Han pasado ya muchos años, pero aquella liga sigue siendo un hito en Ewood Park. El Blackburn Rovers, un equipo humilde donde los haya, con un conjunto formado por 10 obreros del fútbol y una estrella, plantaba cara a los grandes de aquel momento; United, Liverpool, Tottenham y Newcastle, y de la mano de Kenny Dalglish, lograba el campeonato de la temporada 1994-95. Esa temporada será recordada como una de las más emocionantes de la historia de la Premier. El Manchester perdió la liga en el último partido, y fue también la liga en la que no estuvo presente Cantona desde el mes de enero por su famosa agresión a un espectador del Crystal Palace. Hubo grandes partidos como el 9-0 del United al Ipswich Town o el hat-trick de Fowler en cuatro minutos al Arsenal.
El Blackburn Rovers aterrizó en la Premier League en 1992. El club blanquiazul había pasado más de 25 años en Segunda División y llegó a la Premier de la mano de Jack Walker, un magnate industrial que ejercia de presidente desde 1991 y que tenía entre ceja y ceja una ambición: que el equipo de su ciudad natal levantara el mayor título nacional. Tres temporadas después del ascenso, con Kenny Dalglish en el banquillo, el Rovers le arrebató la Premier a todo un United que iba lanzado a levantar su tercer título consecutivo. ya en las campañas anteriores, el equipo escaló puestos hacia la gloria, pero Jack Walker no alcanzó su sueño hasta que no se cumplió el cuarto año de su proyecto, cuando el club consiguió su tercera liga 81 años después.
Dalglish formó uno de los mejores que equipos que jamás se ha visto en las islas. Utilizaba un clásico 4-4-2 en el que brillaba con luz propia su pareja de ataque. La dupla de oro, popularmente conocida como 'el ataque SAS' (Shearer and Sutton) que firmaron 49 de aquellas 80 dianas. Si bien los goles de Alan Shearer fueron determinantes para alzarse con el título (34 tantos), no puede despreciarse la aportación de algunos de los jugadores que formaban aquella gran plantilla. El ya nombrado Chris Sutton formaba pareja de ataque con el delantero de Newcastle. A sus 21 años, consiguió un total de 15 goles en su primera temporada en la máxima categoría. En la portería estaba Tim Flowers, todo un portento bajo palos. El lateral derecho era el irlandés Jeff Kenna que acabó haciéndose con el puesto a final de temporada. Graeme Le Saux ocupaba el lateral izquierdo, quien pronto llegaría a la selección y al Chelsea tras sus éxitos en Ewood Park. Como centrales, el rubio escocés Colin Hendry y el noruego Henning Berg eran las dos principales referencias defensivas del equipo. El centro del campo estaba liderado por el capitán Tim Sherwood (petición expresa de Dalglish cuando éste llegó al equipo, era la voz de su entrenador sobre el césped) y por Mat Atkins. Las bandas eran para Stuart Ripley y Jason Wilcox, jugador de la cantera de los Rovers, entraba como un puñal por la banda izquierda, surtiendo de balones al rematador Shearer.
A pesar de la brillante temporada realizada por los hombres de Kenny Dalglish, el Manchester United, que venía de ganar los dos anteriores títulos de Premier League, fue rival hasta que sonó el silbato del último partido de la temporada. Ambos equipos llegaron a la última jornada del campeonato separados tan sólo por dos puntos. A priori, el partido más complicado era el del Rovers, que visitaban al Liverpool, uno de los equipos más en forma de la temporada. El United, por su parte, visitaba Upton Park para enfrentarse a un West Ham que vagabundeaba por zona de nadie en la tabla. Empezaron bien los Rovers con un gol de Shearer que adelantaba a los suyos. Las buenas noticias llegaban desde Upton Park: el United perdía por un gol a cero y se alejaba del título. En la segunda parte, la letal pareja del Blackburn formada por Shearer y un joven Chris Sutton (por quien se habían pagado 5 millones de libras al Norwich en el verano del 94), atenazados por los nervios y la presión, fallaron un sinfín de buenas ocasiones ante la portería red. El United empataba en Londres por medio de Brian McClair, mismo resultado que conseguía en Anfield, casi al mismo tiempo, John Barnes para el Liverpool. Con esos resultados, un único gol del United trasladaba el ansiado título a Old Trafford… pero, afortunadamente para Shearer y compañía, ese gol nunca llegó. Sí lo hizo en cambio el 2-1 para el Liverpool, merced a un lanzamiento de falta de Jamie Redknapp que Tim Flowers, cegado por el fuerte sol, no pudo atajar. Con sufrimiento hasta el final, los seguidores del Blackburn estallaron de júbilo cuando sonó el pitido del árbitro en Upton Park. El título ya era suyo.
Y es un hito, porque hoy en día es practicamente imposible, que un equipo de 'mitad de tabla' consiga no solo ganar la liga, sino quedar entre los cuatro primeros. Ahí queda pues, con aquel equipo de ensueño que formó Kenny Dalglish, con Shearer, Sutton, Hendry, Sherwood, Flowers, Le Saux, y compañía.
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