El turinés estadio Delle Alpi era una auténtica joya de la arquitectura modernista, proyectado con medidas antisísmicas, su costo se elevó tres veces al inicialmente previsto. Su estructura abierta, su aforo para algo más de 70.000 espectadores y una pista de atletismo de 8 calles, no cautivaron a los aficionados turineses, que apenas llenaban la mitad del recinto en los partidos de la Juventus, algo que también sucedía en una primera época con el vecino Torino.
El Stadio delle Alpi fue diseñado por el Estudio Hutter y construido por la empresa Acqua Marcia para el Campeonato Mundial de Fútbol de 1990, con una capacidad para 71.012 espectadores. Su construcción comenzó en junio de 1988, y debido a la utilización de prefabricados de hormigón, la obra se finalizó en tan solo dos años. Delle Alpi nació como una necesidad de presentar a la ciudad de Turín como sede de la máxima cita mundial. Ante las condiciones que presentaba el popular e histórico, pero limitado, 'Stadio Comunale', se construyó uno totalmente nuevo con pista de atletismo por el antojo de Primo Nebiolo, turinés y antiguo presidente de la IAAF, un personaje de gran influencia del cual partió la idea de que después del Mundial sirviera para otros eventos, en especial el atletismo. Sin embargo, debido a la falta de una pista de calentamiento, el estadio nunca fue utilizado para tal uso.
Delle Alpi fue inaugurado el 31 de mayo de 1990, por una selección de jugadores de la Juventus y el Torino, que se enfrentó al conjunto portugués del Oporto. Durante el Mundial de Italia'90, Brasil disputó sus tres encuentros de la fase de grupos ante las selecciones de Suecia, Costa Rica y Escocia. La 'canarinha' disputó además los octavos de final ante la selección Argentina, y también se jugó la semifinal que enfrentó a las selecciones de Inglaterra y Alemania Federal, que a la postre se convertiría en ganador. Durante el Mundial todo era 'color de rosa', pero Delle Alpi pronto empezó a ser conocido en toda Europa como un estadio frío, tanto en lo puramente térmico como en lo pasional. Construir el estadio en las faldas de los Alpes, en la periferia de la ciudad con más niebla de Italia, no fue una gran idea. Con el graderío alejado del césped, el aliento del público apenas llegaba a los jugadores de Juventus y Torino (equipos que compartían campo como locales), y el estadio perdía en capacidad intimidatoria para los rivales. Además, era un estadio incómodo, excesivamente alejado del centro de la ciudad, con un alto coste de mantenimiento y con una visibilidad escasa, pues durante el mismo Mundial se cayó en cuenta de que desde diversos puntos alrededor de las tribunas era imposible ver el partido desde los asientos inferiores. Por todo ello la gente no acudía y a los cinco años de su estreno, se comenzó a recortar la capacidad original de 71.012 (nunca alcanzada) hasta llegar a unos 60.000.
En 1995 surgieron las primeras controversias entre los clubes arrendatarios y el ayuntamiento, debido a los altos costos de alquiler, la Juve dio un claro aviso al ayuntamiento y se marchó al Giuseppe Meazza de Milán a jugar la semifinal y la final de la Copa de la UEFA. Lejos del incómodo estadio de Turín, San Siro se llenó y el equipo se sintió realmente arropado. Las distintas amenazas del club 'bianconero' al ayuntamiento con disputar sus partidos en Reggio Emilia, no hacían más que dejar entrever una realidad, el hecho de que el Delle Alpi era un estadio impropio para el equipo más popular del país transalpino. Un estadio que en 18 años de vida sólo colgó el cartel de no hay billetes para un concierto de U2 o la visita del Real Madrid en la temporada 1995-96 y que consiguió su récord negativo en la temporada 2001-02, en la que 237 espectadores presenciaron el partido de Copa entre la Juve y la Sampdoria.
El 17 de julio de 2003, la Juventus Football Club S.p.A. anunciaba la compra, al ayuntamiento turinés, de los derechos para el uso en exclusividad del estadio durante 99 años, por unos 25 millones de euros. Este hecho y el descenso de categoría sufrido por la 'Vecchia Signora', a raíz del escándolo del Moggi-gate, terminó por convertirse en un provechoso proceso de regeneración que ha servido para que los dirigentes juventinos y el Ayuntamiento turinés dieran el paso definitivo para acometer la remodelación integral del estadio, eliminando la pista de atletismo.
A finales de 2006 comenzaron los trabajos de demolición, el conjunto juventino se trasladaba al remozado Comunale, ahora Estadio Olímpico tras los Juegos de Invierno de 2006, y daba comienzo la construcción de un nuevo estadio sobre las cenizas del viejo 'Estadio de los Alpes'. El proyecto arquitectónico verá la luz en 2011 con una capacidad para 40.200 espectadores que apenas estarán separados unos pocos metros del césped, eliminándose por fin la incómoda y antiestética pista de atletismo característica de Delle Alpi. Curiosamente, es una de las pocas remodelaciones de estadios en las que el aforo se va a ver reducido drásticamente, y es que no hay que olvidar que si bien la Juve es el 'equipo de Italia', no lo es tanto en la ciudad de Turín, con mayoría de seguidores del vecino Torino. El nuevo estadio se parecerá al Allianz Arena de Múnich, cómodo y moderno. Una especie de parque temático juventino con museo, un gran centro comercial, oficinas, espacio para convenciones o congresos y una enorme zona verde. Un complejo que según parece recibirá el nombre de 'Stadio Giovanni Agnelli' en honor del fallecido ex-presidente juventino y máximo mandatario de la FIAT, o bien el de algún patrocinador que amortice la inversión realizada en el nuevo estadio.
El Stadio delle Alpi fue diseñado por el Estudio Hutter y construido por la empresa Acqua Marcia para el Campeonato Mundial de Fútbol de 1990, con una capacidad para 71.012 espectadores. Su construcción comenzó en junio de 1988, y debido a la utilización de prefabricados de hormigón, la obra se finalizó en tan solo dos años. Delle Alpi nació como una necesidad de presentar a la ciudad de Turín como sede de la máxima cita mundial. Ante las condiciones que presentaba el popular e histórico, pero limitado, 'Stadio Comunale', se construyó uno totalmente nuevo con pista de atletismo por el antojo de Primo Nebiolo, turinés y antiguo presidente de la IAAF, un personaje de gran influencia del cual partió la idea de que después del Mundial sirviera para otros eventos, en especial el atletismo. Sin embargo, debido a la falta de una pista de calentamiento, el estadio nunca fue utilizado para tal uso.
Delle Alpi fue inaugurado el 31 de mayo de 1990, por una selección de jugadores de la Juventus y el Torino, que se enfrentó al conjunto portugués del Oporto. Durante el Mundial de Italia'90, Brasil disputó sus tres encuentros de la fase de grupos ante las selecciones de Suecia, Costa Rica y Escocia. La 'canarinha' disputó además los octavos de final ante la selección Argentina, y también se jugó la semifinal que enfrentó a las selecciones de Inglaterra y Alemania Federal, que a la postre se convertiría en ganador. Durante el Mundial todo era 'color de rosa', pero Delle Alpi pronto empezó a ser conocido en toda Europa como un estadio frío, tanto en lo puramente térmico como en lo pasional. Construir el estadio en las faldas de los Alpes, en la periferia de la ciudad con más niebla de Italia, no fue una gran idea. Con el graderío alejado del césped, el aliento del público apenas llegaba a los jugadores de Juventus y Torino (equipos que compartían campo como locales), y el estadio perdía en capacidad intimidatoria para los rivales. Además, era un estadio incómodo, excesivamente alejado del centro de la ciudad, con un alto coste de mantenimiento y con una visibilidad escasa, pues durante el mismo Mundial se cayó en cuenta de que desde diversos puntos alrededor de las tribunas era imposible ver el partido desde los asientos inferiores. Por todo ello la gente no acudía y a los cinco años de su estreno, se comenzó a recortar la capacidad original de 71.012 (nunca alcanzada) hasta llegar a unos 60.000.
En 1995 surgieron las primeras controversias entre los clubes arrendatarios y el ayuntamiento, debido a los altos costos de alquiler, la Juve dio un claro aviso al ayuntamiento y se marchó al Giuseppe Meazza de Milán a jugar la semifinal y la final de la Copa de la UEFA. Lejos del incómodo estadio de Turín, San Siro se llenó y el equipo se sintió realmente arropado. Las distintas amenazas del club 'bianconero' al ayuntamiento con disputar sus partidos en Reggio Emilia, no hacían más que dejar entrever una realidad, el hecho de que el Delle Alpi era un estadio impropio para el equipo más popular del país transalpino. Un estadio que en 18 años de vida sólo colgó el cartel de no hay billetes para un concierto de U2 o la visita del Real Madrid en la temporada 1995-96 y que consiguió su récord negativo en la temporada 2001-02, en la que 237 espectadores presenciaron el partido de Copa entre la Juve y la Sampdoria.
El 17 de julio de 2003, la Juventus Football Club S.p.A. anunciaba la compra, al ayuntamiento turinés, de los derechos para el uso en exclusividad del estadio durante 99 años, por unos 25 millones de euros. Este hecho y el descenso de categoría sufrido por la 'Vecchia Signora', a raíz del escándolo del Moggi-gate, terminó por convertirse en un provechoso proceso de regeneración que ha servido para que los dirigentes juventinos y el Ayuntamiento turinés dieran el paso definitivo para acometer la remodelación integral del estadio, eliminando la pista de atletismo.
A finales de 2006 comenzaron los trabajos de demolición, el conjunto juventino se trasladaba al remozado Comunale, ahora Estadio Olímpico tras los Juegos de Invierno de 2006, y daba comienzo la construcción de un nuevo estadio sobre las cenizas del viejo 'Estadio de los Alpes'. El proyecto arquitectónico verá la luz en 2011 con una capacidad para 40.200 espectadores que apenas estarán separados unos pocos metros del césped, eliminándose por fin la incómoda y antiestética pista de atletismo característica de Delle Alpi. Curiosamente, es una de las pocas remodelaciones de estadios en las que el aforo se va a ver reducido drásticamente, y es que no hay que olvidar que si bien la Juve es el 'equipo de Italia', no lo es tanto en la ciudad de Turín, con mayoría de seguidores del vecino Torino. El nuevo estadio se parecerá al Allianz Arena de Múnich, cómodo y moderno. Una especie de parque temático juventino con museo, un gran centro comercial, oficinas, espacio para convenciones o congresos y una enorme zona verde. Un complejo que según parece recibirá el nombre de 'Stadio Giovanni Agnelli' en honor del fallecido ex-presidente juventino y máximo mandatario de la FIAT, o bien el de algún patrocinador que amortice la inversión realizada en el nuevo estadio.
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