25 julio 2022

DORSALES MÍTICOS: 14 Simeone

Dueño de un fuerte temperamento que lo convirtió en líder de cada vestuario que pisó, y de una versatilidad que le permitió hacer goles, defender y organizar juego en el centro del campo, Simeone fue un talentoso y combativo jugador. Tuvo choques y enfrentamientos con gran cantidad de jugadores y su juego ayudó a que los 'rojiblancos' ganaran el doblete en la temporada 1995-96. Convertido en el mejor entrenador de la historia 'colchonera', el 'Cholo' es una leyenda del Atlético de Madrid, tanto por su historia como jugador, como por sus hazañas como entrenador.

Diego Pablo Simeone González nació el 28 de abril de 1970 en Buenos Aires (Argentina). Creció en el barrio de San Nicolás, donde desde muy pronto empezó a mostrar su obsesión por la pelota. Luchar fue la consigna que le inculcó su padre (Carlos Alberto Simeone, un futbolista aficionado e hincha de Racing), algo que propició que de niño jugara en tres equipos a la vez, el Estrella de oro de Caseros, el General Paz de Mataderos y El Fortín de Devoto, teniendo que desplazarse a veces tres veces al día por la inmensa ciudad del río de La Plata. Se formó en las divisiones inferiores del CA Vélez Sarsfield, donde su entrenador Victorio Spinetto lo apodó 'el Cholo' porque su estilo de juego le recordaba a Carmelo Simeone, ex lateral derecho de 'El Fortín' en los años 50 y 60, quien, sin parentesco alguno con Diego, recibió el mismo apodo. 

En 1987 pasó a formar parte de la primera plantilla de la 'V azulada' y Daniel Alberto Willington lo hace debutar en la Primera División argentina el 13 de septiembre de 1987 frente al Club de Gimnasia y Esgrima La Plata. El técnico de Santa Fe retrasó su posición al mediocentro, donde destacó por su entrega, disciplina táctica y funcionalidad. "El Cholo jugaba de 10 y el Turu Flores de 5 y yo los invertí. Al Cholo lo puse de 5 y 8, aparte era profesional 100%". Agresivo en defensa, era un excelente cabeceador a balón parado y pronto se destacó como un líder a pesar de su juventud. Su primer gol lo consiguió el 12 de octubre de 1987 en el estadio José Amalfitani frente al CD Español de Buenos Aires, marcando un total de 15 tantos en los 82 partidos que disputó con la camiseta del conjunto de Liniers.

En 1990, con tan solo 20 años, se marchó a Italia, para formar parte de la plantilla del Pisa SC, conjunto recién ascendido a la Serie A. A las órdenes de Mircea Lucescu, coincide con su compatriota José Antonio Chamot y con jugadores como Henrik Larsen, Maurizio Neri o Michele Padovano. A pesar de comenzar la temporada en los puestos altos de la clasificación (llegando a ser líderes en la segunda jornada), la competitividad del Calcio en aquella época hizo que el conjunto 'nerazzurro' descendiera a la Serie B. La siguiente temporada, aun siendo favoritos para el ascenso, los toscanos fueron incapaces de lograr el objetivo al quedar en sexta posición.

En 1992 la llegada de Bilardo al banquillo del Sevilla FC hace que 'el narigón' pida expresamente su fichaje. Que un campeón del mundo como Carlos Salvador Bilardo confiara en un chico tan joven, le reforzó mucho. Además, encajó a la perfección con una idea de juego que cuadraba muy bien con él y con su forma de ser, moviéndose en esa fina línea que separa lo permitido de lo prohibido. En Sevilla coincide con jugadores como Unzué, Diego, Rafa Paz, Bango, Šuker y Maradona, quien desembarcó en Nervión de manera estelar tras la sanción de 15 meses por consumo de cocaína. Su debut con el equipo andaluz se produjo el 6 de septiembre de 1992 en el Carlos Belmonte frente al Albacete Balompié. El 'Cholo' tenía una actitud y una capacidad física enormes y pronto se convierte en el pulmón del equipo ganándose el respeto de la afición con su trabajo en el campo. Sin embargo, la temporada no fue como se esperaba. El equipo finalizó séptimo quedándose a las puertas de Europa, objetivo prioritario que se habían marcado la directiva y el cuerpo técnico sevillista. En su segunda temporada con el conjunto 'hispalense' Luis Aragonés tomó el relevo en el banquillo y el 'Cholo' se consolidó en el mediocentro, triplicando sus registros goleadores (8 en Liga y 4 en la Copa del Rey). Con Luis, Simeone da un salto enorme y su juego evoluciona. El de Hortaleza le 'soltó' para que se volcase en ataque y le convirtió en un centrocampista con más prestaciones.

En 1994 recala en el  Club Atlético de Madrid. Tras una temporada sin pena ni gloria coqueteando con el descenso y con cuatro entrenadores en el banquillo, Simeone sobrevive a la renovación total de la plantilla. Aunque está a punto de marcharse, Radomir Antić aborta su salida al no conseguir la contratación de Slaviša Jokanović. Con los Molina, Solozábal, López, Caminero, Vizcaíno, Penev, Pant y Kiko, y de la mano del técnico serbio, consiguen el histórico doblete (Liga y Copa del Rey) y el argentino experimenta su mayor crecimiento como jugador. Su estilo de juego, duro e intenso, encajaba perfectamente en el esquema del nuevo 'Atleti'. La temporada 1996-97, con el equipo prácticamente inalterado, los de Antić terminarían alcanzando un quinto puesto. Tampoco pudieron reeditar título en la Copa del Rey y caerían también en los cuartos de final de la Liga de Campeones ante el AFC Ajax.

Tras triunfar con el Atlético de Madrid, el 'Cholo' volvía a Italia en el verano de 1997 para jugar en el FC Internazionale Milano, que había formado un gran equipo con Ronaldo como buque insignia y con jugadores de la talla de Zanetti, West, Djorkaeff, Winter, Zé Elias, Paulo Sousa, Zamorano, Kanu o Recoba. A pesar de ello los resultados no acompañaron a los 'nerazzurri' y el equipo solo pudo ganar la Copa de la UEFA ante la SS Lazio. Simeone sería clave dándole un gran pase de gol a Zamorano para inaugurar el marcador. Jugó una temporada más en el Inter, en una campaña irregular donde pasaron hasta cuatro entrenadores por el banquillo del Giuseppe Meazza y el equipo terminó octavo en la Serie A y semifinalista de la Coppa. Vistió la camiseta de 'Il Biscione' en 84 partidos, en los que marcó 14 goles. En el Inter dejó un gran sabor de boca y conquistó a una afición que en un principio no estaba acostumbrada al juego del argentino y que incluso llegaron a abuchearlo cuando recibía el balón. Después del tercer mes, todos lo aplaudían.

En 1999 fue traspasado a la SS Lazio de Sven-Göran Eriksson dentro de la operación que el Inter realizó para fichar a Christian Vieri. 'Le Aquile' venían de ganar la Recopa de Europa ante el gran RCD Mallorca de Héctor Cúper, y se reforzaron con jugadores como Simeone, Sensini, Verón, Simone Inzaghi o Ravanelli para formar un autentico equipazo junto a otros que ya estaban como Mancini, Almeyda, Mihajlović, Nedvěd, Nesta, Stanković, Boksić o Marcelo Salas. El 'Cholo' se convirtió en el mariscal del mediocampo junto a la 'Brujita', y llevaron a la Lazio a ganar el Scudetto (1999-00) tras disputarle el campeonato a la Juventus FC hasta la última jornada, la Coppa Italia (1999-00), y las Supercopas de Italia (2000) y de Europa (1999), pasando así a ser uno de los jugadores más queridos por la afición 'biancocelesti'. Con la camiseta 'laziale' jugó cuatro temporadas en las que marcó 18 goles en 135 partidos, que podrían haber sido muchos más si no es por la lesión de menisco y ligamento cruzado que sufrió a finales de 2001 en un partido frente al PSV en Eindhoven y que lo tuvo siete meses alejado de los terrenos de juego.

En el verano de 2003 rechazó una oferta millonaria del fútbol japonés, para regresar al Atlético de Madrid, un equipo en reconstrucción que había vuelto a Primera la temporada anterior tras pasar dos temporadas en el 'infierno' de la Segunda División. Convertido en ídolo para la afición 'rojiblanca' fue designado como capitán por Gregorio Manzano. Además de mediocentro, el técnico de Bailén lo utilizó también en varios partidos como defensa central, posición que el 'Cholo' ya había desempeñado en algunas ocasiones en su etapa en el fútbol italiano. El argentino disputó un total de 32 partidos entre Liga y Copa del Rey, 27 como titular; aunque la campaña siguiente, con César Ferrando en el banquillo, no logró tener la misma continuidad y en enero de 2005 regresó a Argentina para jugar en Racing Club, club del que se declaró hincha por herencia de su padre, y donde se retiró del fútbol profesional un año y medio después.

Internacional con Argentina, en 1989 disputó el Mundial juvenil en Arabia Saudita con la selección sub-20. Bilardo lo hizo debutar con la selección absoluta el 14 de julio de 1988 en el Sydney Football Stadium frente a Australia, en un partido amistoso de la Bicentennial Gold Cup. Dos días después, anotaría su primer gol frente a Arabia Saudita en el partido por el tercer y cuarto puesto del torneo, disputado en el Bruce Stadium de Canberra. En 1992, Simeone representó a la selección argentina sub-23 en el Torneo Preolímpico Conmebol de Paraguay. Con la 'albiceleste' ha sido internacional en 106 partidos, en los que marcó 11 goles. Ganó la Copa América de Chile'91 y Ecuador'93. Además participó en las ediciones de Uruguay'95 y Paraguay'99. Jugó los Mundiales de Estados Unidos'94, Francia'98 y Japón/Corea del Sur'2002. Fue miembro del equipo que ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta'96, donde participó como uno de los tres jugadores mayores de 23 años. En 1992 ganó la Copa Rey Fahd (primera edición de la Copa Confederaciones) y un año más tarde la Copa Artemio Franchi (disputada por las selecciones campeonas de la Copa América y la Eurocopa). 

Tras su retirada de los terrenos de juego, pasó directamente a los banquillos para dirigir al Racing Club. En la 'Academia' tuvo que hacerse cargo de un equipo que en las últimas jornadas del campeonato logró remontar una crítica situación. Sin embargo, los dirigentes del club no le dieron continuidad y abandonó el equipo. En su segunda experiencia como entrenador al frente del Club Estudiantes de La Plata, logró ganar el Torneo Apertura de 2006. El 15 de diciembre asumió el banquillo del CA River Plate con el que se proclamó campeón del Torneo Clausura de 2008. En 2009, Simeone aceptó el puesto de entrenador del CA San Lorenzo de Almagro con el que ganó el Torneo Clausura en 2010. En enero de 2011, se hizo cargo del banquillo del Calcio Catania para salvarlo del descenso. No solo consiguió el objetivo sino que los 'rossazzurri' realizaron la mejor campaña del equipo en la Serie A terminando decimoterceros, diez puntos por encima de la zona de descenso. A pesar de tener contrato una temporada más, hizo las maletas y volvió a Argentina para dirigir a Racing. En su vuelta a la 'Academia' clasificó al equipo para la Copa Sudamericana 2012, rompiendo una racha de nueve años sin disputar un torneo internacional.

El 23 de diciembre de 2011, se hizo oficial su fichaje con el Atlético de Madrid. Su primer entrenamiento en un Vicente Calderón abarrotado dejaba claro que no llegaba al club un entrenador normal, había llegado un tipo capaz de devolver la ilusión a una hinchada que días antes prefería ni salir de casa. En sus once temporadas como entrenador 'colchonero' ha impregnado de su espíritu exigente y combativo a una plantilla confeccionada a su medida y se ha convertido en el auténtico ídolo de la afición 'rojiblanca'. Con contrato en vigor hasta 2024, con el 'Atleti' ha ganado, hasta el momento, 2 Ligas (2013-14 y 2020-21), 1 Copa del Rey (2012-13) y 1 Supercopa de España (2014). A nivel internacional ha conquistado 2 Europa League (2011-12 y 2017-18) y 2 Supercopas de Europa (2012 y 2018). Además, ha recibido el premio como mejor entrenador de LaLiga en los años 2013, 2014 y 2016.

09 julio 2022

La camiseta del bulldog de Chilavert

Hoy traemos una curiosa historia cuyo protagonista es la inusual camiseta que lució Chilavert en la temporada 1995-96 en la que llevaba estampado el dibujo de un intimidante bulldog. Un diseño con una curiosa historia detrás, la de Óscar Tubío, un empresario argentino, soñador y experto en marketing deportivo, pese a no haber estudiado la carrera. 

Durante el paso de la adolescencia a la edad adulta, Óscar Tubío se codeó con figuras del espectáculo argentino. En su agenda figuraban los contactos más valiosos de la farándula y el deporte y su privilegiada posición lo impulsó a innovar con un negocio desconocido hasta entonces. Después de cerrar su tienda de electrodomésticos tuvo un encuentro con dos empresarios armenios que le propusieron importar una máquina térmica desde el londinense Piccadilly Circus, que estampaba camisetas en el momento. La proposición era clara: ellos invertían en la fábrica y Óscar aportaría su agenda y sus contactos con la prensa. El acuerdo se cerró y en diciembre de 1974 abría un pequeño local de la Galería Jardín. El 'boom' fue tan grande que las principales figuras del espectáculo y el deporte se acercaban a 'El Jardín de Óscar' para llevarse prendas personalizadas y estar así a la última en moda europea.

El primer éxito fueron los nombres propios, después vinieron las camisetas de la Pantera Rosa y Adiós Sui Generis. El bulldog apareció de casualidad en un viaje a Los Angeles en busca de inspiración. A Tubío le presentaron un interminable catálogo de imágenes y rápidamente sintió el 'flechazo' con el amenazante perro. "Lo compré por dos mangos y lo patenté como bóxer, no como bulldog. Para que algo sea realmente tuyo hay que generar un pequeño equívoco".

En enero de 1991 José Luis Félix Chilavert regresaba al fútbol argentino para fichar por el CA Vélez Sarsfield, convirtiéndose, a mediados de la década, en uno de los mejores guardametas del momento. Al igual que la mayoría de los deportistas de renombre, cayó en las redes de 'El Jardín de Óscar'. El ahora consultor de proyectos de diseño de indumentaria deportiva, había trabajado con el boxeador Carlos Roque Monzón (fue el primero en lucir el famoso diseño del bulldog), con Carlos Alberto Reutemann (piloto de F1 con equipos como Brabham, Ferrari, Lotus y Williams), Hugo Orlando Gatti (que lució camisetas de llamativos colores que fueron una revolución total para el fútbol de la época), con Boca Juniors (diseñó la equipación 'xeneize' que lucieron en la ida de la Intercontinental de 1977 y en la Copa Interamericana de 1978, y el escudo de las cuatro estrellas con las iniciales de CABJ), River Plate (diseñó el escudo del 'Leoncito' con el que el conjunto 'Millonario' se proclamó campeón de la Copa Intercontinental de 1986), San Lorenzo de Almagro (al que vistió durante varios encuentros en la finalización de la temporada 1988-89 con la ya mítica camiseta del 'Gauchito').

Con fuerte temperamento y un carácter muy particular, Óscar Tubío tenía claro que Chilavert era el ideal para ser la nueva cara del bulldog. Adidas, marca que patrocinaba al paraguayo le pagaba 1.200 pesos por calzar sus botas y, la también alemana Uhlsport, 2.000 más por los guantes. Hasta que Tubío se le presentó: "Yo no soy representante, sí manager. Rompé los dos contratos que tenés y en seis meses te hago ganar 600.000 por año". Excelso futbolista e intuitivo para los negocios, el 'Chila' olió el negocio y firmó con él empresario argentino.

En el Torneo Apertura de 1995 el portero paraguayo comenzó a vestir la camiseta negra con el bulldog de Tubío. La simbiosis entre el bulldog de gesto amenazante con la actitud siempre desafiante del paraguayo dentro del campo fue instantánea. Chilavert era el bulldog y el bulldog era el 'Chila'. Fue un éxito enorme al punto de que la empresa italiana Lotto les hizo un contrato a los tres (a Chilavert, a Tubío y al bulldog) para el Clausura de 1996, aunque Vélez tenía contrato con Umbro. Eran otros tiempos y por aquel entonces se permitía que los porteros vistieran prendas de otras marcas distintas a la equipación oficial. "Yo siempre quise que el arquero tenga un marketing por separado, porque es el único que se puede vestir distinto. Pero ahora, las empresas manejan los clubes por su necesidad económica", explicaba el argentino. 

Como creía que Chilavert no tenía buen físico, su flamante manager mandó hacer la camiseta de portero con un modelo de cazadora que había importado de Estados Unidos, con marcadas hombreras, similar a la que Michael Jackson exhibía en el videoclip de la canción 'Thriller'. Para hacerlo parecer más estilizado se eligió el color negro, que además imponía mayor respeto a los delanteros rivales. "Un día un jugador de la selección me confesó que vio el Bulldog en el buzo negro de Chilavert y se le achicó el arco antes de patearle un penal definitorio". Con el portero paraguayo incluso llegaron a formalizar un acuerdo con la televisión para que en cada gol de Vélez el portero se diera la vuelta y celebrara agarrando la red mostrando el bulldog, un diseño que pronto se convirtió en la imagen del 'Chila', quien también vistió esa misma camiseta (aunque sin publicidad) en sus encuentros con la selección paraguaya, a pesar de que los guaranís estaban patrocinados por Reebok.

A mediados de 1996 la relación entre Tubío y Chilavert se rompió y el paraguayo dejó de usar el diseño del bulldog, luciendo incluso la misma equipación aunque con un signo de interrogación sustituyendo al desafiante can. Un año después, Germán Burgos, portero de River Plate, comenzó a usar una camiseta con el bulldog. El 'Mono' era muy amigo de Tubío y le pidió que le hiciera una camiseta con el diseño del perro para "darle la vuelta en la cara" al Vélez de Chilavert. "Él admiraba a Gatti y me pidió que imitara la polera lila del Loco", comentaba Óscar en la previa de la jornada 18 del Apertura de 1997 en el que el River de Ramón Díaz daría la vuelta olímpica contra el 'Fortín' en el estadio José Amalfitani. Cuando Burgos saltó al terreno de juego con la camiseta morada con el diseño del bulldog estampado en su pecho, Chilavert se quería morir y la imagen del 'Mono' quedó para la posteridad. También otros porteros vistieron el bulldog de Tubío. Fugazmente lo usó el 'Pato' Fillol (aunque no le dejaron usarla en Primera División), el ex de Racing y Las Palmas Nacho González (que lució una versión diferente, con la lengua fuera, en el Apertura de 1996), el ecuatoriano José Francisco Cevallos (quien a finales de los 90 y comienzos de los 2000 solía vestir camisetas de otros equipos, entre ellas una versión, en naranja) y Fabricio Henricot (quien recientemente reivindicó el diseño del bulldog defendiendo la portería del Deportivo Armenio de Primera B).

Por cansancio y desgaste Tubío fue desligándose de sus tareas cotidianas, pero más de treinta años después sigue siendo Óscar, el del bulldog. "El bulldog me superó por completo. Yo cerré mi local en 2009 para dedicarme exclusivamente a la venta online de camisetas retro. Pero hoy lo ves pegado en la luneta trasera de una camioneta, en un colectivo, en camiones… es Mickey. El bulldog es el Mickey de Disney".