Si ya es poco habitual que dos hermanos coincidan como profesionales en una misma época, que ambos coincidan como internacionales en las categorías inferiores del mismo país, o que lleguen a jugar en equipos diferentes en una liga extranjera, menos habitual es que ambos lleguen a enfrentarse en un Mundial defendiendo la camiseta de dos países diferentes.
Esta rocambolesca historia la conocen perfectamente los hermanos Kevin-Prince y Jérôme Boateng. Realmente son hermanastros, hijos del mismo padre, un emigrante ghanés, que dejó su país tras el golpe de estado del Jerry Rawlings en 1981 y se refugió en Berlín, esperando que el fútbol le diera de comer, pero sólo llegó a ser semiprofesional. A nivel personal su arraigo fue mayor. De Christina, su primera esposa, nació, el 6 de marzo de 1987, Kevin-Prince. Separado apenas un mes después del nacimiento, se unió a Nina, con quien tuvo a Jérôme Prince el 3 de septiembre de 1988. Los hermanastros se criaron en lugares diametralmente opuestos. Kevin-Prince, en Wedding, donde según sus palabras "te haces traficante o futbolista", y Jérôme, en Berlin-Wilmersdorf, donde las cosas son bien distintas, al tratarse de un barrio más acomodado. Ambos crecieron sin la presencia de su padre ya que éste abandonó el hogar familiar poco después de que naciera cada uno de ellos, y ese, junto al fútbol, es el único punto en común de los hermanos Boateng.
Con el fútbol en la sangre, los dos chicos recalaron en la cantera del Herta de Berlin, donde Kevin-Prince como interior y Jérôme como lateral, mostraron rápidamente condiciones que los llevaron a las selecciones juveniles de Alemania. Pero los comportamientos de ambos comenzaron a distanciarlos. Mientras integraba la sub-21 alemana, Kevin-Prince fue expulsado por reiterados actos de indisciplina. La gota que colmó el vaso fue la enésima 'escapada' tras una larga noche de fiesta en Toulon (Francia), que supuso un gran escándalo en el país teutón. Fue entonces cuando, aprovechando su doble nacionalidad, y avalado por la FIFA, optó por integrarse en la selección de Ghana. Además, el mayor de los Boateng juró no volver jamás a Alemania después de firmar por el Tottenham Hotspur en 2007. Ese mismo año su hermano Jérôme pasó al Hamburgo, cumpliendo siempre como un jugador correcto y voluntarioso. Posteriormente fichó por el Manchester City, mientras que Kevin-Prince pasó al Borussia de Dortmund y posteriormente al Portsmouth, volviendo a coincidir en la Bundesliga y la Premier League.
Pese a sus grandes diferencias, los hermanos Boateng mantuvieron una relación cordial hasta que Michael Ballack, entonces jugador del Chelsea, les convirtió en enemigos. Alemania no pudo contar con su líder en el Mundial de Sudáfrica porque Kevin-Prince lo lesionó semanas antes del torneo en la final de la FA Cup. Toda Alemania atacó al entonces jugador del Portsmouth y éste hizo oídos sordos hasta que recibió una inesperada crítica, la de Jérôme, al declarar que "su entrada merecía la expulsión". En ese momento, la relación entre ambos se rompió tajantemente, como desveló el internacional alemán: "Me dijo que le había fallado. Que no quería saber nada de mí y que cada uno tenía su familia. Eso fue demasiado para mí. No tengo ninguna relación con él".
Por caprichos del destino, la cita mundialista los enfrentó en uno de los cuartos de final de Sudáfrica 2010. Era la primera vez en la historia que dos hermanos estaban frente a frente en un partido mundialista. Ese 23 de junio, Alemania eliminó a Ghana (1-0), y Jérôme lo celebró moderadamente dejando el Soccer City de Johannesburgo sin despedirse de su hermanastro.
Kevin-Prince fichó ese mismo año por el AC Milan, mientras que Jérôme regresó a Alemania sin acabar de cumplir su contrato con el City, fichando por el Bayern de Múnich. El mayor ganó el Scudetto 2010-11 y en la fiesta de clausura dejó boquiabiertos a los 80.000 tifosi rossoneri que abarrotaron San Siro, realizando una brillante actuación imitando a Michael Jackson. En la presente temporada se ha convertido en un baluarte del campeón italiano deleitando con goles espectaculares y decisivos. Por contra, el pasado 4 de noviembre anunció su retirada de la selección ghanesa debido "a las reiteradas lesiones que he tenido en los últimos meses, ya que jugar a la vez para mi club y la selección es demasiado exigente para mi salud". Jérôme por su parte, no está teniendo mucha suerte en su periplo muniqués, aunque es un fijo en las convocatorias de Löw. El pasado verano se reencontraron con sus respectivos equipos en la Audi Cup, torneo organizado por el conjunto alemán, y demostraron que ya habían dejado atrás las viejas rencillas... Y esta es la historia (todavía inacabada) de los Boateng, dos hermanos nacidos en la misma ciudad, con nacionalidades diferentes, separados y unidos por un balón de fútbol.
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