Florentino Pérez anunciaba el pasado lunes en rueda de prensa la destitución de Carlo Ancelotti como entrenador del Real Madrid, aunque se negó a razonar su decisión. El Presidente madridista se mostró tenso, no obstante se trata de una de las decisiones más arriesgadas que toma en sus 12 años de mandato y lo hace en contra de la opinión de la mayoría de los socios y en contra de los pesos pesados de la plantilla. Casi un salto al vacío.
El presidente dijo que "el nuevo entrenador se conocerá la próxima semana" y los rumores se han disparado. Todo parece indicar que en la planta noble del club Rafa Benítez es el favorito... Un nuevo giro en la dirección deportiva, un nuevo estilo de juego y, en definitiva, un nuevo 'palo de ciego' de quien se mueve por puro capricho.
Cabe destacar que Ancelotti no era un entrenador de mi gusto, ya durante la pasada temporada pedí insistentemente su destitución, pero claro, una Copa del Rey y la conquista de 'la Décima' pesaron demasiado al final de la campaña como para ponerlo en la calle. Yo siempre lo consideré un entrenador demasiado blando y que nunca supo leer los partidos. Es verdad que llevó la paz a un vestuario al que Mourinho dejó al borde de la guerra civil. Y es que Ancelotti ha sido para el vestuario blanco un 'Del Bosque sin bigote', un entrenador que, salvo sus inicios en los banquillos de Reggiana y Parma, luego se ha movido en grandes equipos aunque todos ellos marcados por la 'fuerte personalidad' de sus respectivos dueños, a quienes les gusta entrometerse (demasiado a menudo) en la parcela técnica y deportiva: Agnelli en la Juventus, Berlusconi en el Milan, Abramóvich en el Chelsea o Al Thani en el Paris Saint-Germain.
¿Les suena la película? Pues si, y es que Florentino, desde que accedió a la presidencia del Madrid, tropieza verano tras verano en la misma piedra. Ejerce el papel de director deportivo con la ayuda de técnicos y amigos que le aconsejan. Ficha a grandes jugadores sin pensar si son funcionales para el proyecto técnico, sin ver si son complementarios entre ellos y pensando sólo en si venden o no camisetas, y si su fichaje se rentabilizará desde el punto de vista económico y no del futbolístico.
Por otro lado está el capítulo de salidas, cuyo único objetivo es el hacer caja para así obtener liquidez para los 'nuevos caprichos' del Presidente. Y es que, dejando aparte el desmantelamiento paulatino de la cantera, si al principio de temporada nadie (ni el propio Carleto) podía explicar las salidas de Xabi Alonso, Di María o Diego López, piezas importantes en la campaña anterior, algo parecido sucedió tras la llegada al banquillo de Pellegrini, quien vetó la salida de Arjen Robben y Wesley Sneijder y aún así fueron vendidos a Bayern e Inter respectivamente.
Por todo esto, mientras el señor Pérez siga 'apalancado' en el sillón central del palco VIP del Bernabéu, el rol que desempeñe el técnico de turno en el club de Chamartín no deja de ser el de entrenador-marioneta, un 'muñeco' en manos de alguien que actúa como si el club fuera de su propiedad y no de los socios. Nueve entrenadores en 12 años hablan del alto nivel de capricho de Florentino, de la falta de proyecto deportivo (si vemos los perfiles tan diversos de los entrenadores) y de la poca paciencia si no se obtienen los éxitos esperados.
Y es que Florentino Pérez solo ve negocio y dinero donde los demás queremos ver 'tan solo' fútbol... Tras los fichajes de James Rodríguez y Keylor Navas; y la cesión de Chicharito Hernández, la constructora ACS que preside Florentino firmó contratos en Colombia, Costa Rica y México. No es la primera vez que el 'Ser Superior' hace negocios en un país después de haber fichado a jugadores de esa nacionalidad para el Real Madrid. Cuando contrató a Manuel Pellegrini, ACS se expandió de forma notable en Chile, y las giras de pretemporada por China en la época de 'los Galácticos' coincidieron con la concesión a favor de su empresa del contrato de gestión de los contenedores portuarios en Jin Tang.
Además, a partir de 2010, empezaron a llegar futbolistas de origen turco al Santiago Bernabéu (Altintop, Özil y Sahin) justo cuando Estambul sonaba como favorita para los Juegos Olímpicos de 2020. La temporada pasada se pagaron 40 millones a la Real Sociedad por Asier Illarramendi cuando, por esas fechas, se discutía en San Sebastián el proyecto (que a día de hoy sigue estancado) para remodelar Anoeta... precisamente por la misma cantidad de dinero.
Recordar también que el grupo ACS acaba de adjudicarse el contrato para la construcción de un tramo de la línea de alta velocidad de California por un montante cercano a los mil millones de euros. Sí, en los Estados Unidos, donde el Real Madrid lleva realizando 'minigiras' en las últimas seis pretemporadas, los mismos años que Florentino acumula en la presidencia desde su retorno en el verano de 2009. Además, el fichaje de Martin Ødegaard abre las puertas de Noruega a Florentino, donde ACS, Acciona y OHL litigan por un contrato del tren de alta velocidad en el país escandinavo que asciende a 3.100 millones de euros. Tanta similitud en la conducta de los negocios de ACS y de los fichajes del Madrid no puede ser coincidencia.