En un mundo tan mercantilizado donde apenas quedan cosas sin un precio grabado a la espalda, resulta sorprendente que uno de sus máximos exponentes guarde algo de romanticismo con los orígenes de un juego, demasiado alejado del que hoy en día genera abrumadoras cantidades de dinero. Paradojas de la vida, las equipaciones oficiales de las selecciones nacionales (no así las ropas de entrenamiento) son el último bastión del deporte que más ha evolucionado gracias a los ingresos millonarios derivados de la publicidad, aunque en su afán recaudatorio algunos presidentes de federaciones intenten cada cierto tiempo alguna iniciativa que permita que algún sponsor invada la camiseta de un equipo nacional.
A pesar de que fútbol y publicidad llevan décadas trazando un largo camino de intereses compartidos, no hay selección alguna que pasee el nombre de un patrocinador (exceptuando el de la marca deportiva) en su camiseta. El motivo lo encontramos en el artículo VII del reglamento de la FIFA en lo que a equipamiento se refiere y que marca que "está estrictamente prohibida toda forma de publicidad de patrocinadores, fabricantes (si excede las dimensiones de la identificación del fabricante permitidas) y/o de terceros, así como toda declaración política, religiosa, personal y/o de cualquier otra índole en cualquiera de las piezas del equipamiento de juego que se utilicen de manera temporal o permanente en la zona controlada del estadio o se lleven allí durante cualquier partido".
No obstante, a lo largo de la historia algunas federaciones han buscado sus artimañas para desafiar al máximo organismo del deporte rey con el fin de obtener mayores beneficios. Así por ejemplo, Brasil cedió a los encantos publicitarios cuando estampó en su preciada 'verdeamarela' el logotipo de Coca-Cola a cambio de unos 40.000 dólares. Ocurrió el 9 de diciembre de 1987 cuando la cuestionada selección, dirigida entonces por Carlos Alberto Silva, saltó al césped del Estádio Parque do Sabiá de Uberlândia para enfrentarse, en un partido amistoso, a Chile (quienes tan solo cinco meses antes les habían eliminado de la Copa América al endosarles un rotundo 4-0). Más allá del resultado favorable para la 'canarinha', el partido pasó a la historia por el rechazo que levantó tal intromisión. Una sanción de la FIFA y el estigma de haber traicionado a la 'torcida', obligaron a la marca de bebidas gaseosas a retirar su imagen de la camiseta brasileña para el partido que tres días más tarde se jugaba ante Alemania.
En julio de 1989 la selección argentina, entonces campeona del mundo, disputó un amistoso benéfico frente a un combinado de la Asociación de Futbolistas Argentinos en el estadio José Amalfitani de Buenos Aires, con alrededor de cuarenta mil espectadores en las gradas de 'El Fortín' de Vélez Sarsfield. La camiseta 'albiceleste' tenía el patrocinio de Renault, aunque para evitar sanciones de la FIFA se optó por usar un uniforme de adidas (entonces les vestía le coq sportif) y sin el escudo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Además, para que todo fuese más surrealista, en el combinado nacional destacaba la presencia de Maradona junto a un centrocampista de 'apenas 59 años', ni más ni menos que Carlos Saúl Menem, el presidente de la Nación, que había asumido su cargo pocos días antes.
También la selección holandesa se saltó esta regla, aunque no fue tan sonado como los casos anteriores al tratarse de una selección 'B' formada por jugadores amateurs. Fue en octubre de 1989, con motivo del torneo amistoso que organizaba la Koninklijke Nederlandse Voetbalbond (KNVB), con ocasión del centenario de la federación holandesa. El combinado 'tulipán' lució una camiseta con patrocinio de Phillips, que en esa época ya patrocinaba a la selección 'mayor' en sus equipaciones de entrenamiento. No les fue mal a los pupilos de Ron Groenewoud, quienes quedaron primeros por delante de las selecciones de Alemania Oriental, Surinam y Antillas Holandesas.
A principios de los noventa la selección colombiana, capitaneada por Carlos Alberto Valderrama, pisaba fuerte en el panorama internacional. Tan solo unos años antes había arrollado a Argentina en el mismísimo estadio Monumental y aquella fama de equipo prometedor adjuntó prestigio y contratos insospechados para la Federación Colombiana de Fútbol. En 1993 la selección 'cafetera' sorprendió a propios y extraños al mostrar, en un par de amistosos ante Estados Unidos y Chile, el patrocinio de la marca cervecera Bavaria en el frontal de la camiseta por lo que unos meses más tarde la federación tuvo que pagar una cuantiosa multa impuesta por la FIFA.
La Expo'98 fue una Exposición Internacional que se realizó en Lisboa del 22 de mayo al 30 de septiembre de 1998. Para promocionarla, la Federação Portuguesa de Futebol (FPF) no tuvo mejor idea que utilizar al combinado luso. Sucedió el 22 de enero de 1997 cuando la 'Selecção das Quinas', entonces entrenada por Artur Jorge, disputó un amistoso frente a Francia en el Estádio Primeiro de Maio de Braga, donde el cuadro de Aime Jacquet se impuso a los lusos con goles de Didier Deschamps y del entonces centrocampista del AC Milan, Ibrahim Ba. Es cierto que por aquel entonces Portugal no contaba con el mediático Cristiano Ronaldo, pero sí tenía figuras de renombre de la talla de Luis Figo, Vitor Baia, João Pinto, Fernando Couto o Rui Costa.
Desde hace más de dos décadas los irlandeses sacan a la venta dos versiones de camiseta en cada cambio de modelo oficial. Una con publicidad para los hinchas y otra 'limpia' para los jugadores. Firmas como Opel, Eircom y 3 han aparecido en el pecho de la 'Green Army', aunque sólo en la réplica que se consigue en las tiendas. De todos modos, la Football Association of Ireland (FAI) se las ha arreglado para poder lucir el logotipo de de su anunciante en algún que otro amistoso no oficial, como el que disputó su selección 'B' el 9 de octubre de 2008 ante el Nottingham Forest FC en el Dalymount Park de Dublín.
Entre 2008 y 2009 los dirigentes de la Federación de Fútbol de la República Islámica de Irán apostaron por el marketing y cedieron un espacio en la indumentaria del conjunto 'Melli' para que allí apareciera el logo de la empresa Saipa Diesel, fabricante local de camiones y tráilers. La práctica, por supuesto, era y sigue siendo antirreglamentaria para la FIFA por lo que también recibieron la respectiva sanción económica. Más recientemente, las selecciones de India y Tailandia también han salido a jugar en partidos no oficiales con patrocinadores en sus camisetas. Curioso es el caso del conjunto 'Changsuek' ya que en su camiseta aparecían varios patrocinadores (ptt, empresa pública tailandesa de petróleo y gas; y Chang, empresa de cerveza local) y no uno como en los casos anteriores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario