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Un año más estamos metidos de lleno en el periodo de fichajes. Una época en la que todos los aficionados vivimos alegrándonos por las llegadas o desesperándonos por las bajas.
Lo más característico del mercado de fichajes veraniego es leer la prensa y encontrar 20 nombres de jugadores asociados a Real Madrid y al Barcelona, de los cuales el 90% ni siquiera recibirán en toda su carrera deportiva una oferta de ninguno de los dos clubes. Es habitual también leer titulares asociando a jugadores culés o merengues al máximo rival, destacados en primera página y entre exclamaciones, buscando provocar y al más puro estilo del diario The Sun, a lo que el jugador en cuestión responde sorprendido en rueda de prensa negando que sepa nada sobre el tema. Otro tipo de noticias que solemos ver es correspondiente al capítulo de las bajas. Los jugadores que no contaron la temporada pasada o que en opinión del director del periódico turno no lo hicieron bien, automáticamente pasan a tener ofertas de equipos europeos, y curiosamente, esos equipos siempre son o el Lyon o el Manchester City (no se si vosotros encontrasteis otro club que según los periódicos se interese por la mitad de las plantillas del Barça y Madrid, pero yo siempre veo esos nombre cuando hablan de ello, deben de querer renovar el equipo año a año porque no se entiende)
Por otro lado, hay un grupo de equipos que fichan bien pero de una forma más ''tapada'', sin bombo mediático (algo que sin duda abarata el precio del fichaje). A los que no tienen la suerte de pertenecer a estos dos grupos les queda resignarse a ir fichando lo que se encuentra e intentar que las bajas importantes sean las menos posibles, pero claro, siempre contando con que los rumores que sitúan a sus mejores jugadores en los equipos grandes no terminen por pertenecer a ese amplio grupo de los denominados rumores ''para llenar páginas''.
Queda más de un mes para cerrar el mercado y aún queda mucho por conocer. ¿Llegará Maicon al Madrid? ¿Se irá Ibra del Barça? ¿Fichará el Manchester City a media liga española? La solución a estas preguntas el 30 de agosto.
Comienza la pretemporada futbolística y normalmente esta viene acompañada de una de las elecciones más importantes, las botas de fútbol. Y es que muchas veces, no somos conscientes de lo importante que es llevar un calzado adecuado. Las botas son un elemento importante en el conjunto del jugador, porque permiten dominar el balón durante los controles o el golpeo, así como durante los cambios de dirección y las aceleraciones. Por lo tanto, es primordial tomar en consideración los distintos criterios como el agarre, la flexibilidad y el toque de balón. Una sabia decisión en la compra, nos puede hacer mejorar el rendimiento, evitar lesiones y sentirnos más cómodos, que principalmente, es de lo que se trata.
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de comprar unas botas es que sean cómodas y que se acerquen lo máximo posible a nuestro estilo de juego. Dicho esto, es mejor comprar unas botas que no son estéticamente bonitas pero sí que son aptas para nuestro tipo de juego, que no unas botas espectaculares pero que no nos van a aportar lo que todo jugador busca en sus botas. Además, siempre debemos tener presente que las mejores horas para probarse un calzado es a última hora de la mañana o última de la tarde, cuando el pie está cargado, ya que si lo hacemos con el pie descansado (y las botas nos quedan muy justas) no nos valdrán con el pie sobrecargado.
En cuanto a los materiales, hoy todas las botas están previstas para jugar en superficies húmedas o con lluvia y charcos en el campo. Aun así, existen diferencias considerables entre la piel de vaca, la piel de canguro y los materiales sintéticos. Sin duda alguna las mejores son las de piel de canguro, pues además de su buena adaptación al pie por la gran flexibilidad que ofrece este material, son las más resistentes, y dan un toque de balón excelente. Por el contrario es verdad que las botas de este material son las más caras.
Una parte importante de la bota y a la que se suele prestar poca atención es la plantilla. Normalmente las que incorporan las botas de fútbol cumplen sólo con el cometido de proteger al pie de los impactos con la superficie. Lo idóneo es que, si sufrimos de alguna dolencia en la planta del pie (por ejemplo pie plano o pie cavo) visitemos a un podólogo u ortopeda que nos confeccione unas plantillas a medida que se ajusten a las necesidades de nuestro pie, y sustituyamos la plantilla que viene de fábrica por la nuestra.
De lo que no hay duda, es que la suela es la parte más importante de la bota de fútbol y a la que hay que prestar mayor atención. Podemos distinguir entre el uso para césped duro, césped blando, tierra, césped artificial, etc... Y es que es esencial adaptar nuestro calzado a la superficie sobre la que vamos a jugar, no hacerlo de esta manera supone un riesgo considerable para nuestra salud ya que la falta de adherencia al terreno puede hacernos sufrir resbalones y una excesiva adherencia al terreno de juego nos puede producir la típica 'clavada' que puede ser nefasta para nuestra rodilla cuando intentamos hacer un giro brusco. Por todo ello, los tacos son importantísimos para proporcionar la tracción necesaria en una variedad de superficies. Estos han evolucionado desde unos simples clavos hasta los tacos modernos de distintas longitudes, formas, materiales, disposición, etc... Debemos tener en cuenta que a mayor número de tacos se produce menor adherencia a la superficie y menor riesgo de lesión por torsión, en especial en terrenos blandos. Las marcas están asumiendo unas siglas comunes para facilitar al usuario saber de que se habla, aunque luego cada marca tenga su característica. La clasificación básica es:
- Los tacos de aluminio (SG) se utilizan para conseguir una máxima penetración sobre el terreno de juego asegurando el mayor agarre posible. Sólo deben utilizarse en superficies donde nos aseguremos que los tacos se van a clavar del todo (césped natural húmedo o mojado), porque al tener sólo 6 u 8 puntos de apoyo, si los tacos no se clavan, molestarán mucho por la presión que ejercen sobre la planta del pie. No deben utilizarse nunca en césped artificial y tierra.
- Los tacos mixtos combinan tacos de goma y aluminio para mejorar la tracción y agarre en condiciones de césped natural seco y césped natural blando. Se debe evitar su uso en cualquier superficie que no sea hierba natural.
- Los tacos tradicionales de goma (FG), aseguran un gran agarre en casi todas las superficies, suelen ser suelas ultraligeras de alrededor de 12 o 13 tacos que pueden ser cónicos o alargados dependiendo de la marca y el modelo, pero consiguiendo prestaciones muy similares. Este tipo de tacos está recomendado para césped natural duro o terrenos de hierba artificial de última generación. Se debe evitar su uso en hierba artificial tipo moqueta o de primera generación de caucho y tierra.
- Los tacos para terrenos de hierba artificial (AG), están diseñados para su uso en campos de césped o hierba artificial con caucho de cualquier generación o césped artificial de moqueta. Las características propias de este tipo de terrenos requieren de una suela con mayor número de tacos para facilitar el agarre pero que permita hacer giros sin que la suela se fije al tapete para minimizar los problemas en las rodillas. El mayor número de tacos también hace que el desgaste en césped sintético, más abrasivo que el natural, sea menor
- Las botas con suela multi-taco (MG) permiten un máximo agarre en superficies sintéticas de cualquier tipo y minimizan las molestias ocasionadas por los tacos en la planta del pie. Los tacos en una superficie sintética no se clavan, se apoyan, y eso puede ocasionar dolor por la presión sobre la planta del pie. Con una suela multitacos esa presión se reparte por toda la planta convirtiéndose en imperceptible.
- Los tacos para terrenos duros (HG) están fabricados en materiales muy resistentes a la erosión provocada por la dureza del terreno. Esta resistencia, se logra haciendo la suela de materiales más resistentes, sacrificando algo la flexibilidad, y añadiendo más tacos de lo habitual. Este tipo de tacos está recomendado para tierra y césped artificial, pero nunca para hierba natural.
- Las botas con suela Turf permiten un máximo agarre en superficies sintéticas y minimizan las molestias ocasionadas por los tacos en la planta del pie. Los tacos en una superficie sintética no se clavan, se apoyan, y eso puede ocasionar dolor por la presión sobre la planta del pie. Con una suela de muchos y pequeños tacos, esa presión se reparte por toda la planta convirtiéndose en imperceptible. Esta suela está recomendada para tierra, césped artificial de moqueta y césped artificial con caucho.
Por último, y no menos importante, el mantenimiento de las botas de fútbol es esencial y no por ello deja de ser sencillo. Mi primera recomendación es introducir hormas internas para que no pierdan la forma y el material mantenga tensión durante el período que la bota pasa en la mochila (muchas veces con un kilo de ropa encima), en el zapatillero, en la taquilla del vestuario o en nuestro domicilio. Las hormas son sencillas de encontrar en cualquier zapatero, no tienen un precio demasiado elevado y se pueden reutilizar de una bota a otra. Es un elemento que no debería faltar en el armario de ningún futbolista. Las hay de diferentes materiales y se clasifican por tallas. Para botas de material sintético, se recomienda aclararlas después de cada partido y dejarlas secar al aire en un lugar ventilado y protegido del sol con las hormas puestas, eliminando todo resto de humedad para evitar que se pudran. Si la bota está mojada en el interior es conveniente meter papel de periódico dentro de la bota para que absorba rápidamente el agua (un día y medio aproximadamente) y una vez acabado este tiempo retirar el papel e introducir las hormas. Si la bota es de piel los cuidados se multiplican. Por un lado para evitar el deterioro prematuro de la bota porque es de un material mucho más delicado, por otro para mejorar el rendimiento de la bota, porque la piel es un material orgánico que se puede nutrir y mejorar el estado que trae de fábrica. Por tanto debemos, por un lado aplicar los mismos puntos de los que os he hablado en las botas sintéticas y además limpiar en seco las botas con un cepillo y aplicarlas grasa de caballo para que el cuero conserve sus cualidades de impermeabilidad y flexibilidad. Es importante sólo aplicar la grasa cuando la bota esté completamente seca por dentro y por fuera. Si tiene que ser dos o tres días después de haberlas usado no pasa nada. Es preferible entrenar dos días seguidos sin engrasar la bota antes que aplicarla estando mojada.
En estos días de tranquilidad futbolística postmundialista, muchos son los recuerdos e imágenes que nos deja el mayor evento deportivo del mundo. El primero es el último. Es la imagen que abre esta entrada. El 'zapatazo' de Iniesta ante Stekelenburg será, sin duda, el recuerdo más imborrable que tendremos de Sudáfrica 2010.
La segunda imagen que me viene a la memoria es la del cabezazo de Puyol ante los alemanes. Por la trascendencia y la forma del gol, que es la menos habitual en un equipo de toque como el español, pero sobre todo porque nos permitió aspirar a nuestra primera Copa del Mundo.
No obstante, y como es habitual en los grandes torneos, ha habido grandes sorpresas y fracasos escandalosos. La selección uruguaya, de la mano de Diego Forlán, ha cuajado un magnífico Mundial.
Dos grandes selecciones han caído con estrépito en la primera fase. Las dos selecciones disputaron la final en 2006. Francia e Italia no fueron capaces de ganar ni un solo partido. Las estrellitas encima del escudo no son sinónimo de éxito; a veces pueden llegar a pesar demasiado.
Éste también es el Mundial del Brasil en el que primó la defensa sobre el ataque y la que no entiende de fantasía futbolística. Una cosa es adaptarse al entorno futbolístico y otra renunciar a tus orígenes. Y Brasil ha perdido su identidad. Más vale que la recupere en cuatro años, ya que les toca organizar su propio Mundial. Y los aficionados cariocas exigirán una sexta estrella en el Mundial de 2014.
En la misma línea que los brasileños, Holanda perdió su fútbol por el camino. Renunció al balón, le contestó con un sonoro NO fútbol de toque y se llenó de fuerza y músculo. Ganaron a los brasileños con su misma medicina y estuvieron a cuatro minutos de llegar a los penaltis en la final frente a España. Demasiado premio para tan poca propuesta.
Ha sido el Mundial de la Argentina entrenada por Maradona. Llegaron con muchísimas dudas a la cita. Se clasificaron por los pelos, evitando una repesca que hubiese sido toda una humillación para un país que vive y bebe de este deporte. Empezaron ganando con lo justo a los nigerianos y superaron, con cierta comodidad, a coreanos y griegos. Pero llegó el plato fuerte y los alemanes se los comieron.
Quedará en la memoria el buen papel de las selecciones sudamericanas de segundo nivel. Chile, Paraguay y Uruguay pueden estar más que orgullosos de sus partidos. Ningún rival les ha ganado con facilidad. Sólo tenemos que recordar la angustia que pasamos en el partido contra los guaranís. Chile cayó contra Brasil tras una buena primera fase. Y qué decir de Uruguay que no hayamos dicho ya. Los uruguayos, además, nos dejaron dos imágenes en un solo partido: las manos de Suárez y el penalti lanzado por Abreu. Los tres combinados comparten una misma característica: mueren y van hasta el final con sus selecciones.
Algunos ya ni se acuerdan, pero fuimos la primera selección que alzó la Copa del Mundo tras perder en el primer partido. Caímos derrotados contra Suiza. Sí, esa selección que marcó el camino de las demás; la única forma de ganar a España, al menos en este Mundial, era la de cerrarse atrás, colgarse del larguero si hacía falta y tener mucha suerte en los contragolpes.
El nivel de los árbitros ha sido, en general, lamentable. Empezaron sin hacer apenas ruido, pero luego fueron tan molestos como el sonido de las vuvuzelas, símbolo de Sudáfrica y a las que terminaremos por coger cariño. Howard Webb rubricó en la final que el arbitraje FIFA, con unas normas y unos aparatos propios del siglo pasado, debe cambiar.
Me acuerdo, en los días previos a la competición, del debate sobre la seguridad y la pertinencia de disputar un evento de este calado. Que si África no estaba preparada, que los estadios se terminaron con mucho retraso, que el país no podrá vigilar y ayudar a todos los combinados…Y si a eso le sumas que en los días previos desvalijan a periodistas españoles y portugueses en sus hoteles, la bola de nieve puede ser de dimensiones gigantescas. Podemos decir, una vez terminado el Mundial, que África sí estaba preparada y que, además, merecía albergar un acontecimiento de este tipo. El continente africano nos ha dado nuestra primera Copa del Mundo.
Es el Mundial de las estrellas estrelladas. De los Messi, Cristiano, Kaká, Rooney, Ribery. De futbolistas que se debían comer el mundo y que al final terminaron por comerse su propio ego. Una demostración más de que el fútbol es un deporte de equipo y que, si el equipo no ayuda, tú no podrás explotar tus cualidades, por muy extraordinarias que sean.
Ha sido la primera Copa del Mundo en donde el balón ha hecho de las suyas en muchísimos partidos. Y desde aquí instamos a las marcas deportivas que consulten a los jugadores y porteros, ya que hay demasiado en juego.
Será, sin duda, el Mundial del fútbol. Un Mundial de un nivel medio en cuanto a emoción y, sobre todo, calidad futbolística, pero en el que terminó ganando la mejor.
Y por fin se cumplió el sueño, si, por fin lo hemos vivido... 11 de julio de 2010, una fecha para recordar. Yo había imaginado a Casillas levantando esa Copa. 18 kilates de oro puro, Algo más de 5 kilos de lágrimas de una afición esperanzada. Y me preguntaba si después de tantos años de mala suerte, del penalti fallido de Eloy en México, del codazo a Luis Enrique en Estados Unidos, del 'robo' de Al-Ghandour en Corea-Japón, y de tantos tropiezos, estábamos viviendo la posibilidad de levantar nuestra primera Copa del Mundo.
Y así comenzaba la gran final, después de una gala de clausura magistral. Holanda de naranja y España totalmente de azul.
Tras un inicio de partido en el que España dominaba la pelota y los holandeses no encontraban su sitio. El doble pivote de la oranje sacó el cuchillo y comenzó a dar patadas a todo el mundo que vistiese la camiseta azul de España. Las órdenes de Van Marwijk eran claras: España no tenía que jugar con comodidad y a la mínima paraban el juego con constantes faltas. Pedro volvía a moverse como pez en el agua entre líneas y el primer aviso vino de la mano (de la cabeza más bien) de Sergio Ramos. Volvíamos a empezar bien, con sensaciones similares al partido que disputamos contra los alemanes.
El partido entró en una espiral de duras entradas que el pésimo colegiado inglés, Howard Webb, quiso cortar por lo sano. Se puso el traje de pistolero y España salió perdiendo: dos tarjetas a dos defensas españoles (Puyol y Ramos) y tres tarjetas para los holandeses (Van Persie, Van Bommel y De Jong, que mereció una roja como una casa después de marcarle la bota en el pecho a Xabi Alonso). La selección había perdido el balón y el norte en pocos minutos y Holanda estaba más a gusto con el juego bronco. Tocaba volver a tocar, tocar y tocar para volver a llevar el peligro a la portería defendida por Stekelenburg.
Consiguieron achantarnos durante algo más de veinte minutos y llevaron el partido al terreno que les gustaba: la presión, al límite del reglamento. Llegaba el descanso: empate a cero, una primera parte más bien fea.
Comenzó la segunda mitad con una final algo más abierta en la que España tenía más el balón en campo contrario. Por momentos los holandeses también se acercaban con peligro y el partido presentaba más alternativas. Eso sí: los tulipanes al contragolpe y a base de patadas, patadas y más patadas. Sin duda, la Holanda más salvaje que se ha visto. Arjen Robben se quedó sólo ante Casillas, quien aguantó hasta el último segundo en el uno contra uno. Un gol de los holandeses hubiese sido mortal. Y apareció San Iker. Nos estaban, poco a poco, comiendo el terreno.
Llegamos a la prórroga y ya para entonces el único recurso de Holanda pasaba por la velocidad de Robben y las jugadas a balón parado, esperaban agazapados el fallo de España. Los jugadores españoles no mataban el partido. Jugábamos contra los elementos: contra las patadas y el juego duro, contra el árbitro y contra nuestra propia falta de puntería. Aún no sé cómo mi corazón (y el de más de 45 millones de españoles) aguantaba el chaparrón.
Entraba Torres por Villa y esto hacía que la defensa holandesa se retrasase un poco más. Pero cuando Xavi se asocia con Iniesta no hay nada que hacer. Así provocaron la segunda tarjeta amarilla para Heitinga. Holanda ya solo quería los penaltis. Los tulipanes a base de patadas y más patadas estaban a un paso de llegar a las penas máximas. El fútbol no podía ser tan injusto.
Entonces llegó la jugada, Torres cuelga un balón desde la parte izquierda para Iniesta, despeja Van der Vaart y el balón le cae a Fàbregas que mete un pase en profundidad a Iniesta y... el resto ya es historia, leyenda de la historia del fútbol, un gol que gritó toda España. ¡Qué lágrimas! Premio al buen fútbol. Fuera las patadas y el anti-fútbol holandés. El Mundial lo ha ganado el fútbol, el toque, y como hubiera dicho Andrés Montes, el tiki-taka. Campeones de Europa. Campeones del Mundo. Gracias por hacernos disfrutar del mejor fútbol.
Ahora quiero pedir a cada uno de los seguidores, colaboradores y amigos de este blog que, a continuación, dejéis un comentario de como habéis vivido este acontecimiento histórico, cuales han sido vuestras impresiones. Muchas gracias a todos y hoy, más que nunca, ¡VIVA ESPAÑA!