Hoy traemos una curiosa historia cuyo protagonista es la inusual camiseta que lució Chilavert en la temporada 1995-96 en la que llevaba estampado el dibujo de un intimidante bulldog. Un diseño con una curiosa historia detrás, la de Óscar Tubío, un empresario argentino, soñador y experto en marketing deportivo, pese a no haber estudiado la carrera.
Durante el paso de la adolescencia a la edad adulta, Óscar Tubío se codeó con figuras del espectáculo argentino. En su agenda figuraban los contactos más valiosos de la farándula y el deporte y su privilegiada posición lo impulsó a innovar con un negocio desconocido hasta entonces. Después de cerrar su tienda de electrodomésticos tuvo un encuentro con dos empresarios armenios que le propusieron importar una máquina térmica desde el londinense Piccadilly Circus, que estampaba camisetas en el momento. La proposición era clara: ellos invertían en la fábrica y Óscar aportaría su agenda y sus contactos con la prensa. El acuerdo se cerró y en diciembre de 1974 abría un pequeño local de la Galería Jardín. El 'boom' fue tan grande que las principales figuras del espectáculo y el deporte se acercaban a 'El Jardín de Óscar' para llevarse prendas personalizadas y estar así a la última en moda europea.
El primer éxito fueron los nombres propios, después vinieron las camisetas de la Pantera Rosa y Adiós Sui Generis. El bulldog apareció de casualidad en un viaje a Los Angeles en busca de inspiración. A Tubío le presentaron un interminable catálogo de imágenes y rápidamente sintió el 'flechazo' con el amenazante perro. "Lo compré por dos mangos y lo patenté como bóxer, no como bulldog. Para que algo sea realmente tuyo hay que generar un pequeño equívoco".
En enero de 1991 José Luis Félix Chilavert regresaba al fútbol argentino para fichar por el CA Vélez Sarsfield, convirtiéndose, a mediados de la década, en uno de los mejores guardametas del momento. Al igual que la mayoría de los deportistas de renombre, cayó en las redes de 'El Jardín de Óscar'. El ahora consultor de proyectos de diseño de indumentaria deportiva, había trabajado con el boxeador Carlos Roque Monzón (fue el primero en lucir el famoso diseño del bulldog), con Carlos Alberto Reutemann (piloto de F1 con equipos como Brabham, Ferrari, Lotus y Williams), Hugo Orlando Gatti (que lució camisetas de llamativos colores que fueron una revolución total para el fútbol de la época), con Boca Juniors (diseñó la equipación 'xeneize' que lucieron en la ida de la Intercontinental de 1977 y en la Copa Interamericana de 1978, y el escudo de las cuatro estrellas con las iniciales de CABJ), River Plate (diseñó el escudo del 'Leoncito' con el que el conjunto 'Millonario' se proclamó campeón de la Copa Intercontinental de 1986), San Lorenzo de Almagro (al que vistió durante varios encuentros en la finalización de la temporada 1988-89 con la ya mítica camiseta del 'Gauchito').
Con fuerte temperamento y un carácter muy particular, Óscar Tubío tenía claro que Chilavert era el ideal para ser la nueva cara del bulldog. Adidas, marca que patrocinaba al paraguayo le pagaba 1.200 pesos por calzar sus botas y, la también alemana Uhlsport, 2.000 más por los guantes. Hasta que Tubío se le presentó: "Yo no soy representante, sí manager. Rompé los dos contratos que tenés y en seis meses te hago ganar 600.000 por año". Excelso futbolista e intuitivo para los negocios, el 'Chila' olió el negocio y firmó con él empresario argentino.
En el Torneo Apertura de 1995 el portero paraguayo comenzó a vestir la camiseta negra con el bulldog de Tubío. La simbiosis entre el bulldog de gesto amenazante con la actitud siempre desafiante del paraguayo dentro del campo fue instantánea. Chilavert era el bulldog y el bulldog era el 'Chila'. Fue un éxito enorme al punto de que la empresa italiana Lotto les hizo un contrato a los tres (a Chilavert, a Tubío y al bulldog) para el Clausura de 1996, aunque Vélez tenía contrato con Umbro. Eran otros tiempos y por aquel entonces se permitía que los porteros vistieran prendas de otras marcas distintas a la equipación oficial. "Yo siempre quise que el arquero tenga un marketing por separado, porque es el único que se puede vestir distinto. Pero ahora, las empresas manejan los clubes por su necesidad económica", explicaba el argentino.
Como creía que Chilavert no tenía buen físico, su flamante manager mandó hacer la camiseta de portero con un modelo de cazadora que había importado de Estados Unidos, con marcadas hombreras, similar a la que Michael Jackson exhibía en el videoclip de la canción 'Thriller'. Para hacerlo parecer más estilizado se eligió el color negro, que además imponía mayor respeto a los delanteros rivales. "Un día un jugador de la selección me confesó que vio el Bulldog en el buzo negro de Chilavert y se le achicó el arco antes de patearle un penal definitorio". Con el portero paraguayo incluso llegaron a formalizar un acuerdo con la televisión para que en cada gol de Vélez el portero se diera la vuelta y celebrara agarrando la red mostrando el bulldog, un diseño que pronto se convirtió en la imagen del 'Chila', quien también vistió esa misma camiseta (aunque sin publicidad) en sus encuentros con la selección paraguaya, a pesar de que los guaranís estaban patrocinados por Reebok.
A mediados de 1996 la relación entre Tubío y Chilavert se rompió y el paraguayo dejó de usar el diseño del bulldog, luciendo incluso la misma equipación aunque con un signo de interrogación sustituyendo al desafiante can. Un año después, Germán Burgos, portero de River Plate, comenzó a usar una camiseta con el bulldog. El 'Mono' era muy amigo de Tubío y le pidió que le hiciera una camiseta con el diseño del perro para "darle la vuelta en la cara" al Vélez de Chilavert. "Él admiraba a Gatti y me pidió que imitara la polera lila del Loco", comentaba Óscar en la previa de la jornada 18 del Apertura de 1997 en el que el River de Ramón Díaz daría la vuelta olímpica contra el 'Fortín' en el estadio José Amalfitani. Cuando Burgos saltó al terreno de juego con la camiseta morada con el diseño del bulldog estampado en su pecho, Chilavert se quería morir y la imagen del 'Mono' quedó para la posteridad. También otros porteros vistieron el bulldog de Tubío. Fugazmente lo usó el 'Pato' Fillol (aunque no le dejaron usarla en Primera División), el ex de Racing y Las Palmas Nacho González (que lució una versión diferente, con la lengua fuera, en el Apertura de 1996), el ecuatoriano José Francisco Cevallos (quien a finales de los 90 y comienzos de los 2000 solía vestir camisetas de otros equipos, entre ellas una versión, en naranja) y Fabricio Henricot (quien recientemente reivindicó el diseño del bulldog defendiendo la portería del Deportivo Armenio de Primera B).
Por cansancio y desgaste Tubío fue desligándose de sus tareas cotidianas, pero más de treinta años después sigue siendo Óscar, el del bulldog. "El bulldog me superó por completo. Yo cerré mi local en 2009 para dedicarme exclusivamente a la venta online de camisetas retro. Pero hoy lo ves pegado en la luneta trasera de una camioneta, en un colectivo, en camiones… es Mickey. El bulldog es el Mickey de Disney".
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