El fútbol holandés ha dado a lo largo de la historia jugadores de un talento descomunal. Son muchos los ejemplos de 'tulipanes' que han brillado con su juego por todo el planeta. Nuestro protagonista de hoy se crió con el 'fútbol total', cayó con las férreas defensas italianas y se levantó como el héroe que cambió la historia del Arsenal. Bergkamp, el jugador que no quería volar, es uno de los jugadores más talentosos que el fútbol holandés ha tenido pero esta fobia hizo que se perdiera no pocos partidos internacionales, tanto a nivel de clubes como de selecciones. La calidad que tenía en el pase, el control y la definición hacían de él un jugador de muchos quilates que lo llevaron a ser reconocido como uno de los grandes jugadores a nivel mundial, y es que no todo el mundo tiene una estatua para rendirle homenaje. Bergkamp la tiene enfrente del Emirates Stadium.
Dennis Nicolaas Maria Bergkamp nació el 10 de mayo de 1969 en Ámsterdam (Países Bajos). Su padre, electricista y aficionado al fútbol inglés, le llamó Dennis en honor al escocés Denis Law, mítico jugador del United que formó la 'Holy Trinity' junto a Bobby Charlton y George Best. Sin embargo, para cumplir con las leyes locales, le tuvo que agregar una 'n' extra al nombre. Dio sus primeros pasos en un campo de fútbol con apenas 6 años en las filas del Wilskracht SNL (actual GeuzenMiddenmeer), equipo de la escuela católica Sint-Nicolaaslyceum donde el pequeño Dennis estudiaba, y en el que permaneció hasta 1981 cuando, con once años de edad, ingresó en la escuela del AFC Ajax. Pronto se distinguió como tímido y reservado lejos del césped, pero tremendamente atrevido y descarado cuando se calzaba las botas, y así fue escalando por las divisiones inferiores del conjunto 'ajacied'.
En 1986, con diecisiete años, Johan Cruyff lo asciende al primer equipo, y lo hace debutar en la Eredivisie el 14 de diciembre de ese mismo año ante el Roda JC en el Stadion De Meer, al sustituir a Rob Witschge en el minuto 67. Su primer gol se lo marcó al HFC Haarlem el 22 de febrero de 1987. Esa temporada llegó a disputar veintitrés encuentros en los que anotó dos goles, ayudando al conjunto de Ámsterdam a conquistar la segunda posición en la tabla por detrás del PSV Eindhoven. Además, debutó en las competiciones continentales, jugando en los cuartos de final de la Recopa de Europa ante el Malmö FF sueco, trofeo que finalmente ganó el conjunto holandés al imponerse al 1. FC Lokomotive Leipzig con un gol de Van Basten. También ganó esa temporada la KNVB Beker (Copa de Holanda) tras vencer al FC Den Haag (ADO Den Haag en la actualidad) en la final disputada en el Zuiderpark Stadion. El holandés explotó en la temporada 1990-91 cuando marcó 25 goles. Durante las siete temporadas en las que defendió la camiseta del Ajax de Ámsterdam se convirtió en uno de los delanteros más codiciados de Europa, su juego no se definía tanto por el gol como por la capacidad de crearlo. No era un 'killer' del área, sino un generador de fantasías útiles. Ganó la Eredevisie (1989-90), otra KNVB Beker (1992-93), la PTT Telecom Cup de 1993 (Supercopa holandesa, ahora renombrada como Johan Cruijff Schaal) y la Copa de la UEFA (1993-94) ante el Torino FC de los Lentini, Casagrande, Martín Vázquez o Scifo. Marcó 122 goles en sus 239 partidos con el Ajax y fue el máximo goleador de la liga holandesa durante tres temporadas consecutivas (1990-91, 1991-92 y 1992-93). Además, en 1992 y 1993 fue votado como mejor jugador holandés del año. Era el futbolista del momento. El hombre de moda en Europa y, como tal, los grandes equipos del 'viejo continente' se interesaron por él.
En el verano de 1993 fichó por el FC Internazionale Milano, después de rechazar ofertas del FC Barcelona, Real Madrid CF y Juventus FC. El club italiano iba a la deriva en la Serie A, pero tenía las arcas llenas para emular a su vecino. Los 'nerazzurri' pagaron 7,1 millones de euros (una cifra altísima en aquel momento) para hacerse con los servicios de Dennis Bergkamp que llegaba al Giuseppe Meazza acompañado de Wim Jonk, centrocampista del Ajax. Bergkamp aterrizaba en un Inter caótico, inmerso en un momento de transición y sin un proyecto sólido que contaba en su filas con Walter Zenga, Nicola Berti, Ígor Shalímov, Salvatore Schillaci o Rubén Sosa, quien ejercía el rol de estrella, aunque el delantero 'tulipán' debía recoger el testigo. En Italia, el holandés se encontró un fútbol que no era para él, en aquel momento el Calcio estaba marcado por sus férreas defensas y los delanteros disfrutaban de pocos espacios para crear. Tanto la afición, como la gente del club, como el estilo de juego se volvieron en su contra, era un animal fuera de su hábitat natural. Su primera temporada en Italia fue de lo más decepcionante, el Inter se proclamó campeón de la Copa de la UEFA al vencer al SV Austria Salzburg (actual FC Red Bull Salzburg), pero acabó decimotercero en la Serie A. Una realidad deprimente que le acabó costando la cabeza al entrenador Osvaldo Bagnoli. La segunda temporada sería todavía peor, las lesiones castigaron a un Bergkamp que cada vez era más intermitente en las alineaciones de Ottavio Bianchi (tercer técnico que tenía desde su llegada al Inter) y su carácter reservado lo alejaba tanto de sus compañeros como de la grada.
La situación era insostenible y en el verano de 1995 decidió cambiar de aires. Massimo Moratti acababa de comprar el club y le prometió a Bergkamp que habría cambios para intentar retenerlo, pero ya era tarde. Bergkamp no quería seguir en Italia y fichó por el Arsenal FC, que pagó por su traspaso unos 7,5 millones de euros. El miedo de Bergkamp a volar se agravó después de una mala experiencia en el Mundial de USA'94 y en su contrato con el conjunto de Highbury introdujo una cláusula que le permitía no desplazarse en avión junto al resto de sus compañeros para disputar partidos, sobre todo fuera de Inglaterra. Así, Bergkamp solía viajar en coche durante días anticipándose al resto de la expedición del Arsenal. Los 'Gunners' se encontraban en pleno proceso de renovación y el holandés tenía la llave. El conjunto londinense venía de una época oscura en lo que a juego se refiere, cansados de escuchar el cántico "Boring, boring" en todos los campos de Inglaterra, el Arsenal, de la mano de David Dein, el vicepresidente del club, decidió cambiar, reinventarse a sí mismo y evolucionar hacia un fútbol más ofensivo, tal y como le habían prometido a Bergkamp cuando le ficharon. El holandés, junto a David Platt (quien también llegaba del fútbol italiano), era el primer paso hacia esta metamorfosis. El primer año de Bergkamp, sin ser malo, fue un poco irregular, lo que provocó que el Arsenal estuviera dispuesto a vender al jugador si le llegaba alguna oferta interesante. En esas apareció el Real Betis Balompié y los 'verdiblancos' llegaron a un principio de acuerdo con los ingleses para hacerse con el holandés por unos 300 millones de pesetas más el croata Robert Jarni. Todo parecía hecho, sin embargo, a última hora ambas partes se echaron atrás.
El segundo año estuvo marcado por la llegada de Arsène Wenger, que llegaba de la tan poco competitiva liga japonesa. El técnico francés sustituyó a Bruce Rioch y revolucionó los cimientos del fútbol inglés, fue el ideólogo de un nuevo estilo y Bergkamp era su personificación sobre el terreno de juego. Pronto se convirtió en el ídolo de la grada. Con esta nueva filosofía, los 'Gunners' conquistaron 3 Premier League (1997-98, 2001-02 y 2003-04), 4 FA Cup (1997-98, 2001-02, 2002-03 y 2004-05) y 4 Community Shield (1998, 1999, 2002 y 2004). La llegada de Marc Overmars en julio de 1997 benefició a Bergkamp, que comenzó a recibir más el balón y aumentó su promedio goleador (anotó 22 tantos en la temporada y fue elegido el mejor jugador de la Premier), algo similar a lo que ocurrió en la temporada 2001-02, esta vez con el extremo sueco Fredrik Ljungberg como asistente. Bergkamp era un caballero sobre el terreno de juego, capaz de inventar las jugadas más brillantes. Era un futbolista de momentos incomparables, por los que merecía la pena pagar la entrada. Podía pasar la mayoría del partido sin aparecer, pero cada vez que tocaba el balón destilaba elegancia y, con relativa asiduidad regalaba acciones que han pasado a la historia. Curiosamente, la temporada 2003-04 fue la de su consagración definitiva. En el ocaso de su carrera formó parte de uno de los mejores equipos de la historia de la Premier League: 'el Arsenal de los Invencibles'. Los 'Gunners' ganaron la liga y lo hicieron sin perder ningún partido. Estuvo rodeado por otros jugadores de primer nivel como Sol Campbell, Robert Pires, Thierry Henry, Patrick Vieira o Fredrik Ljungberg, con los que se mezcló a la perfección. Con Henry formó una pareja demoledora, se entendían solo con mirarse y la visión de juego del holandés se conjugaba de manera letal con la habilidad del delantero de Les Ulis. Aquel Arsenal es un legado imborrable. Dos temporadas después, Bergkamp colgó las botas tras 11 temporadas en las que marcó 120 goles y dio 124 asistencias en 423 partidos con la camiseta del Arsenal, convirtiéndose en un ídolo que todavía hoy es recordado en el norte de Londres.
Internacional por Holanda, en 1989 jugó dos partidos con la selección sub-21. Rinus Michels lo hace debutar con la selección absoluta el 26 de septiembre de 1990, al sustituir a Frank de Boer en un encuentro amistoso ante Italia en el Stadio Della Favorita de Palermo. Anotó su primer gol el 21 de noviembre de ese mismo año ante Grecia, en un partido de clasificación para la Eurocopa de 1992. Disputó los Mundiales de USA'94 (disputó cinco encuentros y anotó tres goles a Marruecos, Irlanda y Brasil, selección que los eliminó en los cuartos de final) y Francia'98 (Bergkamp anotó tres tantos, incluyendo un recordado gol a Argentina en el último minuto del encuentro por los cuartos de final. En las semifinales fueron eliminados por Brasil en la tanda de penaltis y posteriormente quedaron cuartos al caer ante la Croacia de los Šuker, Prosinečki, Boban, Jarni... en la final de consolación). Participó, además, en las Eurocopas de Suecia'92 (cayeron en la tanda de penaltis en las semifinales ante Dinamarca y Bergkamp fue elegido en el once ideal del torneo, ganando además, la Bota de Oro junto a Brolin, Larsen y Riedle), Inglaterra'96 (disputó los cuatro encuentros que jugó el combinado de Guus Hiddink en los que marcó un gol ante Suiza. Holanda cayó en los cuartos de final, donde perdió ante Francia en la tanda de penaltis) y en la edición del año 2000, disputada en Bélgica y Holanda (cayeron en la tanda de penaltis en las semifinales ante Italia), torneo tras el que se retiró tras marcar 37 tantos en 79 encuentros con la camiseta 'oranje'.
A pesar de su decisión de no entrenar en un primer momento, en 2008 comenzó el curso para obtener el título de entrenador y estuvo aprendiendo junto a Marco Van Basten, cuando el ex delantero del Milan era entrenador del Ajax. Tras ser asistente de Neeskens en la sub-21 holandesa, en la temporada 2008-09 regresó al Ajax para hacerse cargo del equipo juvenil. Tras el nombramiento de Frank de Boer como entrenador del primer equipo en diciembre de 2010, se convirtió en su asistente en el banquillo del conjunto 'ajacied'. Sin embargo, con la llegada de Peter Bosz como nuevo entrenador, su labor se alejó del banquillo del primer equipo y el papel de Bergkamp se centró más en el entrenamiento de campo y en ayudar a los jugadores juveniles a llegar al primer equipo. En el verano de 2017 se convirtió en asistente de Marcel Keizer pero tras un mal comienzo de la temporada ambos abandonaron la disciplina del club el pasado mes de diciembre. Además, suele jugar con el equipo de veteranos del Ajax y de la selección holandesa.
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