Salvo honrosas excepciones, la mayoría de clubes otorga un papel principal a la cantera cuando la situación es especialmente complicada. En casos de tesituras ecónomicas muy limitadas o cuando se produce un descenso. En Vigo conocen bien esta película. Allí, los Hugo Mallo, Roberto Lago o Iago Aspas entre otros, se hicieron mayores en un contexto impregnado de presión, incertidumbre e inestabilidad. Nuestro protagonista de hoy, lo tiene todo para llegar a ser un delantero de élite. Santi Mina es la gran esperanza del celtismo para los próximos años. Toda una garantía de gol, que si sigue manteniendo esta progresión, será un jugador muy importante no sólo para el Celta, sino para el fútbol español.
Santiago Mina Lorenzo nació el 7 de diciembre de 1995 en Vigo, municipio situado en la parte occidental de la provincia de Pontevedra (España). Celtista de cuna, ya que su padre fue un aguerrido defensa que jugó tres temporadas, a principios de los ochenta, con el Celta de Vigo entre Primera y Segunda División. Santi Mina llegó a las instalaciones de A Madroa con tan sólo once años. Jugaba en el Club Colegio Hogar en categoría Alevín, un equipo del barrio vigués de San Roque, y el coordinador de las categorías inferiores del RC Celta de Vigo, Toni Otero, enseguida se apresuró en cazarlo. Con 15 años, en su etapa de Cadete, ya fue convocado para jugar dos partidos con los Juveniles, sorprendiendo por su desparpajo. Daba igual donde jugase (en la banda derecha, izquierda o de delantero), y llamó la atención por el descaro que tenía jugando con gente hasta dos y tres años mayor que él.
La temporada pasada fue la de la consagración de Santi Mina. El delantero comenzó la temporada convirtiéndose en la estrella de la fábrica de 'A Madroa' a golpe de gol. Marcar 27 tantos en los 17 primeros partidos de Liga con el Juvenil de División de Honor, le valió dar el salto al Celta B de Pichi Lucas, entonces en Tercera División. El delantero tardó en estrenarse, pero cuando lo hizo, firmó un triplete ante el Bergantiños FC, después comenzó a coleccionar goles durante cuatro jornadas consecutivas y acabó con ocho dianas la fase regular. A continuación le llegó la hora de volver al Juvenil para jugar la Copa de Campeones, en donde la joya celeste deslumbró en el estreno ante el Real Madrid con dos goles, uno de ellos antológico. Arrancando desde el medio campo, llevándose a todos los rivales y anotando de tiro cruzado.
Su progresión no pasó desapercibida para Paco Herrera, técnico del primer equipo celtiña, que lo convocó, el 10 de octubre de 2012, para jugar un amistoso con el Celta ante el Lugo, en Balaídos. Posteriormente lo incluyó en la convocatoria del partido de la Copa del Rey en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid CF, aunque no debutó en la Liga BBVA hasta el 16 de febrero de 2013 ante el Getafe CF en el Coliseum Alfonso Pérez, donde entró en el minuto 66 como sustituto de Iago Aspas.
La llegada de Luis Enrique al banquillo de Balaídos dio una nueva vuelta a la progresión del delantero, ya que el entrenador asturiano anunció en su presentación que Mina tendría condición de jugador del primer equipo, y le ha ido dando galones y protagonismo con el paso de los partidos. En su única comparecencia en Segunda División B, en el estreno del equipo en Logroño firmó un tanto, y con el primer equipo ya ha jugado 12 partidos entre Liga y Copa del Rey, la mitad de ellos como titular, y ha marcado dos goles, ambos al Athletic Club de Bilbao. En Liga, el 16 de septiembre, puso en el nuevo San Mamés el 3-2, convirtiéndose en el goleador más joven de la historia del Celta en Primera, y el pasado sábado añadió una nueva muesca en su 'fusil' en el partido de Copa del Rey ante el conjunto bilbaíno.
La monstruosa precocidad de Santi Mina solo parece equiparable a su versatilidad, condición más sobresaliente para un jugador que combina con talento el manejo de la pelota, un físico poderoso y un don natural para el gol. Es un delantero diestro que puede actuar en varias demarcaciones. Puede jugar como delantero centro puro, pero también lo puede hacer de segundo punta o alternando posiciones en la banda, preferiblemente en la izquierda para jugar a pierna cambiada, donde aprovecha su desborde y se convierte en un quebradero de cabeza para la defensa rival. Es muy completo, tiene tranquilidad a la hora de ver puerta y un buen remate con las dos piernas, es rápido, potente y con un gran cambio de ritmo. Posee un muy buen manejo de balón en carrera, le encanta encarar, desafiar al oponente en el uno contra uno, mostrándose temible para su par cuando arranca. Posee una gran destreza para regatear en espacios cortos, y confía mucho en su fuerte y colocado disparo desde media distancia. Sabe jugar de espaldas y aguantar bien el balón, se desmarca cerca del área y es poderoso en el juego aéreo. Fuera del área no tiene un juego espectacular, pero es eficaz a la hora de resolver. Es de esos jugadores que puede estar todo el partido sin aparecer, pero como se pierda un balón en el área, él lo va a recoger.
Internacional con las categorías inferiores de España, debutó con la sub-18 en la XXXVIII Copa del Atlántico, torneo que ganaron los pupilos de Julen Lopetegui y donde Mina logró, ante Portugal, el tanto que aseguraba definitivamente el primer puesto. Esta temporada ha debutado con la sub-19 en un torneo amistoso disputado en Hungría, donde Mina marcó en el partido inaugural contra Eslovaquia, y firmó un 'hat-trick' para sellar la victoria por 4-1 ante la selección magiar.
La temporada pasada, debido a la gran presencia de ojeadores en los partidos del equipo Juvenil del Celta, la directiva celeste decidió blindar a su perla, y el 5 de enero de 2013 firmó un contrato profesional con el RC Celta de Vigo que le vincula al club hasta el año 2018. Sin duda, se trata de una nueva apuesta del conjunto gallego por la cantera, pero también es una apuesta de Mina por el Celta, ya que últimamente le habían rondado muchas 'novias' y ha decidido ser fiel al equipo de sus amores.
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