Nuestro protagonista de hoy fue un jugador atípico. A pesar de fumar desde temprana edad, de sus varias y graves lesiones, y de ser uno de los jugadores más polémicos del mundo del fútbol, Paulo Futre fue, es y será uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol portugués y mundial.
Paulo Jorge dos Santos Futre nació el 28 de febrero de 1966 en Montijo, pequeña ciudad perteneciente al distrito de Setúbal en la región de Lisboa (Portugal). Comenzó su carrera en el CD Montijo de su ciudad natal. Con apenas nueve años jugó un torneo organizado por el Sporting Clube de Portugal con una ficha falsa, ya que solo podían inscribirse niños entre los 10 y 13 años. Su equipo llegó a la final, que se disputaba en el viejo Estádio José Alvalade y Futre comenzó a llamar la atención de los técnicos del conjunto 'verde e branco', club con el que firmó, después de rechazar una primera oferta por ser demasiado joven. Iba a entrenar todos los días en barco hasta Lisboa y cada vez presta menos atención a sus estudios, hasta que los deja y comienza a trabajar con su padre. A los quince años, que firma su primer contrato profesional con el los 'Leões' y con 17 años debuta con el primer equipo frente a la Portuguesa, haciéndolo de modo oficial frente al FC Penafiel el 27 de agosto de 1983.
Al comienzo de la temporada 1983-84, John Benjamin Toshack, entonces entrenador del Sporting, le comunica que no cuenta con él. Fue entonces cuando apareció el FC Porto ofreciéndole un gran contrato. En el Estádio das Antas, antiguo estadio de los 'Dragões', el jugador portugués se consagró como uno de los mejores futbolistas del momento formando triplete atacante con el argelino Rabah Madjer y con Jaime Magalhães. Bajo las órdenes de Artur Jorge el conjunto 'azul e branco' ganó 2 Ligas (1984-85 y 1985-86), 2 Supercopas de Portugal (1984 y 1986) y una Copa de Europa (1986-87) ante el FC Bayern München de los Pfaff, Matthäus, Hoeneß, Brehme o Michael Rummenigge. Además Futre fue nombrado mejor jugador portugués en dos ocasiones (1986 y 1987) y quedó segundo en el Balón de Oro de 1987 por detrás del holandés Ruud Gullit.
En el verano de 1987, Futre se había convertido en el objetivo de los grandes clubes europeos, el Inter de Milán pujó muy fuerte por el portugués, y al parecer todo estaba hecho para su fichaje... hasta que apareció en escena el empresario Jesús Gil, quien lo utiliza como baza electoral para hacerse con la presidencia del Atlético de Madrid, convirtiéndose en el segundo fichaje más caro de la historia en aquella época (el primero fue el de Maradona por el Barcelona por más de cuatro millones de euros). Su debut en la Primera división española fue el 30 de agosto de 1987 ante el CD Logroñés. Después de un inicio casi soñado con Menotti en el banquillo, con triunfos en el Camp Nou y en el Bernabéu, pronto llegó la marejada, los terceros o cuartos puestos que no valían para nada, Gil buscando un micrófono para poner en duda la entrega de sus jugadores y advertir al entrenador de turno de que espabilara (once entrenadores pasaron por el banquillo 'rojiblanco' en las cinco temporadas y media que estuvo el delantero portugués en el Atleti).
Futre se convirtió en la estrella del equipo destacando por su velocidad, como un rayo furioso que se pegaba el balón al pie y empezaba a tirar diagonales regateando a todo el que se pusiera a su paso. Sus pases ayudaron a Baltazar y a Manolo a ganar los trofeos Pichichi de 1988-89 y 1991-92 respectivamente. Formidable fue la temporada 1990-91, con Tomislav Ivić en el banquillo 'rojiblanco', que dejó un título de Copa contra el RCD Mallorca, el primero que ganaba Futre desde que llegara al Calderón. La temporada siguiente, en la vuelta de Luis Aragonés al banquillo 'colchonero', fue culminada con un nuevo título de Copa del Rey, esta vez ganada al Real Madrid en el Santiago Bernabéu.
En 1993 el Atleti pasaba por graves problemas económicos por lo que vender a su estrella era la gran oportunidad que tenían para poder sobrevivir. Era el primer año que funcionaba el mercado de invierno y los extranjeros sólo podían volver a su país. No pudo ir al fútbol italiano y tan sólo podía volver a Portugal. Sporting y Porto hicieron ofertas por el delantero pero el SL Benfica llegó con 600 millones de las antiguas pesetas, un dinero con el que se pudo salvar la situación del Atleti. Con el conjunto 'encarnado' tan sólo juega cuatro meses en los que consigue la Copa de Portugal. Su gran final de temporada despertó el interés de Bernard Tapie, presidente del Olympique de Marsella, que acababa de ganar la Liga de Campeones. Pese a que ya arrastraba problemas en su rodilla derecha, pasó los exámenes médicos y se convirtió en jugador de 'Les Phocéens' pero con un Marc Bourrier, entonces entrenador marsellés, que no contaba mucho con él y con el club galo inmerso en casos de corrupción y amaño de partidos (por lo que fueron descendidos a la Segunda División y sancionados sin poder jugar competiciones internacionales) Futre comenzó a buscar nuevamente equipo después de jugar 8 partidos con el equipo francés.
Estuvo a punto de fichar por el Real Madrid, de hecho rechazó firmar con el contrato en la mesa. Así en junio de 1994 decidió cambiar de aires e irse a Italia para jugar en la Serie A con la AC Reggiana, un equipo sin más aspiración que la de no bajar a la Serie B. En su debut con el club 'Granata' tuvo la lesión más grave de su carrera y estuvo más de diez meses de baja, por lo que no volvió a jugar hasta abril de 1995. El equipo de Reggio Emilia descendió a la Serie B, aún así, el portugués cuajó un gran final de temporada, marcando 4 goles en 12 partidos por lo que, una vez finalizada la temporada, fichó por el AC Milan después de varias reuniones con la Sampdoria de Sven-Göran Eriksson. Futre se convierte en el primer jugador luso en vestir la maglia 'rossonera', pero seis semanas después de firmar con el conjunto de Fabio Capello, tuvo que volver a ser operado y, con apenas 29 años, muchos hablaban de una posible retirada, pero el delantero portugués se recuperó a tiempo para jugar un único partido oficial con el conjunto lombardo y ganar el Scudetto de la temporada 1995–96.
En la temporada 1996-97 se marcha a la Premier League para jugar con el West Ham United FC. En su contrato con los 'Hammers' incluyó una cláusula por la que tenía que jugar con el diez a la espalda. Pero llegó el primer partido de liga, contra el Arsenal en el antiguo Highbury, y en su camiseta lucía el dorsal 16, con lo que el portugués se negó a jugar. Y no volvió a hacerlo hasta resolver el problema y vestir el '10', jugando grandes partidos en el fútbol inglés, aunque su nivel, tras varias operaciones, bajó considerablemente, por lo que a los 30 años, decide colgar las botas. Entonces fue nombrado embajador del Atlético de Madrid, aunque solía vestirse de corto para entrenar con el conjunto 'rojiblanco'. Maravilló a Radomir Antić, y el técnico serbio le pidió volver a jugar y formar parte de la plantilla. "Un día Antić me dijo que faltaba uno para jugar un partidillo, sal tú. Salí y me acuerdo que hice dos goles. Tenía 31 años y había tenido bastantes problemas en la rodilla, pero Antić me vio bien para jugar. Entre él y Jesús Gil me convencieron, y así fue como volví a sentirme futbolista". Esa temporada Futre apenas jugó diez partidos de liga, todos como suplente, un total de 172 minutos. Eso sí, le dio tiempo a montar un amago de motín antes del partido de vuelta ante el Aston Villa en la Copa de la UEFA, pelearse con el entrenador y acabar apartado del equipo ante la imposibilidad de marcharse a la Associação Portuguesa de Desportos, un modestísimo equipo brasileño. En 1998, Carles Rexach lo convence para jugar una temporada en el Yokohama Flügels de la J.League japonesa. Allí coincide con el ruso Igor Lediakhov, ex del Sporting de Gijón y con el internacional brasileño César Sampaio. Con el conjunto de la prefectura de Kanagawa jugó un total de 16 partidos (13 en liga y 3 en la J.League Cup), marcando 3 goles, tras los cuales decidió poner punto y final a su carrera como futbolista.
Internacional con Portugal, jugó con la selecciones inferiores hasta que Fernando Cabrita lo hace debutar con la selección absoluta el 27 de abril de 1983 ante Finlandia en un partido clasificatorio para la Eurocopa de Francia'84. Con apenas 17 años se convertía en el jugador más joven en debutar con la camiseta de las 'quinas'. Jugó un total de 41 partidos con el combinado luso en los que marcó seis goles. Participó en el Mundial de México'86 donde jugó los tres partidos del Grupo F ante Inglaterra, Polonia y Marruecos. Tras la 'Rebelión de Saltillo', sucedida durante el Mundial mexicano varios jugadores fueron expulsados del combinado luso y Futre estuvo un año y medio sin ir a la selección por solidaridad con sus compañeros.
De los terrenos de juego pasó a los despachos con la misma velocidad que solía jugar, primero como agente, y en el año 2000 como Director Deportivo del Atlético de Madrid en los tiempos de la intervención judicial. Aguantó tres años, sacó al equipo del infierno de la Segunda División y, por supuesto, acabó peleándose de nuevo con los Gil. En 2011, Futre se unió a la candidatura de Dias Ferreira a la presidencia del Sporting de Portugal en el papel de Director Deportivo, pero tan sólo alcanzaron un 16,54% de los votos. El 5 de febrero de 2012, Futre cumplió un sueño que llevaba persiguiendo 24 años: poder ver un partido en el fondo sur del Vicente Calderón. Ahora su vida está en Portugal. Allí tiene un programa de televisión (A Noite do Futrebol en TVI 24) y escribe para el periódico Record, también colabora con el diario deportivo Marca, donde comenta las hazañas de su Atleti.
MAESTRO,,,FUTRE,,,,,LO MAS GRANDE Y MAGICO DEL FUTBOL DE PORTUGAL..
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