Comienza la pretemporada futbolística y normalmente esta viene acompañada de una de las elecciones más importantes, las botas de fútbol. Y es que muchas veces, no somos conscientes de lo importante que es llevar un calzado adecuado. Las botas son un elemento importante en el conjunto del jugador, porque permiten dominar el balón durante los controles o el golpeo, así como durante los cambios de dirección y las aceleraciones. Por lo tanto, es primordial tomar en consideración los distintos criterios como el agarre, la flexibilidad y el toque de balón. Una sabia decisión en la compra, nos puede hacer mejorar el rendimiento, evitar lesiones y sentirnos más cómodos, que principalmente, es de lo que se trata.
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de comprar unas botas es que sean cómodas y que se acerquen lo máximo posible a nuestro estilo de juego. Dicho esto, es mejor comprar unas botas que no son estéticamente bonitas pero sí que son aptas para nuestro tipo de juego, que no unas botas espectaculares pero que no nos van a aportar lo que todo jugador busca en sus botas. Además, siempre debemos tener presente que las mejores horas para probarse un calzado es a última hora de la mañana o última de la tarde, cuando el pie está cargado, ya que si lo hacemos con el pie descansado (y las botas nos quedan muy justas) no nos valdrán con el pie sobrecargado.
En cuanto a los materiales, hoy todas las botas están previstas para jugar en superficies húmedas o con lluvia y charcos en el campo. Aun así, existen diferencias considerables entre la piel de vaca, la piel de canguro y los materiales sintéticos. Sin duda alguna las mejores son las de piel de canguro, pues además de su buena adaptación al pie por la gran flexibilidad que ofrece este material, son las más resistentes, y dan un toque de balón excelente. Por el contrario es verdad que las botas de este material son las más caras.
Una parte importante de la bota y a la que se suele prestar poca atención es la plantilla. Normalmente las que incorporan las botas de fútbol cumplen sólo con el cometido de proteger al pie de los impactos con la superficie. Lo idóneo es que, si sufrimos de alguna dolencia en la planta del pie (por ejemplo pie plano o pie cavo) visitemos a un podólogo u ortopeda que nos confeccione unas plantillas a medida que se ajusten a las necesidades de nuestro pie, y sustituyamos la plantilla que viene de fábrica por la nuestra.
De lo que no hay duda, es que la suela es la parte más importante de la bota de fútbol y a la que hay que prestar mayor atención. Podemos distinguir entre el uso para césped duro, césped blando, tierra, césped artificial, etc... Y es que es esencial adaptar nuestro calzado a la superficie sobre la que vamos a jugar, no hacerlo de esta manera supone un riesgo considerable para nuestra salud ya que la falta de adherencia al terreno puede hacernos sufrir resbalones y una excesiva adherencia al terreno de juego nos puede producir la típica 'clavada' que puede ser nefasta para nuestra rodilla cuando intentamos hacer un giro brusco. Por todo ello, los tacos son importantísimos para proporcionar la tracción necesaria en una variedad de superficies. Estos han evolucionado desde unos simples clavos hasta los tacos modernos de distintas longitudes, formas, materiales, disposición, etc... Debemos tener en cuenta que a mayor número de tacos se produce menor adherencia a la superficie y menor riesgo de lesión por torsión, en especial en terrenos blandos. Las marcas están asumiendo unas siglas comunes para facilitar al usuario saber de que se habla, aunque luego cada marca tenga su característica. La clasificación básica es:
- Los tacos de aluminio (SG) se utilizan para conseguir una máxima penetración sobre el terreno de juego asegurando el mayor agarre posible. Sólo deben utilizarse en superficies donde nos aseguremos que los tacos se van a clavar del todo (césped natural húmedo o mojado), porque al tener sólo 6 u 8 puntos de apoyo, si los tacos no se clavan, molestarán mucho por la presión que ejercen sobre la planta del pie. No deben utilizarse nunca en césped artificial y tierra.
- Los tacos mixtos combinan tacos de goma y aluminio para mejorar la tracción y agarre en condiciones de césped natural seco y césped natural blando. Se debe evitar su uso en cualquier superficie que no sea hierba natural.
- Los tacos tradicionales de goma (FG), aseguran un gran agarre en casi todas las superficies, suelen ser suelas ultraligeras de alrededor de 12 o 13 tacos que pueden ser cónicos o alargados dependiendo de la marca y el modelo, pero consiguiendo prestaciones muy similares. Este tipo de tacos está recomendado para césped natural duro o terrenos de hierba artificial de última generación. Se debe evitar su uso en hierba artificial tipo moqueta o de primera generación de caucho y tierra.
- Los tacos para terrenos de hierba artificial (AG), están diseñados para su uso en campos de césped o hierba artificial con caucho de cualquier generación o césped artificial de moqueta. Las características propias de este tipo de terrenos requieren de una suela con mayor número de tacos para facilitar el agarre pero que permita hacer giros sin que la suela se fije al tapete para minimizar los problemas en las rodillas. El mayor número de tacos también hace que el desgaste en césped sintético, más abrasivo que el natural, sea menor
- Las botas con suela multi-taco (MG) permiten un máximo agarre en superficies sintéticas de cualquier tipo y minimizan las molestias ocasionadas por los tacos en la planta del pie. Los tacos en una superficie sintética no se clavan, se apoyan, y eso puede ocasionar dolor por la presión sobre la planta del pie. Con una suela multitacos esa presión se reparte por toda la planta convirtiéndose en imperceptible.
- Los tacos para terrenos duros (HG) están fabricados en materiales muy resistentes a la erosión provocada por la dureza del terreno. Esta resistencia, se logra haciendo la suela de materiales más resistentes, sacrificando algo la flexibilidad, y añadiendo más tacos de lo habitual. Este tipo de tacos está recomendado para tierra y césped artificial, pero nunca para hierba natural.
- Las botas con suela Turf permiten un máximo agarre en superficies sintéticas y minimizan las molestias ocasionadas por los tacos en la planta del pie. Los tacos en una superficie sintética no se clavan, se apoyan, y eso puede ocasionar dolor por la presión sobre la planta del pie. Con una suela de muchos y pequeños tacos, esa presión se reparte por toda la planta convirtiéndose en imperceptible. Esta suela está recomendada para tierra, césped artificial de moqueta y césped artificial con caucho.
Por último, y no menos importante, el mantenimiento de las botas de fútbol es esencial y no por ello deja de ser sencillo. Mi primera recomendación es introducir hormas internas para que no pierdan la forma y el material mantenga tensión durante el período que la bota pasa en la mochila (muchas veces con un kilo de ropa encima), en el zapatillero, en la taquilla del vestuario o en nuestro domicilio. Las hormas son sencillas de encontrar en cualquier zapatero, no tienen un precio demasiado elevado y se pueden reutilizar de una bota a otra. Es un elemento que no debería faltar en el armario de ningún futbolista. Las hay de diferentes materiales y se clasifican por tallas. Para botas de material sintético, se recomienda aclararlas después de cada partido y dejarlas secar al aire en un lugar ventilado y protegido del sol con las hormas puestas, eliminando todo resto de humedad para evitar que se pudran. Si la bota está mojada en el interior es conveniente meter papel de periódico dentro de la bota para que absorba rápidamente el agua (un día y medio aproximadamente) y una vez acabado este tiempo retirar el papel e introducir las hormas. Si la bota es de piel los cuidados se multiplican. Por un lado para evitar el deterioro prematuro de la bota porque es de un material mucho más delicado, por otro para mejorar el rendimiento de la bota, porque la piel es un material orgánico que se puede nutrir y mejorar el estado que trae de fábrica. Por tanto debemos, por un lado aplicar los mismos puntos de los que os he hablado en las botas sintéticas y además limpiar en seco las botas con un cepillo y aplicarlas grasa de caballo para que el cuero conserve sus cualidades de impermeabilidad y flexibilidad. Es importante sólo aplicar la grasa cuando la bota esté completamente seca por dentro y por fuera. Si tiene que ser dos o tres días después de haberlas usado no pasa nada. Es preferible entrenar dos días seguidos sin engrasar la bota antes que aplicarla estando mojada.
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