estas acciones técnicas a esa edad es, francamente, asombroso.

Internacional sub-17 con la selección noruega, Ødegaard debutó en la categoría (jugando con futbolistas 2 años mayores que él) en enero de 2014 al jugar en Turquía un torneo frente a las selecciones de Escocia, Estados Unidos y Francia. Cuando parecía que su aparición en la sub-21 iba a ser inminente, el pasado 19 de agosto, el seleccionador Per-Mathias Høgmo, acaba de convocarlo para jugar con la selección absoluta de Noruega un encuentro amistoso a finales de agosto ante los Emiratos Árabes Unidos en el Viking Stadion de Stavanger. "Ha sido una auténtica sorpresa... Esto es increíble y un sueño hecho realidad", comentaba Ødegaard a algunos medios, pero se mostró "orgulloso de ser parte del equipo" y dijo que espera ayudar a Noruega "a clasificarse para la Eurocopa de Francia 2016". Si finalmente debuta batiría, con 15 años y 253 días, el récord de Tormod Kjellsen (15 años y 351días).

Su sorprendente irrupción en el fútbol profesional, con 3 goles en 14 partidos y dejando destellos impropios de su edad, no ha pasado desapercibida para los grandes clubes europeos. Equipos como el Liverpool FC, Real Madrid CF, FC Barcelona, AFC Ajax, FC Bayern München, Manchester United FC, Manchester City FC, Juventus FC y Paris Saint-Germain FC son algunos de los que ya han mandado ojeadores para seguir la evoluciones del joven jugador noruego.

10 julio 2014

Lee Tae-Ho, un tuerto en el Mundial

En el Mundial de Italia'90, la selección de Corea del Sur contaba con un grupo de futbolistas toscos y elementales, donde aparentemente sólo destacaba la figura de Kim Joo-Sung, elegido durante tres años consecutivos (1989, 1990, 1991) como el futbolista más destacado de su continente. Pero en el que nadie se percató fue en el delantero surcoreano Lee Tae–Ho, jugador al que le faltaba el ojo izquierdo y que en su lugar tenía un ojo de cristal.

Pero Lee Tae-Ho, no era un jugador desconocido en el fútbol asiático ni mucho menos, ya que tuvo una dilatada carrera con el Daewoo Royals FC, su club de toda la vida (con el que ganó los títulos ligueros de 1984, 1987 y 1991), además de con el combinado surcoreano, con el que marcó 27 goles en 72 encuentros oficiales, disputando el Mundial sub-20 de 1979, jugado en Japón; los Juegos Olímpicos de Seúl'88; las Copas de Asia de Kuwait'80, Singapur'84 y Qatar'88 (donde 'los Tigres de Asia' quedaron subcampeones al perder con Arabia Saudita en la tanda de penaltis); y los Mundiales de México'86 e Italia'90.

Pero su auténtica historia no comenzó hasta 1988, en un partido de la Korean Super League que Tae-Ho disputaba con su equipo (actual Busan IPark FC). Corría el segundo tiempo cuando un compañero le envió un balón alto que él intentó controlar con la cabeza. Un defensa rival no vio acercarse al delantero y levantó su pie hasta impactar violentamente en el rostro de Lee, enviándolo directamente al hospital. Con 27 años, el delantero surcoreano había perdido la visión en su ojo izquierdo y, un mes más tarde, los médicos le intervenían nuevamente para retirar el globo ocular y reemplazarlo por un ojo de cristal.

Pese a que en un principio pudiera parecer que la carrera de Tae-Ho había llegado a su fin, pronto comenzó a entrenarse con su equipo y ese mismo año el seleccionador Lee Hoe-Taek lo incluyó en la convocatoria para jugar la Copa de Asia de 1988. Además, en 1990, Hoe-Taek lo incluyó en la lista de 22 jugadores para afrontar el Mundial de Italia.

Aquel 12 de junio de 1990, en el Stadio Marc'Antonio Bentegodi de Verona, Lee Tae-Ho hacía historia cuando en el minuto 62 sustituyó a su compañero Noh Soo-Jin en el primer partido contra la selección belga. De esta manera, el jugador surcoreano pasaba a ser el primer jugador con una mutilación facial en disputar un Mundial, y el segundo con una tara física, después del uruguayo Héctor 'El Divino Manco' Castro (campeón con Uruguay en 1930).

Poco después anunció su retirada de la selección y, tras su salida definitiva de los terrenos de juego en 1992, se sacó el título de entrenador y, en 1995, comenzó su carrera en los banquillos, habiendo entrenado, hasta el momento, a la Dong-eui University (en dos ocasiones), Daejeon Citizen FC (también en dos ocasiones), Shinhan High School, Manang Marshyangdi Club (de Nepal) y a la selección de China Taipéi (adscrita a la FIFA desde 1954 bajo el nombre de Taiwán).

09 julio 2014

El año que mis padres se fueron de vacaciones


Título Original: O ano em que meus pais saíram de férias
Año: 2006
Duración: 104 min.
País: Brasil
Director: Cao Hamburger
Guión: Cláudio Galperin, Cao Hamburger, Bráulio Mantovani, Anna Muylaert y Adriana Falcão
Reparto: Michel Joelsas, Germano Haiut, Daniela Piepszyk, Simone Spoladore, Caio Blat, Eduardo Moreira, Paulo Autran, Gabriel Eric Bursztein, Felipe Hanna Braun, Haim Fridman, Liliana Castro, Rodrigo dos Santos
Productora: Gullane Films / Vértigo Films
Género: Drama

En 1970, Brasil y el resto del mundo están revolucionados, en el país sudamericano había un fervor enfermizo por la selección de fútbol, que iba a participar en el mundial de México con jugadores como Pelé, Tostão, Gerson, Rivelino y Jairzinho, y a la vez se sufrían las consecuencias de una cierta represión política contra los ciudadanos contrarios al régimen militar de Emílio Garrastazu Médici.

La vida de Mauro, un joven de 12 años, forofo de la canarinha, da un giro brusco cuando repentinamente sus padres abandonan Belo Horizonte para irse de vacaciones. Con lo que parecen unas prisas desproporcionadas deciden dejar a Mauro en São Paulo con su abuelo. Al llegar al distrito de Bom Retiro sus padres se despiden en la puerta de la casa, sin darse cuenta de que el abuelo acaba de morir. Mauro se queda solo. Le hospedará entonces un vecino, Schlomo, judío, solitario y algo huraño, que a regañadientes acogerá finalmente al niño. Pronto se sabe que sus padres no se han ido de vacaciones, sino que son opositores políticos del gobierno y que han huido de la represión. Con los días, Mauro hará algunas amistades de su edad y se acostumbrará a vivir con su protector, pero siempre con la esperanza de que un día sus padres regresen.

Hamburger nos trae esta gran película (fue elegida para representar a Brasil en los Oscar de 2008) que ofrece una buena ambientación de la vida brasileña de los 70, centrada en lo que acontece en un pequeño barrio, donde los inmigrantes de distintos orígenes étnicos, religiosos y políticos, como italianos, griegos, negros y sobretodo judíos, conviven. La cinta traza una historia con miras a un objetivo ternurista, conmovedor, mucho más encaminado a satisfacer levemente que a provocar

Hamburger muestra los mejores momentos del Mundial de México'70 y, para completar el complejo escenario, está la opresión y la violencia de uno de los momentos más intensos del régimen militar. La cinta nos habla de soledades, de ausencias y de tristeza contenida, pero siempre desde el optimismo, cuando los obstáculos se salvan con la ayuda de la gente que tienes a tu lado. Es cierto que el guión recurre en exceso a las escenas de la revuelta, seguramente porque hace más tangible y real la dictadura, pero durante toda la cinta queda como algo soterrado de lo que Mauro es ajeno.

Pero al final se llega a lo inevitable, a donde todos sabíamos que se iba a llegar. El fútbol no es más que una excusa para Mauro y para todos los protagonistas en general, para no hacer frente a la realidad que los atrapa. Lo importante es que no todo ha sido en vano ya que por mucho que la realidad sea dura como al final se aprecia, el proceso de su descubrimiento es vital y el cóctel descrito en esta película nos enseña que siempre se puede ver el mundo con otros ojos...

02 julio 2014

DE GUANTE BLANCO: Carlos Roa

Si hay una carrera profesional que ha sufrido vuelcos inesperados en la historia del fútbol, esa es la de nuestro protagonista de hoy: paludismo, triunfos deportivos, un año sabático dedicado a la religión y un tumor testicular. Conocido como 'El Lechuga' debido a que no come carnes rojas, Carlos Roa era un portero típico de la escuela argentina, con un estilo ortodoxo pero efectivo. Destacaba por sus grandes reflejos, tenía una gran colocación bajo palos y no se arrugaba en las salidas. Era un especialista parando penaltis, pero sobre todo se le recuerda por abandonar la práctica del fútbol profesional en el punto más alto de su carrera.

Carlos Ángel Roa nació el 15 de agosto de 1969 en Santa Fe (Argentina). Comenzó su carrera en el CA Gimnasia y Esgrima de su ciudad natal, conocido popularmente como Gimnasia de Ciudadela. Jugaba como delantero, pero pronto retrasó su posición hasta la portería, donde comenzó a destacar, llamando la atención de los ojeadores del Racing Club que lo incorporaron a las inferiores de 'La Academia'. Debutó, de la mano de Alfio Basile, en la Primera división argentina el 6 de noviembre de 1988 ante el River Plate, debido a la expulsión de Ubaldo Matildo Fillol. En 1990 sufrió su primer problema grave de salud, cuando se infectó de malaria durante una gira de verano en África. "Allá me agarró el mosquito... Me picaron millones, como a todos, pero me agarré yo la enfermedad. Llegué acá y volaba de fiebre. Te ataca la sangre y se aloja en el hígado, en los vasos. A mí me agarró el más fuerte, el más complicado. Me salvaba o me moría". Roa tardó más de un mes en abandonar el hospital. "El peor momento fue cuando mis padres no lograban en Argentina los tipos de quinina que podían aniquilar el parásito Plasmodium". Toda la delegación de Racing había tomado los medicamentos necesarios para viajar. Todos menos Roa, que por pertenecer a la Iglesia Adventista se habría negado. Meses después de aquel episodio, Roa volvió a jugar y negó que la religión hubiese tenido que ver, contradiciendo al Presidente Juan Destéfano e incluso a su propia madre. 

Tras perder la titularidad en favor de Nacho González, en 1994 fue traspasado al CA Lanús. Allí coincide con Héctor Cúper y vive los años dorados del club, en los que el equipo 'granate' peleó por la liga. 1996 se convertiría en uno de los años más importantes en la historia del club, Lanús afronta simultáneamente el Torneo Apertura y la Copa Conmebol. En el ámbito local, repite la tercera posición en la liga argentina, logrando importantes triunfos contra Boca, San Lorenzo y River. Además para coronar un gran año, el 4 de diciembre se proclama campeón de la Copa Conmebol (torneo precursor de la actual Copa Sudamericana) al derrotar al Santa Fe colombiano, logrando su primer título internacional. La temporada siguiente, en el Torneo Clausura de 1997, marcó su primer gol ante Vélez Sársfield. Fue de penalti, ya que el lanzador habitual, Óscar Mena, había fallado uno en el primer minuto de juego. Curiosamente el gol se lo metió a Chilavert, portero famoso por su faceta goleadora.

Tras tres temporadas y 107 partidos con Lanús, el técnico Héctor Cúper se lo llevó con él (junto a Óscar Mena) a España para jugar en el RCD Mallorca, donde vivió la mejor etapa en la historia del club balear. En su primera temporada en el equipo 'bermellón', finalizaron quintos en la Liga. Además disputaron la final de la Copa del Rey contra el FC Barcelona de Louis Van Gaal. El título se decidió en la tanda de penaltis y aunque Roa detuvo hasta tres lanzamientos (Rivaldo, Celades y Figo) y anotó uno, finalmente los 'azulgranas' se llevaron la Copa. La siguiente temporada, el Mallorca incorporaba a los también argentinos Leo Biagini, Gustavo Siviero y Ariel Ibagaza (estos dos últimos compañeros de Mena y Roa en Lanús). Comenzaban conquistando el primer título oficial de la historia del club, la Supercopa de España (ante el FC Barcelona), además de proclamarse subcampeones de la Recopa de Europa, al perder ante la SS Lazio de Sven-Göran Eriksson. En la Liga, el Mallorca terminó la temporada 1998-99 en tercera posición, la mejor clasificación de su historia y Roa ganó el 'Trofeo Zamora', galardón al portero menos goleado de la competición española.

Mallorca comenzaba a quedarse pequeño, y por él comenzaron a preguntar los mejores equipos de Europa. Se rumoreó que el Manchester United llegó a ofrecerle un astronómico contrato por convertirlo en el sustituto de Schmeichel. Pero Roa ya había tomado la decisión de retirarse a los 29 años y convertirse en pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo día, en el mejor momento de su carrera. Renunciaba a una oferta millonaria, puesto que "hay cosas más importantes que el dinero", al fútbol profesional, al prestigio y al reconocimiento que obtendría en la Premier League y en la Selección y regresaba a su país para dedicarse plenamente a su Iglesia. Sin embargo, en abril de 2000, sólo nueve meses después, Roa anunciaba su regreso al fútbol profesional, poniendo como condición que no disputaría partidos los sábados. "En mi religión, la Adventista, el sábado se dedica a ayudar a los demás, visitar colegios, enfermos...". El Mallorca le obligó a cumplir los dos años de contrato que tenía pendientes, pero nunca recuperó la forma y fue relegado al banquillo como suplente de sus compatriotas Germán Burgos y Leo Franco.

Tras expirar su contrato, en el verano de 2002, César Ferrando lo ficha para jugar con el Albacete Balompié de la Segunda División española. Allí recuperó la titularidad y logró el ascenso a Primera División con el conjunto 'manchego'. Todo parecía ir perfectamente, hasta que a principios de 2004 un tumor testicular lo forzó a abandonar nuevamente los terrenos de juego. Tras la operación tuvo que pasar un año entero con quimioterapia y rehabilitación. El tratamiento médico parecía finalizar con la carrera de Roa, pero en ese período se entrenó en equipos de la Tercera División española, como el CD Constancia de Inca y el Atlético Baleares, antes de retornar a tierras argentinas. "Hice una pretemporada en Córdoba. Todos se quedaron sorprendidos porque me preparé muy duro. No medí las consecuencias lógicas de ocho meses enfermo, con las defensas tan bajas y toda esa historia. Los doctores casi me matan cuando se enteraron que exigí muchísimo el cuerpo".

Tras superar el cáncer, fichó por el Club Olimpo de Bahía Blanca de la Primera División argentina. "La única persona que confió en mí, pese a mi inactividad, fue Jorge Ledo, el presidente de Olimpo. Nunca pensé que iba a volver a jugar en Argentina". Con el conjunto 'aurinegro' jugó el Torneo Apertura de 2005 y el Clausura de 2006, para abandonar, definitivamente, el fútbol al finalizar ese campaña, que se saldó con el descenso a la Primera B Nacional, después de jugarse la promoción ante el CA Belgrano de Córdoba.

Internacional por Argentina, defendió la portería 'albiceleste' en 17 ocasiones. Debutó el 30 de abril de 1997 ante Ecuador en el Monumental de Buenos Aires, partido correspondiente a la clasificación de la zona Conmebol para el Mundial de 1998. Participó en la Copa America de Bolivia'97 donde los pupilos de Daniel Passarella cayeron en los cuartos de final ante Perú. Un año después disputó el Mundial de Francia'98, donde fue titular indiscutible, siendo el héroe de los octavos de final al detener dos penaltis a Inglaterra, uno de ellos (el definitivo) a David Batty.

Tras su retirada de los terrenos de juego se sacó el título de entrenador. En 2008 se incorporó al CA Brown de San Vicente como entrenador de porteros. Posteriormente, en 2010, fue ayudante de Adrián Gorostidi en el CS Sportivo Ben Hur de Rafaela. Desde junio de 2011 a finales de 2012 estuvo en el cuerpo técnico de Matías Almeyda en el River Plate, afrontando el torneo de Primera B Nacional en el cual el conjunto 'millonario' se proclamó campeón y regresó a la Primera División del fútbol argentino. Actualmente, es entrenador de porteros del CA Banfield.

23 junio 2014

Qué fue de... Dahlin

Volvemos a la década de los 90 para ver a nuestro protagonista de hoy, uno de esos jugadores que siempre tuvo un mejor rendimiento en la selección de su país que en los clubes en los que militó durante su carrera. Fue una de las grandes estrellas del Mundial del 94 y solo las lesiones y su irregularidad acortaron su carrera.

Martin Nathaniel Dahlin nació el 16 de abril de 1968 en Uddevalla, pequeña localidad costera situada en la provincia de Västra Götaland (Suecia). De padre venezolano y madre sueca (de ahí su característico color de piel), ambos decidieron ponerle el nombre de Martin en referencia a Martin Luther King. Por motivos profesionales su familia se trasladó a la ciudad de Lund, al sur del país, y fue allí, en el Lunds Bollklubb, donde comenzó a dar sus primeros pasos en el fútbol amateur.

En el club 'amarillo y blanco' fue ascendiendo rápidamente, llamando la atención de los ojeadores del Malmö FF, equipo con el que firmó su primer contrato profesional en 1986. Un año después, el técnico inglés Roy Hodgson lo sube al primer equipo 'Himmelsblått' y en 1988 (su primera temporada en la Allsvenskan) fue la estrella goleadora del equipo con 17 tantos en 21 partidos. Allí permaneció cuatro temporadas, ganando dos títulos ligueros (1988 y 1989) y una Svenska Cupen (1988–89).

Sus grandes temporadas en la liga sueca le valieron el traspaso a la Bundesliga para jugar en el Borussia VfL Mönchengladbach. El técnico austriaco Bernd Krauss deposita su confianza en él, y pronto se gana un nombre en el fútbol germano a base de goles. En 1993 es galardonado con el 'Guldbollen', Balón de Oro al mejor jugador sueco del año.Y en la temporada 1994-95 gana la DFB-Pokal (Copa de Alemania) junto a jugadores como Uwe Kamps, Patrik Andersson, Thomas Kastenmaier, Heiko Herrlich, Bachirou Salou o el gran, pero muy díscolo, Stefan Effenberg.

En el año 96, tras vencer su contrato con el Gladbach entró en negociaciones con la Juventus italiana. El conjunto alemán reclamó el pago de un traspaso, basándose en una cláusula del contrato de Dahlin que permitía una ampliación automática de doce meses. "Estaba bastante seguro de que aceptarían, por lo que rechacé algunas ofertas de otros clubes, como el Bayern de Múnich, la Fiorentina, y otros equipos europeos". Finalmente es fichado por la AS Roma de Carlos Bianchi pero, a pesar de coincidir con su compañero en la selección Jonas Thern, su dificultad para adaptarse al calcio hizo que apenas dispusiera de oportunidades, y a mitad de temporada es cedido al Borussia Mönchengladbach.

Al año siguiente fichó por el Blackburn Rovers FC, donde tras seis meses sufrió una grave lesión en la espalda durante un entrenamiento que lo apartó de los terrenos de juego durante toda la temporada, y que generó un contencioso judicial entre su equipo y Avon Insurance, la aseguradora. Aunque en un principio se dió un veredicto inicial a favor del club, en 2005 el Tribunal de Apelación dio marcha atrás, por lo que el 12 de abril de 2006, el Tribunal Supremo dictaminó en favor de la compañía de seguros, decretando que el jugador probablemente tenía una condición preexistente. De Inglaterra se marchó cedido a Alemania para jugar en las filas del Hamburger SV (donde apenas jugó 8 partidos de liga) y poner punto y final a su carrera deportiva al finalizar la temporada. "Me di cuenta de que no podía seguir jugando, tenía 30 años cuando me retiré, pero estoy muy agradecido de haber podido vivir todas las experiencias que me tocaron".

Internacional por Suecia, debutó el 17 de abril de 1991 en un partido amistoso ante Grecia en el Estádio Olímpico de Atenas, convirtiéndose en el segundo jugador 'de color' que jugaba con la selección sueca (Jean-Paul Vonderburg debutó en un amistoso previo a Italia'90). Jugó un total de 60 partidos, marcando 29 goles. Participó en la Eurocopa de Suecia'92 y en el Mundial de USA'94, donde los pupilos de Tommy Svensson quedaron en tercer lugar, al ganar a Bulgaria (4-0) en la final de consolación. Dahlin realizó un gran campeonato marcando 4 goles (uno a Camerún, dos a Rusia, y otro más a Arabia Saudita), uno menos que su compañero en el ataque 'Blågult' Kennet Andersson. 

Tras su retirada se convirtió en agente deportivo junto a su compañero y amigo Roger Ljung (ambos jugaron juntos en el Lunds BK y en el Malmö FF). Comenzó a trabajar en la Roger Ljung Promotion AB y posteriormente formó su propia agencia (MD Management) donde representa a jugadores como Ola Toivonen, Guillermo Molins, Marcus Rosenberg, Jonas Olsson o Behrang Safari. Además tiene una firma de ropa que lleva su nombre. Por otra parte, también aparece esporádicamente como comentarista de fútbol. Dahlin trabajó para la cadena sueca TV4 durante el Mundial de Corea del Sur y Japón de 2002.

19 junio 2014

La debacle de España si tiene nombre propio

Ya está, se acabó. El ciclo más glorioso de la selección española ha tocado a su fin. Nadie había levantado tres títulos consecutivos y ganar el cuarto se antojaba complicado, pero un final tan agrio no estaba en nuestros planes. El campeón fue un esperpento futbolístico, sin toque, sin madurez, sin recursos, sin ideas. La realidad es la que es, nos ha faltado brillo en el juego, en los ojos, en la intención de competir, nos ha faltado físico y, lo que es peor, personalidad.

Los señalados tras la eliminación han sido varios. Del Bosque, la defensa, el equipo... Los blancos de todas las miradas han sido varios pero para mí, la culpa ha sido del entrenador salmantino. ¿Razones? Muchas. La primera, es que esto no es un equipo donde el entrenador llega y se encuentra una plantilla ya hecha y en la que tan solo puede hacer dos o tres cambios. El fútbol de selecciones debe ser eso, 'seleccionar', y este año Del Bosque no lo hizo. Para muchos, la convocatoria no fue la ideal para acudir con garantías a Brasil. Ramos y Piqué han estado mal, Sergio Busquets ha estado todavía peor (se supone que su gran virtud es saber encontrar a sus interiores, y es que en estos dos partidos ni se ofrecía para ser alternativa en la salida del balón), Casillas sencillamente no ha estado, David Villa y Xavi se retiran del fútbol de primer nivel, Torres no es ni la sombra de lo que fue en 2008, Diego Costa no debería de haber ido después de su colección de lesiones en los últimos partidos con su equipo, Llorente, Isco, Carvajal, Alberto Moreno o Negredo no fueron seleccionados... Es que podría ser muy muy largo. 

Del Bosque es un seleccionador que no ha sabido, querido o atrevido a relevar a determinados jugadores que no estaban en su mejor estado. Que no ha sabido, querido o atrevido llevar a jugadores con mejor forma y que han jugado bien todo el año. Que no tenía planes alternativos. Es un entrenador que no ha sabido leer ninguno de los partidos ni antes, ni (lo que es peor) durante el partido. Se le vio superado en el duelo táctico tanto contra Van Gaal como contra Sampaoli. España jugó dos partidos en cinco días contra dos selecciones que jugaron con cinco hombres atrás (tres centrales y dos carrileros), con doble pivote y un 'diez' detrás de los dos delanteros; y no ha mirado el lado estratégico del juego, no ha buscado crear desequilibrios por las bandas, ha acumulado mucha (demasiada) gente interior, ha intentado buscar el pase por el centro, pero nunca a las bandas, donde Holanda y Chile eran más vulnerables con solo dos carrileros que además, atacan muchísimo.

Es cierto, y nadie lo puede negar, que es un grandisímo gestionador de grupos, pero desde lo táctico deja mucho que desear. Y ya no hablemos de su labor para realizar un relevo generacional, o al menos un inicio. Estiró demasiado la goma, hasta que no pudo más. Tuvo la Copa Confederaciones para introducir nuevos elementos a la selección y no lo hizo. La final del pasado año (a la que llegamos después de un empate a cero y penaltis contra Italia) contra Brasil fue un aviso que Del Bosque no vio, o que, conscientemente desatendió para 'homenajear' a aquellos que fueron grandes jugadores. 

Y luego está la prensa, que también ha tenido gran parte de culpa. Una determinada prensa que ha ensalzado, alabado e idolatrado a unos jugadores y una forma de jugar que aburre hasta la saciedad, y menospreciando otras formas de jugar como si antes de esta selección no hubiera existido el fútbol. Prensa que ha laminado a todo aquel que osaba planteamientos distintos, prensa que parece no haber visto o leído sobre el Brasil de Suecia o de México, la Holanda de los 70, la Francia de Zidane etc... En la prensa internacional ya están haciéndole el funeral al 'tiki-taka' y yo me pregunto si en verdad existió ese dominio de un estilo o si simplemente eran once jugadores muy buenos que han entrado en decadencia. Viendo la magnitud del descalabro y repasando todas aquellas eliminatorias en las que pasamos por pura suerte (donde antes caíamos) acaba uno dándose cuenta de que eso del estilo ha sido una gran mentira (aunque en Barcelona todavía sigan creyendo en ello). Y es que, cada vez estoy mas convencido, que España y el Barcelona fueron lo que fueron mientras Xavi fue 'el gran Xavi'.

Es verdad que los ciclos se terminan con derrotas, pero lo de ayer no fue fin de ciclo, se veía venir y fue la imagen clara de la incapacidad por abrir uno nuevo. Ahora toca el cambio, la renovación y el futuro... y primer aviso: no le pidamos a los nuevos que lo vuelvan a ganar todo. Conformémonos con competir cara a cara contra cualquiera.

18 junio 2014

DORSALES MÍTICOS: 9 Osgood

Nuestro protagonista de hoy, fue el jugador bandera de aquel Chelsea de finales de los 60 y principios de los 70. Fue icono de una generación y se convirtió en todo un fenómeno social. Su leyenda, la de un deportista a medias, pues su presencia, sus largas patillas y su personalidad hicieron estragos entre las chicas y la noche londinense. Peter Osgood viajó incesantemente de la alfombra verde de Stamford Bridge hasta las alfombras rojas que cubrieron el asfalto de King's Road. Pues en aquel césped y en aquella calle latió el corazón de un 'Rey' que arrasó la noche londinense a golpe de glamour, codeándose con personajes como George Harrison, Paul McCartney, Mick Jagger, Richard Attenborough o Steve Mc Queen.

Peter Leslie Osgood nació el 20 de febrero de 1947 en Windsor, pequeña y próspera ciudad del condado de Berkshire (Inglaterra). Ingresó en la categoría junior del Chelsea FC para debutar con la camiseta del club de Fulham Road en un partido de la League Cup, un 16 de diciembre de 1964, frente al Workington AFC. Su debut no pudo ser más esperanzador puesto que los dos goles llevaron la firma de aquel espigado delantero de apenas diecisiete años. Se convirtió en un jugador clave en las alineaciones del equipo reserva, anotando 30 goles en 20 partidos. Tras una excelente temporada y una gran gira veraniega en la cual marcó 12 goles en 8 partidos, el entrenador Tommy Docherty lo ascendió a la primera plantilla.

Osgood encadenó una racha de doce tantos en ocho partidos y adornó su carrera de goles y aplausos. Especialmente intensa y destacable la estelar actuación que protagonizó en un histórico partido de la Copa de Ferias (posteriormente Copa de la UEFA) ante la AS Roma, recordado como 'La batalla de Stamford Bridge'. La leyenda de Osgood acababa de dar sus primeros pasos, aquellos que le llevaron a firmar un auténtico golazo tras una carrera de sesenta metros ante el Burnley FC, en una acción, que aunque no definía su estilo de juego, le catapultó definitivamente al estrellato y le consolidó en el primer equipo. Poco a poco y a base de goles se fue convirtiendo en la estrella del equipo. En 1966 se quedó fuera de la lista para el Mundial, un duro revés en la carrera de Osgood, que vivió otra situación muy delicada aquel año, cuando el 6 de octubre fue víctima de una durísima entrada del defensa del Blackpool FC, Emlyn Hughes, y que puso en serio peligro su carrera. Afortunadamente se sobrepuso a tiempo para volver a hacer historia con la camiseta azul del Chelsea, firmando unos registros goleadores realmente envidiables.

El fantasma de las lesiones regresó a su carrera, por lo que inteligentemente, y por recomendación de Dave Sexton, retrasó su posición, demostrando en su nueva demarcación toda su grandeza. 'Ossie' se destapó entonces como un llegador letal, que logró mantener sus excelentes y habituales registros goleadores. Aquellos que solo pueden ser calificados como sobresalientes, puesto que firmó 148 goles en 369 partidos como jugador 'blue'. Fue figura clave en la consecución de la FA Cup de la temporada 1969-70, marcando en todos los partidos de la competición incluyendo en auténtico golazo en la final contra el 'archienemigo' de la época, el Leeds United FC. Un tremendo cabezazo en plancha en el replay dio a los 'blues' la tan ansiada Copa que tres años antes habían perdido ante el Tottenham Hotspur FC.

Ganar la FA Cup hizo que el Chelsea se clasificara para jugar la Recopa de Europa en la temporada 1970-71. Las victorias ante el Aris Thessaloniki FC y ante el PFC CSKA Sofia lo llevaron a los cuartos de final, donde lograron derrotar al Club Brugge KV en una dramática remontada. Teniendo una desventaja de 2-0 después del partido de ida, Osgood sacó la casta por el equipo y logró empatar el marcador global a sólo 9 minutos del tiempo completo en el partido de vuelta. Al final los 'blues' se impusieron por 4-0 en el tiempo extra. En semifinales se enfrentaron al Manchester City FC, llegando a la final contra el Real Madrid CF de los Benito, Zoco, Pirri, Amancio, Gento... En el primer partido ambos equipos empataron a un tanto, pero un raro gol de Dempsey y un disparo por parte de Osgood en el partido de desempate (jugado sólo dos días después) fueron suficientes para sellar la victoria del Chelsea por 2-1 y el honor de haber ganado su primera competición europea.

A pesar de ser muy querido por la afición, su fama de playboy (destacó su 'affair' con la famosa actriz Rachel Welch) le tildó en ocasiones de ser muy poco profesional y por ello, en marzo de 1974, el entrenador Dave Sexton, con quien tuvo varios 'encontronazos' decidió venderlo al Southampton FC por 250.000 libras, todo un dineral para la época. Con 'The Saints' vivió el descenso a la Second Division en su primera temporada, aunque ganaría nuevamente la FA Cup en la temporada 1975-76 al vencer (1-0) al Manchester United FC. Un año después fue cedido al Norwich City FC, con los que apenas jugó tres partidos, para volver al Sur de Inglaterra al finalizar la temporada.

A principios de 1978 hizo las maletas y se fue a la emergente North American Soccer League de los Estados Unidos donde jugó para los Philadelphia Fury, equipo que contó en sus filas con los también ingleses Alan Ball y Colin Waldron, o los irlandeses Johnny Giles, Pierce O'Leary y John Dempsey. El paso de Osgood por la NASL fue más que decepcionante y tan solo anotó un gol en 22 encuentros por lo que decidió hacer, nuevamente, las maletas para regresar a Londres.

Cuatro años después de su salida, volvía a Stamford Bridge para salvar a un Chelsea en bancarrota y al borde del descenso. En su regreso volvía a anotar para poner su equipo delante, aunque aquella tarde el Chelsea perdería (7-2) ante el Middlesbrough FC. El regreso de Osgood cambió muy poco la suerte del club, el equipo quedó último y descendió con sólo 5 victorias y 27 derrotas, convirtiéndose en una de las épocas más oscuras del Chelsea. Osgood jugó un solo partido en la Second Division, ya que no contaba mucho para el nuevo entrenador Geoff Hurst, por lo que puso punto y final a su carrera en diciembre de 1979.

Internacional con Inglaterra, debutó de la mano de Alf Ramsey, el 25 de febrero de 1970, en un encuentro amistoso ante la selección de Bélgica que finalizó con marcador de 3-1 a favor de los ingleses. Ramsey pensó en él para el Mundial de Inglaterra'66, incluyéndolo en una pre-selección, aunque finalmente lo dejó fuera en beneficio de estrellas más consolidadas. Si jugó dos partidos (saliendo como reserva) en el Mundial de México'70 ante las selecciones de Rumanía y Checoslovaquia. Con los 'pross' jugó tan solo en cuatro ocasiones, sin haber marcado un solo gol.

Tras su retirada, comenzó a trabajar dando charlas y conferencias, y a hacer de comentarista deportivo en televisión. También mantenía vínculos corporativos con el Chelsea, y una página web en la que comentaba los partidos de su club de siempre. Genio y figura, Osgood jamás escondió la realidad que vivía fuera de los terrenos de juego: "Mi vida me encanta. Conduzco un coche de carreras, apuesto lo que me da la gana, tengo todas las chicas guapas que quiero y me bebo una botella de vodka al día. Encima, me pagan por jugar al fútbol, y la gente me quiere. ¿Qué más puedo pedir?". Aquel endiablado estilo de vida le cobró factura con el paso de los años, dicen que envejeció prematuramente y que perdió todo el glamour que le había llevado a convertirse en leyenda dentro y fuera de los terrenos de juego. 'Ossie' falleció, víctima de un ataque al corazón, el 1 de marzo de 2006. Sus cenizas fueron enterradas, en una ceremonia a la que asistieron más de 2.000 seguidores 'blues', bajo el césped de Stamford Bridge, bajo el área del Shed End. Una buena prueba de lo que Osgood significó para el club de Fulham Road. Cuatro años después de su muerte, el 2 de octubre de 2010, el club descubría una estatua en su honor a las puertas del estadio, junto al West Stand. Osgood quedaba para siempre como un testigo perenne de los éxitos del club.

05 junio 2014

La 'extraña' camiseta azul de Argentina en 1986

Hoy traemos una curiosa historia cuyo protagonista es la camiseta que lució Argentina contra Inglaterra en el Mundial de México'86. Y es que las camisetas también son historia viva de los Mundiales. Son la vestimenta para la gala de esta fiesta del fútbol. Hoy no existe la improvisación, nadie olvida una camiseta alternativa y de antemano se sabe con qué colores se juega. Ahí están los nuevos modelos, esos que serán expuestos en todas las tiendas, listos para ser lucidos a todo el mundo. De todos modos, nada indica que no sigan apareciendo hermosas historias con las camisetas de las selecciones.

México organizó el Mundial de 1986, y por aquel entonces la mayoría de las selecciones estaban preocupadas por cómo el calor y la humedad iban a afectar a los jugadores. Argentina llevó camisetas con una tela más liviana y con agujeritos (las Air-Tech) pero sólo en la titular, la celeste y blanca. Ante Uruguay, en los octavos de final, jugó con la segunda equipación, una azul de algodón, y Carlos Bilardo fue rotundo: No se podía volver a jugar con aquella 'armadura'. Combatir la altura y el calor era una prioridad en la hoja de ruta del entrenador bonaerense, que incluso le pidió a los jugadores que llegaran a México con dos kilos de sobrepeso porque, decía, la altitud se los quitaría durante el torneo (ya en el Mundial, Bilardo pasaba por las habitaciones de los futbolistas con bandejas de sándwiches sin preocuparse por los extras de grasas, hidratos o azúcares).

La FIFA ya había informado a la delegación argentina, que en los cuartos de final ante Inglaterra había que utilizar nuevamente la equipación azul, así que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) solicitó a Patricio D'Onofrio, representante de Le Coq Sportif (marca francesa que patrocinó a la selección 'albiceleste' entre 1980 y 1989), que fabricara de manera urgente un modelo con una tela similar a la de la primera equipación. "Imposible con tan poco tiempo", fue la respuesta que recibieron.

A solo tres días del partido, Bilardo (terco como pocos) le ordenó a Rubén Moschella, gerente administrativo de la AFA, que recorriese las tiendas de deportes del Distrito Federal para buscar camisetas azules de la marca gala que fueran de su agrado. Tras horas de búsqueda, Moschella regresó al hotel de concentración con dos modelos. Bilardo, junto a su ayudante técnico, Carlos Pachamé, y el utillero Tito Benrós las pesaron pero no se decidieron, hasta que Maradona entró en escena. El diez argentino pasó por el lugar y el técnico le pidió consejo. Diego las miró, las palpó y sentenció: "Qué linda ésta. Con esta camiseta le ganamos a Inglaterra, Carlos".

Moschella volvió a la tienda y compró 38 unidades para los 19 jugadores de campo: una para cada tiempo. Un diseñador del Club América bocetó de urgencia el escudo de la AFA (delineó un trazado bastante parecido al original, aunque con las prisas omitió los laureles que circundan las siglas de la AFA). Entonces fue cuando entraron en acción las bordadoras del 'club crema', que cosieron los parches del escudo recién hecho. Sólo faltaban los números, y ante la urgencia, se consiguieron unos plateados de fútbol americano, que fueron planchados en las nuevas camisetas. 

La camiseta elegida por Diego Armando Maradona ya estaba lista, y el diez se preparaba para jugar el partido ante los ingleses. Horas después, Maradona hacía historia con 'la Mano de Dios', con uno de los mejores goles de la historia de los Mundiales y vistiendo una camiseta con dos tonos de azul, comprada de urgencia por Moschella en una tienda olvidada de la capital mexicana.

Reconstruir el camino que siguieron esas camisetas después del partido es imposible, aunque de algunas se sabe su destino, en especial las dos de Maradona. Una la sigue guardando el jugador en su colección personal, mientras que la otra, la que vistió en el segundo tiempo y que en definitiva es la más valiosa, se exhibe en el National Football Museum de Manchester. Fue cedida por Stephen Hodge, un ex-futbolista inglés, que jugaba como centrocampista y que tras el partido intercambió su camiseta con la de Maradona. Tras tenerla varios años en su casa y luego en un banco (por su alto valor económico), Hodge la cedió al Museo.

23 mayo 2014

Pase lo que pase, será... una final histórica

Lisboa acogerá en poco más de 24 horas un evento histórico para el fútbol español. Vivir un Real Madrid - Atlético de Madrid, un derbi madrileño, en una final de la Champions League, es algo que no soñó nadie, ni el más optimista en el mejor de sus sueños. Aquel enfrentamiento de 1959 en semifinales queda tan remoto, que nadie ahora hubiese apostado por una final madrileña. Y es que por primera vez, dos equipos de una misma ciudad se van a batir por conquistar el título más importante del mundo a nivel de clubes.

Mientras los blancos llegan tras tirar la competición local en un sprint hasta la meta en el que todos los perseguidores del líder han pinchado, los rojiblancos acuden a esta final con la sensación de haber logrado el objetivo de la temporada. Han conseguido terminar con el 'duopolio' de los dos gigantes del fútbol español en el campeonato nacional, algo que muy pocos podían predecir a principio de temporada. 

Y es que nadie hubiese apostado por el Atlético de Madrid al comenzar la presente campaña, ni como ganador de la competición de la regularidad, ni como finalista en el máximo torneo continental a nivel de clubes. Pese a conseguir el título liguero, tampoco parten como favoritos en la gran final de la Champions League (por lo menos para las casas de apuestas). 

Son muchos los años que llevan esperando los blancos para levantar 'la décima', pero todavía más tiempo han tenido que aguantar los colchoneros para llegar de nuevo al último encuentro de la máxima competición europea a nivel de clubes, en concreto, 40 años de espera. El Atlético de Madrid lleva tantas temporadas sin pisar estas tierras que sus aficionados están dispuestos a cualquier cosa con tal de conseguir una entrada para el evento, pero finalmente tan solo unos pocos (en comparación con la cantidad de personas que querían un ticket para este evento) han conseguido billete para Lisboa.

Y es que el jugador 'número 12' ha sido vital para el conjunto rojiblanco esta temporada. Una afición tremendamente ilusionada y arengada "partido a partido" por el Cholo ha llegado a creer en un sueño que finalmente se puede hacer realidad. Está previsto que miles de hinchas de ambos equipos acudan a la capital de Portugal sin entrada con la esperanza de encontrar una en el último momento o bien vivir en los alrededores del estadio el partido. El Real Madrid tratará de despertar de una vez por todas a su eterno rival en un encuentro que, si nadie lo estropea, será la gran fiesta del fútbol español.

En el aspecto meramente futbolístico, el Atlético de Madrid tratará de no dejar pasar la inercia de la ola y llegar hasta la orilla con otro título. El Real Madrid, por su parte, deberá igualar, al menos, la intensidad con la que juegan los rojiblancos, su mejor arma, sin duda. Si el conjunto de Ancelotti consigue llegar al mismo nivel de intensidad del Atleti, tendrá mucho tramo recorrido para ganar la final. Entonces es donde tendrán que aparecer los Ronaldo, Bale y compañía. Porque a poco que el Madrid no llegue al nivel del Atleti, éste comenzará a morder, como ya mordió el sábado pasado en Barcelona en el final de la Liga.

04 abril 2014

La casa de los líos

El FC Barcelona, en el último año, está generando más noticias extradeportivas que las estrictamente vinculadas al brillante juego del equipo en temporadas pasadas. Los problemas de Messi con la Agencia Tributaria o el polémico coste (todavía sin determinar) del fichaje de Neymar, que ha acabado con la presidencia de Sandro Rosell y que actualmente investiga el juez Ruz, están cuestionando un modelo de institución que presumía de modélico.

Pero además, la actual junta directiva, también está recibiendo fuertes críticas por la futura remodelación del Camp Nou que se quiere llevar a cabo y que someterá mañana sábado en referéndum ante sus socios. Unos socios que durante la temporada han sufrido por el devenir deportivo del equipo, y que no acaban de confiar en 'el Tata' Martino.

Ahora, la Comisión Disciplinaria de la FIFA, ha decidido sancionar al club azulgrana por infracciones relativas a la transferencia internacional y la inscripción de jugadores menores de 18 años. Por tanto, el FC Barcelona no podría incorporar jugadores en los dos próximos periodos de fichajes (junio de 2014 y enero de 2015) y deberá pagar una multa de 370.000 euros.

La sanción ha sido impuesta tras las investigación emprendida por la FIFA en la que se constató que el Barcelona habría incumplido el art. 19 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores. Según este artículo, "las transferencias internacionales de jugadores sólo se permiten cuando el jugador tiene más de 18 años". No obstante, este mismo artículo establece que "los traspasos internacionales de menores están permitidos exclusivamente en tres supuestos (previa evaluación del caso por parte de la subcomisión de la Comisión del Estatuto del Jugador): que los padres cambien de domicilio al país del nuevo club por razones que no sean relacionadas con el fútbol; que el jugador tenga entre 16 y 18 años si el traspaso es dentro de la Unión Europea; o que el jugador viva a menos de 50 kilómetros de la frontera de otra federación y el club que le ficha está a menos de la misma distancia".

Razones todas ellas que no cumplía Lee Seung-Woo, jugador coreano cuyo caso es el origen de la sanción de la FIFA al Barcelona. El pasado año, la FIFA ya prohibió al Barça la alineación del jovencísimo jugador, considerado la 'perla' de la cantera azulgrana, que acaba de hacer 16 años, y al que el conjunto catalán fichó después de un torneo sub-14 en 2011. Al igual que este jugador, la FIFA ha detectado irregularidades en el caso de otros nueve jugadores de la cantera del Barcelona: Tres compatriotas de Lee, Paik Seung-Ho, Chan Kyul Hee y Jang Gyeolhee, el holandés (de origen nigeriano) Bobby Adekanye, el francés Theo Chendri, el colombiano Giancarlo Poveda, el argentino Maxi Rolón y los cameruneses Patrice Sousia y Andrei Onana.

Incluso, Laureano Ruiz, veterano técnico cántabro, considerado como uno de los pilares del 'modelo Barça', considera acertada la decisión de la FIFA. "Hay que poner un límite. El Barça tiene media docena de chavales con once o doce años que no pueden jugar por este motivo, cuando de cara a la formación lo primordial es jugar partidos... Sí que ficharía a un jugador de otro país o ciudad si tiene 16 años o más, nunca antes. Lo que no veo de ninguna manera es que se lleven a chicos de once o doce años".

Es más que probable, que al final la sanción se quede en nada, ya que existe el precedente del Chelsea FC, que en 2010 recurrió al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) que dejó sin efecto la sanción que le impuso la FIFA por el fichaje, en 2007, del delantero francés Gaël Kakuta, cuando éste apenas contaba con 16 años. Pero, si finalmente la sanción se hace efectiva, la secretaría técnica del Barça no podrá comprar, aunque sí vender. Así mismo, dicha sanción no afectaría a la vuelta de los jugadores cedidos por el club azulgrana, o cualquier decisión que pudiera tomar el club en cuanto al futuro de su actual entrenador.

05 marzo 2014

Tah, un muro para la zaga del Hamburgo

La notable campaña que está firmando nuestro protagonista de hoy no ha pasado desapercibida para los grandes clubes de la Premier League. A pasar de haber cumplido tan solo 18 años, Jonathan Tah ya ha sido capaz de erigirse en uno de los grandes sustentos defensivos del Hamburgo, conjunto que esta temporada se está viendo sometido a la enorme presión que ejercen los puestos de descenso.

Jonathan Glao Tah nació el 11 de febrero de 1996 en Freie und Hansestadt Hamburg (Alemania). Descendiente de emigrantes de Costa de Marfil, empezó a jugar en dos clubs modestos y con tradición como son el SC Concordia von 1907 y el Altonaer FC von 1893. Precisamente en este último equipo fue donde un ojeador del Hamburger SV lo descubrió y lo fichó, con apenas 13 años, para sus categorías inferiores, las cuales ha recorrido a la velocidad de la luz para llegar y quedarse en el primer equipo.

Ante la plaga de lesiones que asolaron a los 'hanseáticos' a comienzos de esta temporada, Thorsten Fink apostó por el jovencísimo defensa y lo subió al primer equipo. Las sensaciones mostradas fueron tan esperanzadoras que Bert van Marwijk le consolidó en el once inicial tras suplir al ex técnico del Basilea en el banquillo el pasado mes de septiembre. El holandés le dio la batuta del equipo nada más llegar, y su brutal irrupción ha sido de las mejores noticias que tiene el HSV esta temporada. Es un caso aparte, el defensa que más ha sobresalido a pesar de la mala temporada que está realizando el equipo. Durante los 15 partidos que ha jugado esta temporada, ha formado un extraordinario tandem en el eje de la zaga 'Die Rothosen' con el internacional suizo Johan Djorou, que, como él, tiene ancestros en Costa de Marfil. Los dos tienen un truco, que utilizan mucho, que es hablar entre ellos en francés para que en el campo, ya que la mayoría de rivales en la Bundesliga no les entienden.

Con el equipo peleando por evitar los puesto de descenso, la directiva 'hanseática' decidió hacer, nuevamente, cambios en el banquillo, sustituyendo al ex seleccionador holandés por Mirko Slomka. La llegada de Slomka al banquillo del Imtech Arena es toda una incógnita, y ahora falta ver como reacciona el ex técnico de Schalke 04 y Hannover 96, si continúa confiando en el joven zaguero o prefiere apostar por jugadores más veteranos vistos los problemas de clasificación del Hamburgo.

Tah es un defensa central de gran presencia física (192 cm y 90 kg) aunque no por ello exento de agilidad para neutralizar los recortes del atacante. Contundente en el cruce, en ocasiones le penaliza su impetuosidad juvenil. Es un auténtico frontón en los envíos aéreos frontales, es difícil de superar a base de testarazos por su gran colocación para defender centros laterales y no se amilana en las jugadas ofensivas a balón parado. Posee un valor añadido que le hace diferente: le gusta salir con el balón controlado y tiene una estadística con muy pocos pases fallidos. Aún por pulir respecto a la ubicación de sus despejes, su rostro aniñado no oculta una incipiente capacidad de liderazgo. Un proyecto de mariscal con muchas asperezas por limar.

Internacional con las selecciones sub-16 y sub-17 (con la que participó en la Ronda Élite del Europeo de 2013) de Alemania, ya ha declarado en más de una ocasión que no tiene ningún interés en jugar con 'Les Éléphants' de Costa de Marfil. De hecho, no es descartable que, en breve, de el salto a la sub-21 que entrena el ex jugador del Hamburgo, Horst Hrubesch. Y es más que previsible que Joachim Löw (quien sigue muy de cerca las evoluciones del joven central) le de alguna oportunidad en la 'Mannschaft', aunque no es probable que sea antes del próximo Mundial de Brasil.

La gran temporada que está realizando el jovencísimo zaguero no ha pasado desapercibida para los grandes clubes europeos. El 'Daily Mail' asegura que ojeadores de Liverpool, Manchester City, Manchester United, Arsenal y Chelsea se han desplazado con frecuencia hasta tierras germanas para seguir sus evoluciones. FC Barcelona y Real Madrid podrían interesarse también por su situación. Tal vez por el interés que suscita su hijo, el padre del jugador (todo un personaje) acaba de arremeter duramente contra su agente, y ha entablado un pleito con el Hamburgo ante FIFA porque considera que es ilegal el contrato que firmó su hijo por cinco temporadas, antes de cumplir los 18 años.