La selección alemana es sinónimo de eficiencia, fuerza, profesionalidad y saber hacer hasta tal punto que Gary Lineker, gran delantero inglés de los 80 y principios de los 90, acuñó una definición del fútbol que decía que éste era un deporte en el que juegan once contra once y siempre ganan los alemanes. Hoy vamos a recordar la que para muchos es una de las camisetas más bonitas de las últimas décadas, la que llevó la selección de la República Federal de Alemania entre 1988 y 1991.
Pero vayamos primero a la historia del uniforme de la selección alemana que siempre ha sido la camiseta blanca y pantalones negros. A mediados de los setenta aparecieron en la camiseta, completamente blanca, las tres franjas de Adidas en las mangas y pantalones, con la que los germanos del oeste disputaron los Mundiales del 74, 78, 82 y 86 (era el mismo diseño con pequeños matices) y con la que cayeron derrotados en las finales del 82 y 86 ante Italia y Argentina respectivamente, encajando en cada una nada menos que tres goles.
Alguien en el país de la 'razón pura' debió de pensar que aquella equipación tan aséptica en blanco y negro no 'acongojaba' lo suficiente a los jugadores rivales y decidió incluir dos colores nuevos: rojo y amarillo. Fabricada por la marca teutona Adidas, eterno patrocinador de la 'Mannschaft', supuso una innovación sin precedentes. En un diseño muy ochentero, Adidas aprovechó sus tres franjas para dibujar la bandera alemana recorriendo el pecho de cada uno de sus jugadores a la altura del corazón y los hombros de la camiseta. Esa ruptura con lo anterior, esa geometría y lo mucho que entró por los ojos para los aficionados al fútbol la han convertido en todo un clásico de su época.
Jugadores como Rudi Völler, Thomas Hässler, Lothar Matthäus, Jürgen Klinsmann o Klaus Augenthaler la llevaron. La estrenaron en la Eurocopa de 1988 donde cayeron honrosamente en casa ante una de las mejores selecciones de Holanda que uno recordará nunca. Sin embargo, con esa misma alzaron (tras la tercera final consecutiva) por tercera vez en su historia el título de Campeones del Mundo en Italia'90 gracias a un solitario gol de penalti de Andreas Brehme. Tal fue el éxito, que la presencia de los colores de la bandera en la camiseta de manera más o menos evidente ha sido una constante desde entonces. Su sucesora, estrenada en la Eurocopa del 92, siguió empleando la bandera alemana, pero ya sólo en las mangas, aunque hasta el Mundial 94, los colores negro, rojo y amarillo siguieron invadiendo la camiseta de la 'Mannschaft'.
Sin embargo, veinte años han pasado desde que los germanos levantaran la Copa del Mundo en Roma y en este tiempo Alemania no ha vuelto a llevarse a casa el más ansiado de los trofeos. Cierto es que siempre han sido y serán un rival a tener en cuenta y han ganado la Eurocopa de Inglaterra'96, han jugado una final del Mundial ante Brasil en 2002 y una de la Eurocopa ante España en 2008; y además han organizado el Mundial de 2006 en el que quedaron en un nada despreciable (aunque deshonroso para un germano) tercer puesto.
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