Hablar de futbolistas que marcaron época es hablar de George Best. Como ya indicaba su propio apellido, el chico de Belfast había nacido para ser el mejor. Como los grandes genios, aquellas personas privilegiadas para considerarse únicos en alguna faceta de la vida, fue tan brillante en su carrera como oscuro en su vida personal. Dejó tantos detalles sobre el terreno de juego como fuera de él. Eléctrico, desequilibrante, polémico, vividor... así fue el gran George Best. El norirlandés podía acarrear un torrente de sensaciones, pero lo que es seguro es que su trayectoria no dejaba a nadie indiferente.
George Best nació el 22 de mayo de 1946 en Belfast (Irlanda del Norte). De no ser por su padre quien le mostró su disconformidad con que se dedicara al fútbol y la rebeldía del joven George hacia su progenitor, puede que Best nunca hubiera elegido ese camino. La rapidez con la que llegó a la élite, al reconocimiento internacional y la admiración de los aficionados al fútbol puede que contribuyeran al desafortunado rumbo que tomó su vida lejos de los terrenos de juego. Como cualquier deportista, Best dio sus primeras patadas en un equipo de la ciudad, en Cregagh. Se dice que cuando el niño 'prodigio' tenía quince años, el por entonces entrenador del United, Matt Busby, recibió una llamada de uno de sus ojeadores: "Acabo de encontrarte un talento".
Con 17 años, Best ya había debutado con el United y con la selección de Irlanda del Norte. Su rapidez en la conducción, habilidad en el desborde y eléctricos cambios de dirección a una velocidad vertiginosa levantaban semana tras semana a los aficionados ingleses de sus butacas en Old Trafford. Best recuperaba la sonrisa de los ciudadanos de Manchester y restauraba la pasión por un deporte sacudido por la tragedia de Múnich en 1958, donde ocho de los 15 integrantes de la plantilla de Matt Busby habían perdido la vida en un accidente aéreo. Con Best, Bobby Charlton o Denis Law volvió la alegría.
Cayeron dos ligas, en el 65 y el 67, y la ansiada Copa de Europa, en 1968. Era la primera vez que un equipo inglés se proclamaba rey del viejo continente, y la enésima que Best demostraba su camino hacia mito del fútbol. El escenario era Londres y el rival, el todopoderoso Benfica de Eusebio. Con el partido empatado a uno y en pleno inicio de la prórroga, Best estuvo vivo para recoger un balón en zona de nadie, anticiparse a su marca y regatear con tranquilidad al portero. El partido acabaría 4-1 pero Best había decidido una vez más con su velocidad y sangre fría en el área. El rápido extremo de Belfast había rendido su particular homenaje a las víctimas de Múnich justo diez años después de la tragedia. Su actuación, por cierto, le dio el Balón de Oro.
Fue el clímax de su carrera futbolística, pero sus excesos con el alcohol, los constantes deslices con las mujeres o las fiestas hasta altas horas de la madrugada mermaron su estado físico y le encaminaron hacia una etapa de su trayectoria en la que deambuló por numerosos equipos, aunque eso sí, dejando momentos y goles para el recuerdo.
Probó en Estados Unidos y tuvo un pequeño resurgir con el Fulham, pero sus últimas 'delicias' deportivas las reservó para su selección, donde tuvo que resignarse a lograr metas individuales ante la falta de competitividad y calidad de sus compañeros. Dejó, con la elástica verde, grandes momentos como aquel 15 de mayo de 1971 en el que hizo sonrojar a toda una institución como Gordon Banks en un Inglaterra-Irlanda.
Best fue tan grande dentro del campo como polémico fuera de él, fue apodado el 'Quinto Beatle' ya que fue el primer jugador mediático, el precursor de lo que ahora son Beckham o Cristiano Ronaldo (curiosamente ambos jugadores también pasaron por las filas del United con el dorsal 7 a la espalda). El norirlandés tuvo graves problemas con el alcohol, numerosas aventuras con el sexo opuesto y una actitud un tanto arrogante de cara al público. Ya en el 2001 tuvieron que realizarle un trasplante de hígado y una hemorragia interna acabó con su vida el 25 de noviembre de 2005.
Fue conocido por su electrizante conducción del balón, sus disparos, su creatividad, pero también fue conocido por sus problemas fuera de los campos de juego que le acompañaron a lo largo de su trayectoria y después de esta. Con un micrófono delante George Best no dejaba indiferente a nadie. Aquí unas cuantas frases conocidas:
- "En 1969 dejé las mujeres y el alcohol, fueron los peores veinte minutos de mi vida".
- "Mucha gente va diciendo por ahí que me he acostado con siete Miss Mundo... pero sólo han sido tres".
- "He gastado mucho dinero en mujeres, alcohol y coches... el resto lo he despilfarrado".
- "Si hubiese nacido feo, nunca hubieseis oído hablar de Pelé".
- "Si perdía la pelota era un insulto personal y la quería recuperar. Sí señor, me fastidiaba mucho que me la quitaran, porque era mi pelota".
- "He dejado de beber, pero sólo cuando duermo".
- "Hace unos años dije que si me daban a elegir entre marcar un golazo al Liverpool o acostarme con Miss Mundo, iba a tener una difícil elección. Afortunadamente, he tenido la oportunidad de hacer ambas cosas".
- "Nunca salía por la mañana con la intención de emborracharme, sólo sucedía".
- "Cada vez que entro en un sitio, hay 70 personas que quieren invitarme a beber, y yo no sé decir que no".
- "Tenía una casa en la costa, pero para llegar a ella había que pasar por un bar. Nunca llegué a ver el mar".
-“No le pega con la izquierda, no cabecea, no defiende y no marca muchos goles. Aparte de eso, está bien” (opinando de Beckham).
George Best nació el 22 de mayo de 1946 en Belfast (Irlanda del Norte). De no ser por su padre quien le mostró su disconformidad con que se dedicara al fútbol y la rebeldía del joven George hacia su progenitor, puede que Best nunca hubiera elegido ese camino. La rapidez con la que llegó a la élite, al reconocimiento internacional y la admiración de los aficionados al fútbol puede que contribuyeran al desafortunado rumbo que tomó su vida lejos de los terrenos de juego. Como cualquier deportista, Best dio sus primeras patadas en un equipo de la ciudad, en Cregagh. Se dice que cuando el niño 'prodigio' tenía quince años, el por entonces entrenador del United, Matt Busby, recibió una llamada de uno de sus ojeadores: "Acabo de encontrarte un talento".
Con 17 años, Best ya había debutado con el United y con la selección de Irlanda del Norte. Su rapidez en la conducción, habilidad en el desborde y eléctricos cambios de dirección a una velocidad vertiginosa levantaban semana tras semana a los aficionados ingleses de sus butacas en Old Trafford. Best recuperaba la sonrisa de los ciudadanos de Manchester y restauraba la pasión por un deporte sacudido por la tragedia de Múnich en 1958, donde ocho de los 15 integrantes de la plantilla de Matt Busby habían perdido la vida en un accidente aéreo. Con Best, Bobby Charlton o Denis Law volvió la alegría.
Cayeron dos ligas, en el 65 y el 67, y la ansiada Copa de Europa, en 1968. Era la primera vez que un equipo inglés se proclamaba rey del viejo continente, y la enésima que Best demostraba su camino hacia mito del fútbol. El escenario era Londres y el rival, el todopoderoso Benfica de Eusebio. Con el partido empatado a uno y en pleno inicio de la prórroga, Best estuvo vivo para recoger un balón en zona de nadie, anticiparse a su marca y regatear con tranquilidad al portero. El partido acabaría 4-1 pero Best había decidido una vez más con su velocidad y sangre fría en el área. El rápido extremo de Belfast había rendido su particular homenaje a las víctimas de Múnich justo diez años después de la tragedia. Su actuación, por cierto, le dio el Balón de Oro.
Fue el clímax de su carrera futbolística, pero sus excesos con el alcohol, los constantes deslices con las mujeres o las fiestas hasta altas horas de la madrugada mermaron su estado físico y le encaminaron hacia una etapa de su trayectoria en la que deambuló por numerosos equipos, aunque eso sí, dejando momentos y goles para el recuerdo.
Probó en Estados Unidos y tuvo un pequeño resurgir con el Fulham, pero sus últimas 'delicias' deportivas las reservó para su selección, donde tuvo que resignarse a lograr metas individuales ante la falta de competitividad y calidad de sus compañeros. Dejó, con la elástica verde, grandes momentos como aquel 15 de mayo de 1971 en el que hizo sonrojar a toda una institución como Gordon Banks en un Inglaterra-Irlanda.
Best fue tan grande dentro del campo como polémico fuera de él, fue apodado el 'Quinto Beatle' ya que fue el primer jugador mediático, el precursor de lo que ahora son Beckham o Cristiano Ronaldo (curiosamente ambos jugadores también pasaron por las filas del United con el dorsal 7 a la espalda). El norirlandés tuvo graves problemas con el alcohol, numerosas aventuras con el sexo opuesto y una actitud un tanto arrogante de cara al público. Ya en el 2001 tuvieron que realizarle un trasplante de hígado y una hemorragia interna acabó con su vida el 25 de noviembre de 2005.
Fue conocido por su electrizante conducción del balón, sus disparos, su creatividad, pero también fue conocido por sus problemas fuera de los campos de juego que le acompañaron a lo largo de su trayectoria y después de esta. Con un micrófono delante George Best no dejaba indiferente a nadie. Aquí unas cuantas frases conocidas:
- "En 1969 dejé las mujeres y el alcohol, fueron los peores veinte minutos de mi vida".
- "Mucha gente va diciendo por ahí que me he acostado con siete Miss Mundo... pero sólo han sido tres".
- "He gastado mucho dinero en mujeres, alcohol y coches... el resto lo he despilfarrado".
- "Si hubiese nacido feo, nunca hubieseis oído hablar de Pelé".
- "Si perdía la pelota era un insulto personal y la quería recuperar. Sí señor, me fastidiaba mucho que me la quitaran, porque era mi pelota".
- "He dejado de beber, pero sólo cuando duermo".
- "Hace unos años dije que si me daban a elegir entre marcar un golazo al Liverpool o acostarme con Miss Mundo, iba a tener una difícil elección. Afortunadamente, he tenido la oportunidad de hacer ambas cosas".
- "Nunca salía por la mañana con la intención de emborracharme, sólo sucedía".
- "Cada vez que entro en un sitio, hay 70 personas que quieren invitarme a beber, y yo no sé decir que no".
- "Tenía una casa en la costa, pero para llegar a ella había que pasar por un bar. Nunca llegué a ver el mar".
-“No le pega con la izquierda, no cabecea, no defiende y no marca muchos goles. Aparte de eso, está bien” (opinando de Beckham).
THE BEST!!! uno de los mejores de la historia, para mi, el mejor, mi idolo
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