Volvemos a los años 80 para recordar a un jugador que fue pieza clave del mítico 'Dream Team' de Johan Cruyff. Beguiristain era el paradigma de jugador inteligente que destacaba por su habilidad. Era un maestro en el uno contra uno, una jugada que ejecutaba a la perfección y que a menudo finalizaba con precisos centros o potentes remates.
Aitor Beguiristain Múgica nació el 12 de agosto de 1964 en Olaberría, pequeño municipio de la provincia de Guipúzcoa (España). Comenzó a jugar en el equipo de su pueblo natal, pero pronto empezó a destacar y fue al CD Segura, de más entidad. Ingresó en la Real Sociedad de San Sebastián en 1980, a los 16 años de edad. Empezó jugando en el filial 'txuri-urdin', el Sanse, pero en el inicio de la temporada 1982-83 es ascendido al primer equipo por el técnico eibarrés Alberto Ormaetxea, quien tenía una larga lista de jugadores lesionados en el conjunto 'erreala'. Eran buenos tiempos para la Real y lo suyo fue llegar y besar el santo, ya que un mes después de subir al primer equipo y debutar, jugó el partido de vuelta de la Supercopa ante el Real Madrid y ganaba su primer título. Tras esa primera temporada en la que apenas jugó 16 partidos de Liga, siendo suplente habitualmente, Beguiristain se afianzó y consolidó en el primer equipo.
Las cuatro siguientes temporadas fueron irregulares, aunque la clasificación en Liga no era mala. Pero en la temporada 1986-87, mientras en la Liga la Real quedaba en octavo lugar, se proclamaban campeones de la Copa del Rey tras una taquicárdica tanda de penaltis frente al Atlético de Madrid. La siguiente temporada fue la de los subcampeonatos de Liga y Copa. Curiosamente, su último partido con la Real fue aquella final de Copa que el conjunto donostiarra perdió (0-1) ante el FC Barcelona, el club por el que ficharía la temporada siguiente junto a José Mari Bakero y López Rekarte y cuya participación en competiciones europeas dependía, precisamente, del triunfo en dicha final, motivo por el cual la actuación de los tres jugadores en el partido siempre ha sido cuestionada por buena parte de la afición realista.
Tras el famoso 'motín del Hesperia' las consecuencias no se hicieron esperar y José Luis Núñez, presidente del FC Barcelona, inició una 'operación salida' sin precedentes en la historia reciente del barcelonismo. Un total de 14 futbolistas y el hasta entonces entrenador, Luis Aragonés, abandonaron el club, por lo que los 'azulgranas' iniciaban un nuevo proyecto con Johan Cruyff como técnico, que aterrizaría junto a un total de once jugadores entre los que destacaban los tres jugadores de la Real Sociedad. Siempre se rumoreó que estos jugadores (además de Zubizarreta, Julio Salinas y Goikoetxea) no fueron petición del técnico holandés, sino de Javier Clemente, que en principio había sido el escogido para dirigir el banquillo del Camp Nou. Sea como fuere, lo cierto es que Beguiristain y Bakero, pronto se convirtieron en piezas básicas del proyecto de Cruyff, que construiría el mejor Barcelona que se había visto hasta entonces. Empezó jugando como extremo izquierdo, posición en la que había destacado en la Real Sociedad. Pero con la evolución que experimentaron los planteamientos del holandés, acabó jugando en cualquiera de las posiciones de ataque o como mediapunta. Hasta la llegada de Romario, los 'azulgranas' no jugaban con un delantero centro estático. Los puntas iban rotando constantemente de posición, despistando a los defensores rivales, y buscando los espacios entre líneas. Y ese planteamiento ayudó a 'Txiki' a exhibir sus mejores cualidades, lo que unido a su extrovertido carácter y simpatía, y el hecho de esforzarse en aprender y hablar en catalán, lo convirtió en uno de los preferidos de la afición.
Beguiristain permaneció siete temporadas en aquel inolvidable 'Dream Team' de Cruyff, acumulando una auténtica colección de títulos. Ganó 4 Ligas consecutivas (1990-91, 1991-92, 1992-93 y 1993-94), 1 Copa del Rey (1989-90), 3 Supercopas de España (1991, 1992 y 1994), 1 Recopa de Europa (1988-89), 1 Copa de Europa (1991-92) y 1 Supercopa de Europa (1992). Aunque siempre le quedó la 'espina' de ver desde el banquillo aquella mítica final en el londinense estadio de Wembley. Tras la humillante derrota (4-0) en la final de la Liga de Campeones ante el AC Milan de Fabio Capello, el Barcelona inició una renovación de la plantilla que afectó a Txiki un año después. El club le dio la baja en 1995, poniendo fin a su etapa como jugador 'azulgrana'.
Con la carta de libertad en el bolsillo, Beguiristain estuvo a punto de fichar por el Athletic Club de Bilbao, aunque finalmente se decantó por el RC Deportivo de La Coruña, que ya se había convertido en uno de los grandes del fútbol español y cuyo entrenador era entonces el galés John Benjamin Toshack, antiguo entrenador suyo en la Real Sociedad, con el que mantenía una excelente relación. Permaneció dos temporadas en el conjunto gallego (1995-96 y 1996-97), con desigual participación en el equipo. El primer año fue titular indiscutible, disputó 33 partidos de Liga y marcó dos goles. Pero el Deportivo, a pesar de que había armado un equipo para intentar ser campeón, no tuvo los resultados que esperaba y acabó en novena posición, lejos de las plazas europeas. El segundo año fue mucho peor para 'Txiki' que no contó para el técnico brasileño Carlos Alberto Silva (sólo disputó 10 partidos de Liga), aunque el equipo acabó tercero en la Liga.
En el verano de 1997, Beguiristain hizo las maletas y, después de valorar la posibilidad de jugar en México o Estados Unidos, escogió el Urawa Reds Diamonds de la emergente J-League japonesa porque según sus propias palabras "era la mejor oferta económica y además el equipo estaba cerca de Tokio". En el equipo de la prefectura de Saitama jugó dos temporadas y media (disputando un total de 76 partidos en los que marcó 19 goles), hasta que sus problemas de espalda lo hicieron finalizar su carrera deportiva en diciembre de 1999, después de que el equipo de la Mitsubishi descendiera a la J-League Division 2.
Internacional por España, jugó con las selecciones sub-21 y sub-23. Debutó en un amistoso el 24 de febrero de 1988 frente a Checoslovaquia en el Estadio La Rosaleda de Málaga, con Miguel Muñoz como seleccionador. Jugó un total de 22 partidos en los que marcó 6 goles. Participó en la Eurocopa de Alemania'88 y en el Mundial de 1994 en Estados Unidos. Precisamente en este Mundial jugó su último partido. Fue el 2 de julio de 1994 frente a Suiza en los octavos de final, que ganó el combinado español por (3-0), y en el que Beguiristain marcó el tercer gol.
Tras su retirada dio el salto a los despachos del club 'azulgrana'. Formó parte de la candidatura de Lluis Bassat en 1999, que salió derrotada por Joan Gaspart. Y en 2003, de nuevo, se presentó esta vez con Joan Laporta que decidió contar con él y ofrecerle el cargo de director deportivo. Con él, tras apostar por Rijkaard y posteriormente por su ex compañero Guardiola como entrenadores, el Barça inició una etapa exitosa (bajo su dirección el equipo levantó 2 Copas de Europa, 4 Ligas y 1 Copa del Rey), pero en 2010, al finalizar el mandato de Laporta decidió poner fin a su etapa en el club. En octubre de 2012, en un intento de reeditar los éxitos del Barça, el Manchester City anunciaba su contratación como director deportivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario