Seguramente que a la gran mayoría el nombre de Mwepu Ilunga no le diga nada, aunque muy posiblemente si habréis visto su 'mítica jugada' con la que ha pasado a la historia futbolística. Esta jugada (archirrepetida en reportajes de la historia de los Mundiales, y vista hasta la saciedad en internet), en contra de lo que muchos piensan, no fue un acto de desconocimiento del reglamento, sino un acto de nerviosismo y reivindicación política, pero vayamos por partes...
En 1974 Zaire se convertía en la primera selección del África subsahariana que se clasificaba para una fase final de un Mundial al superar la fase eliminatoria y quedar primero en el grupo final de clasificación superando a Zambia y a Marruecos. Quedó encuadrada en el grupo 2, junto con Escocia, Yugoslavia y Brasil. Los 'leopardos', así les llamaban a los jugadores zaireños, cayeron ante Escocia (2-0) y sucumbieron ante Yugoslavia con un rotundo 9-0. La abultada derrota contra la selección balcánica incendió las iras del dictador zaireño Mobutu Sese Seko, que pasó de prometer a sus jugadores coches y casas tras la clasificación mundialista, a amenazarlos de muerte.
El dramatismo se instaló en la concentración zaireña, Brasil necesitaba tres goles para clasificarse en la última jornada y la guardia presidencial del dictador Mobutu había hecho acto de presencia con órdenes claras del dictador. "Antes del partido enviaron a la guardia presidencial y nos amenazaron. Cerraron el hotel a todos los periodistas y nos dijeron que si perdíamos 4-0 ninguno de nosotros podría volver a casa".
En el minuto 78 Brasil ganaba 3-0 a Zaire (con goles de Jairzinho, Rivelino y Valdomiro) cuando el colegiado rumano Nicolai Rainea sancionó una falta en la frontal del área africana. Rivelino se disponía a lanzar y esperaba el sonido del silbato. En cuanto el árbitro pitó, de la barrera apareció la figura de Mwepu Ilunga, que salió como una exhalación para golpear el balón, evitando el lanzamiento hacia la portería africana y sembrando el desconcierto de todos los presentes en el Parkstadion de Gelserkinchen.
Siempre se dijo que Ilunga desconocía el reglamento y que por eso actuó de esa manera, aunque por todos es conocido que 'los leopardos' venían de ser campeones continentales, varios de estos jugadores también habían ganado el torneo africano a nivel clubes y en los partidos clasificatorios para el Mundial no se habían visto imágenes similares. Lo verdaderamente curioso es que Ilunga no tendría que haber jugado frente a Brasil, ya que frente al combinado balcánico cometió una fuerte infracción merecedora de expulsión, pero el colombiano Omar Delgado le mostró la roja a su compañero Ndaye Mulamba. "Quizás pensó, total son todos negros".
El partido finalmente acabo 3-0 y los zaireños salvaron el pellejo, aunque volvieron a su país en silencio e ignorados porque la campaña se consideró humillante. Zaire no sumó puntos, no anotó goles y recibió 14 tantos en contra. "Fue un enorme error creer que volveríamos de la Copa del Mundo como millonarios. Retornamos sin nada en los bolsillos. Mírame ahora, vivo como un vagabundo", comentaba el propio Ilunga en 1998 en un programa de la BBC, justo un año después del fallecimiento del dictador Mobutu.
Hoy en día Mwepu Ilunga sigue siendo el jugador más famoso del antiguo Zaire (hoy República Democrática del Congo) y su camiseta, con el número 2 a la espalda, es una de las más buscadas en internet por los amantes del fútbol internacional.
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