Año: 2003
Duración: 118 min.
País: Alemania
Director: Sönke Wortmann
Guión: Sönke Wortmann, Rochus Hahn
Reparto: Louis Klamroth, Peter Lohmeyer, Johanna Gastdorf, Mirko Lang, Birthe Wolter, Katharina Wackernagel, Lukas Gregorowicz, Péter Franke, Sascha Göpel
Productora: Little Shark Entertainment GMBH / Senator Film Produktion / Seven Pictures
Género: Comedia / Drama
Este film germano, injustamente poco conocido, es un claro homenaje a la selección alemana que ganó el Mundial de 1954, venciendo en la final a la potente selección de Hungría, un conjunto que llevaba 4 años sin perder y parecía imbatible. Este hecho es tomado como símbolo del renacimiento de una nueva Alemania, un país sumido en la más dura postguerra.
La cinta recorre los días previos al campeonato, su desarrollo y la final. Todo ello dentro de una buena ambientación, Wortmann ha cuidado los detalles en todos los aspectos, sin olvidarse de lo referente al fútbol. Balones, equipamiento, botas, campos de juego, porterías, que nos hacen recordar aquella época sin encontrar anacronismos (niños con pantalones cortos, pelotas de trapo…), y una fotografía gris pálida, propia de la pobreza y desesperanza de la época.
El hilo argumental se centra en la liberación de prisioneros por parte del ejercito soviético. Entre ellos, se encuentra el padre de Matthias, un niño de 11 años tranquilo y amante del fútbol, que vive con su madre y sus hermanos en una ciudad minera de la Alemania del Este. El niño ha encontrado un sustituto de su padre, el goleador alemán Helmut Rahn. El regreso de Richard, padre del niño, ensombrece la vida familiar, pues retorna destrozado por los años de cautiverio, y tiene problemas para adaptarse a la vida en la Alemania de la época. Para Richard, el fútbol no tiene ningún interés y menos la Copa del Mundo que está a punto de empezar en Suiza, sin embargo Matthias ansía estar con su ídolo. Por otro lado las película nos adentra en el seno de la selección alemana, asistiendo a sus problemas, y como el carismático entrenador Sepp Herberger, dirige el equipo. La parte más floja corresponde a la figura de un joven periodista alemán y su esposa, que van a seguir el campeonato, carece de fuerza y no está a la altura del resto de la cinta.
Es indudable el enorme esfuerzo en su rigor histórico, al menos en lo deportivo, ya que nos cuenta uno de los avances tecnológicos del equipo alemán, las charlas en el vestuario, ruedas de prensa. En los créditos finales vemos desfilar las dos completas alineaciones de los combinados alemán y húngaro que jugaron la final. En definitiva, agradable y vistosa, dentro del reducido círculo de películas deportivas con un mínimo exigible. Una película que gustará a toda la familia y más si son futboleros.
Este film germano, injustamente poco conocido, es un claro homenaje a la selección alemana que ganó el Mundial de 1954, venciendo en la final a la potente selección de Hungría, un conjunto que llevaba 4 años sin perder y parecía imbatible. Este hecho es tomado como símbolo del renacimiento de una nueva Alemania, un país sumido en la más dura postguerra.
La cinta recorre los días previos al campeonato, su desarrollo y la final. Todo ello dentro de una buena ambientación, Wortmann ha cuidado los detalles en todos los aspectos, sin olvidarse de lo referente al fútbol. Balones, equipamiento, botas, campos de juego, porterías, que nos hacen recordar aquella época sin encontrar anacronismos (niños con pantalones cortos, pelotas de trapo…), y una fotografía gris pálida, propia de la pobreza y desesperanza de la época.
El hilo argumental se centra en la liberación de prisioneros por parte del ejercito soviético. Entre ellos, se encuentra el padre de Matthias, un niño de 11 años tranquilo y amante del fútbol, que vive con su madre y sus hermanos en una ciudad minera de la Alemania del Este. El niño ha encontrado un sustituto de su padre, el goleador alemán Helmut Rahn. El regreso de Richard, padre del niño, ensombrece la vida familiar, pues retorna destrozado por los años de cautiverio, y tiene problemas para adaptarse a la vida en la Alemania de la época. Para Richard, el fútbol no tiene ningún interés y menos la Copa del Mundo que está a punto de empezar en Suiza, sin embargo Matthias ansía estar con su ídolo. Por otro lado las película nos adentra en el seno de la selección alemana, asistiendo a sus problemas, y como el carismático entrenador Sepp Herberger, dirige el equipo. La parte más floja corresponde a la figura de un joven periodista alemán y su esposa, que van a seguir el campeonato, carece de fuerza y no está a la altura del resto de la cinta.
Es indudable el enorme esfuerzo en su rigor histórico, al menos en lo deportivo, ya que nos cuenta uno de los avances tecnológicos del equipo alemán, las charlas en el vestuario, ruedas de prensa. En los créditos finales vemos desfilar las dos completas alineaciones de los combinados alemán y húngaro que jugaron la final. En definitiva, agradable y vistosa, dentro del reducido círculo de películas deportivas con un mínimo exigible. Una película que gustará a toda la familia y más si son futboleros.
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