Cuando faltan apenas siete meses para el inicio del Mundial y, mientras un puñado de selecciones se juega esta semana su clasificación en los distintos play-offs, otras selecciones aprovechan el margen de tiempo que les da el tener los deberes hechos para ir presentando a sus aficionados las equipaciones que vestirán durante el Mundial de Brasil del próximo año.
A muchos nos ha chocado algo que ya habíamos escuchado hace tiempo, España jugará totalmente de rojo en tierras brasileñas. Y es que Adidas ha desechado el azul tradicional en el calzón español para sustituirlo por un rojo, que ya había sido usado con anterioridad contra 'Les Bleus' en el Stade de France. Pero no es el único pantalón que la marca alemana ha sustituido para la cita brasileña. Alemania, Argentina y Colombia usarán pantalón blanco en lugar del negro o azul (en el caso de la selección 'cafetera') tradicional. Y es que en los cuatro casos, esas combinaciones, que ya habían sido usadas con anterioridad en partidos puntuales, se convertirán en este Mundial en la primera equipación oficial de estas selecciones.
Pero Adidas no es la única marca que ha cambiado los uniformes de las selecciones que patrocina ya que si escarbamos un poco en nuestra memoria futbolística seguramente nos acabemos preguntando qué pasó con los pantalones blancos de Francia, Holanda y Costa de Marfil o con los verdes de Portugal, o por qué la selección de Italia es ahora más 'azzurra' que antes y Brasil usa calzón blanco en muchos partidos. Y es que, curiosamente, Nike y Puma se habían mostrado hasta ahora mucho más receptivas a la sugerencias de FIFA que Adidas, principal patrocinador de la organización.
Y es que desde la FIFA llevan tiempo 'sugiriendo' a las federaciones nacionales y a sus proveedores que adapten sus combinaciones de colores tradicionales en camiseta, pantalón y medias para evitar las interferencias visuales que en ocasiones se producen cuando se enfrentan selecciones que comparten alguna tonalidad en sus uniformes, aunque no haya esa coincidencia plena que reglamentariamente motivaría el uso de la segunda o tercera equipación. Según el máximo organismo rector del fútbol mundial, dichas interferencias "no afectan sólo a los telespectadores, sino a árbitros e incluso a los propios jugadores, acostumbrados a reaccionar a estímulos visuales originados muchas veces en la parte inferior de su campo de visión".
Lo que se intenta es que un color concreto sea identificado inmediatamente con sólo uno de los dos equipos, sin posibilidad de equívoco, y que el contraste entre unos tonos y otros facilite la labor arbitral a la hora de ver los contactos. De hecho, en los últimos tiempos la FIFA ha obligado a numerosas selecciones a combinar la camiseta titular con el segundo pantalón (o viceversa) para eliminar cualquier atisbo de confusión, por mínimo que pudiera parecer, en los partidos que organiza. De esa manera se evita la coincidencia cromática, pero se genera cierta sensación de extrañeza entre los aficionados ante el resultado estético, sensación motivada también por la costumbre de ver a su equipo vestir una combinación concreta de colores.
Sinceramente, a mi me parece una chorrada, ya que hasta ahora las selecciones habían jugado con sus respectivos colores y nunca había pasado nada. Yo vi ganar a Maradona el Mundial de México vistiendo pantalón negro, el mismo que llevaba Matthäus con la 'Mannschaft' en Italia'90. Blancos eran los pantalones de aquella Holanda que enamoró a la Europa futbolística en 1988 y que contaba en sus filas con Van Basten, Gullit y Rijkaard. Ronaldo lució pantalón azul y medias blancas en los Mundiales que ganó en 1994 y 2002. Zidane llevaba camiseta azul, pantalón blanco y medias rojas en la Francia que se consagró campeona en 1998, y los Xavi, Iniesta, Alonso y compañía han marcado una época en esto del fútbol vestidos con camiseta roja y pantalón azul. Todos ellos, con esos 'colores rarísimos' (para la FIFA), fueron los mejores del mundo, y nunca vi a un rival quejarse por los pantalones del contrario.
Por tanto, la idea de la FIFA para evitar 'problemas cromáticos' y, que los equipos vistan siempre de un solo color, de arriba abajo, me parece una chorrada más del señor Blatter (últimamente se prodiga demasiado en su faceta cómica). Ya que jamás un árbitro confundió a ninguno de los anteriormente citados. Ni para anotar sus goles ni para reseñar sus expulsiones. Y nunca a un compañero le costó encontrarlos por el terreno de juego, porque el fútbol es un juego de espacios, y si los ocupas bien, casi no hace falta ni mirar. Y, por supuesto, no fue porque los rivales les regalaran el balón, deslumbrados por sus indumentarias revolucionarias, que reinaron en los 50, los 60, los 70, los 80 y los 90...
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