Considerado por la FIFA como uno de los mejores futbolistas brasileños de la historia, Zico fue uno de las grandes figuras de los años 80. Formó parte decisiva del mejor Flamengo de la historia y destacó en la selección brasileña que participó en el Mundial de España'82. Apodado el 'Pelé blanco', aunque nunca ganó un Mundial, justificaba su condición de crack en cada partido.
Arthur Antunes Coimbra nació el 3 de marzo de 1953 en Quintinho Bocaiúva, un barrio de los suburbios de Río de Janeiro (Brasil). De su padre, que era arquero amateur y trabajaba como panadero y como sastre, no heredó el entusiasmo por el puesto pero sí la inquebrantable pasión por el CR Flamengo. José Antunes Coimbra, inmigrante portugués, le regalaba a cada uno de los siete hijos que tuvo la camiseta del 'Fla' y la del seleccionado brasileño. Zico era el pequeño de la familia, y dos de sus hermanos eran profesionales: Edú era extremo izquierdo del America FC, y Antunes, delantero del Fluminense FC. El pequeño Arthur pasó su infancia en las calles del barrio de Quintino con el balón en los pies, desafiando a vecinos de mayor edad. Allí lo descubrió el reportero Celso Garcia. Con 14 años estuvo a punto de fichar con el America, pero, antes de incorporarse al club, recibió la tan aguardada oportunidad en el Flamengo. "Iba a efectuar una prueba, ahí surgió la posibilidad de elegir el Fla, y me decanté por él, como es lógico. Mi hermano Edú ya lo había concertado de palabra, pero lo entendió perfectamente, y los dirigentes también. Era una elección de corazón". Fue presentado al entrenador de las categorías inferiores del Flamengo, que al mirar al aspirante dijo que no trabajaba con niños ya que el adolescente aparentaba menos edad y nada indicaba que pudiese jugar al fútbol. Celso García insistió para que lo dejaran jugar, y finalmente, Bria, el entrenador, le dio la oportunidad en los diez minutos finales del partido, tiempo suficiente para mostrar lo que sabía. Ya en la estructura juvenil del Flamengo, Zico tuvo que esperar dos temporadas hasta disputar el primer campeonato, en las categorías inferiores. "En aquella época era más difícil. Primero uno se quedaba en la escuela, con compañeros hasta tres años mayores, y había una disparidad muy grande", recuerda. Cuando comenzó a subir de categoría, afrontó más dificultades. El hecho de ser muy delgado despertaba desconfianza por lo que el club invirtió en un tratamiento para su fortalecimiento. En breve, se observaron los resultados y antes de coger peso, fuerza y altura (hasta sus 171 cm), ya había ganado el título estatal juvenil de 1969. Al talento de mago que traía desde la cuna le sumó la estabilidad que su físico comenzaba a garantizar.
En marzo de 1971, ya conocido como 'O Galinho de Quintinho', expresión que le dio el locutor Waldir Amaral por su garra y el nombre de su barrio, debutó como juvenil en un partido con el Madureira en el que marcó dos goles. Ese mismo año, el 8 de agosto de 1971, debutaba en la Primera División brasileña, a los 18 años. En esa temporada marcó 20 goles en 22 partidos comenzando una brillante carrera profesional con el 'Mengão'. Bajo su liderazgo, con goles de falta impecables, finalizaciones precisas en velocidad, mucha técnica y visión de juego, el Flamengo conquistó 5 Campeonatos estatales de Rio de Janeiro (1972, 1974, 1978, 1979 y 1981) y una edición adicional en 1979, 3 Campeonatos Brasileños (1980, 1982 y 1983), 7 Taças Guanabara (1972, 1973, 1978, 1979, 1980, 1981 y 1982), 2 Taças Rio (1978 y 1983), 2 Copas Libertadores de América (1981 y 1982) y en 1981, la Copa Intercontinental, disputada en Tokio contra el Liverpool FC de Bob Paisley. "Lo bueno fue que se consiguió montar un gran grupo, de muchos talentos, juntando dos o tres generaciones diferentes. Todo el mundo se conocía, sabía lo que era el club, la gran mayoría eran flamenguistas, lo que es importante, y todos contaban con un gran potencial. Tuvimos el privilegio de conseguir, en un periodo corto, más títulos de los que había logrado antes el Flamengo en toda su historia. Como seguidor, haber participado en eso fue algo fantástico. Hasta entonces yo había celebrado pocos títulos. A decir verdad, incluso me hubiera gustado haber sido hincha durante mi época de jugador".
A título personal fue elegido en tres ocasiones (1977, 1981 y 1982) como 'Futbolista sudamericano del año' y ganó en dos ocasiones (1974 y 1982) la 'Bola de Ouro' que concede la revista brasileña Placar. En 1981 fue elegido como 'Mejor jugador del año' por las revistas Guerin Sportivo (Italia), El Mundo (Venezuela), Don Balón (España) y Placar (Brasil), y en 1983 repetía galardón, aunque esta vez concedido por la revista inglesa World Soccer Magazine. Fue además cinco veces máximo goleador del Campeonato Carioca (1975, 1977, 1978, 1979, 1982), máximo goleador del Campeonato Carioca Extra de 1979 y cinco veces máximo goleador de Brasil (1976, 1977, 1979, 1980 y 1982).
En el verano de 1983 fue fichado por el Udinese Calcio de la Serie A a cambio de unos 560 millones de pesetas. Zico le dio al equipo 'bianconero' la posibilidad de ser protagonista en la liga italiana, ayudando a transformar un club modesto en una potencia repentina. Lo cuenta la propia web de la institución del norte de Italia: "La llegada de su Majestad Zico significó tener el estadio siempre lleno". Récord de hinchas y fiesta en el campo de juego, sobre todo en la primera campaña en la que marcó 19 goles en 24 encuentros, conduciendo al equipo a la disputa del título nacional y a la lucha por un puesto en la Copa de Europa, pero una lesión en la recta final estropeó su campaña. Zico permaneció cinco jornadas ausente de los terrenos de juego, y el Udinese acabó cayendo de la tercera a la cuarta posición. En la segunda temporada, entre lesiones y algunos problemas con el fisco italiano (por exportación ilegal de divisas), su recorrido final se desdibujó. Entonces, rechazando propuestas de grandes del fútbol italiano como AC Milan y AS Roma, volvió a Brasil, y como no, volvió a casa, a su Flamengo.
En su segunda etapa en el 'Fla' permaneció hasta 1989, pero desde agosto de 1985, cuando sufrió una gravísima lesión en la rodilla izquierda (tras una terrible entrada de Márcio Nunes, defensor del Bangu AC), no consiguió jugar una temporada completa, pasando la mayor parte del tiempo en centros de rehabilitación. A pesar de ello consiguió 1 Campeonato estatal de Rio de Janeiro (1986), 1 Campeonato Brasileño (1987), 2 Taças Guanabara (1988 y 1989) y 2 Taças Rio (1985 y 1986). A finales de 1989 ponía punto y final a su carrera en el cuadro 'Rubro-Negro' y el 6 de febrero de 1990 jugó un encuentro de despedida entre el Flamengo y una selección mundial en el estadio de Maracaná, donde había cosechado el mayor número de triunfos.
En 1990 fue nombrado Secretario para el Deporte en el gabinete del nuevo presidente brasileño Fernando Collor de Mello, pero no aguantando el 'politiqueo', Zico dejó el gobierno y regresó a las canchas en 1991 para para jugar con el Sumitomo Metals en la Segunda División de la Japan Soccer League. Al año siguiente el club se convirtió en uno de los equipos fundadores de la J. League. El proyecto presentado por la Sumitomo Metal Industries, Ltd. y el reclamo de Zico propiciaron el club obtuviera una plaza en el nuevo campeonato profesional. Con la creación de la liga profesional japonesa de fútbol el Sumitomo, al igual que los otros equipos, dejó de lado las referencias a la empresa en su denominación y fue renombrado como Kashima Antlers. En su primer año, los Antlers estuvieron liderados por el trío de brasileños formado por Zico, Alcindo y Santos. Consiguieron ganar la primera fase de la competición, pero en la final cayeron ante el Verdy Kawasaki. Zico contribuyó a la transición al profesionalismo y la expansión de la popularidad del fútbol en Japón, donde jugó hasta 1994 y constituyó un ejemplo dentro y fuera del campo. Ayudó a construir la sólida estructura que hizo del Kashima Antlers una referencia nacional. Se retiró sin ganar el campeonato, pero mantuvo su relación con el equipo llegando a firmar en 1995 como Director Deportivo del club y posteriormente como entrenador. Bajo la dirección de Zico, los Antlers consiguieron formar un sólido proyecto con el que lograrían su primer campeonato en 1996.
Internacional con Brasil, jugó ocho partidos con la selección olímpica aunque finalmente no estaría en las Olimpíadas de Múnich'72. Debutó con la 'verdeamarelha' el 25 de febrero de 1976, contra Uruguay, partido en el que marcó su primer gol como internacional. A partir de ese día, Zico fue un fijo de las convocatorias. Con Brasil ganó el mismo año 1976 la Copa del bicentenario de la independencia americana, la Copa Rio Branco, la Copa Roca, la Taça Oswaldo Cruz y la Copa del Atlántico. Además ganó el trofeo Inglaterra-Brasil de 1981. Disputó tres Mundiales (Argentina'78, España'82 y México'86), siendo su mejor resultado una tercera plaza, en su primera participación, aunque una lesión y el juego defensivo del técnico del Claudio Coutinho dejaron a Zico en la suplencia. Pese a todo, no fue aquel Mundial disputado en el país vecino el que quedaría marcado en el imaginario del fútbol brasileño. Cuatro años más tarde, en suelo español, un fantástico equipo inundaría el país de esperanza y asombraría a todos al arrollar a sus adversarios con un fútbol vistoso y único. Eso hasta tropezar contra Italia, y principalmente con un inspirado Paolo Rossi, en el estadio de Sarrià, donde sufrió una impactante derrota por 3-2. "Siempre es importante dejar un legado", afirmaba el 10 y cerebro de la selección de Telê Santana. "Pero lo importante, para un profesional, son los títulos. Estoy satisfecho de haber formado parte de uno de esos equipos. Se nos recuerda en todos los lugares, pero me hubiera hecho feliz ganar el título".
En 1986, Zico viviría otro momento duro con la 'Seleção', al caer en cuartos de final a manos de Francia, en los lanzamientos de penalti. 'O Galinho' estaba lejos de su mejor forma física, recién recuperado de una gravísima lesión en la rodilla, y acabó desperdiciando una pena máxima decisiva, en una tarde extraña para las estrellas. Platini y Sócrates también fallaron sus respectivos lanzamientos. Tras aquella eliminación decidió salir de la selección. Zico había jugado 88 partidos para su país, marcando 66 goles, quedándose (entonces) a poco de ser el mayor realizador de la selección brasileña por detrás de Pelé. Hoy día es el cuarto tras Pelé, Ronaldo y Romario.
Tras su retirada, de vuelta en Brasil fundó el CFZ (Centro de Futebol Zico) y en 1995, un año después de su retirada, fue invitado para integrar la selección brasileña de fútbol playa, con la que ganó de manera invicta el primer Mundial de fútbol playa de la historia, celebrado ese mismo año en Brasil. Además, con 12 goles compartió el trofeo al máximo goleador con el italiano Alessandro Altobelli, y, junto con Júnior, fue elegido el mejor jugador del torneo. Posteriormente jugó dos campeonatos más que también ganó con la selección brasileña. También inició su carrera en los banquillos y desde entonces ha entrenado a las selecciones de Japón e Iraq y a los equipos Kashima Antlers FC, Fenerbahçe SK, Bunyodkor PFK, PFC CSKA de Moscú, Olympiacos FC y Al-Gharafa SC.