Pocos estadios en el mundo pueden jactarse de ser un monumento histórico. Ubicado en Río de Janeiro, representa un escenario casi inexpugnable y lleno de mística, donde conseguir un triunfo requiere de algo más que una buena actuación. Allí no sólo han brillado jugadores de la clase de Pelé, Garrincha, Zico y Romário, sino que con su inmensidad de tamaño, majestuosidad arquitectónica y capacidad de aforo requiere de una fortaleza mental extra para cualquiera que pretenda lucirse.
Perteneciente al gobierno del estado de Río de Janeiro, fue construido para el Mundial de 1950 y la idea estaba clara, ser el estadio más grande del mundo. Fue diseñado por los arquitectos brasileños Miguel Feldman, Waldir Ramos, Raphael Galvão, Oscar Valdetaro, Orlando Azevedo, Antônio Dias Carneiro y Pedro Paulo Bernardes Bastos, quienes levantaron un monstruo de cemento que sirviese como escenario majestuoso en la obtención del título. Las obras, comenzadas en 1948, requirieron del esfuerzo de 10,000 obreros. Y su aforo, a la finalización de las mismas, superaba en 43,000 localidades al estadio más grande construido hasta entonces: el Hampden Park de Glasgow.
Fue inaugurado 16 de junio de 1950 con un partido amistoso y a puertas abiertas que enfrentó a los seleccionados de Río de Janeiro y São Paulo. En el triunfo paulista por 3-1, el primer gol fue convertido por Didí. Originalmente se lo denominó Estádio Municipal do Maracanã, pero en 1964 se le dio su nombre actual 'Estádio Jornalista Mário Filho' en honor al periodista fundador del Jornal dos Sports, un diario local. Pero para los locales su nombre fue y, seguramente, seguirá siendo Maracaná, porque el barrio de Río en que se ubica, que proviene de un pájaro que habitaba el lugar, se llama, precisamente, Maracaná.
Sin embargo, el estreno oficial tuvo lugar con el comienzo del Mundial tan solo ocho días después. Brasil disputó cinco de sus partidos en ese escenario y llegó al partido decisivo ante Uruguay con la confianza de quien se sabe campeón tras ganar a México (4-0), Yugoslavia (2-0), Suecia (7-1) y España (6-1), y empatar a 2 con Suiza. Necesitaba un empate para alcanzar su objetivo. El partido se jugó el 16 de julio de 1950 bajo la atenta mirada de más de 200.000 espectadores. La fiesta parecía inmejorable con la apertura del marcador por parte de Friaca, pero la reacción Charrúa dejó sin aliento a todo Brasil. Juan Schiaffino y Alcides Ghiggia dieron vuelta el marcador y desataron la mayor tristeza deportiva que se recuerde en la historia del fútbol brasileño. Los medios mundiales llamaron a aquella hazaña uruguaya como el 'Maracanazo', título que aún se utiliza cada vez que un equipo derrota a los locales en dicho escenario.
El estadio tiene forma oval y ocupa casi 200.000 metros cuadrados de área total. Tiene un perímetro de 800 metros, una altura máxima de 32 metros, y una elipse sin apoyos visibles en la parte interior con 300 metros de eje mayor y 260 metros en el menor. Estaba proyectado para albergar 155.000 personas, aunque en 1999 fue reformado para albergar el primer Mundial de Clubes de la FIFA que se celebró en enero de 2000. En esa reforma su capacidad pasó de 140.000 a 103.022 personas.
Por su césped pasaron grandes ídolos del mundo futbolístico: Pelé, Rivelino, Garrincha, Ademir, Zico, Tostão, Gérson, Jair, Obdulio Varela, Schiaffino, Maradona, Eusébio, entre otros. Además, fue testigo privilegiado de algunos hechos históricos en la historia del fútbol auriverde. Sin ir más lejos, 'O Rey' Pelé consiguió el famoso gol número 1.000 de su carrera. Lo convirtió el 19 de noviembre de 1969 con la camiseta del Santos. Su penalti contra el Vasco da Gama en el minuto 34, hizo que los aficionados y cientos de fotógrafos invadieran el terreno de juego y el partido debió ser parado por unos minutos en los que el astro brasileño se paseó a hombros de sus compañeros.
El 19 de Julio de 1992, estando repleto el estadio en un juego de la final nacional entre el Fluminense y el Vasco da Gama se derrumbó parte de una de las gradas cayendo al vacío alrededor de medio centenar de aficionados, murieron tres personas en el accidente, el estadio que originalmente tenía cupo de 200,000 personas, fue reacondicionado para albergar a 130,000. En ese mismo año sufrió una inundación por las intensas lluvias.
En julio de 2007, el estadio fue palco para las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Panamericanos. Un año más tarde, el 2 de julio de 2008, fue el escenario donde se jugó la segunda final de la Copa Libertadores, en la que el Fluminense cayó derrotado, en la definición por penaltis, ante el conjunto ecuatoriano Liga Deportiva Universitaria de Quito.
En 2014 acogerá el Mundial de fútbol y dos años después será el lugar donde se realizarán las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de 2016. Para ello el mítico estadio ha cerrado sus puestas el pasado mes de febrero. La remodelación ha levantado algunas críticas por parte del Tribunal de Cuentas por el elevado coste (unos 310 millones de euros). La fecha dada de su reinauguración, durante la presentación del proyecto arquitectónico, fue para diciembre de 2012. El Maracanã conservará su fachada y color celeste original, pero su forma oval de cinco pisos va a ganar un techo, lo que le dará un aire de modernidad. Los trabajos de renovación respetarán escrupulosamente las recomendaciones de la FIFA para estadios mundialistas, por lo que pasará a tener un aforo de poco más de 83.000 personas sentadas.
Perteneciente al gobierno del estado de Río de Janeiro, fue construido para el Mundial de 1950 y la idea estaba clara, ser el estadio más grande del mundo. Fue diseñado por los arquitectos brasileños Miguel Feldman, Waldir Ramos, Raphael Galvão, Oscar Valdetaro, Orlando Azevedo, Antônio Dias Carneiro y Pedro Paulo Bernardes Bastos, quienes levantaron un monstruo de cemento que sirviese como escenario majestuoso en la obtención del título. Las obras, comenzadas en 1948, requirieron del esfuerzo de 10,000 obreros. Y su aforo, a la finalización de las mismas, superaba en 43,000 localidades al estadio más grande construido hasta entonces: el Hampden Park de Glasgow.
Fue inaugurado 16 de junio de 1950 con un partido amistoso y a puertas abiertas que enfrentó a los seleccionados de Río de Janeiro y São Paulo. En el triunfo paulista por 3-1, el primer gol fue convertido por Didí. Originalmente se lo denominó Estádio Municipal do Maracanã, pero en 1964 se le dio su nombre actual 'Estádio Jornalista Mário Filho' en honor al periodista fundador del Jornal dos Sports, un diario local. Pero para los locales su nombre fue y, seguramente, seguirá siendo Maracaná, porque el barrio de Río en que se ubica, que proviene de un pájaro que habitaba el lugar, se llama, precisamente, Maracaná.
Sin embargo, el estreno oficial tuvo lugar con el comienzo del Mundial tan solo ocho días después. Brasil disputó cinco de sus partidos en ese escenario y llegó al partido decisivo ante Uruguay con la confianza de quien se sabe campeón tras ganar a México (4-0), Yugoslavia (2-0), Suecia (7-1) y España (6-1), y empatar a 2 con Suiza. Necesitaba un empate para alcanzar su objetivo. El partido se jugó el 16 de julio de 1950 bajo la atenta mirada de más de 200.000 espectadores. La fiesta parecía inmejorable con la apertura del marcador por parte de Friaca, pero la reacción Charrúa dejó sin aliento a todo Brasil. Juan Schiaffino y Alcides Ghiggia dieron vuelta el marcador y desataron la mayor tristeza deportiva que se recuerde en la historia del fútbol brasileño. Los medios mundiales llamaron a aquella hazaña uruguaya como el 'Maracanazo', título que aún se utiliza cada vez que un equipo derrota a los locales en dicho escenario.
El estadio tiene forma oval y ocupa casi 200.000 metros cuadrados de área total. Tiene un perímetro de 800 metros, una altura máxima de 32 metros, y una elipse sin apoyos visibles en la parte interior con 300 metros de eje mayor y 260 metros en el menor. Estaba proyectado para albergar 155.000 personas, aunque en 1999 fue reformado para albergar el primer Mundial de Clubes de la FIFA que se celebró en enero de 2000. En esa reforma su capacidad pasó de 140.000 a 103.022 personas.
Por su césped pasaron grandes ídolos del mundo futbolístico: Pelé, Rivelino, Garrincha, Ademir, Zico, Tostão, Gérson, Jair, Obdulio Varela, Schiaffino, Maradona, Eusébio, entre otros. Además, fue testigo privilegiado de algunos hechos históricos en la historia del fútbol auriverde. Sin ir más lejos, 'O Rey' Pelé consiguió el famoso gol número 1.000 de su carrera. Lo convirtió el 19 de noviembre de 1969 con la camiseta del Santos. Su penalti contra el Vasco da Gama en el minuto 34, hizo que los aficionados y cientos de fotógrafos invadieran el terreno de juego y el partido debió ser parado por unos minutos en los que el astro brasileño se paseó a hombros de sus compañeros.
El 19 de Julio de 1992, estando repleto el estadio en un juego de la final nacional entre el Fluminense y el Vasco da Gama se derrumbó parte de una de las gradas cayendo al vacío alrededor de medio centenar de aficionados, murieron tres personas en el accidente, el estadio que originalmente tenía cupo de 200,000 personas, fue reacondicionado para albergar a 130,000. En ese mismo año sufrió una inundación por las intensas lluvias.
En julio de 2007, el estadio fue palco para las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Panamericanos. Un año más tarde, el 2 de julio de 2008, fue el escenario donde se jugó la segunda final de la Copa Libertadores, en la que el Fluminense cayó derrotado, en la definición por penaltis, ante el conjunto ecuatoriano Liga Deportiva Universitaria de Quito.
En 2014 acogerá el Mundial de fútbol y dos años después será el lugar donde se realizarán las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de 2016. Para ello el mítico estadio ha cerrado sus puestas el pasado mes de febrero. La remodelación ha levantado algunas críticas por parte del Tribunal de Cuentas por el elevado coste (unos 310 millones de euros). La fecha dada de su reinauguración, durante la presentación del proyecto arquitectónico, fue para diciembre de 2012. El Maracanã conservará su fachada y color celeste original, pero su forma oval de cinco pisos va a ganar un techo, lo que le dará un aire de modernidad. Los trabajos de renovación respetarán escrupulosamente las recomendaciones de la FIFA para estadios mundialistas, por lo que pasará a tener un aforo de poco más de 83.000 personas sentadas.
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