Después de 16 años de ausencia, en los que incluso sufrieron una severa sanción, en 1998 la selección chilena volvía a participar en una cita mundialista y lo hacía de forma aceptable, llegando hasta los octavos de final. Lo que no era aceptable, según los máximos rectores del fútbol internacional, era su camiseta, un modelo que tuvo que ser rediseñado para el Mundial de 1998.
A comienzos de los noventa, la firma Reebok, históricamente relacionada con el calzado deportivo, puso un pie en el mundo del fútbol para tratar de competir en un mercado difícil que por entonces dominaba Adidas y en el que también luchaban Umbro y Puma, entre otras. Fue así como la marca de origen inglés se convirtió en el proveedor de equipamientos deportivos de algunas selecciones de segunda o tercera fila, como Rusia o Ecuador. Y a todos les suministró una equipación no demasiado rebuscada, cuya única intención era mostrar, bien grande, el logo de la compañía.
Así, en 1993, los equipos que vestían Reebok eran fácilmente reconocibles gracias a un diseño que, con el tiempo, se convertiría en un clásico. Pero la FIFA puso el grito en el cielo porque el reglamento, en su artículo VII, prohibía exhibir un logotipo de semejantes dimensiones en la camiseta de un seleccionado nacional. Rusia, por ejemplo, fue advertida y ese mismo año tuvo que presentar un modelo alternativo, que fue usado durante parte de la clasificación para el Mundial de USA'94, donde vistió aquella camiseta con la que Oleg Salenko le hizo 5 goles a Camerún. Ecuador, que ya vistió ese modelo en la Copa América de 1993, siguió manteniéndolo, al no estar clasificado para el Mundial. Su caso no era relevante para los intereses de João Havelange, e incluso 'La Tricolor' ganó la Korea Cup en 1995 con esa misma equipación.
Lo curioso es que, tres años después de la aparición del polémico diseño, a mediados de 1996, Reebok volvió a la carga con su nueva incorporación: la selección chilena de fútbol. Aunque en un primer momento se confeccionó una sencilla camiseta (sin demasiadas filigranas) para el Preolímpico sub-23 de ese año, jugado en Mar del Plata, y para los amistosos de la selección absoluta durante la primera parte de la temporada, poco después retornaron a los inicios y surtieron a 'La Roja' con el modelo 'anti-FIFA'. Un modelo que introducía el color azul en los ribetes de las mangas y en el cuello, que tradicionalmente habían sido blancos.
Las ventas se dispararon y la camiseta en cuestión terminó haciendo historia en las eliminatorias de clasificación para Francia'98, en donde la dupla atacante formada por Marcelo Salas e Iván Zamorano marcaron la diferencia, clasificando al equipo de Nelson Acosta. Pero en 1997, tras jugar la Copa América de Bolivia, cuando el Mundial estaba en el horizonte, la gran publicidad de Reebok se empezaba a transformar en un grave problema, por eso la marca se vio obligada a cambiar el mítico diseño, sacándole los dos bastones blancos del margen izquierdo. Con ese diseño, levemente alterado para el Mundial de Francia'98 (también se modificó el escudo y se agrandaron exageradamente los números), Chile llegó hasta los octavos de final, donde finalmente cayeron ante la selección brasileña, aunque a esas alturas poco importaba... Reebok siguió patrocinando a 'La Roja' hasta 2001, cumpliendo así el objetivo de 'jugar' con el mismo modelo durante casi una década.
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