El delantero búlgaro del Manchester United ha pasado de ser el máximo goleador del equipo y de la Premier League la temporada pasada a calentar banquillo o a jugar la Carling Cup contra rivales de la cuarta categoría del fútbol inglés. En unos pocos meses su status en el equipo ha dado un giro de 180 grados.
La pasada semana consiguió su primer gol de la temporada ante el Aldershot Town, en el partido de la cuarta ronda de la Carling Cup. En total ha jugado siete partidos en lo que va de temporada, siendo titular en el partido de la Premier ante el Stoke y en los dos de la Carling Cup. Ha pasado a ser el cuarto delantero del equipo por detrás de Wayne Rooney, Danny Welbeck y 'Chicharito' Hernández, sólo Michael Owen es menos utilizado que él.
Un gran contraste con sus números de la temporada pasada, en la que fue máximo goleador de la Premier League con 20 goles (empatado con Carlos Tévez) y el máximo goleador de su equipo con 21 tantos en todas las competiciones, habiendo disputado un total de 42 encuentros oficiales.
A pesar de estos números, los mejores desde su llegada a Old Trafford en el verano del 2008 procedente del Tottenham, ya se intuía desde finales de la temporada pasada que algo así podía ocurrir. Comenzó muy bien la temporada pasada anotando seis goles en las cinco primeras jornadas de liga. Después sus goles llegaron por rachas. Podía pasarse siete partidos sin marcar y llegar el Blackburn Rovers y endosarle cinco goles de una tacada. Poco a poco le fue comiendo terreno el 'Chicharito' Hernández, que impresionó a Ferguson en su primera temporada. Su adaptación fue espectacular y acabó siendo el elegido para acompañar a Rooney en la delantera, de hecho en la final de la Champions, disputada en Wembley, el ex de Chivas fue titular, mientras que Berbatov ni siquiera fue convocado.
A Ferguson le gustó más el juego del mexicano. Un jugador rápido, con gran movilidad que no deja de trabajar abriendo espacios en la defensa rival, circunstancia de la que se aprovecha Rooney. Unas características que el delantero búlgaro no tiene. Berbatov es técnicamente extraordinario, el mejor delantero en este aspecto del United, buen rematador y al que le gusta ponerle pausa al frenético fútbol de los diablos rojos para enlazar defensa y ataque. Pero también es frío, lento y poco trabajador (no es de los que se pasa el partido presionado a la defensa rival). También se le acusa de no rendir por igual en los partidos disputados en Old Trafford como a domicilio (16 de los 20 goles los anotó como local), y de no aparecer en los partidos de la Champions, la temporada pasada no consiguió marcar en dicha competición. Por todo ello acabó relegado al banquillo con el mexicano en la punta del ataque y Rooney un poco más retrasado haciendo la función en la que Berbatov se encuentra más a gusto.
Este verano se habló de un posible traspaso, el PSG era uno de los clubes más interesados, sin que se llegara a concretar dicha posibilidad. Era sabido que partía con desventaja en relación a Rooney y Hernández. Con lo que no se contaba era con las brillantes actuaciones de Danny Welbeck. Tras su cesión en el Sunderland el joven delantero se ganó la titularidad en los primeros compases de la competición. Otro jugador rápido, escurridizo y peleón que también le ganaba la partida al internacional búlgaro.
Las únicas opciones de jugar que tiene ahora pasan casi exclusivamente por sustituir a Rooney. Algo que sólo ocurrirá en muy contadas ocasiones de no mediar una lesión. Con 30 años y con un contrato que finaliza al finalizar esta temporada es muy posible que su nombre vuelva a sonar en el próximo mercado invernal. Quizás la mejor salida para un jugador al que todavía le quedan unos buenos años de fútbol por delante.
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