Sede de dos Mundiales y considerado por la prensa inglesa como el mejor estadio de fútbol del mundo, la casa del Borussia Dortmund ha visto crecer a un equipo que jugó 26 años encima de una bomba de la Segunda Guerra Mundial. Su belleza arquitectónica no le quita protagonismo histórico a este emblemático estadio, convertido en todo un símbolo para la ciudad. Ésta es 'la casa de la ópera' del fútbol alemán, como popularmente se conoce al Westfalenstadion, el campo que más colorido le da a la Bundesliga.
La historia del estadio comenzó el 5 de abril de 1965, cuando después de cuatro largos años de discusiones sobre las obras de remodelación del viejo Stadion Rote Erde (de propiedad municipal), el Comité de Finanzas de la ciudad de Dortmund se decidió a no realizar más ampliaciones y construir un nuevo estadio en los terrenos adyacentes al viejo campo. La necesidad de un nuevo y más moderno estadio se hizo patente en 1966 cuando el Borussia se convertía en el primer equipo alemán en ganar un título europeo al imponerse al Liverpool de Bill Shankly en la final de la Recopa de Europa. Además, ese mismo año, se conocía la designación de la República Federal de Alemania como país organizador del Mundial de 1974.
Sin embargo, el proyecto consiguió su impulso decisivo a principios de 1970 cuando la ciudad de Colonia rechazó la construcción de un nuevo estadio (las ciudades de Westfalia elegidas como sedes mundialistas eran Gelsenkirchen, Düsseldorf y Colonia), por lo que a Dortmund se le daba vía libre para la construcción de un estadio que pudiera ser sede del Mundial cuatro años más tarde. Los fondos federales, sin los que el Ayuntamiento hubiera podido llevar a cabo las obras, pasan a la ciudad de Dortmund. Al ser una cantidad pequeña para el proyecto inicialmente planteado, se decide construir un estadio exclusivo para el fútbol (el proyecto para Colonia incluía una pista de atletismo alrededor del terreno de juego) con unas 54.000 localidades. El proyecto fue encargado a Ulrich Drahtler de la empresa Planungsgruppe Drahtler, quienes construyeron el estadio en tres años usando elementos de hormigón prefabricados y con un coste total de 31,7 millones de marcos.
El estadio se inauguró el 2 de abril de 1974 en un partido amistoso entre el Borussia Dortmund y el Schalke 04, partido que el Ayuntamiento de la ciudad quiso que fuera a beneficio de los vecinos de Dortmund, una zona tradicionalmente deprimida económicamente. El partido lo ganó el cuadro de Gelsenkirchen por 3-0, aunque el honor del primer gol marcado en el estadio recae sobre Margret Schäferhoff, jugadora de 17 años del TBV Dortmund Mengede 08 y que se enfrentaron al VfB Waltrop en los prolegómenos del partido principal de la jornada inaugural. El primer partido oficial fue tan solo cinco días después de su inauguración, el 7 de abril, y enfrentó al equipo local, el Borussia Dortmund y el Bayer Uerdingen. Tan sólo unos días después, el 17 de abril, el Westfalenstadion acoge su primer partido internacional, un amistoso de la selección de Alemania Occidental contra Hungría, donde los germanos se impusieron (5-0) al conjunto magyar. Debido a que en aquella época el equipo se encontraba en la Segunda División, el primer partido de la Bundesliga disputado en el Westfalenstadion fue 2 años después, el 2 de abril de 1976 entre el VfL Bochum (que actuó como local durante la construcción del Ruhrstadion y se trasladó aquí en abril de 1976) y el FC Schalke 04. El primer goleador en un partido de Bundesliga fue Erwin Kremers delantero de los 'Königsblauen'.
Para la cita mundialista, el Westfalenstadion fue testigo del 'fútbol total' desplegado por la 'Naranja Mecánica' de los Cruyff, Neeskens, de Jong, Krol, Rensenbrink y compañía. Acogió tres partidos de la Primera Ronda (Escocia-Zaire, Holanda-Suecia y Holanda-Bulgaria). Además en sus instalaciones se jugó el Holanda-Brasil de la Segunda Ronda, que resultó decisivo para el pase a la final del conjunto de Rinus Michels.
Después de la tragedia de Hillsborough, la FIFA obliga a todos los estadios a cumplir las nuevas normativas que no permiten que los espectadores estén de pie, por lo que en 1992 la capacidad del Westfalenstadion queda reducida a 42.000 espectadores. Por ello, en 1996 se lleva a cabo una primera fase de reconstrucción. El objetivo era aumentar la capacidad y la altura añadiendo un nuevo piso en los graderíos. El arquitecto que proyecta la reforma es el propio Drahtler quien junto con el ingeniero Gustav Schulze amplían sus dos gradas principales con una segunda bandeja, recuperando la capacidad original de 54.000 espectadores. Además en la Tribuna Oeste se establece la zona VIP.
En la temporada 1996-97, fue el hogar de uno de los mejores planteles que se recuerdan del Borussia Dortmund. Aquella temporada ganaron la Champions League ante la Juventus y más tarde la Intercontinental ante el Cruzeiro brasileño. En ese equipo de ensueño había figuras como el portero Stefan Klos, Matthias Sammer, el delantero suizo Stephan Chapuisat, y como no, el gran Andreas Möller. Ante la demanda de los aficionados se decide ampliar nuevamente el estadio para llegar a los 68.000 espectadores. En esta nueva remodelación se amplía su famosa y espectacular Südtribüne (Tribuna Sur), un fondo uniforme, sin palcos y en pendiente que acoge 25.500 localidades de pie, ostentando el honor de ser la mayor tribuna de pie del mundo. Desde ahí, los seguidores más fanáticos apoyan al Borussia con sus bufandas amarillas al viento y voz en grito creando una atmósfera muy similar a la de 'The Kop' en Anfield. Es el famoso Muro Amarillo. Dicen los que han visitado alguna vez este estadio que sus cimientos vibran cuando la afición local se abraza y comienza a saltar.
Nuevamente, en el año 2000, Alemania es designada como país organizador de la Copa del Mundo para su edición de 2006. El Westfalenstadion debía tener una importancia grande en la organización del torneo, pero al convertir las localidades de pie a asientos, el estadio perdía cerca de 20.000 localidades, por lo que se decidió hacer una última remodelación. El proyecto es adjudicado a los arquitectos Matthias Schröder y Ralf Schulte-Ladbeck, cuyo diseño estructural fue realizado por la empresa de ingeniería Berger & Berger. Se cierran las esquinas del estadio, que hasta ese momento estaban abiertas, y se reestructura el techo para ser soportado en voladizo por una estructura externa de acero, similar a la de Old Trafford. Este voladizo esta soportado por ocho pilares de sujeción exteriores de color amarillo brillante, y que con 62 metros de altura son visibles desde muchos puntos de la ciudad y resaltan en un entorno paisajístico verde con pocas edificaciones a su alrededor. Se coloca, además, un sistema de calefacción bajo el terreno de juego. Así mismo se colocan 4 pantallas gigantes en las esquinas, y una pequeña pantalla sobre la grada norte. Como curiosidad, durante el curso de estas obras se encontró a sólo un metro de profundidad y justo debajo de la línea de medio campo una bomba de 450 kg que estaba ahí desde la II Guerra Mundial, cuando la RAF británica bombardeó las principales ciudades industriales alemanas. Por supuesto hubo que desalojar no sólo el estadio, sino todos los edificios de alrededor, aunque se pudo sacar de allí sin causar daños.
El Westfalenstadion ha acogido importantes partidos a nivel continental, como la final de la Copa de la UEFA de 2001 que enfrentaba al Liverpool inglés y al Deportivo Alavés (aquel gran 'Euro-Alavés' apodado 'La pantera rosa' por el color de su equipación). El partido terminó en tablas con goles de Babbel, Gerrard, McAllister y Fowler por parte inglesa, y de Iván Alonso, Javi Moreno (en dos ocasiones) y Jordi Cruyff por el lado español. La prórroga fue un ejercicio agónico por parte de los vitorianos, sobre todo tras las expulsiones de Magno y Karmona. Cuando el partido parecía condenado a los penaltis, una falta botada sobre el área del Alavés la cabeceaba Delfí Geli involuntariamente al fondo de su portería haciendo pedazos los sueños europeos del conjunto (aquel día) azul y oro.
En 2002 el Borussia Dortmund se convirtió en propietario del estadio hasta entonces en manos municipales. Además compraron una parcela colindante en la que se construyó un aparcamiento de capacidad para 1.000 vehículos. Durante el verano de 2005 la empresa Planungsgruppe Drahtler realizó una serie de remodelaciones para dar los últimos retoques al estadio de cara al Mundial. Se instalaron los sistemas de acceso electrónico, se adecuaron las zonas para discapacitados y las zonas VIP, se renovaron y modernizaron los vestuarios y las instalaciones médicas, y se construyeron a unos 15 metros por debajo de la grada norte una pequeña comisaría con dos calabozos con capacidad para 130 personas cada uno. Debido a estas obras se eliminaron 1.500 asientos por lo que la capacidad del estadio quedó en 81.264 espectadores. Terminada estas reformas, el estadio se convierte en el estadio más grande de Alemania y el sexto estadio más grande de Europa por lo que la UEFA lo declara como categoría 'élite', pudiendo albergar finales, tanto de la Champions League como de la Europa League. El 1 de diciembre de ese mismo año, la Westfalenstadion Dortmund GmbH vendió los derechos del nombre del estadio a la empresa de seguros Signal Iduna, por lo que el estadio pasó a llamarse (y hasta 2021) Signal Iduna Park. Esta decisión causó división en los aficionados 'Schwarzgelben' quienes por un lado veían una seguridad financiera de cara al futuro, pero por otro lado, representaba una ruptura con la tradición.
Para la cita mundialista de 2006, en este estadio se disputaron 4 de los 48 partidos de la primera fase (Alemania-Polonia, Trinidad y Tobago-Suecia, Japón-Brasil y Togo-Suiza). Además se jugó el Brasil-Ghana de los octavos de final, y la agónica semifinal que enfrentó al conjunto anfitrión con Italia, donde la 'Azurra' de Marcello Lippi, a la postre campeones del torneo, se deshizo en la prórroga (0-2) del conjunto de Jürgen Klinsmann. Por cierto, durante el transcurso del torneo el estadio cambió temporalmente su nombre por el de FIFA Weltmeisterschaft-Stadion Dortmund (Estadio de la Copa Mundial de la FIFA de Dortmund) debido a que el máximo estamento futbolístico no permite que ningún estadio lleve el nombre de algún patrocinador durante sus torneos.
Tras el Mundial han sido varias las reformas y mejoras que se le han realizado, destacando la Fan Shop en la esquina noreste de August-Lenz-Haus, y que desde su creación en 1993 había albergado la sede de la gerencia del club y al Comité Organizador del Mundial en Dortmund. La esquina noreste también acoge desde 2008 el 'Borusseum', un museo que recorre la historia del Borussia Dortmund, y que fue financiado en su totalidad por donaciones. En 2011 la empresa Q-Cells instaló en el techo de la Tribuna Norte un sistema de paneles fotovoltaicos representando el escudo del club con lo que conceden al estadio una producción anual de energia de 924.000 kWh aproximadamente.
Una vez termine la actual temporada, el Borussia prevé hacer una nueva inversión en el Westfalenstadion. El objetivo es dotar con nuevos controles de acceso a la grada norte ya que son habituales las aglomeraciones a la hora de entrar al estadio. Al mismo tiempo se pretende construir una nueva tienda en el sector norte, ya que la actual de 600 metros cuadrados construida en el 2007, se ha quedado pequeña, se calcula que en los días de partido, unas 10.000 personas suelen acudir a la tienda, y se quiere dotar de una superficie más amplia a tal efecto por lo que se espera que todo esté acabado para después del verano.
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