Año: 2005
Duración: 85 min.
País: Islandia
Director: Róbert I. Douglas
Guión: Róbert I. Douglas, Jón Atli Jónasson
Reparto: Björn Hlynur Haraldsson, Lilja Nótt Þórarinsdóttir, Arnaldur Ernst, Helgi Björnsson, Sigurður Skúlason, Þorsteinn Bachmann, Björk Jakobsdóttir, Pattra Sriyanonge, Marius Sverrisson, Damon Younger, Nanna Ósk Jónsdóttir
Productora: Film and Music Entertainment / Solar Film
Género: Comedia / Drama
Ôttar Thor es la estrella del KR Reykjavik. El arrogante y mediático jugador le confiesa, de forma casual, a un periodista que es homosexual, cuando tras ganar un partido está hablando con los medios. Por supuesto, no se había molestado en informar a su ex mujer (antigua Miss Islandia), ni a su atormentado hijo, cuya vida se ve inmersa en un conflicto aún mayor. A partir de ahí, decide vivir libremente con otro hombre, pero es despedido del equipo por su padre, que además es su entrenador. Es entonces cuando un viejo amigo le habla de un modesto equipo en el que hay sobretodo gays, en una liga inferior.
Cuando Ôttar se une al equipo, se convierten en la comidilla de la ciudad, y jugadores gays de todo el país se presentan sin avisar para jugar. Un jugador más joven se va a vivir con Ôttar, pero pronto el comportamiento autodestructivo de su hijo demanda su atención. Además de eso, el equipo se enfrenta a sus propios problemas, ya que los otros equipos no quieren jugar contra ellos para que no se les tache de gays.
Partiendo de la base que la película no hará historia, esta cinta del director norirlandés (y de origen islandés) Robert Douglas es una curiosa mezcla de géneros. Es una comedia desenfadada sobre los cambios repentinos que hay en la vida de las personas, con un fondo dramático, cambiando el foco de atención a la responsabilidad familiar. La película se ríe de los tópicos de las películas deportivas y, aunque se sirve de los aspectos más machistas del fútbol, no hay imágenes de partidos. Sea como fuere, Douglas, desconocido fuera de Islandia, es el director y guionista de una cinta que pierde fuelle nada más empezar. Parece que va a seguir el esquema del típico film deportivo, pero después los partidos no parecen tener importancia. La relación de Thor con su ex esposa, alcohólica, y su hijo en plena adolescencia, tampoco parece avanzar a lo largo del filme. No resultan creíbles tantas reacciones en contra del protagonista, en tiempos tan dominados por la corrección política. Me ha hecho gracia algún diálogo espontáneo, pero por lo general predomina una preocupante falta de imaginación, lo que da al traste con las esforzadas interpretaciones.
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