Apodado 'Le Magnifique' por la exquisitez de su zurda pero también de su diestra, David Ginola fue el primer 'futbolista anuncio'. Desconocido por muchos debido a que nunca llegó a formar parte de la plantilla de un equipo 'grande'. Sin embargo, estamos hablando de un crack de la década de los 90, de un centrocampista francés que fue considerado en su día 'mejor jugador del mundo' por el ex futbolista y entrenador Johan Cruyff.
David Désiré Marc Ginola nació el 25 de enero de 1967 en Gassin, una pequeña población situada en la provincia de Provenza-Alpes-Costa Azul (Francia). Comenzó a jugar en algunos clubes menores de su localidad natal. A los trece años se marchó de casa para entrar en la Academia del Sporting Club Toulon Var, club con el que debutó en la Ligue 1 francesa con solo 18 años. En las filas del conjunto 'Azur et Or' pasó tres temporadas fogueándose. Jugó 82 partidos y dejó destellos de futura estrella a pesar de anotar únicamente cuatro goles en tres temporadas.
En 1988 desembarcó en el Racing Club Paris, donde coincidirá con jugadores de la talla de Luis Fernandez, Vincent Guerin, Olmeta, Silooy o Enzo Francescoli. 'El Príncipe' fue su gran mentor y su influencia sobre Ginola fue decisiva para pulir sus aspectos técnicos y su formación. Tras dos años en la entidad parisina, el francés emigró a la región de Bretaña para incorporarse a un nuevo proyecto de futuro en el Brest Armorique FC (hoy Stade Brestois 29), un equipo que, tras superar sus problemas económicos, regresaba a la Ligue 1 con el objetivo de convertirse en un equipo importante. La apuesta del Brest por el futuro era clara, contratando a jóvenes valores como Corentin Martins, Stephane Guivarc'h o Claude Makélélé, amén del propio Ginola. Pero ese futuro nunca llegó... las cosas no salieron bien y el conjunto del departamento de Finisterre, dos temporadas después, descendía hasta la tercera división.
Ginola ya había dado suficientes muestras de su gran calidad y en el verano de 1992 era pretendido por todos los grandes del país francés. El Paris Saint-Germain FC fue quien se llevó el gato al agua después de la insistencia de su entrenador Artur Jorge. La vuelta del galo a la capital francesa fue todo un éxito. Llegó acompañado del liberiano George Weah, que se convirtió en su aliado más peligroso llevando a cabo tres temporadas inolvidables para el PSG. La consecución de una Ligue 1 (1993-94), dos Copas de Francia (1992-93 y 1994-95) y una Copa de la Liga (1995) le avalan, pero si por algo fueron encumbrados la generación de los Ginola, Weah, Raí, Valdo, Le Guen, Guerin y Lama fue por sus gestas europeas, en las que los principales damnificados fueron el Real Madrid y el FC Barcelona.
En 1995, habiendo tocado techo con el PSG, se marchó a la Premier League en busca de nuevas experiencias. El Newcastle United FC de Kevin Keegan pagó 2,5 millones de libras por hacerse con sus servicios. Tras una primera campaña notable con las 'urracas' (jugó a un nivel muy alto y contribuyó sobremanera a alcanzar el segundo puesto en la tabla), estuvo a punto de aterrizar en la ciudad condal dado el gran interés del FC Barcelona. Sin embargo, el Newcastle no aceptó porqué "Keegan me dijo que le habrían linchado, que ya había dejado marchar un año antes a Andy Cole". La directiva le convenció para seguir rompiendo el mercado y haciéndose con los servicios del mejor delantero de las islas, Alan Shearer. Junto a Les Ferdinand, Faustino Asprilla, Keith Gillespie, Rob Lee o David Batty volvieron a pelear por el título hasta el final, quedando de nuevo segundos, siendo otra vez superados en el sprint final por el United.
La destitución de Keegan y las desavenencias con el nuevo técnico, además de con algunos compañeros, desencadenó su marcha al Tottenham Hotspur FC cuando este tenía 30 primaveras. Su edad no fue impedimento para que allí desplegara su mejor juego y anotara los mejores goles de su carrera. De hecho, en 1999 fue nombrado mejor jugador de la Premier League, tanto por los medios como por los jugadores. Además ese año ganó, con los 'Spurs', una Copa de la Liga (hoy Carling Cup), y se da la circunstancia de que ése trofeo era el último que había ganado el Tottenham hasta 2008, cuando lo volvió a llevar a las vitrinas de White Hart Lane.
Pero los años, ya se sabe, no pasan en balde, y aunque siguió en activo, sus tres últimas temporadas las pasó deambulando por Inglaterra. En el año 2000 y para su sorpresa fue transferido al Aston Villa FC por 3 millones de libras. En Birmingham no se llegó a encontrar cómodo y comenzó su decadencia futbolística, culminada dos años más tarde en el Everton FC cuando, después de jugar tan solo cinco partidos, debido a las lesiones, puso punto y final a su trayectoria como futbolista.
Internacional con Francia, jugó con la sub-21 el Tournoi Espoirs de Toulon de 1988, donde fue nombrado 'Mejor jugador' del campeonato. Debutó con 'Les Bleus' de la mano de Michel Platini en 1990. Jugó un total de 17 partidos y marcó 3 goles. En la selección gala fue protagonista en negativo. Ginola nunca olvidará aquel 17 de noviembre de 1993, en el que Francia se quedó sin participar en el Mundial de Estados Unidos tras caer en el Parc des Princes ante Bulgaria. Diez segundos y un error fatal le convirtieron en poco menos que un apestado. En el último minuto, Ginola puso un centro sin destinatario que acabó en posesión de la zaga búlgara, que lanzó un rápido contraataque que culminó con el 1-2 de Kostadinov. La afición nunca perdonó a la estrella gala por ese centro sin sentido. Además, las broncas con sus compatriotas, especialmente con Cantona y con Aimé Jacquet (asistente de Gérard Houllier y nuevo seleccionador en 1994), hicieron que Ginola jugara algunos partidos más, siempre como suplente, poniendo en 1995, prematuramente, punto y final a su carrera internacional.
Tras su retirada hizo sus 'pinitos' como comentarista deportivo. Hoy en día comenta regularmente partidos para BBC, CNN, Sky y Al Jazeera. Se preparó para sacarse su título de entrenador. Además, ha aparecido en varios realities de la televisión británica. Ha hecho cameos en alguna que otra serie y participado en dos películas. Además, es uno de los dobladores que participó en la versión francesa de la película de animación 'Buscando a Nemo'. Puso su voz a disposición de Jacques, el camarón que compartía acuario con Nemo. Más recientemente se ha dedicado a otra de sus grandes pasiones, la producción de un vino rosado que obtiene de sus viñedos y que incluso ha sido premiado.
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