Todo comenzó hace cuatro años en el Ernst Happel Stadion de Viena donde nos proclamamos campeones de Europa tras vencer a Alemania. Muy lejos quedaba el título logrado en 1964 ante la Unión Soviética con goles de Pereda y Marcelino, y era la primera vez que la mayoría de nosotros veía a España en lo más alto. El sueño siguió dos años después, en el Soccer City de Johannesburgo, donde ganábamos a Holanda en la final del Mundial con el agónico gol de Iniesta, consiguiendo así lo que tantos habíamos soñado y nunca creímos poder ver. Habíamos llegado a lo más alto futbolísticamente hablando, y la 'Generación de Oro', los Casillas, Albiol, Marchena, Puyol, Iniesta, Villa, Xavi, Torres, Fàbregas, Capdevila, Alonso, Ramos, Arbeloa, Silva y Reina, se convirtió en historia viva del fútbol al encadenar dos campeonatos seguidos de primer nivel. No se podía pedir más...
El cuento no se acababa ahí, y llegamos a la Eurocopa de Polonia y Ucrania con el único reto de ser la primera selección capaz de ganar tres grandes campeonatos seguidos. Nadie lo había conseguido nunca, ni brasileños, ni alemanes, ni argentinos, ni franceses o italianos. Pero a la selección de Del Bosque le exigíamos ganar, y no de cualquier manera, también exigíamos que su fútbol fuera vistoso y divertido, todo al mismo tiempo. Y lo hicimos de esa manera tan española de arrojar la 'mierda' contra nuestros triunfadores, nunca nos pareció suficiente lo mucho que nos ofrecían, y prensa y afición comenzó a atacarles, o mejor dicho, infravalorar lo que estaban haciendo.
Pero el pasado domingo 1 de julio, en el Estadio Olímpico de Kiev, los pupilos de Del Bosque pasaron por encima de Italia, endosándoles un severo 4-0 convirtiéndose así en tricampeones, y eso que el conjunto italiano demostró que verdaderamente cree en su nuevo estilo saliendo a disputarle la pelota a España. Pero enfrente se encontró con la mejor versión de España. Vicente del Bosque volvió a evidenciar su continuidad, la de apostar por el mismo once que el primer día y no alterar lo más mínimo ese grupo. El seleccionador defendió a capa y espada sus ideales, los que recalcaba que "nos llevaron a la élite". Y todo unido finalizó según el guión previsto, con una España Campeona de Europa y una 'Generación de Oro' que se ha convertido, por derecho propio, en la mejor generación de jugadores de toda la historia del fútbol.
Nadie había logrado ganar tres campeonatos seguidos, practicando un estilo que despierta admiración (y envidia, que todo hay que decirlo) a lo largo de todo el planeta fútbol. Pasarán años, décadas, y seguiremos hablando de estos futbolistas, recordando sus logros, rememorando sus hazañas, repasando sus récords... desde el mayor crack hasta el que se coló a última hora.
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