Hoy volvemos al año 2002 para recordar el balón del Mundial de Corea del Sur y Japón. Y en la tierra de las tradiciones, el Fevernova terminó con una dinastía: la del Tango, cuyo diseño exterior fue repetido y reinterpretado desde 1978 hasta el año 2000. El Fevernova fue presentado como el mayor avance en diseño de balones y fue, además, con él que la selección brasileña conquistó su quinto campeonato mundial.
En el año 2002, la fase final del Mundial se disputaba, por primera vez en su historia, en el continente asiático, además de ser la primera Copa del Mundo en ser organizada por más de un país. Para la ocasión, Adidas puso a disposición de la FIFA el Fevernova, un balón que tomaba su nombre por la fiebre (Fever) que genera cada Mundial en el planeta cada cuatro años durante un mes; y por las novas, las estrellas que brillan con fuerza pero por muy poco tiempo.
El Fevernova fue el primer balón oficial del Mundial que se alejó del diseño tradicional imperante desde la aparición del Tango en 1978. El nuevo balón seguía manteniendo el formato clásico de 32 paneles (12 pentágonos y 20 hexágonos) y su colorido y revolucionario diseño estaba enteramente basado en la cultura y filosofía de los países anfitriones. Según los diseñadores, este nuevo modelo presentaba un trigón dorado, similar a un 'tomoe' (figura abstracta japonesa compuesta por comas). Esta mirada vistosa y revolucionaria y el uso del color dorado representaban el compromiso y la energía que ambos países pusieron para impulsar la llegada del Mundial a Corea del Sur y Japón, además, el uso del color rojo (utilizado sobre los ángulos del trigón, casi como a golpes de cepillo de caligrafía) representaba la tradición del fuego como fuerza conductora de los logros humanos. La forma de la turbina marcada con la línea roja es el certificado de los logros tecnológicos que le debemos a los países anfitriones en los últimos años. Además dentro de cada uno de los cuatro trigones aparecían el logotipo de Adidas, el nombre del balón, el sello de 'aprobado por la FIFA' y el de 'balón oficial del Mundial 2002'.
La manufactura, como en su predecesor, tuvo su origen en Marruecos. Las medidas y los materiales utilizados le daban a la pelota un 10% más de velocidad y un 25% más de precisión, según palabras de Günther Pfau, miembro del laboratorio de Adidas en Scheinfeld (Alemania). Cuando fue presentado en Busan (una de las sedes en Corea del Sur), la firma alemana dijo que se trataba de la pelota más redonda de todos los Mundiales, y, por supuesto, lo respaldaron con datos estadísticos. Se llegó a dicha perfección en la circunferencia gracias a la utilización de una distribución de paneles idénticos a la del Telstar, pero el secreto estaba en los tres milímetros de grosor de cada panel. De adentro para fuera, contaba primero con un tejido Raschel sintético, que le daba la capacidad de no perder la redondez después de ser pateado; luego, la misma espuma utilizada en el Tricolore (un poliuretano resistente a la abrasión fabricado por Bayer y llamado Impranil), pero mejorada, con microceldas de gas comprimido altamente elásticas y excepcionalmente resistentes que le daban mayor absorción de impacto, lo que se traducía en un mejor control del esférico; otra capa de plástico sólido (combinación de poliestirenos sintéticos especiales y caucho natural); sobre ese, una capa con el diseño de la pelota y por último una capa plástica transparente, lo que le otorgaba una impermeabilidad total y que pudiera soportar un tratamiento excepcionalmente duro, dándole al balón una mayor durabilidad. Estas capas le daban al Fevernova características de rebote mejoradas, que convertían el golpeo en aceleración de la pelota.
A pesar de que con él se marcaron goles memorables durante el torneo de 2002, el Fevernova recibió duras críticas por ser demasiado liviano, principalmente de los porteros, quienes argumentaron que era demasiado rápido, que no podías calcular bien, que no era muy maniobrable, etc. En 2003, un año después de que el Fevernova viera la luz, fue utilizado en la Copa Confederaciones disputada en Francia, que ganó la selección gala con gol de Henry ante Camerún. Ese mismo año también fue el balón oficial de la Copa del Rey, final que disputaron en 2003 el Recreativo de Huelva y el RCD Mallorca. El Fevernova fue también en 2003 el balón oficial del Mundial femenino disputado en los Estados Unidos, en la que la selección alemana se impuso a la sueca en la final disputada en el Home Depot Center de Carson, en Los Angeles. Además, también fue el balón oficial de la J-League durante el mismo año. Un año después, en 2004, el Fevernova también fue utilizado durante la AFC Cup.
Como con el resto de los balones mundialistas, Adidas presentó diferentes modelos más asequibles para los bolsillos: Fevernova Grand Stade (fabricado en Pakistán y con el trigón en dos tonos de plateado), Fevernova Pareo (con el trigón en plateado y el centro negro), Fevernova Tri-Lance (para todo tipo de superficies), Fevernova Terrain (para superficies duras), Fevernova Tremor MS (fabricado en China y con el trigón en dorado y negro), Fevernova Mini MS (en talla 1 para coleccionistas), Fevernova Response (balón oficial fabricado en Pakistán, con tonos blancos y plateados con el que se jugó en la Segunda División B y Tercera División de España), Fevernova Lance (balón blanco en tonos dorados y negros), Fevernova Glider MS y Fevernova Orange que, como se imaginarán, es naranja.
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