17 julio 2018

Qué fue de... Jarni

Jugador versátil donde los haya, Robert Jarni se adaptaba muy bien a las posiciones de extremo y lateral izquierdo. Técnico, fuerte y explosivo, se le recuerda por su potente disparo y por saber colgarla al área de una manera prodigiosa. Un jugador inteligente y de calidad que dejó buenos registros goleadores en España.

Robert Jarni nació el 26 de octubre de 1968 en Čakovec (antigua República Federal Socialista de Yugoslavia y actual Croacia). Comenzó su carrera como extremo zurdo en el equipo de su ciudad natal, el NK Čakovec, y en 1985 fue traspasado al HNK Hajduk Split después de brillar con el conjunto 'Crveni' en un torneo en Split. En el equipo filial, con Sergije Krešić como entrenador, comienza a destacar y un año después, en febrero de 1986, debuta con el primer equipo del conjunto 'Bili', entonces en la Primera División yugoslava. Allí coincide con jugadores como Igor Štimac, Alen Bokšić, Slaven Bilić o Aljoša Asanović, donde bajo las órdenes de Josip Skoblar llega a participar en 128 partidos en los que anotó diecisiete tantos, conquistando la Kup marsala Tita (copa yugoslava entonces conocida como Copa del Mariscal Tito) de las temporadas 1986-87 y 1990-91.

Como ocurrió con muchos otros jugadores de su generación, tras el estallido de las guerras balcánicas, dio el salto al Calcio italiano para fichar por el AS Bari. Allí coincide con su compatriota Zvonimir Boban pero al finalizar la temporada los 'Galletti' descienden a la Serie B y Jarni ficha por el Torino FC (donde coincide con Enzo Francescoli) y, una temporada más tarde, por la Juventus FC. En el conjunto 'bianconero', dirigido por Marcello Lippi, coincide con jugadores de la talla de Angelo Peruzzi, Paulo Sousa, Antonio Conte, Gianluca Vialli, Roberto Baggio, Fabrizio Ravanelli, Didier Deschamps, Vladimir Jugović o un jovencísimo Alessandro Del Piero. Con la 'Vecchia Signora' juega 30 partidos en la temporada 1994-95 (15 de ellos en liga) y gana el Scudetto, la Coppa Italia y alcanza la final de la Copa de la UEFA, donde caen ante el Parma AC de Nevio Scala.

En el verano de 1995, con 26 años, fue contratado por el Real Betis Balompié para cubrir la baja de Rafael Gordillo quien se había marchado al Écija Balompié para poner fin a su carrera. El conjunto 'verdiblanco' conseguía hacerse con el croata a cambio de 580 millones de pesetas, aunque desde Italia mantuvieron siempre que el Betis desembolsó realmente dos millones de dólares (240 millones de pesetas). Jarni no dudó en aceptar el reto de llegar a un equipo que a pesar de haber ascendido en la temporada anterior había conseguido acabar tercero en la clasificación consiguiendo así la plaza en la UEFA. Su debut se produjo el 9 de septiembre de 1995, en la segunda jornada de Liga, contra al Real Zaragoza. Con 19 goles en tres temporadas, se convirtió en todo un ídolo en el Benito Villamarín formando una sociedad casi perfecta junto a Alfonso y el nigeriano Finidi. En su tercera y última temporada, a las órdenes de Luis Aragonés, jugó 37 partidos, aunque empezaron a ser del dominio público sus desencuentros con la dirección del club. Tal fue su rendimiento que llamó la atención del Real Madrid que hizo una oferta a la entidad 'verdiblanca' que fue rechazada por el entonces presidente Manuel Ruiz de Lopera. 

En el verano de 1998, el mandatario bético le rebajó la cláusula de rescisión de 1000 millones a 700 y lo vendió al Coventry City FC. Y aunque acudió a la localidad inglesa y se sometió al pertinente reconocimiento médico, cuatro días más tarde, y ante la sorpresa general, fichaba por el Real Madrid CF. En el club 'blanco' jugó 36 partidos (27 en liga) y marcó tres goles pero no consiguió llegar al nivel que mostró en el Betis. En el Madrid coincide con la generación de los Illgner, Panucci, Roberto Carlos, Hierro, Seedorf, Redondo, Raúl, Mijatović o su compatriota Davor Šuker, que venían de ganar la séptima Copa de Europa a la Juventus en el Amsterdam Arena. La marcha de Guus Hiddink y la llegada de Toshack al banquillo del Santiago Bernabéu le perjudicó ya que el técnico galés lo quitó de su posición natural, haciéndolo jugar de central abierto a la banda en una linea de 3 con dos carrileros por delante. El croata, que había firmado por tres temporadas, sólo jugó una en la que ganó la Copa Intercontinental al CR Vasco da Gama.

Después de su fugaz paso por el cuadro madrileño se marchó a la UD Las Palmas que por aquel entonces militaba en Segunda División y que entrenaba Sergije Krešić, quien fuera su entrenador en el juvenil del Hajduk Split. Con el cuadro insular consigue el ascenso a la Primera División en su primera temporada, jugando 17 partidos (todos como titular) y marcando cuatro goles. La siguiente temporada marca dos tantos en 27 partidos y el equipo termina el campeonato liguero en mitad de la tabla. En la temporada 2001-02 llega al banquillo grancanario Fernando Vázquez, quien no cuenta con el croata, por lo que Jarni hace las maletas y se va a jugar a la Superliga griega con el Panathinaikos FC. No contó demasiado para el técnico uruguayo Sergio Markarián, llegó iniciada la temporada y jugó tan sólo 5 partidos con el conjunto de 'el trébol', por lo que al finalizar la temporada anunció su retirada con 33 años debido a la ausencia de ofertas serias (sólo un par de propuestas de Francia aunque sin concretar nada). Pero este no fue su fin como deportista, volvió a Split donde jugó en el MNK Split, equipo de fútbol-sala con el que fue subcampeón de la UEFA, llegando a jugar 2 partidos con la selección croata de futsal.

Jarni ha sido internacional por Yugoslavia. Con la selección sub-20 ganó el Mundial de la categoría disputado en Chile en 1987, un equipo en el que también estaban jugadores como Pavličić, Mijatović, Boban, Prosinečki o Šuker. En 1990 participa en el Europeo sub-21, en el que la selección yugoslava pierde en la final, a doble partido, ante la Unión Soviética. Sus participaciones con las selecciones inferiores le valen para que Ivica Osim lo incluya en la convocatoria final del Mundial de Italia'90, donde juega la segunda parte ante Colombia en el segundo encuentro del grupo D. Además jugó otros dos partidos con la selección absoluta valederos para la clasificación de la Eurocopa de Suecia'92.

En 1992, tras el desmembramiento de la antigua Yugoslavia, Jarni se convirtió en uno de los referentes de la nueva selección de Croacia. Participó en la Eurocopa de Inglaterra'96, donde cayeron en cuartos de final ante Alemania, a la postre campeones del torneo. Jugó también el Mundial de Francia'98, donde la excelente actuación del combinado croata les valió el tercer puesto por detrás de Francia y Brasil. También participó en el Mundial de Corea del Sur y Japón de 2002. Con la selección croata disputó un total de 81 partidos, marcando su único gol como internacional croata a Alemania en los cuartos de final del Mundial de 1998.

Tras su retirada de los terrenos de juego, ha creado su propia marca de ropa deportiva (se llama Jarni, como él) y es comentarista en una cadena de televisión croata. Inició su carrera en los banquillos, primero como segundo de Sergije Krešić en el CD Numancia, y en la temporada de 2007-08 entrenó al Hajduk Split. En 2010 se hizo cargo del banquillo del NK Istra 1961 y posteriormente entrenó al equipo juvenil del Hajduk Split, FK Sarajevo de la Premijer Liga de Bosnia-Herzegovina, Pécsi MFC de Hungría y el Puskás Ferenc Akadémia FC al que entrenó durante la temporada 2015-16. Desde el pasado año es el seleccionador sub-19 de Croacia. Además, en 2012 fue embajador de la fase final de la Eurocopa de fútbol-sala celebrada en Croacia.

04 julio 2018

Adidas Fevernova (Mundial 2002)

Hoy volvemos al año 2002 para recordar el balón del Mundial de Corea del Sur y Japón. Y en la tierra de las tradiciones, el Fevernova terminó con una dinastía: la del Tango, cuyo diseño exterior fue repetido y reinterpretado desde 1978 hasta el año 2000. El Fevernova fue presentado como el mayor avance en diseño de balones y fue, además, con él que la selección brasileña conquistó su quinto campeonato mundial.

En el año 2002, la fase final del Mundial se disputaba, por primera vez en su historia, en el continente asiático, además de ser la primera Copa del Mundo en ser organizada por más de un país. Para la ocasión, Adidas puso a disposición de la FIFA el Fevernova, un balón que tomaba su nombre por la fiebre (Fever) que genera cada Mundial en el planeta cada cuatro años durante un mes; y por las novas, las estrellas que brillan con fuerza pero por muy poco tiempo.

El Fevernova fue el primer balón oficial del Mundial que se alejó del diseño tradicional imperante desde la aparición del Tango en 1978. El nuevo balón seguía manteniendo el formato clásico de 32 paneles (12 pentágonos y 20 hexágonos) y su colorido y revolucionario diseño estaba enteramente basado en la cultura y filosofía de los países anfitriones. Según los diseñadores, este nuevo modelo presentaba un trigón dorado, similar a un 'tomoe' (figura abstracta japonesa compuesta por comas). Esta mirada vistosa y revolucionaria y el uso del color dorado representaban el compromiso y la energía que ambos países pusieron para impulsar la llegada del Mundial a Corea del Sur y Japón, además, el uso del color rojo (utilizado sobre los ángulos del trigón, casi como a golpes de cepillo de caligrafía) representaba la tradición del fuego como fuerza conductora de los logros humanos. La forma de la turbina marcada con la línea roja es el certificado de los logros tecnológicos que le debemos a los países anfitriones en los últimos años. Además dentro de cada uno de los cuatro trigones aparecían el logotipo de Adidas, el nombre del balón, el sello de 'aprobado por la FIFA' y el de 'balón oficial del Mundial 2002'.

La manufactura, como en su predecesor, tuvo su origen en Marruecos. Las medidas y los materiales utilizados le daban a la pelota un 10% más de velocidad y un 25% más de precisión, según palabras de Günther Pfau, miembro del laboratorio de Adidas en Scheinfeld (Alemania). Cuando fue presentado en Busan (una de las sedes en Corea del Sur), la firma alemana dijo que se trataba de la pelota más redonda de todos los Mundiales, y, por supuesto, lo respaldaron con datos estadísticos. Se llegó a dicha perfección en la circunferencia gracias a la utilización de una distribución de paneles idénticos a la del Telstar, pero el secreto estaba en los tres milímetros de grosor de cada panel. De adentro para fuera, contaba primero con un tejido Raschel sintético, que le daba la capacidad de no perder la redondez después de ser pateado; luego, la misma espuma utilizada en el Tricolore (un poliuretano resistente a la abrasión fabricado por Bayer y llamado Impranil), pero mejorada, con microceldas de gas comprimido altamente elásticas y excepcionalmente resistentes que le daban mayor absorción de impacto, lo que se traducía en un mejor control del esférico; otra capa de plástico sólido (combinación de poliestirenos sintéticos especiales y caucho natural); sobre ese, una capa con el diseño de la pelota y por último una capa plástica transparente, lo que le otorgaba una impermeabilidad total y que pudiera soportar un tratamiento excepcionalmente duro, dándole al balón una mayor durabilidad. Estas capas le daban al Fevernova características de rebote mejoradas, que convertían el golpeo en aceleración de la pelota. 

A pesar de que con él se marcaron goles memorables durante el torneo de 2002, el Fevernova recibió duras críticas por ser demasiado liviano, principalmente de los porteros, quienes argumentaron que era demasiado rápido, que no podías calcular bien, que no era muy maniobrable, etc. En 2003, un año después de que el Fevernova viera la luz, fue utilizado en la Copa Confederaciones disputada en Francia, que ganó la selección gala con gol de Henry ante Camerún. Ese mismo año también fue el balón oficial de la Copa del Rey, final que disputaron en 2003 el Recreativo de Huelva y el RCD Mallorca. El Fevernova fue también en 2003 el balón oficial del Mundial femenino disputado en los Estados Unidos, en la que la selección alemana se impuso a la sueca en la final disputada en el Home Depot Center de Carson, en Los Angeles. Además, también fue el balón oficial de la J-League durante el mismo año. Un año después, en 2004, el Fevernova también fue utilizado durante la AFC Cup.

Como con el resto de los balones mundialistas, Adidas presentó diferentes modelos más asequibles para los bolsillos: Fevernova Grand Stade (fabricado en Pakistán y con el trigón en dos tonos de plateado), Fevernova Pareo (con el trigón en plateado y el centro negro), Fevernova Tri-Lance (para todo tipo de superficies), Fevernova Terrain (para superficies duras), Fevernova Tremor MS (fabricado en China y con el trigón en dorado y negro), Fevernova Mini MS (en talla 1 para coleccionistas), Fevernova Response (balón oficial fabricado en Pakistán, con tonos blancos y plateados con el que se jugó en la Segunda División B y Tercera División de España), Fevernova Lance (balón blanco en tonos dorados y negros), Fevernova Glider MS y Fevernova Orange que, como se imaginarán, es naranja.