31 julio 2019

Zidane no aprende

La pretemporada blanca se ha convertido en un juicio trascendental para el incipiente segundo proyecto de Zinedine Zidane en el Real Madrid. El balance arroja, hasta el momento, datos demoledores para el marsellés: una victoria, tres derrotas, 13 goles en contra y cinco lesionados. La realidad del presente 'blanco' refleja la negación del técnico francés a una renovación que aunque él mismo anunció al finalizar la pasada temporada no se ha llegado a ejecutar. Entre Zidane y el club, el Madrid parece empeñado en no dar por terminada la etapa del equipo que aún es conocido por haber conseguido tres Ligas de Campeones seguidas y la revolución de nombres que se antojaba necesaria, que fue exigida por la grada y prometida por el club, parece más lejos que nunca.

Por lo visto en las alineaciones que ha presentado el francés durante la pretemporada, y teniendo en cuenta las decisiones que se han tomado en cuanto a la configuración de la plantilla, ese grupo invariable no solo se ha mantenido, sino que seguirá siendo parte importante del equipo la próxima temporada. Si bien es cierto que ninguno de los fichajes de esta temporada (excepto Hazard) tienen, a priori, el cartel de titulares, los hombres de confianza no han cambiado, su base es la misma y no se ha saltado apenas el guión de un equipo que ya defraudó la pasada campaña. 

Cuando el francés abandonó el Real Madrid en junio de 2018, el equipo ya daba señales de desgaste. La Decimotercera cicatrizó algo la herida que se empezaba a vislumbrar, pero era evidente que el equipo llegaba con la lengua fuera tras un lustro histórico, especialmente en Europa. Sin embargo, Zidane tiene la nostalgia propia de los imperios ya caducos, se aferra a las viejas glorias y desprecia a los jóvenes. Datos que vemos claramente si desglosamos los minutos disputados por los jugadores 'blancos' en esta pretemporada. Sólo encontramos un fichaje entre los seis únicos jugadores que superan los 200 minutos en el campo, Hazard (230'). Los otros cinco ya deben sonar entre la afición madridista: Kroos (262'), Sergio Ramos (260'), Modrić (249'), Marcelo (230') y Benzema (230').

El derbi contra el Atlético de Madrid sacó a la luz todas las miserias de un equipo a la deriva. Frente al conjunto del 'Cholo', el resultado no reflejó con exactitud lo que fue el partido, sino que se quedó corto a la hora de ponderar el despropósito del equipo de un Zidane que continúa presentando unas credenciales que no alejan los fantasmas de la temporada pasada. Y es que la salida al campo del conjunto 'blanco' en los tres amistosos de Estados Unidos, y frente al Tottenham Hotspur en la Audi Cup, ha sido de muy baja intensidad, hasta el punto de recibir 9 de los 13 tantos encajados en la primera mitad (el Madrid, de hecho, no ha ido ni un solo minuto por delante del marcador). La sensación de estar varios pasos por detrás físicamente de todos los equipos enfrentados. En todo balón dividido, la pierna rival se adelantaba a la blanca y eso obedece tanto al factor intensidad como al físico. Además, los cambios del francés no han surtido demasiado efecto y en ningún caso han sorprendido o han servido para probar a jugadores en otras posiciones. De permutas en el sistema, nada. Quizá porque todavía faltan llegadas o porque no termina de encontrar la tecla, pero no hay nada de lo que dijo que habría y el Madrid ha dado la imagen de un equipo totalmente perdido, carente de pasión, apático y mediocre.

Zidane habrá apuntado en su cuaderno de deberes, con letras bien grandes, la debilidad de su línea defensiva, incapaz de reaccionar cada vez que un rival merodea el área. El Real Madrid sufre a la hora de bascular hacía atrás (es una realidad pero no sólo atañe a la defensa, si no a todo el equipo) y esto también se demostró ante los 'rojiblancos', que hicieron mucho daño con pases directos a la espalda de los centrales. Con un Sergio Ramos en perfil bajo, un Marcelo lamentable desde el curso pasado, la salida de Reguilón (con la que buena parte de la afición no está de acuerdo en función del rendimiento que dio durante la pasada campaña), la lesión de Ferland Mendy (que estará en torno a un mes de baja), y sin que se haya producido el estreno de Militão (se acaba de unir al equipo), la defensa sobre la que trabaja Zidane de cara al inicio de curso en agosto sigue siendo la misma que encajó 46 goles en liga la pasada temporada, la segunda cifra más alta en la última década, solo por detrás de los 52 encajados en la 2008-09.

Tampoco se ha modificado la silueta del centro del campo, en la que no se ha incorporado ningún jugador del corte de los Kovačić, Marcos Llorente o Dani Ceballos, todos ellos ya fuera del club. Los problemas en el centro del campo se han vuelto a evidenciar y es necesaria la presencia de un centrocampista físico con capacidad para abarcar campo. Con Casemiro de vacaciones por su participación en la Copa América, Kroos volvió a ejercer de sustituto del brasileño, una tarea en la que ya se desempeñó el curso pasado y evidenció carencias. Junto al medio alemán, mantiene su condición de intocable un Modrić que sigue sumido en la indefinición, aún sin la excusa de la sobrecarga física; e Isco, que aunque ha resultado irrelevante en la mayoría de sus apariciones, mantiene el 'cariño' del técnico francés.

La única línea que se ha visto ligeramente renovada ha sido la del ataque madridista. Con la gravísima lesión de Asensio, la más que probable salida de Bale y la llegada de Hazard, Rodrygo y Jović, al margen del belga ninguno de los otros dos, especialmente el serbio, ha presentado credenciales suficientes para asaltar la titularidad. Los 60 millones de euros invertidos en él solo han desfilado por el campo durante 90 escasos minutos, y en ellos no ha demostrado argumento alguno para comprometer la titularidad de Benzema.

A pesar de todo, el tono de Zidane en sus comparecencias públicas ha sido plano. No ha variado. Ni se ha autocriticado por la mala imagen del equipo, ni ha elevado la voz ante la actitud de su plantilla, ni ha exigido a la directiva más incorporaciones. Ha lanzado un discurso plagado de excusas y valores que nada tienen que ver con el Real Madrid y la imagen que proyecta ante una afición a estas alturas ya pesimista no es la más adecuada para pensar en una reacción.

La única bala que le queda a Zidane para aportar algo de vida a su nuevo proyecto es el fichaje de Pogba. Una llegada que, por otro lado, se complica y desmitifica el pensamiento que existía en las altas esferas madridistas de que, con el francés en el banquillo, el proyecto 'blanco' es mas atractivo. El jugador del United, a parte de aumentar la calidad de la plantilla, ofrece una serie de condiciones que, en estas primeras pruebas veraniegas se han echado en falta. Sobre todo el físico pues Pogba es un 'todocampista' que participa tanto en la defensa como en el ataque, donde ha demostrado su gran llegada aportando goles y asistencias

Estamos a finales de julio y el madridismo percibe un extraño aroma que no invita al positivismo. Está cansado de escuchar promesas, sin pruebas tangibles de que se dan pasos por el camino adecuado y ve como de seguir así se avecina otro año en el que en el mes de diciembre se estará fuera de la lucha por LaLiga y sin entrenador; y en febrero fuera de la Liga de Campeones... y mientras Florentino prometiendo la 'enésima' revolución para la siguiente temporada, o para cuando se deje de pagar la absurda remodelación del Santiago Bernabéu.

30 julio 2019

Havertz, la nueva sensación alemana

Alemania sigue sacando jugadores de una muy alta calidad futbolística y Havertz no ha sido la excepción. Es uno de los jugadores más talentosos de la Bundesliga. El zurdo del Leverkusen está pulverizando todos los récords de precocidad existentes en el fútbol germano y todos los grandes equipos de Europa quieren hacerse con su talento. Havertz está llamado a ser el estandarte de la nueva 'Mannschaft'.

Kai Lukas Havertz nació el 11 de junio de 1999 en Aachen, ciudad en el distrito gubernamental de Colonia en la región de Renania del Norte-Westfalia (Alemania). Comenzó a jugar en el SV Alemannia Mariadorf, club de la ciudad de Alsdorf, donde creció. En 2009 se unió a las categorías inferiores del Aachener TSV Alemannia 1900 (conocido coloquialmente como Alemannia Aachen), donde llamó la atención de varios clubes de la Bundesliga gracias a sus actuaciones, por lo que solo una temporada después, con apenas 11 años, recaló en la disciplina del Bayer 04 Leverkusen, en el que culminó las divisiones infantiles y comenzó su etapa juvenil. Desde entonces, la carrera de Havertz ha estado marcada por su precocidad. El 14 de junio de 2014, cuando recién había cumplido los quince años, realizó su debut con el equipo sub-17 en la B-Junioren-Bundesliga y solo dos años después, en 2016, tras marcar 18 goles para el equipo juvenil, fue galardonado con la medalla Fritz Walter de plata sub-17 antes de irrumpir en el primer equipo de la aspirina la temporada siguiente.

En la temporada 2016-17, Roger Schmidt, entrenador del Bayer Leverkusen, decidió ascender a Havertz al primer equipo, con la idea de darle minutos en la Bundesliga y, paralelamente, terminar su formación en el sub-19. Realizó su debut profesional el 15 de julio de 2016, en un partido amistoso de pretemporada ante el SC Verl. Su debut en la Bundesliga se produjo el 15 de octubre de 2016, en la jornada 7 ante el SV Werder Bremen, cuando sustituyó en el minuto 83 al chileno Charles Aránguiz. Su primer gol lo marcó ante el VfL Wolfsburg en el BayArena el 2 de abril de 2017, convirtiéndose en el jugador más joven de la historia del Leverkusen que marcaba un tanto en la Bundesliga. Desde entonces, la joya del conjunto de la aspirina no soltó la titularidad y terminó jugando un total de 27 partidos (3 de ellos de Champions League), donde marcó cuatro goles y dio seis asistencias.

Havertz continuó impresionando durante la temporada siguiente con Heiko Herrlich como nuevo ocupante del banquillo del conjunto 'Die Werkself'. El joven centrocampista se hizo un sitio en el once titular cuando apenas acababa de cumplir la mayoría de edad. Jugó un total de 30 partidos, dio nueve asistencias y marcó 3 tantos ante VfB Stuttgart, Hamburger SV y RB Leipzig. Además, el 14 de abril de 2018, Havertz se convertía en el jugador más joven en la historia de la Bundesliga en jugar 50 partidos con solo 18 años y 307 días, rompiendo el récord que Timo Werner tenía anteriormente.

La temporada pasada, su tercera en el Leverkusen, Havertz ha tenido una gran progresión. Y eso que comenzaron con tres derrotas, pero en la jornada 4 apareció para darle el gol del triunfo ante el 1.FSV Mainz y así cerrar una semana espectacular, ya que venía de hacerle un doblete al PFC Ludogorets en la Europa League. Havertz tuvo un rol de mayor peso en el equipo y fue un fijo en el conjunto de la aspirina, jugando prácticamente todos los minutos del curso (en febrero se convertía en el segundo jugador más joven en disputar 75 encuentros en la Bundesliga, solo por detrás de Julian Draxler). Lo hizo, además, ofreciendo un gran rendimiento. Sus 20 goles y siete asistencias en 40 partidos así lo demuestran. Se convirtió en uno de los nombres de la pasada edición de la Bundesliga y a sus 20 años es ya un referente en el ataque del Leverkusen junto a Julian Brandt, otro talentoso alemán con quien se entiende a las mil maravillas.

Bastan unos minutos para darse cuenta de que estamos ante un jugador que entiende el juego. Havertz es un futbolista vertical, astuto, de los que lo hacen sencillo. A pesar de su tierna edad, cumplió 20 en junio, el zurdo muestra la pausa de todo un veterano. Es un jugador que necesita estar en contacto con el balón. Cuando la toca, el Leverkusen es un equipo marcadamente vertical y él tiende a ser quien une a un conjunto que, sin él, parece inconexo. Es un jugador capaz de alterar un partido con su pegada, pero también puede hacerlo activando a sus compañeros con su visión de juego, luchando balones divididos o dando un respiro al equipo lanzando pases en largo. Sus propias virtudes lo acercan de manera natural al área rival porque la felicidad llega a través de los goles, pero estaríamos dibujando el retrato equivocado si quedase la idea de que su remate es lo único que destaca de su repertorio. Havertz puede jugar prácticamente en cualquier puesto del centro del campo. Es denominado en Alemania como un 'Alleskönner', un todoterreno como se diría aquí. Herrlich decidió en varios partidos del inicio del curso pasado retrasarlo al mediocentro, aunque su posición habitual es la de mediapunta. Allí su incidencia en el juego parecía mayor y, por lo tanto, más determinante para los 'Die Werkself', al menos en fase ofensiva. De este modo, estamos ante un mediapunta que ha actuado en ocasiones de mediocentro, pero que en sus primeros partidos actuaba en banda. Sin embargo, su falta de velocidad no le potencian como extremo. Por cualidades, también podría ser un interior en un 4-3-3. Desde esas posiciones internas se verán mejor sus condiciones para el fantástico golpeo en largo, la visión para el último pase, sus giros que anteceden a elegantes conducciones, que gracias a su zancada, disimulan la falta de una punta de velocidad extra. Además, el chico está mostrando cada vez más llegada al área rival. Su disparo, efectuado casi sin esfuerzo, es altamente preciso. Sus 188 cm podrían ayudarlo para ganar más duelos aéreos de los que vence si se aplica en este sector, pudiendo beneficiar más en las jugadas de estrategia, de las que podría terminar siendo, por otra parte, uno de los lanzadores recurrentes. Es un jugador plástico, vistoso y de gran gesto técnico. Domina los espacios, no se desgasta con carreras hacia ningún lugar. Su posicionamiento entre líneas es siempre correcto y sabe identificarse como 'tercer hombre'. Posee una muy alta calidad en los controles orientados o recepciones ante balones difíciles de dominar. Después, encuentra el espacio antes de recibir y entiende por dónde debe continuar la jugada y la ejecuta sin dilación. No se entretiene si no es necesario, ni da toques superfluos, de ahí que sea muy difícil verle perder posesiones. El propio Lothar Matthäus, campeón del mundo en 1990 y último balón de oro alemán en 1991, no ha dudado en señalarlo como el próximo crack germano. "Ha puesto el listón muy alto, para mí fue el jugador de la temporada. Si Havertz mantiene un nivel tan alto y conserva esa ligereza, astucia, presencia y peligrosidad de cara a puerta, entonces podría llegar a convertirse en mi sucesor como balón de oro".

Internacional por Alemania, Havertz ha jugado con las selecciones sub-16, sub-17 y sub-19 cumpliendo un exitoso proceso en las selecciones juveniles alemanas. En 2016 disputó en Azerbaiyán el Europeo sub-17, donde apareció en los cinco partidos de Alemania, marcando un gol ante Austria antes de que los pupilos de Meikel Schönweitz fueran eliminados por España en las semifinales. El 29 de agosto de 2018, fue llamado por primera vez para jugar con la 'Mannschaft'. Joachim Löw quedó cautivado por el juego de la perla del Leverkusen y lo tomó en cuenta para el inicio de una renovación en el combinado teutón después de la catástrofe en el Mundial de Rusia. Havertz fue incluido en la convocatoria para los partidos ante Francia y Perú y fue en este último, disputado el 9 de septiembre de 2018 en el Rhein-Neckar-Arena de Sinsheim, cuando sustituyó en el minuto 88 a Timo Werner, convirtiéndose así en el jugador más joven en debutar con la camiseta de Alemania, a los 19 años, 2 meses y 29 días. No pudo entrar en la siguiente convocatoria ante Holanda y Francia por una pequeña lesión, pero a sus 20 años ya se ha convertido en un fijo en las convocatorias de Joachim Löw y ha disputado otros dos partidos ante Rusia y Serbia (ambos como titular).

Durante prácticamente toda la temporada pasada se habló de la posible salida de Havertz al FC Bayern München, pero el joven centrocampista no tiene intención de moverse del Bayer 04 Leverkusen, por el momento. Kai ha declarado en varias ocasiones que pretende jugar al menos una temporada más en el conjunto de la aspirina, donde tiene contrato hasta 2022, y quiere seguir creciendo para dar el salto a un grande de Europa más adelante. Al interés del campeón alemán se suma también el del FC Barcelona, Manchester City FC, Real Madrid CF, Paris Saint-Germain FC y del Liverpool FC. Eso sí, la directiva del Leverkusen no le dejará salir por menos de 100 millones.